¿Cómo sería le educación superior en República Dominicana sin INTEC? Esta es una pregunta que se hace Julio Sánchez Maríñez, rector de esta casa de estudios, para graficar los aportes que han hecho a la educación superior dominicana. Hoy, esta universidad cuenta con 8 patentes y están muy enfocados en la innovación, en la excelencia académica y en su vocación para “aportar en lo científico, tecnológico, cultural, educativo y en la transformación social del país en su desarrollo sostenible y competitivo”.
INTEC es una universidad de reacción rápida. Ante la cuarentena por la pandemia del Covid-19, en esta casa de estudios no se perdió un día de clases. Inmediatamente, asumieron la virtualidad como la forma lógica de continuar con la docencia y la asumieron con compromiso, tanto maestros como estudiantes.
Julio Sánchez Maríñez cuenta con orgullo cómo esta institución reaccionó ante la crisis, pero además, su rol no fue enfocado únicamente en la pandemia, sino que también en que comenzaron a trabajar para ofrecer herramientas necesarias para enfrentar la enfermedad.
“Un aspecto importante es que, por encima de las dificultades, desde los primeros meses de confinamiento, un grupo de estudiantes, egresados y profesores, contando con aportes materiales de empresas y otras organizaciones, se internaron en nuestros laboratorios para fabricar ventiladores mecánicos y mascarillas y ponerlos a disposición de los servicios de salud. A esta fecha, hemos entregado más de 300 ventiladores y 9,000 mascarillas sin costo alguno para apoyar a nuestro sistema sanitario a superar esta pandemia”, cuenta Sánchez Maríñez, entrevistado por revista CONTACTO.
Para el rector de INTEC, la innovación y la resiliencia son características de “La Colmena”, como se califica a esta casa de estudios. Tiene claro que la virtualidad llegó para quedarse y aunque se vuelva a las clases presenciales o semi presencias, ahora cuentan con una nueva herramienta para ofrecer educación.
Usted fue juramentado como nuevo rector de INTEC en medio de una pandemia. ¿Cómo ha sido para usted asumir la dirección de la Universidad en estas circunstancias?
“Afortunadamente, me encontré con un avión que viene transitando en pleno vuelo y con buena altura, aunque, claro, volando en espacios turbulentos, como los ocasionados por la pandemia del Covid-19. En todo caso, asumir la dirección del INTEC, en estas circunstancias, significa un reto potenciado al cuadrado. Me explico: INTEC es una universidad innovadora, en proceso de cambio constante, salvo en su compromiso con la excelencia académica; nos definimos como innovadores, en respuesta a los cambios constantes en el entorno y a las demandas de actualización de nuestra oferta académica y en nuestras actividades de investigación y vinculación. Conducir una universidad con ese compromiso es siempre un desafío. Hacerlo en medio de la situación actual, de crisis sanitaria, económica, social y emocional, hace que el reto sea mucho mayor. En el corto y mediano plazo, en el contexto de la pandemia que nos afecta y condiciona, como también en el largo plazo, mas allá de este contexto inmediato, los retos son mayúsculos dado la celeridad de las transformaciones económicas, sociales y educativas que caracterizan a nuestros tiempos, entre los que se encuentra de manera emblemática la denominada Cuarta Revolución Industrial. Pero también lo son las oportunidades y asumiendo los retos no vamos a perder la mirada atenta para aprovecharlas”.
¿Cuáles son los proyectos en los que piensa enfocarse de aquí al 2023, como rector de INTEC?
“En un marco de continuidad institucional, característico del INTEC, he propuesto líneas de acción en varios frentes en las que comprometo los énfasis de esta gestión rectoral.
Me voy a referir aquí a dos de ellos. El primero, es la reafirmación del compromiso con la excelencia académica, asumiendo un desarrollo curricular continuo que nos asegure una formación actualizada y, más aun, anticipadora. Que provea las bases para aprender a aprender a lo largo de la vida y, al mismo tiempo, habilite al egresado para que pueda enfrentar con éxito los desafíos que se avecinan.
El segundo, es mantener y profundizar el posicionamiento del INTEC como socio de preferencia de los sectores productivos, gubernamentales, de servicio social y de sociedad civil organizada para programas y proyectos en favor del desarrollo sostenible del país y de la calidad de vida de todos los dominicanos, sin exclusión.
Todo lo anterior se corresponde con una institución que defino, más que como universidad claramente sin fines de lucro, como una institución pública, aunque no estatal, porque somos de propiedad social y nos dedicamos a generar bienes públicos en materia de formación, investigación y servicio a la sociedad”.
¿Cómo ha tenido que reinventarse el INTEC para sobrevivir a esta nueva normalidad?
“INTEC reaccionó a la irrupción súbita de la pandemia haciendo acopio de sus tradicionales competencias para la innovación y la adaptabilidad.
Al día siguiente del confinamiento, los docentes ya estaban impartiendo docencia virtual, y el trimestre que estaba a punto de cerrar pudo culminar sin contratiempos. Al mismo tiempo, trabajamos en el diseño e implementación de capacitaciones especializadas en las herramientas tecnológicas de enseñanza y los profesores comenzaron a apoyarse unos con otros. Los estudiantes fueron proactivos y comprensivos, permitiendo que todo avanzara de forma orgánica. Igual ocurrió con todos los demás colaboradores, quienes trabajan todavía en gran medida desde sus casas, y se apoyan en recursos tecnológicos para desempeñar sus labores. Hemos establecido políticas y procedimientos de tele-trabajo y vamos a darles continuidad ajustando a las condiciones cambiantes.
Me enorgullece el profundo grado de compromiso y de resiliencia que mostraron todos los miembros de la comunidad del INTEC ante estas circunstancias especiales.
La innovación, el trabajo bajo presión, la búsqueda de soluciones para aportar a la sociedad son elementos fundamentales del ADN del INTEC. Hemos tenido, más bien, que buscar hacia adentro durante esta pandemia”.
¿Estaba INTEC preparado para la virtualidad académica?
“En general, en el país, y a nivel mundial, muy pocas instituciones educativas estaban realmente preparadas para lanzarse de manera abrupta a una oferta docente virtual, a lo que hemos llamado una virtualización reactiva tras la irrupción del Covid-19. La energía y el compromiso de todos los miembros de nuestra comunidad, que llamamos La Colmena, especialmente de los profesores, permitió que hayamos podido mantener nuestras operaciones formativas y de apoyo por medios remotos y virtuales.
Hemos ido avanzando de una virtualización reactiva a una proactiva: mejorando el uso de plataformas, incorporando simulaciones virtuales, aprovechando los recursos digitales de nuestra biblioteca y los recursos audiovisuales, mejorando las estrategias de evaluación, incluyendo exámenes. Es un proceso de mejora continua y de aprendizaje colectivo. Y de emular a quienes lo hacen mejor y con más experiencia. En ese sentido, hemos iniciado intercambios internacionales, con la escuela de medicina de la universidad de Duke Duke University, con la escuela de ingeniería civil de la universidad de Illinois, por ejemplo, y estamos trabajando en sistematizar nuestro modelo didáctico de enseñanza remota y virtual que se corresponda con nuestro Modelo INTEC de Aprendizaje y Enseñanza (MAE-INTEC), que fue formulado en momentos de presencialidad”.
¿Está INTEC preparada para regresar paulatinamente a la presencialidad? ¿Cómo se han ido preparando?
“Ya hemos vuelto a niveles limitados de presencialidad cumpliendo estrictamente con protocolos sanitarios apropiados: en las rotaciones médicas, en las prácticas de odontología, en los proyectos de laboratorios de estudiantes y en prácticas de campo abierto de ciencias y de ingenierías y otras áreas, como cine, por ejemplo. Y en la medida en que avance la campaña de vacunación y se mantengan bajo control los índices de positividad en los contagios por Covid-19, vamos a volver antes que termine el año a niveles importantes de presencialidad, siempre atentos a las disposiciones de las autoridades gubernamentales de salud y de educación superior.
Ahora bien, la actividad académica por vías remotas y virtuales seguirá siendo un medio importante en nuestras operaciones. Llegó para quedarse. En sí misma y en forma híbrida con las actividades presenciales. Nos hemos preparado adecuando gran parte de nuestras aulas para que sean aulas multi-media, en las que estudiantes y profesores puedan participar al mismo tiempo presencialmente y otros remotamente. Y el aprovechamiento de esas nuevas facilidades va a prolongarse más allá de la vigencia de esta pandemia. Así, por ejemplo, podremos tener conectados profesores y estudiantes de INTEC y profesores y estudiantes en otras localidades del país y también de otras universidades, incluyendo las de otros países”.
¿Cómo considera usted que afectará esta pandemia en la calidad de la educación dominicana?
“No la afectará… la ha estado afectando, especialmente en el nivel pre-universitario. Esa es la preocupación que han mostrado a nivel internacional organismos como UNESCO y UNICEF y, en el país, instancias como la Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad. Todavía no sabemos el grado en el que no solo se han retrasado los aprendizajes de nuestros infantes, niños y adolescentes, sino también en qué medida ha tenido lugar la pérdida de aprendizajes previos. Si ya en condiciones de presencialidad la calidad de nuestros resultados educativos estaba bajo alto cuestionamiento, con el paso a intentos, no importa lo loable que hayan sido, de educación a distancia, remota o virtual, para lo cual no estábamos ni remotamente preparados, el tema de la calidad se ha agravado.
En el nivel universitario también hemos tenido pérdidas. Por razones similares, aunque por el nivel de enseñanza y la edad de los estudiantes, el descenso en calidad ha sido menor”.
¿Qué puede aprender la educación dominicana de la pandemia?
“Lo primero es que nunca debemos perder tiempo sino aprovecharlo al máximo. Vivimos tiempos de contingencias impredecibles: huracanes, sismos, epidemias. De ahí que resulta alevoso interrumpir el aprovechamiento de los tiempos de docencia por otros factores que verdaderas causas de fuerza mayor”.
Innovación en estudios superiores
Don Julio, ¿Qué significa para INTEC ser la primera universidad dominicana en recibir la concesión de una patente?
“Un gran orgullo. La demostración de que sí se puede y que los esfuerzos sostenidos y dedicados dan sus frutos. Hoy en día contamos ya con 8 patentes obtenidas, la más alta cantidad de patentes de una universidad local, entre las cuales tenemos dos que son muy propensas a su explotación comercial en el futuro cercano: la de un dispositivo para determinar el nivel de madurez de frutos por medio de la medición de la concentración de gases, y la de un electrodo positivo estabilizado de óxido de litio magnesio para bacteria secundaria de litio.
En INTEC, creemos que con estas patentes obtenidas y las que están por venir, tenemos una evidencia palpable del liderazgo de nuestra universidad en su compromiso con la excelencia académica y su vocación para aportar en lo científico, tecnológico, cultural y educativo a la transformación social del país en su desarrollo sostenible y competitivo”.
INTEC tiene el primer egresado en el país en Ingeniería de Software. ¿Cuándo comenzaron a impartir esta carrera y cuántos egresados se espera tener cada año?
“Fuimos pioneros del área en 2009 y en 2014 tuvimos nuestro primer egresado, Giancarlo Suarez Marranzini e inmediatamente después, en 2015, Charlín Agramonte Cerda, y esto es significativo, nuestra primera egresada. Giancarlo completó después una maestría en Inglaterra y es hoy uno de los profesores del programa. Charlín también continuó con su master en España, es profesora en el INTEC y es reconocida como Microsoft MVP y como Desarrolladora Xamarin Certificada. En la actualidad, Ingeniería de Software es la tercera carrera más numerosa en nuestra área de ingenierías y produce cerca de 40 egresados cada año.
¿Saben qué es tan interesante, cómo lo que preguntas?
Que el ímpetu innovador y pionero del INTEC es parte de su ADN, pues también hemos iniciado en el país las carreras de Mecatrónica, de Ingeniería Biomédica, de Biotecnología, de Ciberseguridad, de Cine, la maestría en Ciencia de Datos y los doctorados en Gestión Energética para el Desarrollo Sostenible y en Ciencias Ambientales, entre otros nuevos programas que confirman que la búsqueda constante por la innovación, y el oído bien puesto en la industria. Otros ejemplos de carreras pioneras en INTEC son Diseño Industrial, Ingeniería Electrónica y de Comunicaciones; Negocios Internacionales, en Matemáticas, Estadísticas y Ciencias Actuariales, por mencionar solo algunas”.
¿Qué representa esta carrera para el desarrollo tecnológico de República Dominicana?
“Ingeniería de Software, y todas esas carreras novedosas que he mencionado como ejemplo al responder a la pregunta anterior, constituyen aportes indispensables al desarrollo científico, tecnológico y productivo del país, al presente y a su futuro.
A mi modo de ver, la mejor manera como podemos valorar lo que ha sido el aporte del INTEC al aproximarse a sus primeros cincuenta años de existencia, que celebraremos en 2022, es haciéndose la siguiente pregunta: ‘¿cómo sería la educación superior, la formación de profesionales y la actividad académica en nuestras últimas cinco décadas si no existiera el INTEC?’”.
INTEC se ha destacado por ser una universidad que realiza muchas investigaciones y estudios. ¿Cuáles son los trabajos en los que se está enfocando INTEC hoy en día?
“El área medio-ambiental en sus distintas facetas, la energética, la de conservación y aprovechamiento apropiado de nuestros recursos naturales, es una a la que dedicamos especial atención, por sus implicaciones para la sostenibilidad del país. Hemos alcanzado un liderazgo regional en la investigación en materia de diagnóstico, diseño y alternativas de solución estructural de infraestructuras en general. Tenemos una sostenida producción en investigación en matemáticas, especialmente con orientación a sus aplicaciones en ingeniería. También la investigación de frontera científica en nanotecnología con énfasis en nano materiales. La investigación en materia de educación es muy relevante: sobre deserción, repitencia y eficiencia de titulación en educación superior; efectividad e impacto de las capacitaciones a docentes en servicio, supervisión y liderazgo escolar, entre otros temas.
Actualmente, ejecutamos más de 50 proyectos de investigación, con una inversión de unos RD$350 millones, que provienen en una proporción de fondos propios que asignamos anualmente, en tanto que alrededor del 85 % de esa suma está apoyada en financiación externa, incluyendo fondos norteamericanos, europeos y nacionales. Eso dice mucho de la confianza en la calidad de la investigación y de los investigadores del INTEC”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011