Nader Enterprises: Invirtiendo y desarrollando en RD

El linaje de la familia Nader en República Dominicana tiene solo 35 años. George Alexander Nader conserva el mismo nombre de su progenitor, el reconocido inversionista inmobiliario, empresario artístico y dealer de arte, pero Georgie (como le dicen sus más conocidos) ya no es un emprendedor, es realmente un “empresario hecho y derecho”. Al frente de Nader Enterprises, este financiero se ha dedicado estos últimos 13 años en desarrollar su firma de inversión, desarrollo y gestión de activos, con un enfoque primordial en el sector inmobiliario. Actualmente, George está enfocado en un proyecto muy ambicioso, para el que se preparó toda su vida: un mega proyecto turístico en Miches en el cual, la primera fase, es un hotel de 1,000 habitaciones con una inversión de US$200 millones.

Alcurnia. Sangre. Familia. Descendencia. Legado… ¿Cómo se puede garantizar que el patrimonio de una familia persista por generaciones en el futuro? Si teclea en Google, de seguro encontrará mil fórmulas en el ciberespacio, pero realmente, ¿qué se necesita para construir un legado familiar?

Muchas personas y parejas adineradas en el mundo (y también en República Dominicana) siguen pasos básicos para proteger el bienestar financiero de sus familias. Redactan un testamento, rellenan formularios de beneficiarios en sus cuentas de jubilación y pólizas de seguro, y designan un albacea que controle la forma en que se distribuyen los activos cuando ellos ya no estén. Pero estos pasos, que sin duda son importantes, son solo una parte del problema… hay otras soluciones. 

Crear un verdadero legado familiar que proteja el patrimonio de la familia puede ser útil a corto plazo, pero preservarlo para las generaciones futuras requiere de una planificación detallada, pero cuidado… no es la única opción para el “problema”.

¿Qué pasa con la diversificación? ¿Con el cambio de giro al modelo de negocios realizado por la familia en el transcurso de su historia? Está claro que no es fácil, pero no imposible.

Sin duda, es difícil pensar que un descendiente de Henry Ford en Estados Unidos haya pensado de un día para otro construir muebles en vez de automóviles; o que un miembro de la familia Brache aquí en el país haya considerado diversificar su emporio produciendo aceites en vez de leche… por nombrar solo dos casos, a nivel internacional y nacional.

Pero diversificar el modelo de negocios familiar sí es posible. Y eso es lo que ha pasado en República Dominicana con George Alexander Nader, hijo del empresario artístico, inversionista inmobiliario y promotor de arte, George Nader.    

En el país, la familia Nader se ha destacado por su constante apoyo a la promoción del arte. El legado se inició en Puerto Príncipe, Haití, cuando George Salomón Nader se estableció junto a su familia tras llegar del Líbano. 

De ahí la historia es conocida… Por más de 50 años, esta familia a enaltecido el arte de República Dominicana, tanto en el país como en el extranjero. Incluso, y ante la necesidad de exaltar la riqueza del arte dominicano y latinoamericano, los Nader inauguraron en 1985 una galería de arte en Miami, Florida, y en 2014 en Nueva York. 

Pero Georgie -como le dicen sus más conocidos-, aunque desde pequeño estuvo relacionado a este mundo acompañando a su padre por diversas galerías, subastas y ferias de arte, siempre tuvo claro que le gustaban más las matemáticas y los números.

“Yo estoy trabajando desde que tengo 12 años, siempre al lado de mi padre, básicamente. El negocio principal de mi familia siempre ha sido el arte. Nosotros tenemos galerías de arte en República Dominicana desde hace más de 50 años. Luego, mi papá comenzó con la producción de conciertos y a manejar la carrera de Juan Luis Guerra y a invertir en terrenos con vacacion turística. A finales de los 80 y a principio de los 90, mi abuelo también compró terrenos en Bávaro y cuando se murió tenía un hotel en construcción en El Cortesito. Yo siempre he estado envuelto en eso… y en el 2002, me fui a estudiar a Estados Unidos Finanzas Corporativas y Contabilidad, y me gradué en el 2006. A mí de chiquito siempre me gustaron las matemáticas, por eso me decidí a estudiar finanzas también, porque al final del día el lenguaje de los negocios son los números”, recuerda George Alexander Nader, entrevistado por revista CONTACTO en las oficinas de THRIVE, en el piso 23 de la torre empresarial de Blue Mall.

Tanto le apasionaban lo negocios, que desde pequeño, George hacia toda clase de negocios, incluso, algunos que no tenían ninguna relación con las artes y los cuadros, la especialidad de su familia.

“Yo armaba computadoras y se las vendía a mis familiares y amistades, que era lo que estaba de moda en ese tiempo… hasta que me di cuenta que podía contratar a una persona que las armara mejor que yo y así poder venderlas más bien. Entonces, les llevaba piezas a una gente que las armaba. Pero también hacía dinero con el arte, pues llevaba gente a la galería de la familia para venderles cuadros, y tenía una alcancía que aún tengo, donde guardaba mi dinero”.  

En el 2006, George A. Nader funda la empresa Nader Enterprises, una firma privada de inversión, desarrollo y gestión de activos, con un enfoque principal en el sector inmobiliario.

Nader Enterprises cuenta con un equipo de profesionales, “con una ética de trabajo inigualable y una singular dedicación a cada uno de nuestros proyectos y empresas. Como una empresa emprendedora, tenemos un fuerte impulso para triunfar y sobresalir en todo lo que hacemos y somos capaces de actuar con rapidez, ajustándonos y operando a medida que surgen las oportunidades y las circunstancias lo requieran. Nuestro modelo de negocio, y nuestra estrategia de inversión global, se basan en una participación proactiva en cada uno de nuestros proyectos, empresas operativas e inversiones”.

Con una visión clara y combinando sus capacidades de inversión y desarrollo de negocios, con una sólida plataforma organizacional y financiera, “Nader Enterprises está posicionada para continuar creciendo sus negocios existentes, desarrollar nuevas empresas y proyectos y aprovechar oportunidades de negocios e inversión en una amplia gama de industrias y tipos de activos”.

George, ¿Cómo nace la idea de crear Nader Enterprises?

“Luego de estudiar en Estados Unidos y graduarme en el 2006, todavía no había conseguido trabajo. Quería trabajar en un banco de inversión por dos años y luego venir a República Dominicana. Entonces, conseguí trabajo en Nueva York, pero como quiera, fundé la empresa con el propósito de que fuese una empresa de inversión, desarrollo y gestión de activos, con un enfoque prioritario en el sector inmobiliario. En los últimos 20 años habíamos formado un portafolio de propiedades ubicadas estratégicamente en República Dominicana y necesitaba una plataforma, una estructura organizacional, y así creo la empresa Nader Enterprises”.

¿Cómo fue tu llegada al país y comenzar el trabajo en Nader Enterprises?

“Como te dije, me gradué en el 2006 con 21 años, pero regreso al país en el 2008, ya que estuve dos años en un banco de inversión en Estados Unidos que se enfocaba en fusiones y adquisiciones para empresas en Latinoamérica. Entonces, llegué con la idea de montar un REIT (Real Estate Investment Trust). En ese momento, en República Dominicana la ley de fideicomiso ni existía, recién vino a ser promulgada en 2011. Ahí comenzamos el desarrollo de una torre de oficinas… ¿Por qué? Porque vi la oportunidad de negocio en ese momento de que no habían torres de oficinas con cierto nivel, y que incluyeran amenidades como gimnasio, valet parking, restaurantes, todo eso. Al venir de allá con la mentalidad ‘gringa’, tu dices: ‘lo más fácil es traer cosas que ya funcionan en otro país a tu país’, pero siempre con el objetivo de impactar positivamente al sector empresarial”. 

¿Ese fue tu primer proyecto?

“Sí, mi primer proyecto grande. Antes de eso había hecho inversiones inmobiliarias más pequeñas. También había manejado eventos, los tours, venta de boletas, promoviendo fiestas y trabajaba mucho el negocio del arte. Llegué a participar en varias ferias en Estados Unidos promoviendo el arte latinoamericano. Realmente, tengo una pasión por el arte porque crecí con eso, pero no me dedico a ello hoy en día porque el tiempo es limitado. Me gusta más el desarrollo de proyectos y, especialmente, en el sector inmobiliario. Entonces, hago ese proyecto en el 2008, se construye y se desarrolla luego con un modelo de alquiler, pero llegó una oferta y lo vendimos.

Nosotros operamos bajo un modelo de fondo de capital privado, entonces, en un momento nos decidimos por una oferta interesante para venderlo. Pero durante todo ese tiempo nosotros seguimos comprando terrenos para desarrollo turístico, en diversas partes del país, y aquí en Santo Domingo. Siempre voy conceptualizando proyectos dependiendo del apetito que vea en el mercado. Al final del día, el mercado es el que manda.

En el 2014, fundamos la empresa Dominican Energy Crops con el propósito de desarrollar fincas energéticas para suplir biomasa de calidad, de manera constante, sostenible y con trazabilidad a nuestros clientes. Estudiamos el mercado y vimos mucha demanda insatisfecha de consumidores de este combustible, que son las grandes textileras instaladas en zonas francas”.

¿Ha sido más difícil de lo que pensabas?

“Difícil es algo relativo. Lo que para una persona puede ser difícil para otra puede ser un juego. El crecimiento de uno como persona y profesional está en trazarse y lograr objetivos grandes y superar retos. Al final del día, hay que separar lo que está bajo el control de uno y lo que no, para enfocarse en las acciones que realmente puedan tener impacto a largo plazo sin distraerse por cosas que uno no puede controlar.

 Los temas más complejos que hay en la República Dominicana a la hora de desarrollar proyectos son relativos a la burocracia, sacar permisos y licencias, y la seguridad jurídica que sigue siendo un tema.  

Trabajando como banquero de inversión, evaluando empresas en Latinoamérica, aprendí que el riesgo real y la percepción en nuestros países muchas veces están un poco alejados. La gente percibe que el riesgo es mucho más alto de lo que realmente es. Entonces, yo busco la forma siempre de que a mí no me castiguen por riesgos que se puedan mitigar, aunque siempre habrá riesgos sistémicos que no se pueden mitigar. ¿Cómo hago eso? Trayendo transparencia a todos los negocios, tanto con las estructuras financieras como con las estructuras legales. Por ejemplo, yo no hago un negocio grande en República Dominicana si no es a través de un fideicomiso. Porque los negocios son para ‘echar para adelante’, no para crear una discordia entre inversionistas, socios, el que te compró o el que te vendió. Todo se maneja a través de la fiduciaria, aunque cueste más. Prefiero ganar menos, pero invertir mi energía en generar valor y no resolver temas entre las partes involucrada. He visto de primera mano el valor que se destruye cuando socios o proyectos se ven envueltos en litigios. Es la pérdida de tiempo y esfuerzo más grande que puede existir”.

¿Te cambió la percepción de los negocios trabajar para un tercero?

“Definitivamente fue una de las mejores experiencias, ya que da la oportunidad de ver la vida del lado del empleado y de la importancia de generar valor y aportar ideas y conocimientos para poder escalar. Al día de hoy, siempre digo que para crecer dentro de una empresa las personas tienen que hacer mucho mas de ‘para lo que a uno le pagan’. Es una filosofía que aplico en todo en la vida, pero que la aprendí siendo empleado y por querer resaltar. Como analista de inversión, acabando de salir de la universidad, las responsabilidades se limitan a lo que le manden a hacer. Yo fui mas allá y empecé a llevar clientes a la firma por mi relaciones y básicamente estaba haciendo el trabajo que me correspondía más el de puestos superiores al mío. Yo soy muy organizado, tengo mucha estructura, sistemas y procesos, que si no tuviera esa preparación no lo pudiera hacer, especialmente en los temas de cómo estructurar un negocio legal y financieramente. Por eso, hoy en día, me esfuerzo por tener una máquina que funcione sola. La gente que trabaja conmigo sabe cómo requiero las cosas, sabe cómo entiendo se deben manejar y cómo estructurar los negocios. ¿Por qué? Porque al final del día lo que quiero es entregar un producto o servicio a un mercado que lo demanda al mejor precio posible y con el valor más alto percibido por esos clientes”.

¿Cuántas personas trabajan actualmente en Nader Enterprises?

“Yo trato de manejar mis operaciones lo más eficiente posible. No creo en eso de llenar un sitio de gente. Por ejemplo, la empresa de biomasa, un día puede tener 50 personas porque están en una siembra y al otro día 20, porque están cosechando. Eso varía entre 20 y 50 empleados. En Nader Enterprises, trabajan entre 6 y 10 personas, y luego sub contrato los servicios que se requieren, como los temas fiscales, ingenieros, arquitectos, etc. Trato de que todo sea sub contratado a empresas de gran reputación en el mercado. En la plaza trabaja personal de mantenimiento y un grupo de administradores de inmuebles. Todo depende cada proyecto o empresa operativa”.

¿Por qué te apasiona tanto el sector inmobiliario y turístico en República Dominicana?

“El sector inmobiliario me pone creativo… Es imaginar algo y luego verlo hecho realidad y que sea utilizado por distintas personas. Un proyecto inmobiliario bien concebido, desarrollado a los niveles más altos y con un mercado que lo demanda es un aporte a la comunidad. Lo otro es que la tecnología, por ejemplo, puede cambiar mil cosas, pero al final del día la gente siempre va a necesitar un lugar para vivir, trabajar y divertirse. Por mas tecnología que pueda disrupt industrias, el sentimiento de un turista en una de nuestras playas nunca lo podrán replicar. Crear productos para mercados y que esos mercados consuman tus productos; que City Centre San Isidro esté lleno; que THRIVE esté lleno, es algo que da satisfacción. Siempre trato de ver cómo diferenciar cada uno de nuestros proyectos. Por ejemplo, ahora estamos trabajando en un hotel en Miches. Son más de 800 hectáreas que tenemos allá, aunque solamente estamos enfocados en las primeras 300; también tenemos un proyecto en la zona colonial; THRIVE, que lo acabamos de abrir y otros más en carpeta. Aquí en República Dominicana aún caben miles de metros cuadrados de espacios de oficinas como este, entonces, aquí voy conociendo el mercado. Esa es la tendencia global más grande que hay en el sector comercial y creo que le queda mucho por crecer… o sea, nosotros vamos a desarrollar este negocio por mucho tiempo”.

 Miches, un proyecto para toda la vida 

Según George Alexander Nader, este proyecto es el más ambicioso en el que se ha envuelto, “para el que me he preparado toda mi vida. Respondiendo al mercado, ahora mismo lo que hay es demanda para hoteles enfocados en el sector americano, pues el mercado americano es más del 60 % del turista que viene a República Dominicana. Por ello, tenemos que buscar otra vez la confianza del mercado americano. Estamos desarrollando un hotel que será operado por una cadena que aún no podemos revelar. Vamos a traer un producto diferenciador al mercado en Costa Esmeralda. En su momento les contaré más del proyecto”. 

¿Por qué dices que es el proyecto para el que te has preparado toda tu vida?

“Es un proyecto muy ambicioso en el cual hay muchas partes envueltas. Hay muchas variables que deben ser administradas y todo se debe estructurar correctamente. Es un proyecto que generara miles de empleos en una zona turística nueva. Hay muchos retos que sobrepasar. Cuando digo que me he preparado es porque para desarrollar un proyecto de esta magnitud hay que estar preparado tanto en la parte profesional como académica y, al mismo tiempo, rodearse de los mejores expertos en cada área. Para liderar un proyecto de esta naturaleza tenemos que saber manejar distintas áreas para que las cosas salgan bien. Esto va desde lo legal a lo financiero, mercadológico y manejo de proyecto”.

¿Crees mucho en el sector turístico de República Dominicana?

“Creo que al sector turístico es el mejor sector de inversión en nuestro país. La gente hoy en día prefiere buscar experiencias que comprar cosas materiales. Nosotros tenemos una ubicación geográfica y un clima privilegiado. En la zona Este tenemos lo más importante, que es la infraestructura, la parte vial, aeroportuaria, energía y agua… Mientras más infraestructura hay en un destino como este, hay más posibilidades de hacer buenos proyectos, pero siempre con el desarrollo sostenible de por medio”.

En la visión de la empresa destacan que sus inversiones deben ser sostenibles en el país, ¿Por qué?

“Para mi la sostenibilidad, quizás lo leí en algún sitio y por eso me viene a la cabeza ahora que me preguntas, es utilizar los recursos hoy sin afectar el uso de los mismos recursos para generaciones futuras. Que en el futuro el uso de esos recursos no se vean afectados por lo que hacemos hoy. Eso va desde el uso de energía renovable, a que los proyectos sean de alta eficiencia energética; del hecho de poder entrar a una comunidad y la mejoremos en vez de deteriorarla, ese tipo de cosas… y en todos nuestros proyectos nos manejamos así”.

George, ¿Crees que el modelo todo incluido tiene una fecha de término, que tendrá que ser variado?

“Nosotros estamos haciendo esa debida diligencia ahora mismo, pues creo que la gente se aburre de más de lo mismo. Quizás se deben incluir más cosas. Hay mercado para todo. Lo que tenemos que analizar es cuál realmente es el mejor producto para nuestra ubicación a largo plazo. Que aporte mayor valor a todos los que estamos envueltos: a la comunidad, al país y al sector turístico.”.

¿Ustedes tienen intervenciones inmobiliarias fuera de República Dominicana?  

“Aun no, creemos que aquí hay mucho potencial, y esto es lo que conocemos. No lo descarto, pero igual si fuera a hacer algo fuera del país tendría que ser con un socio local muy fuerte, donde sea que vaya, digamos que sea mi contra parte. Nunca entraría a un mercado sin una contraparte fuerte. Es un gran ahorro de tiempo y de ‘metidas de patas’”.

¿Cuál es la clave para hacer un buen negocio inmobiliario en el país?

“Conocer el mercado… el negocio se trata que al final del día mitigar la mayor cantidad de riesgos posibles, desde la compra del terreno hasta la planeación financiera y la contratación de los suplidores. Tenemos que saber cuáles son los nichos del mercado donde podemos realmente generar valor. Entregarle al consumidor final el producto que realmente aprecia, valora y quiere. Cuando veo, por ejemplo, un proyecto inmobiliario que lo mercadean como una buena inversión y le ponen un retorno, ¿sabes lo que a mí me dice? Que no aparecen consumidores finales dispuestos a comprarlo ahora mismo, entonces, necesitan que un inversionista lo compre para ver si algún día aparece un consumidor final. Yo nunca mercadearía un producto inmobiliario, así al menos que ande buscando especuladores. No lo critico ni lo veo mal, porque al final del día cada uno tiene su negocio pero para mí el mercado es realmente el usuario final… No el que pone el dinero para que se pueda construir algo para lo que no existe un mercado aun. 

Para ser exitosos en el negocio inmobiliario hay que conocer el mercado, conocer qué quiere la gente y cómo entregarle un producto que la gente realmente valore. Precisamente, por eso estaba buscando aquí en el país quién me pudiera ayudar con eso. Una compañía que me ayudara con los estudios de mercado; a conocer la parte demográfica; cuáles son los nichos que hay que atacar; cómo venderle a ese nicho; los temas publicitarios; de creatividad y mercadología y no encontré ninguna… Buscando en otros países de Latinoamérica, llegué a México y encontré al Grupo 4S y los contraté. No tenían nadie que los representara aquí y Nader Enterprises es ahora su representante en República Dominicana. Ellos realmente ayudan a crear proyectos inmobiliarios exitosos en todos los aspectos”.

 THRIVE, la diferencia en oficinas flexibles y coworking 

Los coworking son espacios colaborativos en las que los profesionales de diferentes áreas o disciplinas se citan para trabajar y crear sinergias entre ellos.

Estas oficinas compartidas reúnen profesionales autónomos, empresas y teletrabajadores de todo tipo, en donde el gestor del espacio, intenta crear oportunidades profesionales y personales entre los miembros del coworking, buscando espacios de conexión entre ellos y procurando el networking.

Pero en República Dominicana existe un antes y un después de THRIVE, el espacio compartido de Nader Enterprises. 

¿Cómo nace la idea de crear este exclusivo coworking?

“Desde hace tiempo veníamos viendo lo que pasa en el sector comercial alrededor del mundo y la proliferación de estos espacios de oficinas compartidas, donde en un sitio está todo y el cliente recibe una factura y es flexible. Una oficina bien diseñada, acogedora y funcional. De ahí vengo viendo lo que hay en el mercado dominicano y los puntos de dolor de los clientes en estos espacios. ¿Por qué se quieren ir de un sitio como este? Tener estos espacios para cualquier emprendedor es una solución muy buena, solo tienen que llegar con sus computadoras a trabajar y enfocarse en sus negocios. Así se dio la oportunidad de alquilar este local en Blue Mall.

Decidimos crear THRIVE como una plataforma de operadoras de espacios de oficina, una especie de ‘operadora hotelera’, y que el dueño del espacio sea otro. Una de las cosas que más he aprendido estando aquí en estos 6 meses, es que las amenidades del mall son cosas que THRIVE recibe y las vende como amenidades, y ya está dentro de nuestro pago de mantenimiento. Para replicar este éxito tiene que estar dentro de proyectos de usos mixtos. Un edificio solo para recrear todo esto le sube los costos a la operadora. ¿Dónde está la mayor diferenciación de esto? La comunidad que se crea alrededor del espacio. Todo el mundo en este negocio habla de comunidad… la comunidad se crea, se define como el network de gente que de una forma u otra están relacionadas al espacio, y que a esta gente le vaya mejor porque a través del espacio conocen gente a quienes venderles o comprarles productos y servicios. El éxito de nuestro espacio depende del éxito de nuestros miembros y haremos todo lo posible para que a ellos les vaya bien”.

¿Cuántas empresas han confiado hasta ahora?

“Actualmente, tenemos entre 10 y 15 empresas, pero tenemos muchas personas que entran y salen. Tenemos 11 oficinas privadas, de las cuales, 10 están ocupadas… los otros trabajan del área social. La acogida ha sido bastante buena.

THRIVE incluye recepcionista, agua, café, te, limpieza, energía, internet, 10 mensajes dentro del Distrito Nacional incluido; un bono para almacenamiento de documentos, descuentos en servicios de contabilidad, legales, entre otros beneficios por estar aquí. Asimismo, salón de conferencias, participación en programas y seminarios que aquí se desarrollan”.

¿Por qué crees que THRIVE marcará la diferencia?

 “Por la red de contactos y las relaciones que haces aquí… vengo todos los días y no sé a quién voy a conocer. Ayer estaba hablando con alguien que quiere hacer unas inversiones y casualmente uno de mis clientes desarrolla ese tipo de proyectos y yo los conecto. Estoy muy metido aquí porque realmente quiero crear un impacto positivo en el sector empresarial dominicano, y para hacer eso se necesita capacidad, creatividad y contactos, y yo tengo una red bastante amplia de contactos. Me encargo de nutrir esa red de contactos para que se desarrollen desde aquí”.

¿Tienes contemplado replicar THRIVE en otro sitio de la capital?

“Estamos muy bien con THRIVE en la actualidad, pero estamos validando otros lugares para replicar este modelo. Yo siempre diferencio mis proyectos en el aspecto físico y funcional, así como de amenidades. Cuando busquemos el próximo debe contar con mejores cualidades que las de Blue Mall”.

 Una vida marcada por los negocios 

George Alexander Nader nació en Santo Domingo, específicamente en La Esperilla. “Siempre fui medio inquieto, curioso. Desde la etapa del colegio. Comencé en el Saint George y terminé en el Carol Morgan… tengo muchos amigos que aún mantengo de esos colegios. Algunos de mis amigos más cercanos son los del colegio y la universidad”.

¿Cuándo y por qué decidiste estudiar finanzas?

“Me gradué en el 2006, porque me gustaban los números… yo prefiero poner el dinero a trabajar en vez de yo trabajar por dinero, y eso solo lo hacen las finanzas”.

¿Cómo fue la experiencia de estudiar en Estados Unidos?

“Alla fueron cuatro años muy interesantes y de gran preparación. A eso se le suma las amistades y las relaciones que se crean cuando uno sale a estudiar fuera.

Hace poco dijiste que muy joven descubriste que tu mayor pasión es “Hacer y facilitar los negocios”. ¿Cómo una persona tan joven puede ver eso?

“Porque desde joven tuve la suerte de que mi papá me involucró en todo… imagínate un niño desde los 8 años andando entre adultos viendo, escuchando y absorbiendo de negocios. Es algo que valoro bastante. Eso también me hizo darme cuenta de que las buenas relaciones son de las cosas más importantes en la vida y que gracias a tu red de contactos puedes lograr muchas cosas”.

¿Qué ha significado tu familia en el desarrollo de tu vida?

“El tronco, la raíz, todo… mi familia es la infraestructura que hablábamos y siempre es lo primero. La familia es la que te forma y te da oportunidades de las cuales soy muy agradecido. Lo bueno que yo pueda hacer es gracias a ellos y lo malo es culpa mía… (Risas)”

¿Qué significa tu padre?

“Un ejemplo. Un amigo. Mi papá significa apoyo sin límites”.

¿Tu madre?

“Viví con ella hasta que me fui a la universidad, a los 17 años. El día a día de mi formación durante la etapa más importante de la vida. Para mí entre mi mamá y mi papá fue el balance perfecto”.

¿Cuál fue el mejor consejo que te ha marcado en tu vida?

“Son muchos, vamos a decir que yo aprendo más de ver, que por lo que me dicen… Para yo realmente escuchar a alguien debe estar en una posición que yo quisiera estar o haber pasado por una experiencia que estoy pasando o quisiera evitar. Aprendo leyendo de las experiencias de otras personas y de las de mi familia o mía. Por ejemplo, mi papá tiene una debilidad y es que es muy confianzudo, y por eso yo he sido siempre más estructurado. Yo he visto como alguna gente se aprovecha de él por la confianza que deposita en la gente, y por eso me cuido mucho más y creo que ya él también”.

¿Cómo se gana la confianza para ti?

“Con hechos, ¿Qué yo he aprendido? Que hay que ser honesto, profesional, transparente, claro, directo… las cosas hay que decirlas como son. Confío en alguien que me diga las cosas como son”.

¿Cuál es la principal diferencia de hacer negocios con tu padre?

“Lo mismo de la confianza… a mi papá le caíste bien y se da la mano contigo y ya el negocio está hecho. Yo necesito que un abogado vea 20 veces el contrato, no por nada malo, son formas diferentes”.

¿Dónde para ti es mejor hacer negocios o a que hora del día?

“Depende de la naturaleza del negocio, pero en THRIVE (Risas)…”.   

¿Qué es para ti el dinero? ¿Es importante en tu vida?

“Un medio… Es un medio para tener mas flexibilidad. Es una forma de medir la recompensa del valor que aportas al mundo. Pero, definitivamente, las cosas más importantes de la vida no se compran con dinero. El que te diga que el dinero no es importante te está hablando mentira. Lo que no es ni cerca de lo más importante”.

¿Qué es el éxito para ti?

“Tener flexibilidad de poder hacer lo que tu quieras sin hacerle daño a nadie y que gracias a lo que haces puedas contribuir de forma positiva a la sociedad”.

¿Y el liderazgo?

“Que te sigan porque realmente quieren hacerlo, no porque les pagues. Me ocupo de continuar preparándome siempre para ser un mejor líder y ofrecerle oportunidades a la gente que me rodea”.

¿Crees que tu apellido alguna vez ha influenciado tu desarrollo profesional?

“Definitivamente, se abren muchas puertas y muchas oportunidades”.

¿Qué te falta aún por hacer?

“Muchísimo, ahora es que me falta seguir desarrollando proyectos y empresas para responder a las necesidades del mercado dominicano y contribuir con el crecimiento y el desarrollo del sector empresarial”. 

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