A través de siete acciones, Ney Díaz invita a hacer un recorrido en el que puedes encontrar herramientas para enfrentar momentos de crisis o adversidades. Con anécdotas personales, el autor te lleva a hacer reflexiones y rescatar aprendizajes en situaciones cotidianas de la vida. Reenfocar, Explorar, Solucionar, Transformar, Avanzar, Reajustar y Trascender, estas siete acciones te van a conducir a un Restart.
Cuando una persona sufre de miopía y camina sin lentes, todo a su alrededor lo ve borroso. Cuando viene alguien y le pasa sus lentes, otra vez vuelve a ver con claridad, es como si le prendieran una luz que le permite ver los colores de nuevo.
Así viene a ser Restart para las personas u organizaciones que están enfrascadas en un problema, que no ven a simple vista la Solución y que al Reenfocar, pueden Solucionar y Avanzar.
Restart es un libro que se puede leer sin un orden en específico, como lo indica su autor, ya que puedes comenzar por la acción que necesites en ese momento.
“Restart tiene esa ventaja, que es un libro que tú lo comienzas a leer en cualquier capítulo. El último capítulo de Restart es Trascender y, obviamente, para trascender tienes que haber hecho las otras acciones claves, pero hay gente que necesita ahora mismo hacer un reajuste, porque tiene una situación tal, y se va directamente a Reajustar, y luego decide qué es lo que va a leer más adelante. Es un libro muy dinámico, no es un libro metodológico. Yo hago la analogía de una película de acción, que hay un momento en todas las películas que un personaje va al baúl de su carro o a un almacén, donde hay como siete pasillos, y ahí hay un arsenal de armas. En todas las películas, siempre pasa lo mismo, y él dice: ‘voy a coger 5 granadas, 4 pistolas, 2 metralletas y 5 cañones’. Pues, aquí es lo mismo: Restart es eso, es como un repositorio al cual accedes para buscar herramientas para afrontar distintas situaciones”, explica Ney Díaz, al ser entrevistado por revista CONTACTO en las oficinas de Intras, en la Torre Piantini.
Durante cuatro años, Díaz estuvo trabajando en este libro, que surgió en medio de la pandemia como una forma de brindar herramientas en un momento tan convulso, y que terminó siendo un libro que “brinda la luz que, muchas veces, no vemos por estar tan metidos dentro de alguna situación”.
Ney, ¿cómo nace Restart?
“Restart nace en agosto de 2020, en pleno momento ardido de la pandemia. El 19 de marzo, nosotros nos fuimos, 30 y pico de empleados, a nuestras casas, sin saber de dónde íbamos a generar ingresos. Pero, aparte de eso, con decenas de contratos cancelados, porque el negocio de nosotros es presencial, por lo cual fue uno de los modelos de negocios más impactados, porque todo lo que tenía que ver con congregar personas se veía afectado. Y nosotros nos tuvimos que ir para ver qué íbamos a hacer.
A las tres semanas, estábamos haciendo webinars y, en mayo, estábamos haciendo un evento de 3,400 personas que se llamó Motivation Date. De ahí vinieron una serie de contratos con diferentes empresas importantes para que les organizáramos sus eventos y, en junio, teníamos un calendario de eventos virtuales, igualito que los que teníamos presencial.
En ese momento, tomé una serie de decisiones y apliqué una serie de criterios, conceptos, matrices, que he usado a lo largo de mi vida para tomar decisiones; en reuniones, en sesiones de brainstorming, y me funcionó muy bien, porque terminé mi año con números azules, yéndome en marzo en medio de una situación en la cual no iba a generar un peso más. Ya en agosto, teníamos un negocio reinventado totalmente: teníamos otra empresa.
El propósito de INTRAS es aportar conocimiento para el éxito, y esa es mi misión personal. Yo sentía que había mucha gente que necesitaba orientación sobre cómo navegar en ese momento incierto, donde las cosas se habían prolongado más de la cuenta y, al mismo tiempo, que sirviera para toda la vida, que no fuera para una coyuntura en concreto, que no fuera para una pandemia, sino que fuera para una crisis, para una situación adversa.
Me puse a escribir y, obviamente, fue un producto que fui madurando, fui meditando muchas cosas, fui validando algunas otras de las herramientas, le fui dando un poquito más de forma a las herramientas. Yo comparto muchas herramientas en este libro que son personales, de mi autoría. Y, al final de cuentas, lo que hice fue empezar a escribir.
Este libro pasó de ser algo que surgió: cómo íbamos a estar cuando tuviéramos ese restart, y siempre pensé que iban a haber esas siete acciones claves. Con la ventaja de que este libro, a diferencia de ‘Las 12 Preguntas’, yo le llamo un manual de herramientas o un kit de cirugías, donde tu escoges, dependiendo de la circunstancia, el momento y la realidad, cuáles instrumentos vas a usar en el momento determinado, los combinas y los utilizas a la medida”.
¿Qué tiempo te tomó escribir este libro?
“Cuatro años. Sólo el que escribe sabe lo que es eso. Es impresionante como te puedes pasar seis meses con un bloqueo, que tu escribes diez páginas, y después, te puedes pasar seis días que escribes 50 páginas. Es un proceso muy irregular. Sobre todo, si lo tienes que compatibilizar con las responsabilidades más inmediatas. Lo urgente sobrepasa lo importante. Hubo un momento en que tenía el 80 % del libro terminado y me faltaba ese 20 %, y no daba cómo lo iba a hacer, cómo lo iba a estructurar, y eso también toma tiempo. Hay ideas que te surgen en la noche. Por ello, yo tengo una libreta al lado de mi mesita de noche para apuntar todo lo que me llega a la cabeza”.
¿Desde el principio pensaste en ese titulo, Restart?
“Sí. Para que me entiendas, en Restart yo mandé a hacer la portada antes de escribir la primera página, lo hice al revés, y yo imprimí un dummy con hojas y lo puse en mi escritorio para acordarme. Al final, esa no es la portada con la que terminé, pero yo veía todo el tiempo un recordatorio de que tenía un pendiente que tenía que trabajar.
El primer libro te da cierta seguridad, pero al final, partes de la premisa de que después que liberas eso, toma un curso que no sabes por dónde se va a ir. Entonces, a veces te surgen algunas inseguridades donde dices: ‘¿estará este libro a la altura del otro?’, yo estoy haciendo muchas recomendaciones, horita piensan que quiero privar en gurú’. Esos son pensamientos de los cuales hablo en el libro, que te van surgiendo de manera automática, y hay que ir lidiando con esos pensamientos y crear argumentos, porque, al final, a esos pensamientos tienes que darle argumentos para neutralizarlos.
Hay un matiz importante también: yo tengo una personalidad perfeccionista, lo sometí a muchas revisiones, y hasta que no sentí que tenía algo que podía salir, no lo publiqué. Ya, prácticamente con el libro terminado, contraté un coach editorial que tuvimos unas discusiones intelectuales impresionantes”.
¿Tienes a alguien que te sirva de filtro, a quien le muestras lo que vas trabajando?
“Yo tengo a mi cuñada, Virginia, que es, sin exagerar, la persona a nivel intelectual y el IQ más alto que yo conozco. Después que lo había revisado 35 veces, que entendía que no tenía nada, se lo pasé a ella, porque ella le iba a encontrar algo.
Yo tengo la ventaja que tengo ese filtro final: antes de que salga a la intemperie el producto, lo someto a alguien que me conoce, y alguien que sé que no me va a quitar mi voz, porque para mi es muy importante que se mantenga en todo momento mi voz, porque yo escribo como hablo. Cuando tu lees el libro vas a sentir que estás hablando conmigo”.
Las 7 acciones de Restart
Ney, ¿cuáles son las 7 acciones que planteas en el libro? Y como el nombre del libro es un acróstico de estas acciones, ¿cómo surge el nombre del libro?
“Está Reenfocar, Explorar, Solucionar, Transformar, Avanzar, Reajustar y Trascender. Los sinónimos son una maravilla, porque yo tenía claro qué era lo que tenía que hacer en cada uno de estos casos. Para ponerte un ejemplo, en Reenfocar, yo me estaba debatiendo si eso era reenfocar o replantear. Pero podía ser, a lo mejor, redefinir. Pero, la acción clave estaba clara: lo que yo tenía que encontrar era cuál era ese término que se ajustaba más a esa acción clave. Al final de cuentas, mi punto de vista era que tú tienes que coger una realidad y verla desde otra perspectiva, tienes que ampliar tu foco. Y así voy con todas. Hay otras que estaban clarísimas. Trascender no me tomó tiempo, Transformar tampoco. El nombre era Restart, y no quería que se viera como un producto forzado, quizás por eso tomó tanto tiempo”.
¿Qué haces cuando tienes un bloqueo creativo?
“La primera R, Reenfocar, y yo planteo que en reenfocar muchas veces, cuando tu estás neutralizado por un tranque mental, necesitas ese zoom out y, muchas veces, ese zoom out no lo puedes hacer solo, que fue lo que a mí me pasó, que busqué ayuda de otra persona. Y yo planteo en el libro que, muchas veces, reenfocar es tener una conversación, alguien que desde fuera de la situación te dé su perspectiva y, con eso, puedas seguir hacia adelante. Eso es lo que trato de hacer cuando tengo un bloqueo creativo. No me forzo, ni me mortifico. Si tengo que hacer un discurso, y a las 8pm del día antes fue que me llegaron las musas, ahí fue que me llegó la idea de lo que voy a hacer, pues no me siento mal si me tengo que quedar dos horas haciendo un discurso”.
Mencionabas otro aspecto, que es el síndrome del impostor, cuando haces algo y no te sientes tan seguro. ¿Cómo dominas el síndrome del impostor?
“El síndrome del impostor, el que te diga que no lo ha sufrido en algún momento o que no lo sufre constantemente, te está mintiendo. En algún momento, todos tenemos el síndrome del impostor. A veces, lo canalizamos, otras no. Te puedo decir que el síndrome del impostor tuvo más manifestaciones con el primer libro que con este. Volvemos a lo primero: ya tenía un aval de un éxito, lo que tienes es que estar a la altura de ese éxito. Y también lo planteo en el libro en Explorar, pues soy un adicto a salirme de la zona de confort”.
¿En qué momento de su vida personal y profesional se encuentra hoy Ney Díaz?
“Legacy Mode. No porque yo tenga todos los problemas resueltos, para mí la pandemia fue un ejercicio de introspección muy fuerte, verme tan vulnerable. Si me preguntaras: ‘Ney: ¿qué harías si tuvieras todos tus problemas resueltos?’. Yo me dedicaría única y exclusivamente a educar, a impactar vidas, a sentirme que estoy dejando este mundo mejor”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011