¿Por qué es importante tener educación financiera?

Planificación: puedes planificarte mejor. Facilita la creación de metas financieras a corto, mediano y largo plazo. Para esto, debes entender los conceptos básicos. Por ejemplo: cómo hacer un presupuesto que sea realista; entender la diferencia entre ingresos y gastos; la importancia del ahorro; cómo utilizar el crédito de manera responsable y evitar endeudamiento excesivo; la importancia de proteger tus bienes y tu salud a través de seguros; los diferentes tipos de inversión que existen, como acciones, bonos, fondos, repos, etc.; y los riesgos asociados con cada inversión, entre otros. 

Gestión: aprendes a administrar tu presupuesto de manera eficiente, ahorrando y reduciendo deudas. Sobre las deudas, debes saber que hay diferentes tipos: tarjetas de crédito, préstamos personales, préstamos hipotecarios, y debes entender que hay deudas sanas y no sanas. Debes tener claridad sobre las estrategias para salir de las deudas y entender la importancia de tener un buen historial crediticio.   

Futuro menos incierto: prepara a las personas para enfrentar imprevistos (de esos no se libra nadie) y asegurar un futuro financiero más estable. Esto implica planificar para tu jubilación, entender cuáles son las opciones que tienes para ahorrar y poder jubilarte cuándo y cómo quieras, y cómo calcular cuánto necesitas ahorrar para finalmente retirarte.

Inversión: esto no es tan complicado como mucha gente cree. De hecho, es bien sencillo. Aquí tienes que entender la importancia de la diversificación de tu cartera/portafolio, la diferencia entre invertir a corto y largo plazo, la liquidez de cada instrumento, y si aceptar que debes guiarte de un asesor financiero. 

Empoderamiento: educarte financieramente te da libertad financiera y el poder de tomar tus propias decisiones. Esto no tiene precio. Este empoderamiento te permite: 

a) Tomar el control de tus finanzas, administrando el dinero de manera eficiente y evitando contraer deudas innecesarias; 

b) Alcanzar tus objetivos, como la compra de una casa, un carro, empezar un nuevo negocio, o jubilarte; 

c) Proteger tu patrimonio: aprendes a identificar y evitar fraudes financieros (¿te acuerdas de Mantequilla?), al mismo tiempo que tomas decisiones de inversión inteligente;  

d) Mejora por mucho tu calidad de vida: cuando tienes control de tus finanzas, y tomas tus propias decisiones, se reducirá tu estrés y disfrutarás de una mayor tranquilidad.   

Debemos fomentar la educación financiera desde todos los ámbitos: en el hogar, teniendo conversaciones abiertas y transparentes sobre el dinero, dándole pequeñas responsabilidades financieras a nuestros hijos, y siendo un buen ejemplo para ellos; en las escuelas, haciendo que la educación financiera sea parte integral y obligatoria en la primaria y secundaria, y allí pueden dar actividades extracurriculares enfocadas en finanzas; y en la comunidad, haciendo alianzas, organizando eventos educativos en colaboración con bancos y cooperativas, así como enseñar a utilizar la tecnología a través de aplicaciones en línea, donde puedes aprender los conceptos financieros de manera interactiva.  

Para concluir, las finanzas personales son una herramienta clave para obtener esa libertad financiera que todos buscamos. 

Te invito a leer mi columna en revista CONTACTO, mensualmente, donde estaré compartiendo contigo diferentes temas sobre finanzas personales en más detalles.