Paneles solares con los que producen el 33 % de la energía que consumen, y un sistema de aprovechamiento de agua lluvia que es pasada por un proceso de ósmosis para convertir sus desechos en energía eléctrica, son algunas de las tecnologías que utiliza Nestlé en la fábrica de Maggi, en San Cristóbal, para hacerla más competitiva y sostenible.
Maggi es una empresa que produce 85 variedades de productos y más de 285 millones de unidades anualmente, lo que la convierte en una fábrica que trabaja a todo vapor, con maquinarias y un personal que solo paran a las 2:00 pm de cada sábado para volver a retomar las labores a primera hora del lunes.
La producción de Maggi es grande, y es que una sola máquina procesa 475 cubos de sopitas por minuto. Este trabajo constante hace que tengan una gran demanda de energía eléctrica y agua. El impacto del consumo de estos recursos sería grande para la comunidad de Madre Vieja, San Cristóbal, si la empresa no hubiese puesto en marcha hace años procesos para optimizar el consumo de estos recursos.
Para eso tienen instalado paneles solares que producen 426 kilovatios/hora, con lo que suplen parte de su consumo energético. “El 33% de nuestra energía eléctrica es suplida por paneles solares. ¿Qué hacemos nosotros con esa energía suplida los domingos, que regularmente no trabajamos? La energía que nuestros paneles solares generan la inyectamos a la red y eso es suficiente para abastecer a, al menos, unas 437 casas aquí en la comunidad de San Cristóbal”, explica Manuel Frontán, gerente general de la Fábrica de Culinarios MAGGI, entrevistado por revista CONTACTO en la planta de San Cristóbal.
Frontán explica que poseen paneles solares en los techos de la fábrica que convierten en energía eléctrica, la que es inyectada a la red pública y eso sirve como energía suministrada de manera permanente para la comunidad.
La reducción en el consumo de energía eléctrica los llevó al siguiente paso, disminuir el uso de agua aprovechando la lluvia.
“En la planta tenemos un sistema de recolección de agua, donde almacenamos 700 metros cúbicos del vital elemento en piscinas o cisternas en las cuales nosotros capturamos el agua que cae de la lluvia. Ahí hacemos un proceso de transformación a través de un sistema de ósmosis y esa agua capturada nosotros la inyectamos en nuestro sistema. Esto nos ayuda para evitar tener que demandar agua directamente desde la comunidad o del acueducto y hacemos nuestra misma generación interna, evitando algún impacto social de tener que impedir que esa agua que corresponde a la comunidad sea suplida a nuestra compañía. Nosotros somos auto suficientes y auto generadores de nuestro consumo de agua”, afirma Frontán.
La implementación de estos dos sistemas los hizo merecedores en el 2017 del reconocimiento como la fábrica de producción más limpia, otorgado por el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Industria y Comercio.
“Para una compañía entrar en un sistema de paneles solares debe ser una compañía que tenga un alto sentido de comunidad, ya que el costo de los paneles solares, con los 426 kilovatios que tenemos instalados, ronda un poquito más de los 20 millones de pesos, y aunque el costo de la energía eléctrica es más cara en República Dominicana que en otros países, aún así la tasa de retorno son, mínimo, de siete u ocho años. Es decir, que si no es una compañía que tiene un compromiso social no haría una inversión sabiendo que su retorno va a durar cerca de 10 años y, a la vez, nosotros poder aportar un valor los fines de semana. Poder inyectar energía eléctrica a nuestra red pública y que pueda ser aprovechada por nuestra población”, afirma el gerente de fábrica de Maggi, en San Cristóbal.
A estos dos procesos de sostenibilidad se une el manejo de los desechos, los cuales no son enviados al vertedero, según explica Frontán.
“Todos los derechos que son generados en la fábrica son manejados de manera interna. Nosotros hacemos un proceso de reclasificación, dependiendo del comportamiento y uso del desecho generado. Tenemos un área de recolección en la cual hacemos la segregación de cada uno de ellos. Además, tenemos una compañía externa que viene y nos hace la recogida de cada uno de esos desechos que luego pasa por un proceso de incineración, pero lo más relevante es la transformación que ocurre en el proceso de incineración”.
Los desechos, a través de la incineración, generan energía eléctrica y esa energía es usada por la misma compañía que hace el proceso de generación. “Nosotros no hacemos nada trabajando un proceso de generación y que todos los gases y las emisiones vayan al medio ambiente, porque igual estaríamos impactando a través de los gases con efecto invernadero. Por eso, tenemos la garantía y tenemos una compañía certificada por el medio ambiente de que hace una transformación y aprovechamiento de esa generación y lo convierten en energía eléctrica. Tiene un alto costo para nosotros como marca, pero nuestro compromiso social de pagar por eso va por encima del costo que nosotros estamos haciendo mensualmente”.
“El secreto del sabor dominicano”
Debido a la consecuencia de la segunda revolución industrial, el gobierno suizo le solicitó a Julius Maggi que creara un producto que sea rápido de preparar y nutritivo, ya que cada vez más mujeres trabajaban fuera del hogar.
En 1886 se lanza el primer concentrado de condimento Maggi en formato líquido, como base para hacer sopas. A comienzos del siglo XX, Maggi empieza a comercializar su tradicional concentrado de caldo en forma de cubo.
En 1947, Maggi pasa a formar parte de Nestlé e inicia su expansión. América Latina pasó a formar parte de las recetas familiares donde se utilizaban los cubitos o el sazonador líquido conocido como jugo Maggi.
Pero no fue hasta 1982 que Maggi llegó a República Dominicana, donde se instaló con su fábrica en San Cristóbal.
En la actualidad, el portafolio de Maggi a nivel mundial incluye caldos, sazones y sopas deshidratadas; kétchups y otras salsas frías; fideos instantáneos, bases para salsas, puré de papa instantáneo, pastas semi listas, entre otros.
Producción en San Cristóbal
El 60 % de la producción que tienen en la fábrica de San Cristóbal corresponde para el consumo en República Dominicana, mientras que el 40 % restante va al exterior, a países como Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Jamaica, Barbados, Colombia, Cuba, Haití, entre otros países que están en proceso de desarrollo de la Unión Europea.
Marisol Martínez, directora de la Categoría de Culinarios, explica que en República Dominicana tienen cerca de un 40 % del mercado en la parte de caldos, además asegura que son líderes en la parte de sazones con un 90 % del mercado y en el de sopas, con más de un 90 % del mercado local.
La directora de Culinarios de Maggi explica que parte de “el secreto del sabor dominicano”, radica en el orégano que se cultiva en el país, que es único en el mundo, el cuál le da un sabor muy característico a cada producto.
Del mismo modo, explica que todos los insumos que usan para la fabricación de sus productos son naturales, como el ajo, cebolla, orégano, perejil, pollo, arroz, entre otros.
“Nosotros tenemos 52 familias que están sembrando orégano para suplir a Maggi. También, tenemos suplidores en la zona norte del país de la harina de arroz”.
Conociendo la planta
Para conocer un poco más del “Secreto del sabor dominicano”, Nestlé Dominicana organizó un recorrido para líderes de opinión, quienes conocieron el proceso de fabricación de los productos culinarios de la marca MAGGI, en la planta ubicada en San Cristóbal.
Manuel Frontán, gerente general de la Fábrica de Culinarios MAGGI, expuso los procesos certificados por los que se rige la planta, basados en las normas de gestión de calidad (ISO 9001), gestión ambiental (ISO 14001), mejores prácticas en gestión de seguridad y salud en el trabajo (OHSAS 1800) y de gestión de seguridad alimentaria para asegurar la inocuidad (ISO 2200).
De su lado, Marisol Martínez, directora de la Categoría de Culinarios, explicó que la visión de Maggi y su fábrica de culinarios es continuar expandiendo su portafolio. “Con los más altos estándares de calidad y con el uso de ingredientes naturales, manteniendo el sabor que caracteriza la marca”.
Este año, MAGGI® incorpora una nueva etapa basada en la Naturalidad, donde tiene el compromiso de cada día agregar más ingredientes naturales a sus recetas, ejemplo de esto es el caso del orégano dominicano el cual es el protagonista en los sazones MAGGI, ofreciendo a los consumidores el mismo sabor con ingredientes naturales. “Lo que queremos es mostrar nuestros productos como lo que son, ayudas culinarias fabricadas con ingredientes naturales y cada vez más con ingredientes cultivados en los campos dominicanos”, agregó Martínez.
Los invitados recorrieron diferentes áreas, incluyendo las líneas de producción de las categorías de Sopas y Ayudas Culinarias, donde pudieron conocer los productos principales de la marca: MAGGI MI SABOR, MAGGI GALLINITA, MAGGI NATURISIMO y MAGGI SAZÓN COMPLETO CON BIJA.
Durante el recorrido se hizo una presentación con realidad virtual, en la que los periodistas pudieron ver una entrevista a uno de sus aliados en el campo, representante de la empresa Puro Campo, ubicada en la zona del Cibao, donde se produce el orégano que es usado en los productos de Sazón Completo Maggi.
“Con Dominicana Más se han beneficiado unas 52 familias de agricultores con la compra de aproximadamente 40 toneladas de orégano”, explicó Martínez.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011