YOHANATURE: ¡lleva La ciencia a Instagram!

Su motivación es la curiosidad de la gente. Querer saber más sobre algún tema relacionado a las ciencias. Yohan se toma un tiempo para investigar un tema y siempre busca al menos tres fuentes, como revistas científicas, dos páginas web de bancos de información científica (scielo.org y doaj.org) e investigaciones realizadas tanto en el país como en el extranjero, todo con el único propósito de poder entregar una información lo más completa posible. Digerible, pero sobre todo, veraz.

A Yohan le preocupa que las personas no sean más criticas, sobre todo, en casos de enfermos con cáncer que por lo regular les escriben para preguntarle si es cierto que tal “botella” lo puede curar. 

Esa es una de las razones por la que demanda que se regule lo que se publica en internet, a fin de evitar que se propague información falsa y que haya consecuencias para quien lo haga.

Con más de 42 mil seguidores en Instagram, Yohan dice que aún no se acostumbra a que sus seguidores lo saluden en la calle y que las redes sociales le han dado la oportunidad de conectar con muchas personas.   

¿Cuéntame cómo surgió tu cuenta de Yohan Nature?

“Todos mis amigos cercanos siempre me han tenido como la persona de consulta para cualquier ‘bicho raro’ que le salía en su casa. Me mandaban, incluso, fotos por WhatsApp y tenían un grupo que se llamaba la escuelita de Yohan… Entonces, Mr. Pichón, que es amigo mío desde hace muchos años, y un grupo de amigos nos fuimos de viaje para Valle Nuevo, en Constanza. Tu sabes que llevar un biólogo a un monte es como llevar a un niño a una juguetería… yo estaba: ‘mira que tal ave, que tal planta’, y Pichón me mira y me dice: ‘todo eso que tu me haz dicho en este viaje lo hubiera hecho en un post, tu tuvieras todos los seguidores del mundo’. Y yo le dije: ‘ay no, eso es mucho trabajo, yo no sé bregar con eso disque redes y aplicaciones, ni nada de eso’. Y Pichón me respondió: ‘para que no tengas excusas’. Me sentó y me dio todas las aplicaciones que él usaba y me dio todos los trucos. Me dijo: ‘te vamos a buscar un nombre, te vamos a crear un branding’… todo fue así, para que yo no dijera que no. Entonces, por Pichón yo estoy en esto. Él me dijo vamos a buscar un nombre que sea fácil y recordable y tanteamos varias opciones. Yo me quería quedar con el tema de los insectos, porque es de lo que más sé. Yo me iba a poner “El Colector de Insectos”, y él me dijo que ‘yo hablo de muchas cosas y no me podía restringir solo a los insectos’, porque eso iba a tener dos días de popularidad e iba a caer. Entonces, buscamos mi nombre, yo me llamo Juan Carlos, pero me dicen Yohan, y Nature, por la naturaleza”. 

¿Pensaste en algún momento que a la gente le iba a interesar esa clase de temas?

“Honestamente, no, pero el boca en boca, y luego la gente comenzaba a decir: ‘yo encontré tal cosa’, y alguien le decía: ‘mándasela a Yohan, que ese es un muchacho que sabe de eso’. La gente comenzó a mandarme cosas y yo hacía los post y le respondía lo que me preguntaban. Me llegan siempre montones de preguntas. Entonces, la gente tiene como sed de que las cosas que le dicen por internet sean ciertas y fundamentadas. Lo que hago es que investigo un fenómeno, una terapia, un producto… por ejemplo, a mi me escriben muchos pacientes con cáncer. ‘Yohan, y es verdad que tal remedio funciona, porque yo no tengo tiempo para estar perdiéndolo’. Aprendí que las cosas que estén validadas por la ciencia son las que me van a permitir seguir aquí. En este proceso he tumbado muchos santos, pero es porque tengo gente que necesitan esa información. No es como muchas personas creen que me ensaño en contra de algunos productos y no es eso. Es que la vida de las personas y, sobre todo, su salud tiene una prevalencia mayor. Yo desmitifico muchos fenómenos y también porque aquí en República Dominicana nosotros tenemos una cultura de que desde el sistema educativo nosotros no cuestionamos las cosas. El profesor dijo: ‘eso es, y eso es…”. 

¿Tu profesión es biólogo?

“Sí, yo soy estudiante de término de la licenciatura en Biología, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Somos muy pocos estudiantes… Ahora mismo en matrícula hay como 200 alumnos, pero cursando la carrera, unos 70. Y en el país hay unos 40 biólogos trabajando en el área”. 

¿Qué es lo que la gente más te pregunta?

“La gente me pregunta cómo acabar con las plagas de sus casas, como ven que yo hablo mucho de insectos, me preguntan qué le pueden poner a las cucarachas. Yo le tengo que decir a la gente que no soy fumigador (risas), yo no tengo un servicio de plagas… Tengo que explicarle a la gente las situaciones donde amerite matar un insecto”. 

¿Cómo haces para que a tus seguidores les interese leer sobre hormigas voladoras y esa clase de temas?

“Yo tengo algo que le digo ‘el gancho’. Propongo un tema, que por lo general es aburrido, pero le hago un twist, de manera que la gente se vea motivada a leerlo”. 

¿Qué es lo que más te molesta de la información falsa que se difunde en las redes?

“Que hay mucha de esa información falsa que a la gente le pagan por diseminarla. Entonces, en internet no hay un mecanismo que tu puedas reportar cuando está pasando eso y, sobre todo, porque tu viste algo en internet, hiciste una prueba, a ti te funcionó, quizás por efecto placebo, pero el cerebro es muy poderoso y si tu crees que te va a ayudar, el cerebro deja de mandar señales de dolor… Me molesta que no hay ningún tipo de responsabilidad, que no hay consecuencias por diseminar mentiras en internet”. 

Muchas veces vemos videos que se hacen virales porque la gente comienza a quemar unas papitas o galletas y a decir que es tóxico. ¿Qué piensas cuando ves que esos videos se hacen virales?

“Eso demuestra que hace mucha falta en inversión en educación en República Dominicana, pero no inversión en lo que se le está pagando a los profesores, sino en preparar docentes. Que se está implementando el 4 %, bien. Eso significa que hay gente que está enseñando mejor o que hay gente que puede ser muy mediocre y está ganando más, porque echar dinero a una causa no significa que se está usando de manera eficiente. Nosotros tenemos que aprender que las opiniones son una cosa y los hechos son otra. La gente confunde hechos con opiniones: una cosa es tu opinión y otra es un hecho”. 

¿Cuál es la fuente de la información que publicas?

“Yo utilizo muchos bancos de información de acceso público. Utilizo mucho Google Scholar para buscar los artículos científicos de relevancia, por ejemplo: trabajé el tema del carburo. Pongo el nombre del compuesto, que en inglés se dice calcium carbide, o sea, carburo de calcio, busco toxicología del carburo de calcio, implementación de uso del carburo de calcio, reporte de algún caso de envenenamiento… entonces, pongo al menos tres fuentes. A mi me gusta buscar al menos tres fuentes para dar contexto y si puedo encontrar alguna investigación local, aporta mucho valor. Busco fuentes avaladas, fuentes científicas, fuentes de investigación objetiva. A mi me gusta citar todas mis fuentes. En mi biografía pongo un link con todas las citas que uso y si alguien quiere validar la información, puede entrar a los link de donde busqué la información”. 

En el mundo del marketing, donde cada vez hay más personas inexpertas en ciertas áreas recomendando productos, ¿tú crees que las redes se prestan mucho para esto?

“Sí, porque hay una falacia que se llama falacia ad verecundiam, que es una falacia lógica, donde la gente cree que porque una persona es popular o es famosa, eso lo hace un experto en el tema y no es cierto… Yo, por ejemplo, tengo muchos seguidores, pero eso no significa que sea el mejor biólogo del país: soy un biólogo en una plataforma, pero cuando tengo que preguntar sobre mariposas, a nivel de investigación, tengo que hablar de Ruth Bastardo, por ejemplo, y yo voy y valido una información con ella. Entonces, veo cantantes hablando de higiene vaginal… ¿qué tiene que ver que ella cante con ese tema?. ¡Ella no es ginecóloga!, por más que tu quieras, no estás capacitada para orientar a las personas en ese tema. La persona común en internet no entiende cuál es el problema con eso”. 

Tu debes ser un personaje odiado por las mujeres que hacen todo tipo de dietas, porque al final le explicas científicamente por qué no funcionan, como los tés, jugos verdes y demás.

“(Risas)… La gente tiene que entender que lo que engorda es lo que entra, no lo que tu dejas de ingresar. Entonces, me preguntan que si se pueden beber un té, pero eso no la hace perder peso… El jugo verde no es mágico, lo que pasa es que está consumiendo algo con menos calorías que otra cosa que ella iba a comer”. 

42 mil seguidores en Instagram. ¿Te imaginaste esto?

“Ay Dios mío… esto fue como de un día para otro. A veces a uno se le olvida y piensa que son números en una pantalla y yo voy caminando por la calle y me dicen: ‘ay, me encanta tu trabajo’, pero todavía no me lo creo, no me acostumbro. Es una responsabilidad muy grande porque soy muy sincero, pero ahora tengo más cuidado, porque tengo muchos niños que me siguen y soy un ejemplo para esos niños. Una madre me dijo que le lee mis artículos a su hijo, porque a él le gusta la ciencia y eso es una responsabilidad muy grande… Pero también hay niños que tienen su propia cuenta y se supone que las redes sociales son para personas por encima de los 13 años, pero esa no es la realidad”. 

Tus redes son trabajadas con más diseño gráfico que fotografías, ¿tu las trabajas o tienes a alguien para que te diseñe los post?

“Yo utilizo muchos vectores de uso libre, eso es que una persona hizo un vector y la subió a un banco de vectores libres. Cuando no los encuentro, entonces compro la licencia de los vectores y así los puedo utilizar. Y cuando no encuentro ni de uso libre ni de compra, los hago yo mismo, pero me toma más tiempo, porque tengo que trazar las imágenes una a una. Yo tuve que hacer el de la flor de la Fucsia. La Fucsia es una flor endémica de nuestra isla. En los años 1800 vino un explorador francés, que se llamaba Charles Lumière, y se la llevó a Francia y el color tan intenso de esa planta hizo que el color que nosotros usamos ahora se conozca como fucsia, pero es por la flor, y esa flor es dominicana. Yo no encontré ningún vector y tuve que hacerla parte por parte”.  

¿Qué aplicaciones y equipos usas para trabajar?

“Para dibujar uso mi Samsung Galaxy Note 9, que es un equipo maravilloso. Con el lápiz yo puedo pintar como si fuera una tableta de computadora. Cuando tengo que hacer edición fotográfica, por lo general, uso Lightroom y Photoshop, en mi computadora. Tengo una cámara Canon L6D, que la estoy usando cada vez menos, porque suelo hacer más fotos con el celular por practicidad. De las aplicaciones, uso CorelDraw, versión móvil, que es para crear post vectorizados. Para editar fotos, uso A Color Story, que me permite editar, usar filtros y darle un toque bien bonito a las imágenes. También me gusta usar InShot para editar videos, sobre todo. Me permite, por ejemplo, si un video es horizontal, dejarle un margen y que se pueda ver en cualquier celular. También uso Snapseed, Over, entre otras”. 

¿Con cuáles marcas haz trabajado?

“He trabajado con Cocoa Sobrino, con Cerveza Presidente, con Yogen Früz, pero en la forma en que suelo hacer publicidad es que me asocio a una marca para crear contenido… a mi no me gusta hacer ‘volanteo digital’. A mi no me gusta subir una campaña que otra persona ideó, estoy en contra totalmente. Del caso que estoy más orgulloso es del de Yogen Früz, porque hice el guión, las investigaciones de las frutas que integran sus productos; hablé de sus propiedades, y las personas viendo eso aprenden de las frutas y también si quieren aprovechar y consumirlo, pues se acercan a la marca. También he trabajado con Samsung y trabajé con la marca de botas Sorel, para biólogos”.