Hermanos Dueñas no es solo una peluquería: es una institución dedicada a la belleza en República Dominicana, con casi 50 años en el mercado ofreciendo cuidado capilar a mujeres y hombres dominicanos. Este centro ha visto evolucionar todas las tendencias mundiales en el cabello, sin embargo, hay algo que no cambia con el tiempo: “Un trabajo bien hecho”, como afirma Jorge Dueñas, Fundador y Presidente de Hermanos Dueñas.
Este visionario capilar lleva la belleza en la sangre. Creció desde muy pequeño viendo como su padre, con tijeras en manos, recortaba y embellecía los cabellos de las mujeres de Alcalá de Henares, la tierra de Miguel de Cervantes, en España.
La peluquería es una tradición familiar para los Dueñas. Su padre, Eusebio Dueñas, la inició en los años 30 y sus hijos se encargaron de continuar su legado.
“Mi papá era peluquero, y por tradición familiar, mi hermano y yo empezamos a aprender el oficio con él. Después nos fuimos especializando hasta acabar nuestra formación profesional”, afirma Jorge Dueñas, propietario de Hermanos Dueñas, entrevistado por revista CONTACTO en su salón principal de Piantini.
Aunque Dueñas se preparó en academias de belleza, los principios básicos de peluquería los aprendió junto a su padre.
“Las técnicas del corte de pelo ahora son más sofisticadas, más adaptadas a los tiempos que vivimos, pero un corte de pelo bien hecho, no importa la época, siempre es un corte de pelo bien hecho, y para eso, hay que tener una buena técnica. Empezamos con mi padre con la técnica del corte. Los peinados eran otros, muy distintos; la coloración también, pero los principios básicos de esta también lo aprendimos con él”.
Los conocimientos adquiridos motivaron a los hermanos Miguel y Jorge Dueñas a abrir su primera peluquería en la década de los 60, en Madrid, España.
“Mi hermano y yo comenzamos a trabajar en la calle Sirva, en Madrid. Luego, mi hermano vino a trabajar a República Dominicana, y después, en 1971, vine para acá con él y aquí fundamos Hermanos Dueñas en República Dominicana. O sea, la continuación de Hermanos Dueñas de Madrid”.
Precisamente, se acaban de cumplir 49 años de la llegada de Jorge Dueñas a República Dominicana, tierra que asegura no es su segunda patria, ya que dice que siente lo mismo por nuestro país y por la madre patria.
¿Cómo ha cambiado la peluquería desde la época en que usted aprendió este oficio al día de hoy?
“Muchísimo. En aquel tiempo (años 30), mi papá hacía muchas permanentes. A la gente le gustaba llevar el pelo rizado. Fue una época en que empezaron a cortarse el pelo las mujeres, porque hasta ese entonces, casi todas llevaban el pelo largo y recogido. En ese tiempo, empezaron los salones de belleza como negocio… por aquellos años, eran personas que se dedicaban a ir a las casas a peinar a ciertas señoras de clase muy alta, que eran las que podían tener ese tipo de servicios. Y en esa época de mi padre fue cuando empezaron las peluquerías de señoras en España. Pero yo pertenezco a otra época. Empecé en la peluquería en 1960, formalmente, porque había tenido unos principios con mi padre siendo muy pequeño, pero ya formalmente, fue a partir de los 60 que terminé mi formación como profesional. Y las modas eran muy distintas a las de ahora. Las técnicas eran distintas, pero siempre la peluquería se ha caracterizado por ser una actividad artesanal, donde la habilidad con las manos es muy importante junto con las técnicas que hay que aprender”.
¿Cómo fue para usted la experiencia de llegar a República Dominicana?
“Muy agradable, enseguida me sentí muy atraído por la forma de ser de los dominicanos, que son muy receptivos. El dominicano es muy receptivo con la gente de fuera, me sentí muy bien desde el primer día. Obviamente, como peluquero tuve que adaptarme a otras condiciones, otro tipo de cabello. La humedad del clima tropical hace que el cabello se comporte de otra forma. Te tienes que adaptar a otro tipo de cabello, otro tipo de clima y a otro tipo de costumbres. Aunque ya en esta época que estamos viviendo, donde la comunicación es tan rápida que cuando se instauran las modas se generalizan en el mundo entero. Cuando llegué aquí en 1971, las modas tardaban más en llegar, porque no teníamos esa rapidez de comunicación que tenemos ahora”.
¿Cómo ha evolucionado Hermanos Dueñas desde los años 60 cuando comenzaron al día de hoy?
“Nosotros empezamos con el primer salón mi hermano Miguel y yo, y teníamos dos personas que nos ayudaban… así comenzamos. Luego, poco a poco, fuimos creciendo y fuimos creando un tipo de negocio más organizado, con gente dedicada cada una a su especialidad. En aquella época, mi hermano y yo éramos los cortadores, estilistas, y luego, teníamos personas que fuimos formando para hacer los peinados, los tratamientos, los lavados de cabeza, todo eso”.
¿Hermanos Dueñas se ha convertido en una escuela para muchas estilistas que han pasado por acá?
“Necesariamente, los que nos dedicamos a la peluquería, tenemos que pensar que tenemos que formar los equipos, porque contratar personas ya formadas es difícil de encontrar. Entonces, tienes que dedicarle mucho tiempo a la formación de tu personal y te compensa, porque son personas que desde abajo están aprendiendo a hacer las cosas muy profesionalmente, a tu gusto, y eso te permite formar un equipo muy leal a ti. Al final, somos una gran familia. Son personas que tienen mucho tiempo con nosotros y que han empezado prácticamente desde cero, y eso nos hace crear un ambiente de mucha concordia dentro del grupo”.
Usted me comentó que cuando comenzaron tenían dos ayudantes. ¿Al día de hoy cuántos colaboradores tienen?
“Ahora mismo, son aproximadamente 100 personas que trabajan en Hermanos Dueñas, en los tres salones que tenemos, en Piantini, Arroyo Hondo y Bella Vista”.
Evolución de Hermanos Dueñas
El crecimiento de Hermanos Dueñas no se dio de la noche a la mañana, pasaron casi 30 años hasta que abrieron su segundo local, y diez años más tarde abrieron el tercero.
Ha sido un trabajo enfocado en ofrecer calidad en el servicio, asegura Jorge Dueñas, más que cantidad de locales, y “garantizar una estadía agradable para nuestros clientes”.
Al día de hoy usted tiene tres peluquerías ¿Este local de Piantini fue el primero?
“Este es el eje de los salones Hermanos Dueñas, el más grande. El primer salón cuando llegamos a República Dominicana lo pusimos en el sector de Gazcue; después nos trasladamos a Plaza Naco, hasta que se quemó la plaza… después, nos fuimos a la Luis Alberti y de ahí vinimos para acá, en Piantini, donde nos instalamos. Después pusimos el de Arroyo Hondo y después el de La Cadena, en el sector de Bella Vista”.
¿El segundo que abrió fue el de Arroyo Hondo, en qué año fue eso?
“Ya tiene 20 años el de Ahorro Hondo, y en Bella Vista tenemos
10 años”.
Usted tiene una clientela fija, con mucho tiempo viniendo al mismo salón…
“Sí, la peluquería que se hace en República Dominicana es con clientela más o menos fija. No es un negocio como un aeropuerto o un hotel que la gente va y viene y no la vuelves a ver. Aquí trabajamos con clientela que se recicla, a veces la pierdes y vuelves a encontrarla más adelante”.
Hermanos Dueñas tiene la característica que también vende productos ¿Estos son elaborados por ustedes o los traen de otro país?
“Ambas cosas, elaboramos y traemos de otro país. Estamos incursionando ahora en ese mercado. Tenemos un producto muy bueno para la caída del cabello, que se llama Luisiana, a base de extractos de ortiga, que se utiliza mucho en medicina y cosmética, que es muy bueno para evitar la caída del pelo”.
¿Cuáles otros productos tienen?
“Tenemos aceite de rosa mosqueta, un aceite esencial, orgánico, porque hay muchos aceites, pero este es aceite orgánico de rosa mosqueta. Es un aceite especial para la piel, para evitar quemaduras, cicatrices. Es un producto maravilloso, muy recomendado por médicos dermatólogos y cirujanos para ayudar a hacer desaparecer la cicatrices.
Tenemos otros productos que estamos en proceso de elaboración, con laboratorios en España que nos lo están fabricando a nuestra necesidad”.
¿Ustedes venden productos a otros salones?
“Sí, nosotros tenemos negocios de importación y tenemos dos Beauty Supply, donde vendemos productos para peluqueros y para el público en general. Vendemos todo tipo de productos y aparatos para los salones: sillones, lava cabeza, blowers, entre otros. Los Beauty Supply se llaman N & J: tenemos uno en Arroyo Hondo y otro en Piantini”.
¿Cuál es el producto que más se vende?
“Nuestro producto estrella es el Blower Taiff Fox 1 y Fox 3, con iones negativos. Ese es el producto que más vendemos. Una gran parte de los salones de República Dominicana lo usan, porque profesionalmente es un blowers de mucha calidad. Tiene características de calor, aire e iones negativos súper bien balanceados, que hace que los procesos de secado sean muy rápido. Este producto es fabricado en Brasil y los productos de belleza, generalmente, vienen de España”.
¿Qué experiencia le ha dejado estos casi 50 años al frente de Hermanos Dueñas?
“Muy buenas, porque, en sentido general, la mujer dominicana le gusta andar bien arreglada y sabe realmente de moda. Sabe cuando le están haciendo una cosa bien y moderna, lo sabe entender y lo calibra muy bien. He tenido una gran experiencia, en sentido general, porque la peluquería me ha permitido muchas satisfacciones. Nosotros, a parte de hacer peinados y eso, nos convertimos un poco en psicólogos, por el tipo de relación que tenemos con la cliente… una relación más estrecha, que por ejemplo: un señor o una señora que va a comprarse una camisa a una tienda, quizás son cinco minutos los que invierte en eso, pero en la peluquería invierte mucho tiempo y ya ese tiempo nos permite entender mejor los gustos del cliente, y a veces hasta sus problemas. Yo me siento bien con mi profesión, porque pienso que los peluqueros, en cierta forma, le alegramos la vida a las personas, tanto a las mujeres como a los hombres, porque verse en el espejo con un trabajo bonito y que te gusta, y que te hace sentir mejor, es muy gratificante y eso se nota en la sonrisa, en la cara que te ponen cuando se ven bien.
He tenido casos de mujeres que vienen con problemas grandes de su casa, como un divorcio, por ejemplo, que es un trauma grandísimo, y vienen a la peluquería buscando cambiar un poco y uno le cambia el estilo y le sacas una sonrisa a esa persona. Esa es una de las satisfacciones más grande que tenemos. Cuando una persona después de una enfermedad va a la peluquería para hacerse un cambio y, a la vez queda satisfecha, pone una sonrisa… esos son momentos inolvidables para mí como profesional”.
¿Qué marca la diferencia de Hermanos Dueñas con las demás peluquerías?
“Nosotros tratamos de hacer las cosas muy bien, lo mejor posible. Nosotros tratamos de hacer una peluquería seria. Por ejemplo: hay veces que viene una persona con un cabello maltratado y quiere hacerse unas mechas platinadas y uno le tiene que decir: ‘mira, no se puede hacer, porque tu cabello no lo va a aguantar’. A mi me ha ocurrido que gente me dice que ‘me firma un documento haciéndose responsable de los resultados’, pero eso no es lo que me satisface a mí… yo sé que eso no se debe de hacer. Creo que la responsabilidad es muy importante. Hacer un trabajo bien hecho, dar un buen servicio y que las personas en el tiempo que estén en la peluquería se sientan bien”.
Peluquería en
República Dominicana
Llegar a República Dominicana e instalar un salón de belleza conllevó adaptarse a los cambios, no solo de venir desde Europa a un país del Caribe, sino también a los efectos del clima en los cabellos de sus clientes.
La humedad era un nuevo ingrediente con el que Jorge Dueñas tendría que batallar para que su trabajo se mantuviera en el tiempo.
¿Cómo fue para ustedes en sus inicios adaptarse a trabajar con un tipo de cabello muy diferente al de la mujer española?
“En cuanto al tipo de cabello no se diferencia mucho, porque el cabello latino, tanto el latino como el europeo, como el latinoamericano, en general, es un cabello grueso. Hay de todo, pero es un cabello grueso. Aquí, el componente más importante es la humedad, que es lo que cambia el resultado del peinado, el grado de humedad tan alto que tenemos aquí. Obviamente, uno se tiene que acostumbrar a eso, y a otras técnicas que se utilizan en otros sitios de clima más seco. Hay que modificarlas un poco para adaptarla a este clima”.
¿Esa debe ser una de las razones por las que aquí son tan famosos los productos laceadores?
“Sí, además, aquí hay un poco más de cabello con rizos, más que en Europa, y se utilizan un poco más que allá los laceadores. Ahora, los hay fenomenales. Antiguamente, todos eran los desrizados que eran muy fuertes, muy agresivos para el cabello. Esa tecnología de esos productos ha cambiado muchísimo y ya son laceadores, o sea, productos que en unos casos te van a estirar la onda, que la onda sea más suave, y en otros te van a lacear el cabello durante un tiempo, pero el cabello no se maltrata de la forma que se maltrataba con los desrizados clásicos. Ahora, son productos maravillosos, las keratinas, los botox… hay productos maravillosos para mejorar la calidad del cabello”.
¿Estos procedimientos pueden garantizar un pelo lacio sin que se maltrate el cabello?
“Claro que sí, desde luego, como en todo. Un producto de calidad es lo primero que uno tiene que tratar. Esto es como la carne que comemos. Por ejemplo: no es lo mismo una carne de tercera categoría que un filete, uno vale más, es más caro, pero es más rico y más blando. En los productos para el cabello es importante que sean de calidad. Shampoo hay muchos, pero unos son mejores que otros y lo mismo con los colorantes y los productos laceadores, y lo primero que nosotros tenemos que tratar, porque nosotros somos profesionales, son productos buenos, de calidad, eso es lo primero y, después, emplearlo bien y así los resultados serán maravillosos”.
¿Qué consejos para el cuidado del cabello le daría a la mujer de hoy?
“No usar productos abrasivos en el cabello, porque eso deteriora mucho la calidad del mismo; cortarse el pelo periódicamente; elegir un salón y un profesional de calidad para que le aconseje, porque hay muchas personas que dicen: ‘Ah, es que yo me lo estoy dejando largo’. Y usted se lo puede dejar largo, pero por lo menos cada mes, o mes y medio, hay que cortar un centímetro para darle calidad a las puntas y evitar que se abran.
Elegir un salón y un profesional de calidad para que le aconseje es importante, porque al final de cuenta, cada persona tiene un tipo de cabello y unas condiciones distintas, entonces, el profesional es quién mejor le puede indicar qué tratamiento necesita, qué producto de terminación debe de usar, y todo eso va a remitirnos al final a una cabellera de más categoría, lustrosa, con suavidad y brillo.
Ahora estamos en una moda que se llevan mucho las ondas con tenaza y los rizos, y es bueno que cuando usemos tenazas, planchas y esos artículos que tienen temperaturas muy altas, poner protectores térmicos para el cabello, para protegerlo de ese calor excesivo. Eso es muy importante”.
¿Usted recomienda el uso de tenazas y planchas en la casa?
“No, estas herramientas para el cabello que trabajan con temperaturas altas no es aconsejable que en las casas la utilicen, deben ser utilizadas por profesionales, pero yo a mis clientes siempre les doy algunos tips, porque hoy todo el mundo tiene una tenaza y las usa de vez en cuando. Si la vas a usar debes tomar en cuenta lo siguiente: que nunca la tenaza se quede detenida en el tiempo en una parte del cabello. O sea, desde que se pone la tenaza sobre el cabello hay que ir moviéndola suavemente, que no quede en el mismo sitio siempre. Esa es la razón más importante para un buen uso de las tenazas o las planchas, y todo ese tipo de instrumentos que se trabajan con mucho calor sobre el cabello.
El cabello no se debe secar con una plancha. El secado debe ser con el blower. La plancha debe ser para terminación, para alisar las puntas o darle algún giro, vueltas u ondas. Para secar lo más sano es el blower, porque ahora los blower casi todos tienen iones negativos, que eso le permite al cabello secarse más rápido, porque los iones lo que hacen es que las gotas que hay en el cabello las convierten en millonésimas partes y entonces se seca más rápido y el cabello queda con mucho más brillo”.
Servicios de Hermanos Dueñas
Griselda Almonte es directora del salón Hermanos Dueñas, en Piantini, desde hace 37 años. Conoce al dedillo las necesidades de sus clientes y se encarga de vigilar que cada una reciba un servicio acorde a sus necesidades.
“La necesidad principal es la hidratación del pelo, porque como este clima es muy húmedo, muy caluroso, el pelo se reseca mucho. Tu te secas en la mañana y si no tienes un trabajo bien hecho, en la tarde es un desastre”.
Es por esto que para Almonte es tan importante que a cada cliente se le haga un trabajo bien hecho. “Modestia a parte, los clientes que tenemos y el tiempo que tenemos en el mercado, es porque nos esmeramos en hacer un buen lavado de cabeza y un buen secado”.
Almonte, quien cuenta que tiene 37 años lavándose y secándose diariamente el cabello, asegura el truco para tener una cabellera saludable es “hacerse rolos”.
Usted que se hace ese proceso de secado diario, ¿el cabello no se maltrata por el caliente?
“Depende de quién le ponga el caliente al pelo, porque los blower son como las planchas. Usted puede usar una camisa 10 años ó 20 años planchándola, pero si usted coge la plancha y se la deja pegada, se va a quemar la camisa, pues eso mismo pasa con el pelo. Mi cabello está sano y me le doy blower todos los días. Pero me hago rolos. Si tu quieres que tu pelo cambie, debes hacerte rolos”.
¿Cuáles son los servicios
que se ofrecen aquí?
“Servicio de peluquería, tratamiento, corte, tinte, tratamiento profundo, pies, manos, spa de los pies, spa de las manos y todo lo concerniente al pelo; maquillaje, depilación, hidratación y limpieza de cutis. Lo único que no trabajamos es la inyección de colágeno y esas cosas”.
En el rostro, ¿Qué tipo de
servicios ofrecen?
“Tenemos la línea de productos Albeco. Se hace limpieza, se hace hidratación y se maquilla. Tatuaje de las cejas, que puede ser permanente o teñido. También tenemos depilación en hilo del labio superior y de las cejas”.
¿Cuál es el servicio más demandado por los clientes?
“Lavado, secado, los pies y color en el pelo, ya sea los tips, el balayage”.
¿Cuáles son los servicios que ofrecen con relación a uñas?
“Lo que más las personas se hacen es manicure y pedicure sencillo. Ahora, nosotros también les ofrecemos el spa, que es de hidratación de las manos. Usamos diferentes tipos de esmaltes, permanentes, que duran 15 días o el tradicional. Eso se llama gel frío y gel caliente”.
En el caso de los hombres ¿Son los hombres tan exigentes como
las mujeres?
“No, no, los hombres no. Con los hombres es hasta más fácil trabajar, porque los hombres son menos exigentes. De hecho, los hombres ni siquiera preguntan cuánto cuesta o si le cobraron mucho o le cobraron poco. El hombre lo que viene aquí es a lavarse, cortarse y secarse. Algunos, que son los menos, se hacen los pies y las manos”.
Belleza en tiempos de pandemia
La pandemia de Covid 19 ha afectado a diferentes sectores de la economía mundial y los salones de belleza no son la excepción, los cuales tuvieron que estar varios meses completamente cerrados.
Comenzaron a abrir sus puertas en julio, sin embargo, el flujo de clientes es menor, debido a que no pueden recibir en sus instalaciones la cantidad de personas que atendían antes para poder garantizar el distanciamiento físico, en adición al toque de queda que los obliga a cerrar sus puertas más temprano.
Jorge Dueñas, quien es presidente de la Asociación de Propietarios de Centros de Belleza de República Dominicana, cuenta que ahora sus clientes deben realizar citas para ser atendidas y así poder controlar la cantidad de personas que tienen en sus salones.
¿Cómo ha afectado esta
pandemia a los salones
de belleza?
“Muchísimo, al sector mío le ha afectado muchísimo. Nosotros estamos trabajando a un 40 % de nuestra capacidad. Estamos trabajando a la mitad del personal, en casi todos los salones, con la mitad en la casa. Con mucha preocupación porque son personas que uno quisiera que a todos nos fuera bien, pero a los propietarios nos está yendo mal, estamos teniendo grandes pérdidas. Nadie nos iba a poder decir hace un año que nos podía pasar algo así. Esta pandemia ha sido una cosa horrorosa, para la salud, para la economía, para todo”.
¿Cuál es el protocolo que se está usando acá para recibir a los clientes?
“Nosotros somos sumamente cuidadosos. Tenemos el protocolo que se usa en Europa y en todas partes: el básico, que es mascarilla, distanciamiento y lavado continuo de manos. Ese es el protocolo básico. Luego, tenemos unas alfombras a la entrada para desinfectar los zapatos de las personas que entran al salón. Trabajamos con un sillón sí y otro no, para tener un distanciamiento mínimo de dos metros entre una y otra persona. Tratar de hablar lo menos posible. En fin, todas las medidas que son necesarias. Al final, no son tantas las cosas que tenemos que hacer, es que se hagan bien realmente. Porque uno ve en la calle grupos de personas hablando sin mascarilla, unos al lado de otros, ¡eso es horroroso! Eso es lo que más afecta en esta pandemia”.
Si usted le tendría que enviar un mensaje al gobierno sobre el impulso que necesitan estos negocios, ¿cuál sería?
“Nosotros ahora mismo estamos teniendo un problema a nivel general, pero no solamente el sector mío, sino también otros sectores con el tema de la factura eléctrica. Tenemos un problema muy grande, porque hay muchísimos negocios que se quejan porque cuando han estado cerrados, porque todos hemos estado cerrados alrededor de dos meses, completamente cerrados, y les ha llegado una factura eléctrica como si estuvieran trabajando. Luego, por otro lado, está el tema de la potencia, que es un cobro extra que nos hacen normalmente las Edes. Entonces, si yo he estado dos meses sin trabajar, ¡qué potencia me van a cobrar! El tema de la factura eléctrica creo que es un tema que el gobierno está estudiando y creo que tomará alguna medida.
Hay medidas que el gobierno ha tomado que están muy bien, como las personas que están en su casa en FASE puedan, por lo menos, recibir una ayuda para subsistir. Creo que se están haciendo las cosas bien, pero creo que tienen que ser más exigentes en hacer cumplir el protocolo a la mayoría, sobre todo, en sitios donde hay aglomeraciones de gente”.
¿Cómo les ha afectado
el toque de queda?
“Nosotros, normalmente, trabajamos hasta las 9:00 pm de la noche y ahora estabamos trabajando hasta las 5:00 pm de la tarde, porque teníamos que tener entre el horario de cierre y el toque de queda dos horas para que nuestro equipo pueda llegar a su casa. O sea, tenemos un horario muy reducido. Todo ahora mismo está condicionado al virus.
Yo creo que el toque de queda a las 9:00 pm nos ayuda a ir normalizando la vida, porque de eso es que se trata, de ir normalizando. Lo que creo que se tiene que hacer es ejercer más presión con que todos los ciudadanos cumplamos con las mascarillas, con la distancia, no aglomeraciones de personas. Creo que eso es lo más importante”.
¿Muchos salones ha tenido que cerrar en este periodo?
“Sí, desgraciadamente, hay muchos salones que están cerrando, como en el sector de restaurantes hay muchos que están cerrando, porque no pueden aguantar, y veo todos los días salones que están ofreciendo sus equipos en venta. Es muy fuerte y muy doloroso eso”.
Una persona que tenía en proyecto a inicios de año de abrir un salón de belleza, pero llegó la pandemia. Y ahora que todo está volviendo poco a poco a reactivarse, piensa en retomar esa idea. ¿Usted cree que es un buen momento para hacerlo?
“Todavía no, poner un salón nuevo en este momento, hasta que no haya una vacuna, hasta que no volvamos a nuestra vida más o menos normal habitual, yo no le recomendaría a nadie que pusiera un salón nuevo”.
¿En la Asociación de Propietarios de Centros de Belleza de República Dominicana tienen estimado cuántos centros de belleza hay en el país?
“Peluquerías, hay aproximadamente 55,000. Creo que es el sector que da empleo a más gente, después de los colmados. Y dentro de esos 55,000 hay de todo: desde el saloncito pequeñito en una casa, hasta el gran salón en Santo Domingo o Santiago”.
Usted se reunieron con el ministro de Industria y Comercios ¿Cuáles planteamientos le llevaron?
“Nosotros y varios sectores nos queremos reunir con el Ministro para hablar del tema de la energía eléctrica y otros asuntos.
Las facturas que muchas veces no se acercan a la realidad. Nosotros lo que queremos es un trato justo. Nosotros no queremos privilegios, sino un trato justo, que nos cobren lo que hemos consumido”.
Jorge Dueñas Inside
Jorge Dueñas llegó a República Dominicana hace 49 años. Dice que ha vivido más tiempo aquí que en España, su tierra natal, y ha formado familia y negocios en este país.
¿Casado con una dominicana?
“Sí, mi esposa Carmen Julia es dominicana y tenemos muchísimos años de casados. Con su ayuda y cooperación he podido llegar a donde estoy. Es muy importante para mí y para el equilibrio de mi familia”.
¿Cómo conoció a su esposa?
“Ella era clienta del salón y ahí comenzó nuestro acercamiento y a los dos años, aproximadamente de conocernos, nos casamos. Tenemos dos hijos, Jorge y Miguel, y realmente estoy muy orgulloso de mi familia”.
Usted es amante de los deportes. ¿Cuáles deportes ha practicado?
“Jugué futbol en España, semi profesional. Jugué en el segundo equipo del Atlético de Madrid, hasta que a los 22 años me rompieron la tibia y el peroné en un accidente que tuve con el portero del equipo contrario. Fractura completa de tibia y peroné, y ahí ya lo dejé. Tuvieron que operarme, con una recuperación de siete meses. Después de eso he jugado pero en plan hobbie”.
Vino hace 49 años a República Dominicana ¿Qué representa este país en su vida?
“No es mi segunda patria, porque para mí España y República Dominicana representa lo mismo. Tengo aquí mucho tiempo, he sido recibido con mucho cariño y tengo mucho cariño por este país. Me siento tan bien que mis padres están enterrados aquí. O sea, que mis raíces ya están para siempre en República Dominicana. Siento lo mismo que por España, un gran cariño por los dos países. España es mi país de nacimiento, y en este, República Dominicana, es donde más tiempo he pasado, porque yo tengo más tiempo aquí que los que viví en España. Estoy nacionalizado y me siento muy feliz y, si Dios quiere, aquí terminarán mis huesos”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011