Volar es el sueño de muchas personas. Subirse a un avión les provoca adrenalina, emoción y una sensación de libertad. Trabajar a 10 mil metros de altura como una azafata, o Tripulante de Cabina de Pasajeros (TCP), es el sueño de muchos, pero ¿qué preparación se necesita para esta realizar esta labor? En República Dominicana, la escuela Tripulantes VIP se encarga de preparar a este tipo de personal, que no solo se ocupa de asistir a los pasajeros durante el vuelo, sino también de la seguridad de las personas.
La labor de un Tripulante de Cabina de Pasajeros (TCP) o azafata es, principalmente, garantizar la seguridad y comodidad de los pasajeros durante el vuelo. Conseguir un trabajo de tripulante de cabina no es tan simple como ir a una aerolínea y solicitarlo. Si bien, no es una carrera que se estudia en la universidad, es un oficio que para ejercerlo se necesita entrenamiento.
Las azafatas y sobrecargos reciben múltiples entrenamientos de seguridad y hasta médicos, pero entre los que más llama la atención, está el detectar comportamientos sospechosos en los pasajeros; y saber cómo actuar en caso de que alguien sufra un ataque cardíaco o una pasajera vaya a dar a luz.
Muchos, quizás, pensarán que las azafatas están solo para servirles un snack durante el vuelo, pero su entrenamiento incluye habilidades para ejecutarlas en situaciones de emergencia, como desembarcar a todos los pasajeros en pocos segundos luego de un aterrizaje forzoso o, incluso, para un posible amarizaje.
Tripulantes VIP es una escuela que desde hace ocho años se encarga de ofrecer estos entrenamientos a sus estudiantes en República Dominicana. Es dirigida por Alfredo Hernández, quien se desempeñó por muchos años como tripulante de cabina.
“Lo que los pasajeros ven que nosotros hacemos no es para lo que estamos realmente entrenados. Ellos observan que servidos comida, algún soft drink, los acomodamos y realmente esa es nuestra segunda prioridad. La razón de ser de los Tripulantes de Cabina es la seguridad de los pasajeros y de la cabina de pasajeros; cualquier emergencia que se pueda presentar a bordo de una aeronave, en la cabina de pasajeros, incluyendo emergencias médicas, como un paro cardiorrespiratorio, donde tenemos que aprender técnicas como el CPR (Resucitación Cardiopulmonar). Para eso estamos nosotros los tripulantes de cabina”, cuenta Alfredo Hernández al ser entrevistado por revista CONTACTO en sus oficinas de la avenida Independencia.
Para Hernández, Tripulantes VIP es su sueño hecho realidad, ya que se considera un enamorado de la aviación. Además, es hijo de un piloto, por lo que dice que trae la aviación en su ADN, y ese mismo amor por esa profesión la ha transmitido a sus hijos.
“Me crié en ese ambiente de aviación… siempre hemos dicho que lo único malo que tiene la aviación es que produce adicción. Inmediatamente usted prueba lo que es el mundo de la aviación, después no quiere nunca dejar de volar. Y más en esta profesión tan bella y aventurera, como es la de Tripulantes de Cabina, porque nunca vas a volar con los mismos pasajeros, nunca vas a volar ni a trabajar con los mismos compañeros. Ni siquiera vas a visitar los mismos países, y quizás tampoco vuele en la misma aeronave”.
Hernández comenzó su carrera como sobrecargo en 1978, en la desaparecida aerolínea Dominicana de Aviación. Al salir de esa compañía le surgió la idea de crear una escuela que entrenara a los jóvenes que soñaban con llegar a trabajar “en el aire”, como él lo hizo, pues ya contaba con la experiencia para realizar este trabajo, además de haber sido tripulante de cabina, jefe de cabina, supervisor de cabina e instructor en las líneas aéreas.
“Comenzamos a tocar puertas, como todos los que emprendemos desde cero…no existían ni siquiera las regulaciones. Y aquí estamos. Ya con ocho años, con dos centros, uno aquí en Santo Domingo, que es el principal, y otro en Santiago, y abrimos el tercero hace tres meses en la ciudad de Miami, EE. UU. Es decir, nos hemos internacionalizado”.
Para Hernández, es su pasión entrenar a jóvenes que quieren introducirse al mundo de la avión, por eso trata de transmitirles la misma efervescencia con la que él vive este trabajo.
“Dicen de los entrenamientos, que mientras más cerca de la realidad mucho mejor. Nosotros tenemos lo que es un espacio único en Latinoamérica que es nuestra aula de realidad virtual, donde esos equipos son muy costosos y solamente American Airlines está haciendo las pruebas y utilizando la realidad virtual en las emergencias”.
Tripulantes VIP lleva a sus estudiantes a Colombia para recibir entrenamientos en las aerolíneas COPA, AVIANCA y WINGO, con las que tiene acuerdos para que sus estudiantes salgan bien actualizados.
“Para llegar allá tuvimos que pedir favores para que nos presentaran, pero si no hubiesen visto la profesionalidad con la que están educados nuestros estudiantes, no nos hubieran abierto las puertas durante seis años consecutivos”.
Es por esto que también aerolíneas dominicanas se apoyan en Tripulantes VIP a la hora de elegir a su personal en cabina.
“Fuimos el centro de entrenamiento oficial de Pawa Dominicana, donde el 90 % de su tripulación y de sus jefes de cabina vinieron de nosotros. Ahora mismo, tenemos a la línea aérea Sky High, donde el 100 % de su tripulación es de nosotros. Lo mismo ocurre con la línea aérea Air Century, donde Tripulantes VIP tiene presencia en sus tripulantes de cabina”.
¿Un sueldo por las nubes?
El sueldo de tripulantes de cabina no es tan alto como muchos piensan, pero está por encima de la media. Además, reciben compensaciones económicas que aumenta su nivel de ingresos.
“Vienen ganando aproximadamente unos 1,000 dólares al inicio, pero lo que nos da flujo de dinero son las dietas, los viáticos, porque cada vez que usted se monta en un avión va a tener un viático que le van a pagar, ya sea ida y vuelta. O ya sea si usted se queda, pues hay muchos vuelos que por motivos operacionales tenemos que quedarnos a dormir de un día para otro, dos días, tres días, dependiendo”.
El tiempo que dure un tripulante de cabina en un destino, esperando abordar su próximo vuelo, es remunerado. Además, se le paga el hotel donde se hospede. Es decir, que aunque el tripulante no esté volando, el simple hecho de estar fuera de su ciudad se le considera trabajo.
“Entonces, en las aerolíneas la dieta es de 100 dólares diarios, o sea, que si usted se queda tres días o se queda cinco días ó 10 días, como en ocasiones se quedan en Cuba haciendo vuelos internos moviendo tripulación, pues usted va a ganar en eso diez días 1,000 dólares, a parte de su sueldo”.
Adicional a esto tienen otros beneficios, como son facilidades para viajar en familia a menor costo.
“Al ser tripulantes de cabina no pagamos ticket, entonces nuestros familiares tienen la oportunidad de viajar gratuitamente y conocer el mundo, además de los descuentos que nos dan en los hoteles, zonas franca y todo eso”.
De la misma forma, este trabajo les sirve para conocer otros países, ya que mientras están esperando su próximo vuelo, salen a conocer la ciudad donde se estén quedando.
“Cuando volábamos en Dominicana de Aviación teníamos un vuelo que salía los sábados en la noche hacia Italia y España, y volvíamos el domingo de la otra semana. Nosotros nos quedábamos ahí toda una semana y ahí aprovechábamos en grupo o rentábamos varios autos y bajábamos de Milán hacia Roma, conociendo”.
Según Hernández, el tiempo que se le resta a la familia no es tan significativo, porque es recompensado.
“Regularmente, trabajamos 15 días y los otros 15 días tu los tienes en tu casa. Tu vuelas dos días y descansas dos días. Si usted está libre en Cancún, en Puerto Rico, donde usted se encuentre y la operación de su vuelo le dice que tiene que durar dos días allá, usted no está libre, aunque no esté volando. En una ocasión me encontré en una piscina infinity de un hotel de Cancún, y yo veía esos señores y dije: ‘Gracias señor, porque esos señores tienen que pagar mucho dinero por estar aquí y a mi me están pagando 100 dólares por estar aquí”.
Sin embargo, conseguir trabajo con base en el país es más difícil, debido a las pocas líneas aéreas dominicanas que existen en la actualidad.
“Nosotros estamos limitados aquí, pero la licencia que le emite el IDAC es valedera en 192 países del mundo. Ellos emiten una licencia de tripulante de cabina certificada por la Organización Internacional de Aviación Civil (OACI), y a la OACI pertenecemos 192 países del mundo”.
Pero, además, el Presidente de Tripulantes VIP dice que ha enviado una carta al Presidente de la República para que invite a la aerolínea Emirates y Catar a República Dominicana, ya que la misma constantemente busca tripulantes de cabina y se convertiría en una importante fuente de empleo para los dominicanos.
“La aviación mundial está creciendo enormemente y más para ese mercado. No cuesta nada una invitación. Si yo tengo que viajar a Emiratos Árabes para invitarlos, lo haré, pero hubiera sido más fácil si el Estado los hubiera invitado”.
Entrenamiento como tripulante de cabina
Los estudiantes de Tripulantes VIP reciben un entrenamiento completo, de acuerdo a las necesidades de las líneas aéreas.
“Tenemos dividido aquí en tres módulos, el primero es generalidades. Vamos a hablar de temas generales de aviación, qué es una tripulación, una tripulación en situación, las definiciones. Después viene trato al pasajero, luego ambiente de aviación, donde les hablamos de los aeropuertos. En agosto, y por todo un mes, fuimos al aeropuerto de Santiago. Por eso nos preocupamos, que nuestros entrenamientos sean lo más práctico posible.
El año pasado rentamos un avión de 50 pasajeros por dos horas, dos vuelos de dos horas. Ahí hicimos prácticas reales de servicio a bordo”.
El curso tiene una duración de un año, con cuatro horas a la semana, y el intensivo dura cuatro meses, con dos días a la semana. En Tripulantes VIP incluyen en sus clases aerodinámica, meteorología, reglamentaciones internacionales, convenios internacionales y cómo funciona la aviación.
“Por qué un avión de Japón puede venir y aterrizar aquí, y por que uno de República Dominicana puede ir a Australia; además, por que un entrenamiento aquí tiene que ser reconocido en Corea. También damos emergencias, equipos de emergencias, primeros auxilios, inglés técnico. Tenemos un programa de inglés de ocho unidades, donde desde que usted llegó al aeropuerto hasta que desembarca pasan por todos los procesos; embarque, servicio a bordo, emergencia, todo eso en inglés”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011