Saber manejar tu propio dinero, cómo invertirlo y cómo evitar convertirte en tu propio enemigo financiero, es la labor que realiza Félix Rosa, “The Money Coach”, desde las diferentes plataformas de redes sociales. Su sueño es que en las escuelas se enseñe educación financiera para tener una sociedad de consumidores cada vez más conscientes.
A todo el mundo le gustaría tener mucho dinero. Sin embargo, no todos llevan una buena relación con este. De hecho, algunas personas cuando reciben recursos extra, en lo primero que piensan es: ‘cómo lo voy a gastar’. Pocos ponderan en invertirlo o en multiplicarlo, sino en dejarlo ir… Es una especie de relación “amor y odio”: ¡te quiero!… pero también se empeñan en no mantenerlo consigo.
Robert T. Kiyosaki, en su libro “Por qué los ricos se vuelven más ricos”, habla del analfabetismo financiero, refiriéndose a personas que carecen de educación financiera; quienes no invierten por temor, porque se sienten más seguros teniendo el dinero guardado en un banco; quienes viven apegados a un salario por la seguridad que este les brinda y, que el analfabetismo financiero hace que las personas se sientan frustradas y molestas.
Para Félix Rosa, un ingeniero Industrial, con posgrado en Banca y Finanzas en Nueva York, la educación financiera es tan necesaria como cualquier otra materia, ya que independientemente de lo que estudie una persona, tendrá una relación con el dinero y de esa relación puede depender su éxito como profesional.
“Te sirve mucho más para la vida ¿qué es una tarjeta de crédito, qué pasa si compro a crédito, cuánto yo pagaría de interés si tomo un préstamo?, que saber de trigonometría”, explica Rosa, al ser entrevistado por revista CONTACTO en sus oficinas en Naco.
¿Cómo comenzó The Money Coach?
“The Money Coach tiene diferentes etapas. Para mi, la primera vez que me di cuenta de que había matemática financiera, fue en sexto de primaria y fue con el libro de Baldor. Yo estaba con mi padrino y lo que vi de Baldor la primera vez fue la fórmula del interés que es: Interés = capital x tasa x tiempo. Y en sexto yo dije: ‘wow, por fin en el colegio algo que yo puedo utilizar en la vida real, pues si voy a prestar dinero en algún momento, así yo calculo cuánto me voy a ganar’… pero en el colegio, y en la universidad, casi no te enseñan cosas aplicables en la vida real. Ahí fue que nació como la idea de ‘hace falta educación financiera’. Luego, cuando tenía 18 años, varios tíos me comenzaron a preguntar de finanzas y yo me di cuenta que la gente no sabía, que no era solamente que no se daba en los colegios, sino que la gente tampoco sabía. Yo trabajé siete años en la banca, desde que empecé la universidad hasta los 25 años, y a los 25 años dije: ‘sabes qué, quiero probarme a mí mismo’, y así comencé The Money Coach, como un emprendimiento que dejé de trabajar y comencé a dar coaching uno a uno y empecé a cobrar por eso”.
¿Cuáles eran los consejos más comunes que la gente venía a pedirte?
“No entiendo la tarjeta de crédito, cómo manejo la tarjeta de crédito, cuántas tarjetas de crédito debo tener, cómo se calculan los intereses de los préstamos. Una pregunta muy interesante, ¿qué me conviene más: saldar este préstamo o comprar un apartamento? Entonces, tuve que explicarle a una persona, basado en coaching financiero, qué le convenía más. Luego, las preguntas se fueron poniendo un chin más interesantes: cómo vendo más, cómo le saco más provecho a mi dinero, cómo yo sé si a mi negocio le está yendo bien, si estoy cerrando en azul o estoy cerrando en rojo, etc.”.
Hablando de tarjetas de crédito. ¿Crees que todo el mundo debe tener tarjetas de crédito?
“En las finanzas personales hay dos posturas en cuanto a eso: está la postura de 100 % vive sin tarjeta y está la postura de tu tienes tarjetas y solo tienes que aprender a vivir con ellas. Yo las probé las dos. Hubo un momento en que prediqué ‘vive sin tarjeta’, pero tan pronto me casé, me di cuenta que eso es una locura, porque si a tu familia le pasa algo, si en algún momento la nevera se queda sin comida, que le puede pasar a cualquiera; si hay que comprar algo rápido, si hay es que llevar a tu hijo al médico, la tarjeta básicamente es conveniente. Ahora, si tu no sabes manejarte con tarjeta de crédito y te hacen daño, cada cierto tiempo tienes que tomar un préstamo de consolidación y tu tienes un problema de compras compulsivas, no las tengas. Después que probé los dos puntos me di cuenta que las tarjetas lo que hay que aprender es a dominarlas y para dominarlas tu solo tienes que tener un truco, y es que el límite de todas tus tarjetas tu puedas pagarlos sin problemas. O sea, que si tu ganas 100 mil pesos, y el límite de tu tarjeta de crédito son 400 mil, de ninguna manera tu vas a poder pagarla. Entonces, ese es el único truco de la tarjeta, que tu tengas tarjetas que tu puedas pagar, y yo me voy un poquito más profundo: que tu puedas pagar de risitas, que si por alguna razón llenas tu tarjeta digas ‘no importa, cuando cobre de nuevo pago el 100 % del corte’”.
Tu impartes talleres sobre finanzas. ¿En qué consisten?
“Yo tengo dos líneas de negocios. Una línea de finanzas personales y otra línea de finanzas de negocios. En el taller de finanzas 101, combino técnicas de asesoría con coaching financiero. Yo lo que busco es que la persona, primero, se conozca financieramente; luego, que hagan un plan, y luego que identifiquen cuáles son las mejores prácticas que deben tener en las finanzas para poder dominarlas y llevarse bien con las finanzas. Mejores prácticas como cuántas tarjetas de crédito debo tener, cuál debe ser mi modelo de presupuesto, cuánto se me debe ir en gastos de placer y cuánto se me debe ir en gastos de mantener mi vida… debe haber un monto específico, y a parte de eso, toco un poquito de cómo mejorar tu relación con los bancos, porque en la vida financiera siempre va a ser muy necesario, y cómo invertir.
En los talleres de negocios, más que todo, toco los cuatro pilares de los negocios: Finanza, Contabilidad, Ventas y Cobros. Son cuatro patas de una misma mesa que si no lo tienes claro, puedes tener una máquina de gastos en vez de un negocio. Un profesor que quiero mucho dice que: ‘en un negocio nada ocurre hasta que la venta ocurre’, y hay muchos emprendedores que no saben vender, no saben que la venta es una fórmula. Entonces, lo que trato es hacer un taller de negocios para que el emprendedor sepa de cuatro pilares que les va a tocar aprender o enfrentar”.
¿Tus redes te han ayudado a potenciar tus talleres?
“Claro que sí. Yo creo que ahora mismo es un tema hasta de credibilidad. Si la gente te conoce en una reunión de negocios y tu le mandas una propuesta a una persona por correo, o si tu vas a venderle un servicio o un producto, es muy probable que luego de que esa reunión acabe lo primero, que esa persona te busque en las redes sociales y si no tienes unas redes bien alimentadas, que comuniquen cuál es tu marca, que comuniquen tu voz, que dejen ver bien claro cuál es tu estrategia, es como que no sé qué tanto creer. Es como tu CV o tu presentación”.
¿Cuál es el error más común que comenten los emprendedores?
“No poner un software de contabilidad desde el día uno, querer hacer la práctica dominicana de solamente tener un contador para impuestos internos. Al hacer eso, este contador o esta firma de contabilidad le pasa cuál fue el estado del año completo, pero después que tienen un año, tu no sabes dónde te fue bien o donde te fue mal. El no tener un software de contabilidad o el no pedirle a tu firma de contadores que te entregue un reporte todos los meses. El tu analizar cómo te fue, el tu ver eso, es el error más grande que yo creo que cometen, porque es como tener un negocio a la ciega. Sin información y esto te puede generar problemas con el mismo Impuestos Internos, porque te puede llevar a tu enterarte que estás perdiendo mucho tiempo después”.
¿Qué información puedes recibir de un software de contabilidad que a través de un contable no recibes?
“De todo. Lo primero es que te puede ayudar a comparar fácilmente cuando las ventas en un mes específico están flojas; te puede ayudar a saber o anticipar que van a venir meses en los que tu vas a perder, por esto mismo, porque las ventas bajaron. Te puede ayudar a calcular más fácil tu margen, a ver qué tanto le estás ganando a cada peso que vendes; te puede ayudar a ver qué tan bien o que tan mal te está yendo en comparación al mes anterior y en comparación al mismo mes, pero del año anterior; te puede ayudar a preocuparte menos, por ejemplo, si tienes un software de contabilidad y lo ves todos los días, tu puedes ver si hay meses en tu industria que son meses malos. Por ejemplo, en mi caso, diciembre es un mes malo, porque la gente está más en fiesta. Entonces, si yo sé eso, pero como un sentimiento, algo que yo creo que es, si yo luego veo el software y veo que en diciembre todos los años la facturación baja, eso es algo que con un contador yo no lo voy a saber o lo voy a saber mucho después de que pase”.
¿Cuál es la mejor forma de invertir el dinero?
“Eso va a depender de lo que estés buscando. Si estás buscando facilidad o proteger tu dinero, el certificado financiero es la forma más rápida, porque es fácil sin investigar mucho y sin dar más pasos invertir. Ahora, si tu estás buscando un poquito más de rendimiento, yo te diría bolsa de valores, porque aquí tu vas a tener que estar más pendiente de lo que estás haciendo para no equivocarte o porque es algo relativamente nuevo en el país y tu no vas a querer invertir tu dinero a la ciega. Si tu estás buscando seguridad a mediano y largo plazo, lo que te conviene es invertir tu dinero en bienes raíces, pero tienes que tener dinero suficiente, porque tanto en certificados como en bolsa de valores, el dinero va perdiendo un poco de valor, naturalmente, por la inflación. Pero, en el caso de las propiedades, no pasa en todos los casos, pero es muy probable que la propiedad se aprecie. Entonces, cada inversión obedece quizás al perfil de inversionista y a qué quiere el inversionista en ese momento. Qué tanto riesgo está dispuesto a asumir y qué está buscando. Si está buscando seguridad, si está buscando rentabilidad o si está buscando simplemente proteger su dinero de sí mismo, no ponerle la mano”.
¿Qué opinas de la deuda? ¿Te podría la deuda ayudar a producir más dinero?
“Si es un negocio, sí. La deuda personal de consumo debería tener un límite. La deuda de consumo llega un momento que en lugar de ayudarte es pura avaricia, además te lleva a gastar porque tú pagas un interés por esa deuda. Sin embargo, la deuda de negocios, mientras más grande sea tu deuda como negocio, si le estás sacando dinero, mejor.
Ese es el ejemplo del chinero que con el dinero que él tiene solo puede tener su puesto de china, pero si él convence a un equipo de su comunidad y les dice: ‘yo les voy a poner la china, yo les voy a poner el carrito de china, yo los voy a llevar cada día a las esquinas’, es muy probable que con el dinero de él no pueda hacer eso, pero si ya él cuenta con su equipo de trabajo, si él toma un dinero prestado y ese dinero prestado lo puede ayudar a no solamente tener un solo puesto de china, sino a tener 20, esos son buenos préstamos. Si ya él domina el sistema y en lugar de 20 él puede poner 100 puestos de vender china, eso ayuda y es una deuda muy buena. No hacerlo, si él puede, sería hasta tonto, porque estaría ayudando a 100 familias y él percibiría más rentabilidad. Entonces, eso es lo que yo diferencio de deuda buena de deuda mala. El exceso de deuda para consumo es una deuda mala, si estás sacándole dinero no creo que haya ningún exceso de capital o de deuda de negocios”.
Hablando de Instagram, tienes más de 38 mil seguidores. ¿Cuál crees que ha sido la clave para llegar ahí?
“Contenido orgánico y que a la gente le interese. Yo creo que la clave para mí es finanzas que las personas entiendan, no finanzas súper estructuradas. Creo que yo quiero darle finanzas a todo el mundo, no solo a personas entendidas en la materia. Si tu eres economista, creo que ya tu entiendes una buena parte de esta información y eso a veces me ha llevado, incluso, a no usar términos 100 % exactos, ni perfectos y, de hecho, me han cuestionado y yo les he respondido: ‘recuerda que mi trabajo, mi estrategia, es llegarle a todo el mundo’. Si tú sabes esa información, posiblemente tu no seas mi primer público… esa es mi estrategia, darle un contenido. Tratar de simplificarlo lo más posible. Saber que Instagram y Facebook es un negocio y siempre hay que invertir un poquito en publicidad. La llegada orgánica llega hasta un punto, y como ya pasó en Facebook, el contenido orgánico ellos fueron cada vez más dejando de enseñarlo. Saber que tiene que haber un presupuesto de marketing, que antes el presupuesto que se gastaba en radio, televisión, yo simplemente lo dirijo a esa parte”.
¿Tú manejas tus redes sociales?
“No, creo contenido para mis propias redes. Yo respondo todos los DM, soy quien está detrás respondiendo, yo soy quien crea contenido. Lo que no hago es diseñar el post y subirlo, calendarizar. Podemos decir que dirijo 60-40. La parte mecánica no, ahora la parte de fondo, decidir qué se va a subir, qué no se va a subir y también de responder los DM, ese sí soy yo. Y es un negocio igual que cualquier otro. Es como que me preguntes: ¿llevas tu contabilidad? Y yo te diría, ‘no, tengo un software de contabilidad y le pago a una contadora para que haga eso’. ¿Tu haces tu propia declaración de impuestos? ‘Tampoco, tengo una asesora fiscal que junto con la contadora, ellas preparan la declaración y son las que la suben’. Yo me concentro en mi tarea principal que es la de estar con el cliente, couchar su negocio, couchar sus finanzas personales”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011