“El 70 % de los estudiantes de nuevo ingreso no se inscribieron en las universidades

Franklin García Fermín está acostumbrado a los retos. Es un académico probado, con una larga trayectoria en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde comenzó como profesor, posteriormente asumió posiciones de dirección, como Vice-decano de la facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Vicerrector y Rector de la universidad más antigua del nuevo mundo.   

Ahora, como ministro del MESCYT, el reto es aún mayor, ya que en sus manos está encaminar e implementar las políticas para que las universidades dominicanas puedan seguir evolucionando en momentos en que la educación, en sentido general, ha tenido que prácticamente reinventarse. 

“La situación actual es bien compleja. Y con los estudiantes de nuevo ingreso ha sido peor: de cada 100, 70 estudiantes no se inscribió para esta nueva temporada”, revela en exclusiva Franklin García Fermín, entrevistado por revista CONTACTO en su despacho del MESCYT. 

Mientras, afirma el catedrático, la pandemia por el coronavirus ha provocado que otros 80,000 estudiantes decidieran salir de las universidades privadas, representando esta cifra entre un 35 y un 40 % del alumnado. 

Por ello, el sector educativo ha tenido que migrar por necesidad al sistema virtual y la educación superior no es la excepción. Ante esta disyuntiva, la interrogante es: ¿Cuál es la situación actual de la educación superior en el país a raíz de la pandemia? 

“Es muy claro que en el mes de marzo, cuando las autoridades del país toman la decisión de cerrar el país, cerrar los aeropuertos, cerrar todo… esto implicó un antes y un después en la educación superior. En todo en la vida nacional, pero en sentido particular de la educación superior, significó pasar de la educación presencial o
semi-presencial, al 100 % virtual. O sea, pocos días después, todas las universidades del país, al igual que todas las universidades del mundo, tuvieron que pasar a la virtualidad 100 %. Entonces, eso implicó un reto muy grande para todas las universidades del país, y debo señalar que aunque fue exitoso, fue traumático, tortuoso. Porque no fue nada fácil, pero lo logramos como sistema de educación superior. Logramos esa transición, pero, evidentemente, hay que enfatizar que no fue nada fácil.

Y un hecho que hay que destacar es que ha habido entre las universidades del país un alto sentimiento de cooperación, de ayuda mutua. Las universidades que estaban más avanzadas en educación a distancia o virtual ayudaron a aquellas que estaban más atrás. Por tanto, hay que destacar la armonía y la colaboración que hay en el sistema de educación superior. Claro, el gobierno y el presidente Luis Abinader han tenido una buena participación. De inmediato, el gobierno otorgó un subsidio extraordinario a la UASD de RD$234.5 millones para que el semestre no tuviera ningún tipo de problema. Y es un acto sin precedentes, porque, por primera vez, un Presidente de la República, con pocos días de juramentado, fue a la UASD. Recordamos a don Antonio Guzmán Fernández, que se juramentó el 16 de agosto, y el 28 de octubre estuvo en la Universidad Autónoma de Santo Domingo… Pero Luis Abinader estuvo pocos días después de juramentarse”. 

Precisamente, una de las primeras reuniones suya fue con la rectora de la UASD, Emma Polanco.

“Así es. Por disposición del Presidente que me llamó y me pidió que la visitara ante una solicitud que ella hizo de una ayuda económica para enfrentar esta realidad de la virtualidad, y de ahí que el Presidente le otorgó los RD$234.5 millones de pesos, no solo para comprar y adecuar la plataforma tecnológica, sino también para ponerse al día en los pagos de las licencias y también comprar simuladores para la facultad de ciencias de la salud. Pocos días después de esa visita nuestra a la UASD, el Presidente estuvo allá visitando a la rectora y al Consejo universitario, haciendo formal compromiso de la ayuda. 

Y también el Presidente fue a la UASD por una información que le llegó de una alta deserción que había en las universidades privadas, que fue de 35 a 40 % en la mayoría de las universidades, que yo llamo las que tienen ‘tarifas populares’. Porque debo reconocer que en las universidades que no tienen una tarifa ‘popular’, la deserción ha sido mínima, como es el caso de UNIBE, PUCMM, INTEC, UNPHU, APEC, que ha sido muy baja. Principalmente en INTEC y APEC fue muy baja, de un 5 %, y en UNIBE, un 3 %. Sin embargo, en UTESA, O&M y la Federico Henríquez Carvajal, y otras, fue muy alta”. 

Si pudiéramos globalizar esta suspensión temporal en todo el sistema, entre lo que usted explica de universidades de un nivel un poco más alto, y otras de un nivel un poco más popular, ¿Qué porcentaje podríamos estar hablando de deserción de alumnos?

“El Presidente de la República dispuso un bono estudiantil para los estudiantes que desertaron de las universidades privadas. Cuando hicimos el levantamiento con las universidades a través de dos asociaciones, la Asociación Dominicana de Rectores de Universidades (ADRU) y la Asociación Dominicana de Universidades (ADOU), determinamos que alrededor de 80,000 estudiantes universitarios salieron del sistema, pero la deserción de esos 80,000 no fue solo por razones financieras. Esa fue la principal razón, pero no la única. También estaba el tema de la salud, el temor de irse a la virtualidad y la brecha digital, que es muy grande en este país. 

¿A quienes afecta la brecha digital? A los más pobres. Además, muchos perdieron sus empleos. Entonces, el Presidente nos pidió que conjuntamente con los rectores de las universidades, a través de la ADOU y de la ADRU, hiciéramos el levantamiento. Nos auxiliamos de la Tesorería, de Prosoli (Progresando con Solidaria), e hicimos los cruces de la lista de los estudiantes que desertaron de las universidades y determínanos que 33,000 estudiantes habían abandonado porque estaban en un estado de vulnerabilidad. Entonces, en esos 33,000 enfocamos nuestro esfuerzo para atraerlos de nuevo al sistema y ahí hubo un anuncio que se hizo en el Palacio Nacional con el Presidente de la República, la Vicepresidenta, los directivos de ADOU, la ADRU y el Ministerio de Educación Superior, Ciencias y Tecnología. Una parte considerable de esos 33,000 se han reincorporado a través de un trabajo de contacto que se ha hecho y que han realizado fundamentalmente las universidades privadas, porque fue dirigido a las universidades privadas que han sido fundamentalmente afectadas. Porque un 35 a un 40 % de su matricula han desertado, sin contar los de nuevo ingreso, que ahí ha sido peor: de cada 100, 70 estudiantes no se inscribió”. 

En el caso de la UASD, ¿Cuál es la situación?

“No fue tan agresiva la situación, porque como usted sabe, la UASD tiene un cobro de matricula muy baja. Las deserciones que han habido se deben a la brecha digital o a otras razones, pero no por razones financieras, porque lo que cobra la UASD es simbólico y más con la ayuda que le dio el Presidente a la universidad… El Presidente le pidió a la rectora que diera un plazo mayor para que muchos de los estudiantes que no se habían inscrito pudieran hacerlo, y eso logró que la deserción en la UASD fuera menor que en otras universidades que tienen tarifas populares”.

Ayuda a las universidades 

Ministro, ¿Cómo el MESCYT va a apoyar a algunas de esas universidades que no tienen las posibilidades de ayudar a sus estudiantes con dispositivos, ya sean computadores y el internet?

“Esa es una preocupación, no solo para la educación superior, sino que para toda la educación: la inicial, intermedia y la técnica. Es evidente que hay una brecha digital y esa brecha no solo tiene que ver con la conectividad. El gobierno está ampliando esa brecha por su propio medio, están buscando la manera de ampliarla. Todas las universidades han firmado acuerdos con Claro, con Altice y con Viva, y el gobierno anunció que va a licitar la red 5G para ampliar la cobertura. Cuestión de que la conectividad llegue a todo el país. Es evidente que todo el mundo no puede tener una laptop, una tablet o un teléfono inteligente. Para poner un ejemplo: la UASD está otorgando una ayuda de 9,000 pesos durante tres meses para los profesores para que puedan adquirir una laptop y el gobierno está dando ayuda, a través del MINERD y a través del MESCYT, para estudiantes”. 

¿Hay algún programa del MESCYT para seguir capacitando a los profesores en tecnología, ya que todo es más virtual?

“Dos puntos: porque está lo que se llama educación virtual en entornos de aprendizaje (ELEVA). Tenemos ahora mismo un grupo de becas con una universidad de México que la vamos a distribuir entre las universidades del país. Firmamos 300 cupos para diplomados en educación virtual, en entornos virtuales para el aprendizaje con la universidad UAPA, que lo va a pagar el MESCYT. UAPA es una universidad que está en Santiago, su sede principal, que tiene una gran experiencia en educación a distancia. Ellos son pioneros en el país. Esas becas se van a distribuir entre todas las universidades. 

Para que tengas una idea, el sistema universitario tiene hoy cerca de 13,000 profesores. Solo la UASD tiene unos 3,500 profesores. Es decir, estamos hablando de 13,000 profesores del sistema de educación superior, una gran mayoría de ellos están preparados, que ya fueron formados. En mi gestión, cuando fui rector de la UASD, formamos unos 300 profesores en Educación Virtual.

Ahora con la pandemia, además de que las universidades venían de una manera muy suave formando y dando cursos a sus profesores, pero no de una manera acelerada, a partir de marzo hubo una aceleración en la formación de profesores para la educación virtual. Tanto la UASD como las universidades privadas han venido dando cursos intensivos. 

Esa gente que le hemos dado cursos intensivos, que se les ha enseñado lo básico para que puedan arrancar, ahora hay que profundizar en su formación. Nosotros ahora con UAPA vamos a tratar, de aquí a diciembre, de formar otros 1,000 profesores. Comenzamos en octubre con 300 y nosotros vamos a cubrir todo. Los cupos los vamos a distribuir según la cantidad de profesores que tenga cada universidad. Y las becas internacionales que hemos conseguido, como la que le señalé con la universidad mexicana, también vamos a distribuirla de manera equitativa entre todas las universidades. Esa es totalmente gratuita que nos la están ofreciendo y es en línea.

Ahí tenemos también la biblioteca virtual, que hemos acabado de contratar y que nos va a costar US$800,000 dólares, con lo que van a quedar enlazadas todas las universidades para el año que viene. Todas las universidades del país van a tener acceso a esa biblioteca en varios idiomas: español, inglés, francés, portugués, con más de un millón de documentos, libros y revistas especializadas. Algunas universidades la tienen, pero lo que nosotros estamos haciendo es horizontalizando esto para que todos los estudiantes matriculados puedan tener acceso”.  

Ministro,  ¿Qué mensaje le enviaría a esos alumnos que no pudieron ingresar al sistema y a aquellos que sí lo hicieron?

“Primero, que deben fortalecer su voluntad en creer en la educación como camino que les va a llevar a la liberación, porque la educación y el conocimiento es un bien intangible. Es el camino para lograr el bienestar social con inclusión social. También le diría a esos jóvenes que a pesar de estos retos que nos trae la pandemia, no deben desmayar su esfuerzo en seguir preparándose y superándose. Entender que deben enfrentar los retos que la vida les presente para lograr el desarrollo, el progreso del país, de ellos y de su familia.

En segundo lugar, tener fe en el país y en el presidente Luis Abinader, que va a hacer todo lo posible para que este país cambie, porque tiene una visión de país. De un país que debe ser más igualitario, donde los dominicanos tengas más oportunidades y no hay otra manera de lograrlo que no sea a través de la educación. Si logramos eso, vamos a lograr lo que muchos países han logrado, como lo ha hecho Taiwán”.

El FONDOCYT 

Ministro, ¿Cuál es la situación de las universidades que están en la provincias? ¿Están preparadas para la virtualidad?

“Sí, están preparadas.Yo he visitado, hasta el 22 de octubre, el 80 % de las 52 universidades que hay en el país. Ya me quedan muy pocas por visitar. Por primera vez, un ministro visita las universidades del país. Antes, no habían visitado una sola universidad. Habían ido a graduaciones, pero ir allá a visitarla, a hablar con ellos, a conversar, a conocer sus problemas, a desarrollar proyectos, eso nadie lo había hecho, según un testimonio de las mismas universidades. Esas visitas nos han permitido, no solo escuchar, sino conocer lo que están haciendo; las investigaciones que están haciendo, con fondos muchos de ellos del MESCYT, lo que se llama FONDOCYT. Esos son los fondos que el MESCYT pone a disposición de las universidades que presentan proyectos de investigación, para apoyar la investigación en las universidades, porque una universidad que no investiga no es una universidad. Por eso, además de nosotros seguir apoyando los FONDOCYT, vamos a apoyar el desarrollo de programas doctorales. Estamos proponiéndoles desarrollar programas doctorales aquí en el país 100 % cubierto por el MESCYT, en alianza entre universidades nacionales con universidades extranjeras para desarrollar y promover la investigación. ¿Qué resultará de todo esto? Que si nosotros apoyamos un programa doctoral donde hay 20 participantes, eso va a dar como resultado 20 proyectos de investigación o 20 investigaciones. Y eso va a tener un impacto en término científico, en término de desarrollo de conocimiento para la República Dominicana, y vamos a tener 20 nuevos doctores que van a contribuir como masa critica a elevar el nivel de investigación en la República Dominicana, porque un doctor es un investigador en potencia.

Por ejemplo, anunciamos con la universidad APEC un doctorado en Negocio Internacional y Tecnología, en alianza con la Universidad de Jerusalén, que es una de las universidades más prestigiosas del mundo.

Nosotros, humildemente desde el Ministerio de Educación Superior, vamos a apoyar la investigación, pero invirtiendo. No vamos a invertir millones y millones de dólares, pero para este año tenemos previsto invertir en el FONDOCYT unos RD$338 millones de pesos.

Entonces, tenemos previsto desarrollar planes, porque no solo vamos a formar doctores por formarlos: vamos también a tratar de colocarlos en esos proyectos de los FONDOCYT, porque un doctor es un investigador. Esa es la ventaja que tiene. Porque ya él pasó la prueba, su tesis doctoral, es un documento original. Una investigación original. Es algo que tiene una importancia para el país y para el mundo, y uno de nuestros propósitos es cuando contribuyamos a formar esa masa critica es que esa masa critica esté dedicada a la investigación en el país. 

Yo espero que para el año que viene tengamos una cantidad extraordinaria de programas doctorales formándose en el país, cuestión de que dentro de cuatro años comiencen a fluir los doctores de esos programas”. 

BECAS INTERNACIONALES 

¿Qué va a pasar con las becas internacionales en este contexto de pandemia?

“Con relación a las becas internacionales, es importante destacar que no vamos a parar las becas, pero ahora vamos a invertir aquí. Ahora, no vamos a parar las becas, siempre vamos a enviar fuera lo que no podemos formar aquí, debido a que no tenemos la tecnología o no tenemos las capacidades en determinadas áreas que son muy especializadas, entonces sí vamos a mandar a formar doctores fuera o maestrantes”. 

¿Cuántos piensan enviar de aquí a fin de año y el 2021?

“Nosotros, en octubre, debimos haber hecho el llamado, pero no se hizo por la pandemia. Los que están actualmente son los que estaban desarrollando programas de atrás. Nosotros invertimos para este año 2020 unos RD$253 millones de pesos en becas internacionales. Claro, no hicimos el llamado, porque esto se hace en octubre 2020 y es para el año que viene, porque no hay condiciones, porque la pandemia impide que se viaje. No es que hemos parado las becas. Algunas se otorgan, pero hay que pagar la universidad, hay que pagar la manutención y hay que tenerles un seguro médico para que ninguno tenga un problema mientras están allá. Ahora queremos redireccionar o redirigir esos fondos. Es un plan que estamos trabajando para desarrollar programas doctorales aquí con universidades nacionales, en alianza con universidades extranjeras. Esos jóvenes que íbamos a mandar lo podrán hacer aquí. Va a ser mucho más económica la inversión y podremos ampliar la cobertura. Y, además, vamos a lograr que todos los estudiantes se van a quedar aquí en el país, porque están estudiando aquí, pues muchos a veces se quedan fuera y no vuelven…”.  

Usted dijo que este nivel de becas sería ampliado en algunas carreras en especifico. ¿Cuáles serían esas carreras?

“No vamos a discriminar ningún área del conocimiento, pero hay áreas que vamos a enviar a personas que, por razones de apoyo logístico, no puedan estudiar aquí, como por ejemplo, medicina. En determinadas áreas de la medicina que nosotros no tenemos en el país, por la tecnología para formar esas altas especialidades, como es la neurocirugía, en física, entre otras… Entonces, tenemos que mandarlos necesariamente al extranjero. Nosotros estamos formando doctores en Francia, que los envió el MESCYT tras acuerdos con INTEC y la UASD, y allá se están formando doctores en Física. Ese programa se está desarrollando con un grupo de jóvenes ingenieros físicos que se formó en la UASD e INTEC”.  

¿El MESCYT exige a los becados que luego de terminados sus estudios no se queden fuera y vengan a trabajar al país?

“Sí, eso está establecido en el contrato que tienen que venir. Muchos se quedan porque no tenemos… (Piensa). Hay que reconocer que hay una debilidad en ese contrato. Nosotros ya lo hemos pensado.

Se supone que todo el que se va a estudiar fuera debe venir al país a aportar con sus conocimientos, si no lo hace, yo creo que hay que establecer un régimen de consecuencias. Para poner un ejemplo: invertimos 40,000 euros en una beca que te dimos, te formaste y te quedaste. Si te quedaste, tienes que reembolsar ese dinero. Te lo podemos convertir en un préstamo. Tienes que tener un garante que pueda garantizar que tú vas a volver, porque nosotros no podemos invertir dinero público para que tú te formes y entonces te quedes fuera del país”.