Esa es la repuesta que buscan los investigadores de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), de la Universidad de Puerto Rico y de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, de Cuba. Esta investigación es dirigida por la Universidad de Berkeley, en California, y financiada por el gobierno de Estados Unidos.
EL ALZHEIMER AFECTA A HOY A 5.8 MILLONES DE PERSONAS EN ESTADOS UNIDOS Y 44 MILLONES EN EL RESTO DEL MUNDO, Y SE ESPERA QUE LAS CIFRAS SE DU- PLIQUEN PARA EL AÑO 2040, SE- GÚN DATOS DEL DEPARTAMENTO DE SALUD PÚBLICA DE BERKELEY, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS.
A Norteamérica les preocupa que una alta tasa de inmigrantes dominicanos, puertorriqueños y cubanos padecen de Alzheimer,
por lo que decidieron investigar los aspectos comunes que podrían causar esta enfermedad entre los caribeños.
“En Estados Unidos, los estudios de la prevalencia de Alzheimer aparece que los hispanos tienen un predominio bastante más alto que otros no hispanos en Estados Unidos y no se sabe por qué”, explica el
Dr. William Dow, quien encabeza la investigación por la Universidad de Berkeley, California, y que fue entrevistado por revista CONTACTO en la UNPHU.
La incidencia de Alzheimer es más o menos la misma en las tres islas, es decir, de 21 a 24 casos por cada 1,000 personas, según explica la Dra. Daysi Acosta, directora del Banco Nacional de Cerebros de la UNPHU, también entrevistada por revista CONTACTO.
“República Dominicana, Puerto Rico y Cuba tienen la prevalencia más alta de demencia. Entonces, de ahí es que el doctor Dow hace una propuesta al NIH (Instituto Nacional de Salud) de Estados Unidos para explorar por qué está pasando eso; cómo se comparan los determinantes de demencia en estas tres islas, con los caribeños de estas tres islas que viven en Estados Unidos”, sostiene la Dra. Acosta.
Actualmente, en Estados Unidos viven alrededor de dos millones de dominicanos, dos millones de cubanos y unos cinco millones de puertorriqueños. Y aunque el gobierno norteamericano está interesado en saber lo que sucede con los cubanos, estos últimos están financiando por su cuenta su parte de la investigación.
“El gobierno de Estados Unidos quiere saber si hay algo aquí de lo que se puede aprender; cuáles son los determinantes no genéticos, sociales y si hay algo que se puede hacer diferente allá que pueda bajar la tasa de demencia, o más bien si se va a poner peor allá… También para prevenir la prevalencia, las causas de la demencia y también lo que pasa a la familia y los costos para el sistema de salud de la demencia”, indica el Dr. Dow.
Por su parte, la directora del Banco Nacional de Cerebros de la UNPHU dice que “el Caribees rico en investigación, porque aunque compartimos muchas cosas culturales, los sistemas políticos y socioeconómicos son totalmente diferentes. Entonces, ¿cómo eso influye a que una persona aquí desarrolle una demencia?; ¿Qué tienen que ver los niveles socio- económicos?; ¿o la educación?, por ejemplo, que en Cuba es tan alta y aquí tan baja. La alimentación, la esperanza de vida, son muchos los factores diferentes y lo que Estados Unidos quiere es comparar lo que pasa aquí y ver cómo se puede traspasar o quitar algunos factores que se ven en los latinos caribeños que viven allá”.
Esta investigación va a tener un alcance de 1,500 personas en cada uno de los países donde se está realizando el estudio. “El costo de este estudio es de millones de dólares, porque es importante hacer estudios longitudinales y eso es lo que han hecho aquí hasta ahora. Y seguir a esas personas por varios años y poder ver cómo cambia este problema”, revela el Dr. Dow.
De su lado, el Dr. Luis Llibre, investigador cubano que participa en este estudio, asegura que los resultados del estudio no van a estar relacionados solo con la demencia, sino que van a estar relacionados con otras enfermedades crónicas que afectan a las personas mayores.
“Esta investigación va a permitir conocer personas con diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares; cuáles son los ancianos frágiles que tienen más riesgo de hospitalización; cuáles son las personas dependientes.
La importancia de este tipo de investigaciones es que alerta a los servicios de salud de la necesidad de desarrollar servicios, de hacer cosas en favor de esas personas mayores”, explica Llibre. Para la investigadora puertorriqueña Ivonne Jiménez Velázquez, entrevistada por revista CONTACTO, la demencia se caracteriza por problemas cognoscitivos a distintos niveles.
“La mayoría de los pacientes presentan primero problemas de memoria, otros presentan alucinaciones, pueden tener convulsiones, depende del tipo de demencia que tengan. Los cambios suelen ser graduales, empiezan poco a poco y van progresando lentamente”.
Explica que a veces es difícil hacer un diagnostico temprano, porque son cambios muy sutiles que el familiar apenas se va dando cuenta.
“Es importante que no lo traten de explicar como cambios normales de la edad, sino que busquen evaluación adecuada de su médico primario, de un neurólogo, para entonces poder lograr un diagnostico temprano”, sugiere Jiménez Velázquez.
La investigadora dice que al principio los síntomas suelen parecer como las personas con déficit de atención, ya que son un poco despistadas. “Pero hay personas que no les pasaba eso antes y hay que distinguir la frecuencia con que pasa”, afirma la investigadora puertorriqueña.
El investigador cubano Juan Llibre sugiere modificar su estilo de vida, “disminuir de peso, hacer ejercicio de forma periódica, hacer una dieta lo más saludable posible y disminuir el consumo de grasa”.
El facultativo indica que si la persona es hipertensa debe tratarse adecuadamente la presión arterial, tomársela periódicamente y si es diabético tomar sus medicamentos y tener un control adecuado de la glicemia.
“Si la persona tiene un colesterol alto, hay que tratarse adecuadamente el colesterol. Si fuma, tratar de abandonar el hábito de fumar. Hay factores que la persona puede modificar y hacer que las posibilidades de demencia disminuyan”, asegura Llibre, investigador principal de Cuba.
De la misma forma, señala que otro efecto importante es la educación, ya que se ha demostrado que alcanzar mayores niveles de educación es un factor protector de las demencias.
“Si las personas cuando llegan a determinada edad mantienen un entrenamiento cognitivo, visitan a sus amistades, ejercitan su mente, se reducen las posibilidades de padecer demencia”.
De su lado, la doctora Ivonne Jiménez Velázquez señala que existe una correlación de un aumento en la prevalencia de demencia en los pacientes diabéticos. “Tiene que ver con los niveles de insulina en el cerebro, exceso de azúcar y el daño que hace en las neuronas. Se está haciendo hincapié en que es necesario mantener la diabetes controlada del mismo modo que la hipertensión, porque sí se ha demostrado que pacientes que están controlados, aunque sean pacientes hipertensos de toda la vida, la incidencia de esta enfermedad es menor”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011