El Banco Central de República Dominicana (BCRD) espera que a partir de junio se inicie un proceso de desaceleración de la inflación interanual que la ubicaría nuevamente dentro del rango meta de
4 % ± 1 % en el horizonte de política establecido, según un artículo publicado por la entidad en su espacio Página Abierta, con el objetivo de hacer algunas puntualizaciones sobre la dinámica reciente de la inflación en el contexto internacional y doméstico.
Tal como se establece en la literatura económica, un aumento de la inflación por encima del nivel promedio asociado a los fundamentos macroeconómicos de cada economía tiende a estar asociado a choques de oferta y/o de demanda agregada. Ante la situación epidemiológica del Covid-19, se produjo una contracción de la oferta agregada mundial por la interrupción de los procesos productivos debido al cierre temporal de actividades no esenciales y la implementación de medidas de confinamiento de manera sincronizada a nivel global.
Simultáneamente, a nivel internacional se produjo una disminución en el ingreso de los hogares por la suspensión de trabajadores formales y restricciones que limitaban a los ocupados por cuenta propia de salir a desempeñar sus labores y generar ingresos a raíz de la crisis sanitaria. Esta merma en el poder adquisitivo de los hogares fue compensada parcialmente con paquetes de asistencia y subsidios directos por parte de los gobiernos, incluyendo el de la República Dominicana, lo que a su vez aumentó los resultados fiscales deficitarios a nivel mundial, explica un artículo publicado por el Banco Central en su espacio Página Abierta.
Los bancos centrales implementaron una política generalizada de estímulos monetarios garantizando la disponibilidad de financiamiento a menores tasas de interés tanto para las empresas como para los hogares. En el caso dominicano, se puso a la disposición de dichos sectores más de RD$215,000 millones de pesos (aproximadamente 5.0 % del PIB), uno de los paquetes de estímulo más grandes en términos relativos con relación a economías similares en tamaño a la dominicana.
La combinación de políticas monetarias y fiscales expansivas a nivel mundial contribuyó a que el impacto de la crisis no fuese mayor, mitigando la caída de la actividad económica que sin lugar a dudas hubiese sido mucho más severa. Sin embargo, la pandemia del Covid-19 elevó los niveles de incertidumbre por lo que los agentes económicos aumentaron la demanda de activos de refugio, como es el caso del oro, así como del petróleo y los demás commodities presionando al alza el precio de los mismos en un contexto de mayor liquidez y menores tasas de interés.
Cabe precisar, tal y como lo señalara el gobernador Valdez Albizu en el encuentro realizado en el Palacio Nacional el pasado 21 de junio, que la economía dominicana transita por el camino correcto de recuperación y las presiones inflacionarias recientes no obedecen a razones monetarias o fiscales, sino que tienen un origen externo, además de tener un carácter transitorio. Por lo tanto, se espera que a partir de este mismo mes de junio se inicie un proceso de desaceleración de la inflación interanual, que la ubicaría nuevamente dentro del rango meta de 4 % ± 1 % en el horizonte de política establecido por el Banco Central.
Precios internacionales de los commodities y fletes
El repunte que ha exhibido la inflación a nivel global en los últimos meses responde en gran medida, precisamente, a los aumentos en los precios de las materias primas o commodities, como los granos, cereales, oleaginosas y el petróleo y derivados. Además, como consecuencia de la escasez relativa en la disponibilidad de contenedores por desbalances en el comercio internacional fruto de la pandemia, se ha producido un significativo incremento en el costo de los fletes y seguros marítimos, lo que se ha traducido en presiones inflacionarias adicionales.
En este sentido, cabe precisar que, al 25 de junio, el precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI) ya se ubica en US$74.05/barril, aumentando un 91.2 % en términos interanuales, es decir, en los últimos 12 meses. Este valor es significativamente superior al estipulado en el Presupuesto General del Estado 2021 de US$45.5/barril, para una diferencia absoluta de US$28.55.
En adición, en el mercado internacional los principales productos agrícolas incrementaron su precio sustancialmente de mayo 2020 a mayo 2021, particularmente el trigo (27.4 %), soya (82.0 %), sorgo (109.9 %), maíz (101.6 %), entre otros. Dado que estos insumos se utilizan de forma intensiva en la cadena de producción del sector agropecuario e industrial, se ha generado a su vez un alza en los productos agrícolas y manufacturados locales, además de los combustibles para consumo intermedio y final.
En cuanto a los fletes marítimos, los costos promedio se han disparado respecto a los vigentes a mediados del año pasado alcanzando máximos históricos. Este comportamiento se refleja en la trayectoria evidenciada por los índices de costos de referencia del mercado que evalúan las principales rutas de comercio entre el oriente y el occidente, tales como el índice mundial de contenedores estimado por la consultora Drewry (Drewry’s World Container Index), y el índice de carga en contenedores de Shanghai (Shanghai Containerized Freight Index).
En términos globales, el índice compuesto de Drewry muestra, a finales de junio de 2021, un incremento interanual de 370 %. Este escenario es corroborado por el “Shanghai Containerized Freight Index”, cuyo índice compuesto resultó superior en aproximadamente 280 % en el mismo período, siendo las rutas hacia África y América Latina las que han experimentado las alzas más notorias.
Más aún, las presiones al alza en los precios han afectado a los bienes que se encuentran fuera de la canasta de consumo de los hogares utilizada para fines de las estimaciones del índice de precios al consumidor. En ese tenor, los precios de los bienes raíces han aumentado de forma considerable, principalmente en las economías desarrolladas, así como los insumos utilizados para la construcción (acero, madera, etc.).
Inflación doméstica
En el caso dominicano, al igual que en otros países, la inflación interanual o anualizada se ha visto afectada por un efecto estadístico de la base de comparación en los últimos meses, como ha sido explicado en varias ocasiones el gobernador del Banco Central. Este efecto tiene su origen en las variaciones negativas experimentadas por el IPC en el año 2020 en los meses de febrero (-0.13 %), marzo (-0.52 %), abril (-0.82 %) y mayo (-0.11 %), lo que implica un sesgo transitorio al alza al hacer las comparaciones correspondientes con las variaciones positivas verificadas en el IPC en este año. Durante el período enero-mayo de 2021, la inflación acumulada fue de 3.36 %. Al último mes de este período, la inflación interanual de la serie empalmada oficial se ubica en 10.48 %.
Una buena noticia es que ya el pico o valor máximo de la inflación anualizada fue alcanzado en mayo de 2021 y, a partir de este mes de junio, se espera que la inflación interanual comience un proceso de desaceleración, convergiendo gradualmente al rango meta de 4.0 % ± 1.0 % en el horizonte de política, conforme los modelos de pronósticos del Banco Central.
En ese sentido, tomando en consideración la transitoriedad del choque en la inflación, que además incluye un alto componente importado, no resultaría procedente ni necesaria en los actuales momentos una reacción de política monetaria restrictiva que pudiera tener efectos adversos sobre el proceso de recuperación económica.
Cabe resaltar también que las expectativas de los agentes económicos se mantienen debidamente ancladas a la meta de inflación del Banco Central. Es decir, esperan que la variación del índice de precios al consumidor (IPC) se ubicaría en torno al valor central del rango de 4 % ± 1 % en el horizonte de política.
Asimismo, otro elemento positivo es que a partir de mayo se ha observado una reducción en los precios internacionales de bienes agrícolas que contribuiría a la moderación de presiones inflacionarias en los próximos meses. A tal efecto, actualmente, se destacan las caídas en los precios del trigo (-8.8 %), la soya
(-11.6 %) y el maíz (-10.1 %), con respecto a los niveles de principios de mayo de 2021.
Conclusión
El panorama previamente descrito engloba determinantes importantes de la dinámica inflacionaria. Como se puede observar en los casos reseñados, el consenso de los analistas es que el repunte en la inflación, influenciado principalmente por el alza en los costos de las materias primas y del transporte de carga marítimo, así como las perturbaciones en las cadenas de producción, es de carácter transitorio y tenderá a disiparse.
En cuanto a República Dominicana, las expectativas de inflación de los agentes económicos se mantienen debidamente ancladas, por lo que se prevé que la inflación interanual inicie un proceso de convergencia al rango meta establecido de 4.0 % ± 1.0 % en el horizonte de política a partir de este mes de junio. Esta apreciación de que la inflación convergerá al rango meta en el futuro cercano fue destacada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el comunicado de prensa al finalizar su visita para los fines del Artículo IV.
En el ámbito doméstico, la iniciativa puesta en marcha por el Gobierno Dominicano resulta atinada para mitigar los efectos inflacionarios sobre la canasta básica que afecta directamente a los hogares dominicanos. Asimismo, el Banco Central se mantiene monitoreando el entorno internacional y doméstico para continuar reaccionando ante factores que puedan poner en riesgo la estabilidad macroeconómica.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011