Uno de los momentos más emocionantes que la mayoría tenemos es aquel en el que finalmente, y luego de mucho esfuerzo, vamos a comprar ese auto nuevo, ese que tuvimos en nuestra mente durante tanto tiempo y por el que nos planificamos durante años para poder alcanzarlo. Definitivamente, es una emoción sin igual ser el primero en retirar las cubiertas plásticas protectoras y empezar a disfrutar de ese particular “olor a nuevo” que quisiéramos que perdure toda la vida.
No obstante, existen varios elementos que nos hacen crear y madurar la idea de lo que perseguimos en nuestro auto nuevo, los cuales en nuestro país no siempre van atados a nuestra necesidad puntual de movilidad, sino a lo que nos hace sentir bien.
Cabe destacar que esta no es una particularidad de nuestro país. En esencia, en prácticamente todas las latitudes del mundo hay un enorme conflicto entre tres grandes fuerzas que son: lo que queremos, lo que necesitamos y lo que podemos comprar, todas estas con un peso importantísimo que hace que debamos de girar nuestra decisión de compra en torno a esta mezcla de elementos.
Si miramos el comportamiento de Latinoamérica, vemos que acorde a varias entidades de investigación de mercado (en donde destaca GFK, la entidad más grande de investigación de mercados en Alemania), la mayor parte del público en esta región prioriza la Seguridad en el vehículo que adquiera como principal factor; seguido de la Confiabilidad; y, aunque parezca increíble, la Economía de combustible como tercer factor, elementos que no distan mucho del comportamiento que a nivel mundial se tiene de lo que en sentido general persiguen los consumidores.
Menciono lo increíble de que el elemento de Economía de combustible se encuentre en tercer lugar, ya que la priorización de los fabricantes de vehículos de hoy día tiene un enfoque más de Eficiencia de Combustible y/o Autonomía (para vehículos eléctricos), que de los dos primeros elementos no menos importantes citados de manera previa.
Cuando miramos el tema de manera puntual en nuestro país, definitivamente, y por nuestra cultura, no necesariamente nos enfocamos en los elementos que citamos de manera previa, lo que nos hace una sociedad muy particular. En nuestro caso, el factor Apariencia juega uno de los papeles más importantes al momento de tomar una decisión. En sentido general, nos importa más que sea “bonito y vistoso”, que profundizar en las cualidades de confiabilidad y de seguridad que nos ofrezca.
Otro elemento que se suscita en nuestro país es la Tendencia, es decir, si vemos que cierta cantidad de personas influyentes en la sociedad están adquiriendo una marca o modelo en específico. O sea, queremos perseguir esa misma tendencia. Si vemos que nuestro jefe tiene un Mercedes Benz, queremos que al momento de poder tener cierta posición o ingresos, tener el mismo vehículo, lo cual demuestra en ocasiones ciertas carencias en personalidad y falta de interés en mirar y evaluar todas las alternativas que el portafolio de un mercado automotriz, tan diverso como el nuestro, puede ofrecernos en aras de suplir nuestras necesidades, reflejando nuestra particular cultura.
Finalmente, el mensaje que quiero dejar es que seamos más críticos al momento de tomar la decisión de adquirir un auto nuevo. Dediquemos espacio a la investigación, a leer reviews y experiencias de otros consumidores. Miremos nuestras necesidades puntuales personales y familiares, tales como cantidad de integrantes, lugares que frecuentamos (para conocer si necesitamos una SUV o no). No dejemos de lado la calidad y confiabilidad que garantice nuestra tranquilidad, y mucho menos la seguridad.
Hay una enorme cantidad de opciones esperándonos que no solo ofrecen una pantalla de multimedia bonita, sino que también pueden llevarnos a la perfecta combinación de lo que queremos, lo que necesitamos y lo que nuestros ingresos puedan mantener adecuadamente, sin que eso pueda sesgar nuestros gatos fijos.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011
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