Si algo hemos aprendido en los últimos años, es que la creación de resiliencia cibernética requiere más allá que capacidades técnicas, sino que también demanda fortalecer la capacidad legal, de gestión y de políticas públicas y gubernamentales de un país para proteger contra la actividad cibernética maliciosa.
Los Estados han respaldado un conjunto de principios de creación de capacidad en las Naciones Unidas. Centrándose en el proceso, las asociaciones y las personas, los principios que reconocen la necesidad de una mayor cooperación y esfuerzo entre todas las partes.
La creación de capacidad cibernética nacional mejora la capacidad de un país para detectar, investigar y responder a las amenazas. Por lo tanto, apoyar la creación de capacidad cibernética es esencial para crear un ciberespacio que funcione para todos.
Esto requiere que todas las partes interesadas, y los actores claves del país, jueguen en equipo para alinear las distintas iniciativas en cada una de las ramas de la ciberseguridad y, con esto, lograr el mejor de los resultados.
Desde el 2020, el país ha venido avanzando y sentando las bases para armonizar un ecosistema de colaboración cibernética que propicie el desarrollo de estas capacidades, tanto en el sector público como en el sector privado.
Durante los últimos años, se han desarrollado desde el sector público, y con apoyo de organismos internacionales, varios programas de formación para los responsables de la seguridad de la información de las instituciones gubernamentales, principalmente orientados en la gestión de riesgos y en el desarrollo de políticas, y establecimiento de controles para proteger las organizaciones.
Pero no solo en el sector público se ha reconocido la importancia de fortalecer estas capacidades, el sector académico ha identificado también la necesidad de suplir la alta demandada de profesionales de la ciberseguridad que tengan las competencias necesarias para hacer frente a las amenazas emergentes que atentan, no solo a las empresas, sino que también colocan en riesgo a las económicas nacionales.
Es por esto que se han desarrollo planes formativos y ofertas académicas en ciberseguridad por las principales casas de estudio superior en el país. La Universidad del Caribe (UNICARIBE), por ejemplo, tiene una oferta académica que abarca las distintas áreas a fortalecer, tanto en programa de grado como de maestría, así como ha creado el Centro de Excelencia de Investigación y Desarrollo en Ciberseguridad, desde donde se fomenta el desarrollo de métodos y técnicas de prevención para la industria, principalmente en apoyo al sector académico. También el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) ofrece ambos tipos de programas formativos.
La República Dominicana como centro regional en creación de capacidades cibernéticas
En el año 2021, el país fue seleccionado por la Unión Europea para alojar el Centro de Ciber-Capacidades para Latinoamérica y el Caribe (LAC4), a través del proyector EU Cybernet. Esto impulsa al país como referente regional para el desarrollo de la ciberseguridad.
En el contexto de la ciberseguridad, los países de América Latina y el Caribe son socios importantes para la UE por su ambición de digitalizar sus sociedades y lograr una mejor preparación para contrarrestar los ciber incidentes, así como por la existencia de valores compartidos entre ambas regiones.
Hasta la fecha, se han realizado varios entrenamientos con el respaldo de expertos internacionales, así como también, se han llevado a cabo ejercicios de simulación de crisis, involucrando a los tomadores de decisiones al mas alto nivel ejecutivo.
Queda aun mucho por realizar y desarrollar y, sin dudas, el país lleva el mejor de los ritmos para liderar la región en materia de capacidades en ciberseguridad.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011
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