Desde el 2018, República Dominicana cuenta con una Estrategia Nacional de Ciberseguridad, que en su primera versión, abordó los objetivos específicos a lograr en el periodo 2018-2021. Una gran parte de estos lograron ser ejecutados, dando como resultado, que el país avanzara desde la posición No. 92 hasta la 66, de un total 185 países en el ranking mundial de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), en su reporte 2020, y colocándose en la poisición No. 6 en la región de Latinoamérica y el Caribe, en un total de 35 países.
Aun así, este tiempo no es suficiente para alcanzar todos los objetivos establecidos, y es por esto que en el mes de julio 2022, la República Dominicana estableció una nueva versión de la ENCS, ahora hasta el 2030, alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 ,y la Agenda Digital 2030.
Durante los últimos años, la ciberseguridad se ha convertido en una prioridad no solo para las organizaciones, sino también en tema de agenda en los gobiernos y Estados, debido al reconocimiento de que el ciberesopacio ya no es un mundo paralelo, sino un mundo que forma parte integral a nuestra realidad.
Estados han librado guerras puramente cibernéticas, y grupos de cibercriminales han logrado poner de rodillas a países desde la comodidad de un “click”, como ha sido de conocimiento casos como el de Costa Rica, Ecuador, Chile o Perú. Estos ejemplos ameritan necesariamente actualizar los marcos estratégicos y, sobre todo, fortalecer las capacidades preventivas y de respuesta, o como se dice en buen dominicano: “nos están picado cerca”.
Esta realidad ha motivado a la actualización de las políticas de seguridad cibernética de las naciones, colocándolo como prioridad en organismos como las Naciones Unidades y su Consejo de Seguridad. A través de estos espacios de alto nivel estratégico, se busca establecer normas comunes y globales que promuevan el uso responsable de las Tecnologías de Información por parte de los Estados miembros.
Aterrizando en este nuevo documento estratégico de la República Dominicana, la ENCS 2030 incluyó la ciberdiplomacia como componente transversal, considerándolo como fundamental para ofrecer respuestas internacionales efectivas a las ciberamenazas, y promover que los Estados también participen de esta para desarrollar las normas que rigen estas colaboraciones multilaterales. Esta, incluye, a su vez, los principios rectores a través de los cuales el país se compromete en crear una base sólida basada, principalmente, en la colaboración, en la protección, en la confianza y, sobre todo, en la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos en el ciberespacio.
Así también, la definición de seis objetivos estrategicos:
Fortalecimiento de la Capacidad Institucional: el cual busca fortalecer las capacidades de las organizaciones para mejorar la prevención, detección, respuesta y recuperación en materia de ciberseguridad.
Protección y Resiliencia de Infraestructuras: para asegurar el continuo funcionamiento de las infraestructuras críticas nacionales y las infraestructuras de tecnologías de la información (TI) del Estado.
Educación y Cultura: como hemos visto en artículos anteriores: educar, educar y educar son la base para lograr la resiliencia colectiva.
Alianzas Públicas y Privadas, Nacionales e Internacionales: a través del establecimiento de alianzas nacionales e internacionales entre los sectores público y privado, sociedad civil y organismos e instituciones internacionales, se facilita la cooperación técnica y operativa, así como la generación de mecanismos que permiten una mejor articulación de las políticas exteriores relacionadas con la ciberseguridad.
Investigación y Desarrollo de la Ciberseguridad y su Entorno: siendo más analíticos a través de la investigación, se fomenta el desarrollo y la innovación de nuevos controles de ciberseguridad que se antepongan a las nuevas técnicas y procedimientos de los ciberatacantes.
Fortalecimiento del Marco Normativo: último, pero no menos importante, busca crear los instrumentos legales habilitadores para la correcta y efectiva implementación de una Estrategia de Ciberseguridad a nivel nacional.
A su vez, incluye y fortalece las Estrategias Complementarias de Ciberdelincuencia y de Ciberdefensa, fundamentales para la prevención, persecución y reacción ante eventos que afecten los intereses de los ciudadanos en general y la soberanía nacional.
Sin duda alguna, el país se da el lujo de contar con un marco estratégico completo y alineado a la tendencia global, quedando como responsabilidad de cada uno de los ciudadanos, dueños de empresas y gobernantes, la ejecución efectiva, para que así, con cada grano de arena, juntos continuemos construyendo un ciberespacio más seguro, confiable y resiliente.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011
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