En la misma medida en que la tecnología va avanzando, se van desarrollando algunos elementos que eran impensables hace unos años, y que solo figuraban en nuestros sueños más remotos. Uno de estos elementos es el de la Conducción Autónoma en los vehículos, lo cual, bajo condiciones apropiadas, propicia descanso al conductor en viajes largos y persigue crear autopistas más seguras.
En esencia, y por definición, la conducción autónoma no es más que dotar a un vehículo con los sistemas electrónicos e informáticos necesarios que permitan imitar las capacidades humanas en cuanto a la conducción, tanto para el manejo como para el control. Esto se lleva a cabo mediante la colocación de una serie de cámaras, sensores y detectores que parametrizan una autopista y evalúan el comportamiento de los demás conductores, manteniéndose dentro de los límites de velocidad pre-determinados, dentro del carril más conveniente y anticipando movimientos riesgosos.
Desde sus inicios, Tesla lideraba el segmento siendo reconocido como el mejor sistema de Conducción Autónoma con su “AutoPilot”. Sin embargo, los dos colosos de Estados Unidos, General Motors y Ford, han realizado grandes esfuerzos en desarrollar y perfeccionar sus sistemas de Conducción Autónoma y, hoy día, acorde a la reputada plataforma de Consumer Reports, los sistemas “Super Cruise” de General Motors, y “Blue Cruise”, de Ford, se destacan como los mejores sistemas disponibles hasta el momento, superando el de Tesla.
Lo cierto es que, las alertas sonoras de conductor distraído o de conductores que cierran los ojos mientras utilizan los sistemas de conducción autónoma, resultan ser prácticamente inviolables en los sistemas de Ford y General Motors, considerando de que hay muchos reportes de que el sistema de Tesla puede ser burlado con solo tapar la cámara interior, aunque ya ha habido varias actualizaciones que han mejorado esta particularidad. No obstante, lo intuitivo de los sistemas de Ford y General Motors, permanecen posicionándolos en los primeros puestos en cuanto a de seguridad.
En lo que respecta a nuestro país, y tomando en cuenta las particularidades de nuestras vías de comunicación en autopistas, muchas sin señalización, sin claridad de carriles por estar gastadas las líneas, evita que estos sistemas inteligentes permitan funcionar de manera adecuada, resultando, en cierta medida, no muy seguros para uso en República Dominicana. Sin embargo, no deja de ser una tendencia cada vez más acentuada en países desarrollados, desvinculando cada vez más a los conductores de sus vehículos, y permitiendo a estos sistemas encargarse del trayecto durante varias horas.
No obstante, si bien es cierto que estos sistemas permiten que podamos recorrer mayores distancias y con menos cansancio, no podemos perder de vista que uno de los elementos que más ha destacado al automóvil desde sus inicios, es que en un momento determinado de su uso, nuestro vehículo llega a convertirse en una extensión de nuestras extremidades, respondiendo de manera directa a los distintos estilos de conducción, estímulos, temperamentos y actitudes, lo cual permite crear ese vínculo de encanto entre auto y conductor, convirtiendo la conducción en algo placentero.
Todo esto nos deja pensar: ¿Qué encanto tendría que nuestro vehículo se conduzca solo?, ¿De qué lo diferenciaría de utilizar el transporte colectivo? Naturalmente, son elementos de los cuales es muy pronto emitir un criterio, sin embargo, no deja de ponernos a pensar cual sería el futuro de esta maravillosa industria como la conocemos hoy día.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011
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