La minería no es una industria común. Tiene sus retos coincidentes con otros sectores productivos, pero el día a día en la industria minera es complejo, y requiere de una continua reinvención operativa y estratégica.
Los retos son muchos. Desde legislaciones que no guardan relación con los avances que la industria ha experimentado en los últimos 20 años, hasta la desinformación continua por un pasivo reputacional histórico fruto de malas prácticas operativas del pasado.
Pero hay un detalle en la minería dominicana que ilusiona, y tiene que ver con ese espacio que crea para generar nuevas oportunidades a cientos de mujeres jóvenes que encuentran en esta industria un empleo bien remunerado, una capacitación técnica que les permite adquirir conocimientos y experiencia profesional. La oportunidad de iniciar un negocio y generar un ingreso que les permita invertir en una carrera universitaria. Un trabajo que les brinda una puerta de escape a una realidad impuesta, que le dice en la cara todos los días que no pueden.
En otros países se ha logrado avanzar en materia de inclusión en la industria extractiva, lo que ha hecho posible cambiar la vida de miles de mujeres sacándolas, incluso, de condiciones de pobreza extrema, gracias a un trabajo colaborativo que ha reorientado la visión de la industria en materia de equidad de género.
Es necesario seguir generando alianzas con organizaciones internacionales, iniciar procesos de auditoría y certificaciones en materia de género, y establecer políticas y planes de trabajo que busquen educar y empoderar a las mujeres en la vida industrial. Aunque faltan muchos cambios estructurales y legislativos, la minería ha avanzado en ese sentido, y justo en este mes de marzo, gracias a una iniciativa de Pueblo Viejo, se anuncia la incorporación de Republica Dominicana dentro del capítulo de Women in Mining, a través de la cual, las industrias afiliadas fomentan la igualdad de género en el sector minero.
La red Women in Mining (WIM) reúne a más de 10,000 personas de más de 100 países, en más de 40 grupos WIM alrededor del mundo, y se ha convertido en un referente importante para el sector minero en el abordaje de temas como promoción laboral, inclusión y diversidad, trabajando de la mano con empresas mineras, instituciones privadas y públicas, gobiernos, y la sociedad civil.
La mirada está puesta en aumentar la representación en todos los niveles de la mujer en la minería, y con ello, lograr que más mujeres encuentren en esta industria nuevas oportunidades laborales que les garanticen independencia financiera, crecimiento profesional, y participación en uno de los sectores productivos más importantes del país.
De eso se trata el empoderamiento femenino: aumentar la participación de las mujeres a todos los niveles en la sociedad, incluyendo el plano económico.
En palabras de Sanda Ojiambo, CEO del Pacto Mundial de Naciones Unidas, “la evidencia es clara: cuando las mujeres están empoderadas, todos se benefician”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011