Eco Del Mar: Su lujo es la naturaleza 

Eco del Mar es su creación más grande, y el mayor desafío que ha tenido el italiano Aldo Meroni desde que visitó en 1983 por primera vez la República Dominicana. Diez años después, en 1993, Aldo se radicó definitivamente en el país, y estableció exitosos negocios, como el complejo Los Corales, en Bávaro, y VIP Clinic y la discoteca Seven To Seven, en Santo Domingo. Sin embargo, su vida completa está hoy en el hotel Eco del Mar. “Yo me enamoré de Pedernales… Es el proyecto más grande que he realizado. Desde el 2009 que estoy aquí, y soy muy feliz con mi hotel y mi proyecto, que comenzó desde cero, donde no había nada”.

Los italianos son aventureros y exploradores desde la cuna, si no, pregúntenselo a Cristóbal Colón, genovés de nacimiento…

Y en República Dominicana existe un italiano, un milanés, que visitó por primera vez la Primada de América hace 40 años, y desde ese momento, quedó maravillado con su gente, el clima y el potencial del país…

En 1983, Aldo Meroni, vino por primera vez al Club Med, pero luego, en 1993, decidió instalarse definitivamente a vivir en la República Dominicana, específicamente en Bávaro, cuando creó Los Corales, en El Cortecito. 

“Yo llegué el año 1993 a República Dominicana, pero para quedarme… Antes había venido, la primera vez en 1983, al Club Med. Esa fue la primera vez que vine y me enamoré de este país.

Después, vine en 1990, ahí estuve un par de meses, pero todavía no tenía puesta la mirada en los negocios, solo de turista… Y ya en 1993, se me abre la mirada de los negocios.

Yo vivía en Milán, y lo que más quería era quitarme esos fríos inviernos de la Lombardía. Nunca pensé que iba a ser un cambio tan radical, pensé que iba a hacer algo pequeño, y que viviría allá y acá, pero finalmente me quedé aquí para siempre…

Así creo en 1993 Los Corales, que era un club de playa, con apartamenticos, con villas muy lindas, que los iba a rentar o vender a amigos italianos y dominicanos. Esa era la idea. Fue un proyecto maravilloso, ubicado en Bávaro, en El Cortecito. Pero no pensaba que me iba a quedar. Creía que solo sería para pasar el invierno de Milán y luego volver… Era como un juguete para mí.

Viajé por todo el mundo buscando un lugar para hacer ese proyecto, fui como a 15 países, y al final, me decidí por República Dominicana, porque estaba comenzando el turismo a surgir.

La playa de Bávaro era espectacular… Preciosa. Los Corales fue espectacular, ahí comenzó todo. Tenía unos 60 empleados… Pero después vino el huracán George, en 1998, y algunos daños, pero lo pude reconstruir, y el restaurancito que tenía le cambié el nombre a Huracán Café… (Risas)”, recuerda Aldo Meroni, presidente de Eco del Mar, entrevistado por revista CONTACTO en Pedernales.

Antes de llegar a República Dominicana, Aldo Meroni estudió en Milán ingeniería, y también fue agente de ventas de materiales eléctricos en toda la Lombardía, y como hobbies, tenía un club privado para realizar eventos itinerantes, es decir, “era un organizador de fiestas, de eventos”.

“Yo llegué huérfano al país, mis padres habían muerto. Solo tenía una hija, que vino conmigo a trabajar en Los Corales. Elena tenía sólo 23 años. Ella es una viajera. Ha vivido en muchos países. Y luego, en Santo Domingo, abrí otras dos empresas. La clínica estética VIP Clinic, que ahora cumple 24 años… pero yo después la vendí, pues viajaba mucho. Pero hasta el día de hoy sigue abierta.

Posteriormente, abrí la discoteca Seven To Seven, ahí en el Malecón. Fue una discoteca muy popular a principios del año 2000. Todo el mundo iba ahí. Por años fue la discoteca más famosa y espectacular del país. Fui muy feliz en esa época, con los tres proyectos que tenía: Los Corales, VIP Clinic y la discoteca Seven To Seven”, explica Meroni.  

Incluso, el empresario italiano cuenta que, en 1999, el embajador de Italia en aquellos tiempos, lo nombró Corrispondente Consolare por las provincias de Higüey, Bávaro y Punta Cana por Italia, es decir, en todo el Este del país… “Y también me nombraron primer vicepresidente de la Cámara de Comercio Domínico-Italiana… Y después de dos años, fui presidente por 4 años. Entre 2001 y 2004. Y hoy soy también Corrispondente Consolare, pero por las provincias de Pedernales y Barahona”.

Luego, Meroni recuerda que vendió también la discoteca Seven To Seven, pues su hija partió a Italia. “Yo viajaba mucho. Así es que vendí todos mis negocios, los tres. Y en el 2009 llego a Pedernales, y creo Eco del Mar”.

“Lo que más me gustó de República Dominicana fue el clima, su gente, porque los dominicanos son los napolitanos del Caribe, por la alegría, la música, por su gentileza… Y también vi el potencial que había en el país, principalmente en el turismo. Había muchas oportunidades. Todo se estaba recién comenzando a desarrollar, principalmente, lo que es hoy Punta Cana. Mi satisfacción más grande ha sido haber hecho todo lo que me vino a la cabeza. Nada ha sido fácil, todo se ha realizado con mucho esfuerzo. 

En Bávaro no había nada cuando creé Los Corales. Luego, con la clínica de estética, aquí solo había una en todo el país, así es que era algo totalmente nuevo… Y la discoteca Seven To Seven no existía, no había nada en el Malecón, y lo cambié totalmente. Son experiencias y recuerdos muy bellos. Fueron grandes desafíos, pero el de Eco del Mar ha sido el más grande de todos los desafíos, el reto más grande… Me enamoré de Pedernales y Bahía de las Águilas”.

Aldo Meroni dice que es un soñador. Que ha tratado de realizar muchas cosas, que ha trabajado mucho. “Yo trabajo desde los 18 años, cuando estaba en Olivetti. De los 18 a los 29 años trabajé mucho, porque mi padre murió, y me tuve que encargar de Elena y mi madre. Después de eso, he tenido muchos empleados que fueron mis manos derechas. Desde los 29 a los 43, he gozado mucho la vida. He viajado por todo el mundo. Conozco muchos países, muchas playas, siempre he vivido muy bien. Pero en 1993 cambió mi vida, cuando me vine a vivir a República Dominicana, y cuando creo Los Corales, en Bávaro”.

El comienzo de Eco del Mar

Aldo Meroni dice que se enamoró de Pedernales desde que lo conoció en el año 2009.

“Mi padre siempre me dijo que volara alto, pues él era piloto, estuvo en la Fuerza Aérea de Italia… Ese es su mayor legado en mí. Y eso he hecho en mi vida. Es el proyecto más grande que he hecho. Desde el 2009 que estoy aquí y soy muy feliz con mi hotel y mi proyecto, que comenzó desde cero. Son 14 años de mucho esfuerzo, de mucho dinero invertido… La dificultad de la logística aquí en Pedernales es muy difícil, he tenido que soportar mucho, pero he salido adelante siempre. Aquí estamos en la nada, no hay casi nada, tengo que traer casi todo desde Santo Domingo… He tenido casi que hacer una formación hotelera para tener los recursos humanos adecuados para que podamos dar un buen servicio.

Toda mi vida hoy es Eco del Mar. Mi 100 % de todo. Mi hija Elena y mi mujer, Katherine, también…. Mi equipo es muy importante también para mí”, asegura Meroni.

Meroni recuerda que en 2009 fue por primera vez a Pedernales el día de San Valentín, un 14 de febrero… “Quería pasar un día del amor diferente con mi pareja, entonces, hablé con unos pescadores de la zona, me montaron una carpita en Bahía de las Águilas y estuve todo el día… Tenía mi silla, mi sombrilla, comida, bebidas, mi copa de vino blanco frío, mi bata, todo… Y desde ese día me enamoré de Bahía de las Águilas. Yo no conocía nada aquí, a pesar de que llevaba muchos años en República Dominicana. Y ahí dije: ‘aquí hay que hacer algo, es una emoción única, la brisa, el sol, la playa’”.

El actual Corrispondente Consolare de Italia, por las provincias de Pedernales y Barahona, cuenta que “ya tiene los requisitos en el Ministerio de Turismo, y las licencias medioambientales en el Ministerio de Medio Ambiente. Luego, también los de la alcaldía de Pedernales… Ahora, a mí nunca me interesó hacer algo masivo. No iba a hacer algo muy grande, quería hacer algo exclusivo, pequeño, para un público exclusivo”.

En cuanto a cómo quería construir su hotel, Aldo Meroni siempre lo tuvo muy claro. “Yo no quería cemento, quería hacer algo totalmente ecológico. Natural. Lo más natural posible, y así se creó Eco del Mar. No quería hacer nada similar a Los Corales, en Bávaro. Quería algo totalmente diferente. Quería que la naturaleza estuviera entre medio de los clientes, de los turistas que nos visitaran. Quería algo muy cercano a los pescadores, algo muy seguro, que se viviera la libertad. Y ese fue el concepto principal a la hora de construir Eco del Mar”.

“Ahora, esto debía ser para un público diferente. Un público ecológico. Algo que en ese momento quizás no era tan normal como lo es hoy, pero yo desde hace 10 años que quería ese tipo de cliente, el ecológico, el natural… Yo tengo permiso para construir con cemento, pero nunca lo haré: todo debe ser construido en madera y bambú, ¡nada más!… También tengo permiso para construir en dos o tres pisos, y no lo hago… Trato de preservar todo, todo el entorno, el medioambiente, conjugarlo con turismo de aventura, extremo, de mar, de pesca, de playa, de arena… Esa es mi idea, esa es mi visión de Eco del Mar. Tener la opción de dormir en una carpa a la orilla del mar, algo que casi nunca nadie hace, pero igual con confort, con algo bien hecho, diferente… Los turistas entran como clientes y salen como amigos de Eco del Mar”.

Aldo Meroni cuenta que siempre está feliz. “Vivo las 24 horas que vive con Aldo Meroni. Siempre estoy bien conmigo mismo. Me divierto mucho, vivo la vida al máximo. Trabajo mucho, siempre ando viendo y buscando cosas para traer a Eco del Mar. Desde que llegué a RD, he tenido más de 900 empleados, y todavía hablo con muchos. Puedo andar por la vida sin que nadie hable mal de mí, y no es que soy fácil… pero, en general, siempre me he llevado bien con todos, y he tratado de ser un buen jefe. No tengo resentimientos con nadie, y nadie tampoco conmigo”.

La gastronomía

Meroni revela que en Eco del Mar la gastronomía es muy importante. El desayuno es domínico internacional. Es mixto. “Nunca falta el mangú, las frutas, jamones, quesos, prosciutto. Todo eso va incluido en la tarifa, en el desayuno”. 

“Luego, para el almuerzo, tenemos diversas opciones, con el mar como primera opción. Hay muchos pescados muy buenos, varias clases de pescados y mariscos. Hay mucha langosta, aunque ahora hay veda. Pero la langosta es muy buena en esta zona. El pescado es siempre fresco, nos llega día a día. Fruta de la zona, verduras de todas las clases.

La carne también es de primera calidad, pero la traigo de Santo Domingo. Ahora, como es un restaurante italiano, las pastas están siempre, lo mismo que las pizzas, que también hacemos pizza. Los vinos son italianos y también tenemos diversos cocteles internacionales, lo mismo con los quesos y los jamones.

Para los niños, tenemos pizza, hamburguesa, pechurinas, papas fritas, de todo para los niños. Es un menú muy variado.

Para grupos, preparamos buffet personalizados. Los sábados, en general, hacemos parrilladas de carnes y de pescados.

También hay menú especial para diabéticos y para veganos, tenemos todas las posibilidades. Nuestro chef es dominicano, pero ha aprendido muy bien todo sobre la cocina italiana”.  

De la misma forma, el presidente de Eco del Mar dice que hay “pescados frescos, buena carne, buenos vegetales, buenas frutas… Aquí tienen de todo, con la máxima calidad. Con un chef dominicano que puede cocinar todo tipo de especialidades, pero siempre con un acento italiano. Pero también hay comida para los niños, para los más jóvenes, para las personas con diabetes, los veganos, ¡para todos en realidad! …”.

Eco del Mar tiene, en la actualidad, 22 habitaciones, con 3 suites, 3 junior suites, y 7 carpas touareg, que son estilo safari, y 3 cactus, que son cabañas de madera… También tenemos 6 almare, que son tiendas de acampar. Todas tienen baño privado, salvo las almare, que son baños compartidos. “En total, la capacidad es para 50 ó 60 personas. Hemos tenido hasta 104 personas, pero claro, con todas las habitaciones y las camas ocupadas, incluso, con 3 carpas adicionales que hemos armado… Eso de 104 personas fue por el rally de la frontera, que reservaron todo Eco del Mar”.

“Aquí hay total libertad, lo niños lo pasan espectacular, porque pueden hacer lo que quieran, con mucha seguridad. Hacemos fogatas en las noches. Aquí se pueden ver las estrellas nítidamente, porque aquí en la noche el cielo es totalmente despejado, se pueden ver las estrellas porque no hay muchas luces. Se presta para descansar, relajarse, pasándolo bien, con una privacidad única. Los visitantes se bañan a cualquier hora del día, incluida la noche, siempre sin problema. Muchos se bañan en las noches”.

Las excursiones

El propietario y fundador de Eco del Mar explica que hoy tienen 4 botes, 4 lanchas. “Una de 38 pies, con dos motores de 300 caballos. Una lancha de 29 pies, con dos motores de 115 caballos. Y dos botes de 29 pies, con dos motores de 150 caballos cada uno. Es la flota marina más importante de la zona de Pedernales, y con estas lanchas organizamos diversos tipos de excursiones a Bahía de las Águilas, que comienzan desde la estándar, hasta la Sunset, y hasta para ir a pescar… Hay diversos tipos de excursiones.

El cliente siempre está acompañado, la seguridad es lo principal, ya sea por el capitán de la lancha, o por el diverso personal que trabaja con nosotros.

Tenemos bar, sombrillas, sillas, carpas, gazebo, mesas, neveras… Tenemos de todo para que el cliente, para que los viajeros puedan disfrutar de la mejor forma posible… Asimismo, les llevamos bebidas, agua, refrescos, comida, de diversos tipos, y hasta un chef si es necesario. El chef puede preparar una parrillada incluso, ¡con camareros incluidos! También música, con bocinas de alta calidad, y todo lo necesario para pasar un día espectacular en Bahía de las Águilas.

Los viajeros pueden salir a las 11 de la mañana y hasta las 4 ó 5 de la tarde. Es decir, un paseo de 5 ó 6 horas espectacular en Bahía de las Águilas. Una experiencia única, algo totalmente diferente. Atendidos de la mejor forma, con productos, comida y atención de primera línea.

También hay un Sunset Cruiser, que sale a las 5 de la tarde y regresa a las 7, para ir a ver la puesta de sol… ¡Es algo realmente espectacular!, con una picadera, unas bebidas, viendo el atardecer… ¡Es algo muy emocionante!… Hay muchas excursiones.

También, tenemos la hora de la pesca. Podemos ir a pescar con barras profesionales, porque esta zona es de muy buena pesca. Así es que todos los amantes de la pesca, también pueden venir a practicar la pesca deportiva aquí en Pedernales y Bahía de las Águilas. Podemos ir a la isla Beata, Alto Velo o Lanzasó, que están a unas 24 ó 30 millas, donde la pesca es maravillosa. Ahora, eso se hace solo en condiciones meteorológicas adecuadas. Siempre cuidamos la seguridad, ante todo. Cuidamos mucho eso”.

Un hotel de parejas, grupos y para niños

Según Aldo Meroni, “a Eco del Mar pueden venir en pareja, familias, grupos, niños, de todo en realidad… tenemos todas las opciones. Desde grupos de hasta 80 personas, que hemos tenido, y hasta un single, alguien que venga solo, o en pareja. Nuestras habitaciones están pensadas para todas las opciones de números de familias, amigos, o grupos de trabajo incluso. Hay posibilidad para todos”.

“Aquí solo hay internet en la recepción. No hay aire acondicionado en las habitaciones. No hay televisores. Aquí se viene a tener contacto con la naturaleza. A pasarlo bien entre amigos, en parejas, con los hijos, en grupos… Ese confort que uno tiene en su casa, en Santo Domingo, no lo tendrán aquí. Pues acá uno viene a otra cosa. No se necesita la televisión. El internet lo puede tener en sus teléfonos, porque hay señal. Y el aire acondicionado no se necesita, pues siempre hay buena brisa, y las habitaciones tienen abanicos y con las ventanas abiertas no se necesita aire acondicionado… La gente tiene muy claro a qué viene a Eco del Mar. Amigos me han dicho incluso: ‘para qué quiero tantos baños, si en mi casa tengo 5’… Es un estilo de vida, que hoy gusta mucho. Eso marca la diferencia de Eco del Mar”. 

De acuerdo a Meroni, en la actualidad, todo el mundo busca la ecología, lo natural… “Busca aguas cristalinas, como aquí en Pedernales y Bahía de las Águilas. Aquí todo es natural, de lo poco que queda en República Dominicana. Es lo más natural y ecológico que queda en el país en la actualidad. ¡Tenemos 8 kilómetros de playa virgen, cristalina!… Hay dos farallones impresionantes, con una flora, fauna y mundo marino único. Con paisajes únicos. La belleza aquí es totalmente diferente a cualquier punto del país. La biodiversidad aquí es única. Esta zona es la que tiene mayor cantidad de parques nacionales… Eco del Mar es un santuario natural”.

Eco del Mar a 30 minutos

“Ahora, además, en solo 30 ó 35 minutos, usted puede estar en este paraíso, con los nuevos vuelos de la aerolínea Air Century, que llegan aquí al Aeródromo de Cabo Rojo, que está a 6 kilómetros de aquí. Es decir, usted puede venir de la ciudad lunes y viernes, que salen los vuelos de la capital, a pasar un bello fin de semana, o en la misma semana, ya que hay dos vuelos semanales, y estar aquí en media hora… es un vuelo muy rápido. Es algo espectacular, ahora no hay excusas para venir a Eco del Mar, a Pedernales y a Bahía de las Águilas”.   

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