El poder del voto en la democracia

Periodistas, comentaristas, líderes de opinión y articulistas, han destacado la significación y trascendencia de la forma en que discurrió ese encuentro tripartito, auspiciado por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), y de cómo está llamado a contribuir a una armónica convivencia democrática.

El poder del voto ejercido de forma libre y, sobre todo, con conciencia para elección de candidatos que, por su trayectoria e integridad puedan comprometerse a un ejercicio en pro del bien común, es la mejor garantía para el fortalecimiento de la democracia y de la alternabilidad político-partidaria.

La dirigencia de las organizaciones políticas, y sus estrategas de campaña, diseñan estrategias en la búsqueda de adhesiones y simpatías que puedan convertirse en sufragios de apoyo en las elecciones, y se emplean a fondo con ese objetivo hasta el final del período de la campaña.

Mientras los partidos buscan votos a su favor para medir fuerzas, y tratar de alcanzar el triunfo durante el proceso comicial, la Junta Central Electoral (JCE) utiliza los medios de comunicación para estimular a los electores a cumplir con un deber ciudadano, acudiendo masivamente a las urnas, y contribuir, de ese modo, a la estabilidad democrática y a la paz social, que constituyen ejes fundamentales para la estabilidad económica y que el país pueda preservar un clima favorable al turismo y la inversión extranjera.

Además de la logística para el montaje de las elecciones programadas para el 19 de mayo, la JCE realiza una de las campañas promocionales más creativas a través de la radio, la televisión y las plataformas digitales, en la se subraya el poder del voto para la vida democrática de la nación.

Sin embargo, a pocos días del certamen electoral, prevalece un preocupante ambiente de tensiones por las presiones que partidos de oposición realizan al órgano de comicios, con reclamos de cambios de última hora, que podrían dificultar la normal culminación de su montaje final.

En ese contexto ha sido visto el llamado formulado por el presidente de la JCE, Román Andrés Jáquez Liranzo, para que los dominicanos acudan en paz y orden a los centros de sufragios que les correspondan, desoyendo cualquier instancia a la violencia o el desorden que pueda entorpecer el normal desenvolvimiento de las votaciones.

Aún en medio de estas aprensiones, el histórico debate entre los candidatos presidenciales, Luis Abinader, del Partido Revolucionario Moderno (PRM); Leonel Fernández, de la Fuerza del Pueblo (FP); y Abel Martínez, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), ha sido calificado por analistas políticos como un avance notable en la cultura política nacional, de cara al conocimiento que deben tener los electores sobre el pensamiento, las ideas y la emocionalidad de los aspirantes a dirigir los destinos del país.

En esos encuentros, difundidos en vivo a través de la televisión y las redes digitales, la gente estuvo muy atenta a las palabras y el dominio conceptual de ideas, planes y promesas, además del lenguaje gestual y el tono con que los candidatos presidenciales plantearon sus respectivos enfoques sobre la economía, la seguridad ciudadana y las políticas públicas.