Aida Feliz: Una emprendedora todo terreno 

Aida Feliz es madre soltera de una niña de 10 años. Cuando su hija era apenas una bebé, tomó la decisión de independizarse, su objetivo era contar con más tiempo para dedicárselo a su hija.

Esta mujer, que se define como multiemprendedora, estudió Contabilidad, y se especializó en temas de impuestos y auditoría. Más adelante, estudió Gerencia de Centros de Salud. 

De ofrecer sus servicios de contabilidad de manera independiente, hoy cuenta con más de 30 empleados directos. Además de otras tres empresas que considera sus principales sustentos, ya que tiene otros pequeños negocios… ¡y solo con 38 años de edad!

Su visión, asegura Aida, es aprovechar las oportunidades. “El que está emprendiendo debe estar abierto a toda oportunidad de negocios. Antes de pasar por una crisis que viví en mi emprendimiento, a mí me ofertaban negocios redondos, que no había pérdidas, y yo decía que no, y dejaba ir esos negocios. Eso cambió, y desde entonces ha comenzado el crecimiento”, afirma Aida Feliz, al ser entrevistada por revista CONTACTO en sus oficinas. 

Aida, ¿cómo surge el Grupo Consultivo Águilas?

“Cuando decidí instalar el negocio, yo era empleada de un banco, trabajaba específicamente en los fondos de pensiones para la seguridad social.

Los clientes que necesitaban soporte en temas de contabilidad, les ofrecía ese servicio de manera gratuita. Un día, uno de los clientes decidió insistir para que yo pusiera mi propio negocio. Ese cliente me motivó y empezó a referirme los primeros clientes.

Aparte de la motivación de él, yo tenía una motivación muy grande, y era que en ese tiempo, mi niña tenía seis meses de nacida, y cuando trabajo, soy una persona muy enfocada en conseguir los resultados.

Mi tipo de trabajo implicaba que tenía que salir muchísimo de la ciudad donde vivía y, a veces, me iba a las 6:00 am y dejaba a mi bebé durmiendo, y regresaba a las 7:00 pm, y hasta 8:00 pm, y la encontraba durmiendo… Ese fue el motivo principal por el que decidí independizarme, hace ya 10 años”.

¿Qué servicios ofreces?

“Damos servicios de mantenimiento organizacional en temas de contabilidad. Trabajamos todo lo que tiene que ver con impuestos, y todo lo que tiene que ver con la protección patrimonial, entiéndase corretaje de seguros, pero estamos enfocados más en proteger el patrimonio”. 

Luego, fundas Coordimed, ¿qué servicios ofreces en esta empresa?

“Al estar muy vinculada con el tema de la seguridad social, en mis antiguos trabajos, escuchaba ciertas quejas que se daban al gestionar servicios de salud.

En el 2019, decidí ver las ofertas que tenían las universidades, me llamó la atención una oferta académica que tenía Unibe, con relación a las gerencias de los centros de salud y tenía la curiosidad de ver qué hay del otro lado, a parte de lo que yo conocía.

Duré un año especializándome en Gerencia de Centros de Salud y, realmente, el panorama es muy distinto. A veces, un médico puede tener la voluntad de quererte ayudar con algo, y si una autorización no llega a tiempo, fácilmente se pierde una vida”. 

¿Cómo se soluciona eso?

“Eso se soluciona, por ejemplo, en este caso nosotros creamos Coordimed, que es una agencia coordinadora de servicios médicos, es una figura que está dentro de la ley de seguridad social y, a parte de eso, estamos acreditados por la Superintendencia de Salud.

Nosotros somos un puente entre la persona que necesita el servicio de salud, el médico y la aseguradora. Nuestra función es orientarte, darte la guía en cuanto a la condición médica que tengas. Tú puedes ir al profesional más especializado que pueda resolver ese problema y, a parte de eso, cuando uno está aquejado de salud, no tienes suficiente claridad para hacer trámites operativos. En este caso, entramos nosotros, te hacemos todo el proceso que necesites, que sólo tengas que acercarte al centro de salud a recibir el servicio. 

Ese fue nuestro servicio principal, pero ya luego, los médicos se nos han acercado para que nosotros les facilitemos ciertas cosas que se dan con los pacientes. 

Este tipo de servicios está hoy en Estados Unidos, que es acompañar al paciente hasta que logre lo que pueda necesitar”. 

¿Cómo fue para ti introducir este servicio, que era nuevo en el mercado, y que el público no lo conocía?

“Yo empecé a venderlo con la cartera de clientes de empresas que tengo. Actualmente, son cerca de 300 empresas que les prestamos servicios. Entonces, como estamos acreditados por la Sisalril, esa empresa sólo tiene que hacer una carta delegándonos a nosotros como su representante ante la aseguradora, y los temas básicos los tienes cubierto de manera gratuita con nosotros.

Ahora bien, usted necesita, en lenguaje dominicano, que ‘echen un pleito por usted’, que se tenga que visitar los centros de salud, coordinar con los médicos y eso tiene un costo adicional, que no pasa de 6,000 pesos, y los clientes lo pagan y te siguen agradeciendo, porque es un servicio que lo valora quien lo necesita. 

Por lo regular, el seguro dice ‘que no te cubre’, y las personas, con esa respuesta, se van. Muchas veces, no te cubre porque el médico le puso un nombre al procedimiento, que en el catálogo de la aseguradora tiene otro nombre, pero que resulta ser lo mismo. Entonces, con un simple cambio de indicación, usted va a tener la cobertura de ese seguro”. 

Aida, luego fundas Electra. ¿Qué servicios ofreces en esta compañía?

“Electra es una centro de diagnóstico. La estoy fundando en mi pueblo, Barahona. Allá, tenemos muchas carencias en servicios. Entonces, lo que estamos haciendo es abriendo este tipo de negocios para ofrecer un servicio diferente en la zona”. 

¿Qué tipo de servicios van a ofrecer?

“Vamos a ofrecer consultas, sonografías, radiografías, vacunas; el tema de la salud preventiva, telemedicina y salud ocupacional; que va dirigida, específicamente, a las empresas”. 

En Barahona es atención directa al paciente, ¿cuentas con un equipo médico?

“Sí, la mayoría son profesionales que trabajan aquí en Santo Domingo, y que tienen una especialidad.

Me tardé mucho para elegir al personal, porque muchos médicos quieren trabajar en todos los lugares, y uno de los requisitos era que no tuvieran ese enfoque monetario, porque si ese es tu propósito, no vas de acuerdo a la visión del servicio que queremos ofrecer”. 

El camino del emprendimiento

Aida, ¿cómo ha sido para ti el mundo del emprendimiento?

“Primero, tú tienes muchos jefes. Uno emprende con la idea errada de que se va a tener libertad financiera y libertad de tiempo y, realmente, no se tiene ninguna de las dos. Yo pude conseguir, en un principio, lo que quería, que era pasar más tiempo con mi niña, por el tipo de trabajo que hacía. Siempre podía llevármela a todos los lugares. 

Emprender, te ayuda a desarrollarte como ser humano, te ayuda a ponerte en la posición del otro, a ser un poquito más empático, porque las cosas que aquí se ven, el nivel de ansiedad y miedo, que se vive cuando haces una inversión en tiempo y en dinero, y no sabes si vas a recibir esa retribución.

En el 2020, pasé por un proceso, que en lenguaje coloquial le dicen: ‘en casa de herrero, cuchillo de palo’.

Yo ayudo a las empresas en su organización, ayudo a las empresas a gestionar préstamos en las entidades bancarias; doy consejo de crecimiento, pero todo eso no lo estaba utilizando para mí, porque estaba trabajando con compañeros de la universidad, familiares, amigos… personas que cuando iban a mi oficina con su hoja de vida, porque los conocía, me caían bien, les daba la oportunidad, y ese es el error más grande que comete un emprendedor.

Agradezco ese proceso que pasé entre 2020-2021, porque hoy en día, estoy más madura, más consiente, y no hay oportunidad de negocio que me pase por el lado que no la aproveche”.

¿Te tocó reestructurarte?

“Totalmente, tanto a la empresa, como personalmente”.

¿Qué tan difícil es dejar sin trabajo a un familiar o amigo?

“El negocio es un sueño, y cuando se da esa situación, usted tiene que ¡priorizarse usted! Y cuando usted se priorice, y vea hacia atrás, porqué usted emprendió, usted va a tomar las decisiones correctas.

Independientemente de que sean familiares y amigos, a las personas hay que dejarlas que se desarrollen, pero si hay que tomar esas decisiones difíciles de despedir personas, hay que tomarlas y hay que seguir”. 

¿Qué es lo más difícil para ti de emprender?

“Emprender es retador, pero yo amo emprender. Yo tengo varios negocios. Los tres principales son los que te he mencionado, porque el que está emprendiendo, debe estar abierto a toda oportunidad de negocios.

Antes de pasar por la crisis que viví, a mí me ofertaban negocios redondos, que no había pérdidas, y yo decía ‘que no’, y dejaba ir los negocios. Ponía excusas”. 

¿Qué consejo le das a las muchas mujeres que a veces tienen miedo de emprender?

“Que hay que diversificarse. Nada está seguro. Hoy te puede ir bien en un tipo de negocio y, simplemente, las cosas pueden cambiar.

Si te desarrollas en otras áreas, tienes la facilidad de aprender como ser humano y desarrollarte. Cuando te quedas haciendo una sola cosa, hay sueños que estás dejando morir, porque el que es emprendedor ve una oportunidad en todas partes.

El que es emprendedor es multiemprendedor. No es que vas a poner una panadería y lo tuyo es sólo pan. Esa es una esencia, que tienes de producir y de pulir esa oportunidad, que la vida te presenta”.

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado?

“Que sea resiliente. Y otros empresarios me han dicho: ‘es normal’. Cuando tú crees que el mundo se te está cayendo encima, porque te pasó algo que no debía pasar, y llega esa persona con 30 ó 40 años de experiencia y te dice: ‘es normal, tienes que ser resiliente y aprender’. A mí eso me ha servido”.