Las historias de éxito no se escriben de la noche a la mañana. A Juan León, presidente de Almacenes León, le costó décadas. Comenzó con su primer negocio en 1976, una floristería, y en la década de los 80, inició lo que hoy es Almacenes León, una empresa que trae al país más de 25 marcas Premium provenientes de Estados Unidos.
Don Juan León viene de una familia humilde de la comunidad de Juan Gómez, Guayubín, en Monte Cristi. En 1961, decidió irse a vivir a Santo Domingo, donde comenzó a trabajar como obrero en la fábrica de dulces italiana Bolonotto Hermanos, donde hacía galletas.
“Juan Gómez nada más tiene una calle… Mi papá era arrocero, pero no propietario, sino que arrendaba parcelas y sembraba arroz. Producía para alimentarnos, para vivir”, cuenta Juan León, presidente de Almacenes León, entrevistado por revista CONTACTO en Almacenes León, en sus oficinas de Manoguayabo.
Sus inicios en Santo Domingo fueron de mucho esfuerzo, pero siempre agradecido por tener trabajo. “Yo trabajaba en Bolonotto Hermanos, que era una industria que había por Radio Televisión Dominicana. Me pusieron a trabajar de noche en la fábrica de galletas. Me convino, porque yo aprendí a bregar con harina y hoy yo vendo harina”.
En 1976, don Juan León incursiona en el mundo de los negocios con un préstamo que hizo en el Banco Popular, con el que compró una parcela en Constanza y la sembró de flores. Así comenzó su floristería: Jardín Rosas Rosas.
Don Juan, ¿cómo pasó de ser una floristería a terminar importando productos alimenticios hacia República Dominicana?
“Pasamos en los años 80 a una actividad relacionada, que era la de suplir hoteles. En esos tiempos, comenzaba a desarrollarse la hotelería en el Este, y nosotros incursionamos, por influencia de unos hoteleros, que nos motivaron a traer productos desechables”.
¿Cómo fueron los inicios para usted?
“Fue de mucho riesgo, de mucha presión. Había productos que pagaban muchos impuestos, salían muy caros. Productos que eran desechables, como la servilleta, que pagaba muchos impuestos y eso la encarecía. Naturalmente, que había industrias nacionales que producían eso y es correcto proteger la industria local.
En el 1992, Joaquín Balaguer liberó las importaciones de algunos impuestos, porque los impuestos de Aduanas eran altos, y eso les dio un empuje a las importaciones. En ese tiempo, pudimos comenzar a traer la marca Wesson y una línea de papel de baño, que se llama Scott”.
¿Qué fue lo más difícil de su comienzo?
“Es difícil crecer un negocio sin recursos, sin herencia. Lo nuestro fue producto del esfuerzo, del ahorro, porque para poner un negocio se necesita capital”.
¿Cuáles fueron los primeros productos que usted trajo al país?
“Trajimos papel aluminio en rollos grandes para la hotelería, papel film, servilletas, y después introdujimos la línea de papel de baño institucional. Nosotros fuimos a Puerto Rico a entrenarnos para poner los dispensadores, fuimos pioneros ofreciendo ese servicio en el país”.
¿Cuándo comenzó a traer productos alimenticios?
“Después que Balaguer liberó de impuestos a las importaciones, comencé a traer productos alimenticios. En esa época, si yo hubiera tenido dinero, hubiese comenzado a exportar las cervezas Modelo y Corona. Desde México me llamaban todos los días, me ofrecieron traer esas cervezas, pero yo no tenía dinero para traerlas.
Entonces, comenzamos con Wesson y el papel Scott. Ahí nosotros hicimos relaciones con los supermercados Nacional, la Sirena, el Asturia y el Dominicano”.
¿Fue difícil para usted colocar sus productos en los supermercados?
“Mi hija Ángela (fallecida) era una estrella, tenía dotes de vendedora y con mucha preparación. Ella hizo los contactos con Manuel González Cuesta, y luego fuimos a Grupo Ramos… Ella fue la que se encargó de introducir los productos en esos supermercados. Ángela era una persona muy comerciante… (Se le llenan los ojos de lágrimas)”.
Usted trajo palomitas de maíz para microondas en la época de los 90, un producto que no existía en el mercado dominicano. ¿Cómo fue la aceptación?
“¡Fue increíble!… Nosotros creamos la categoría. Nosotros pasamos a representar una compañía norteamericana que producía las palomitas de maíz. Nosotros somos creadores de categorías. A nosotros nos gusta traer productos que no se conocen.
Ahora, una innovación reciente de Almacenes León, es la marca Organic Valley. El mercado para este producto está en desarrollo. En Almacenes León estamos en el sector de productos orgánicos con unas bondades que no todo el mundo conoce”.
Desiré León: “Esa fue una idea de mi hermana Ángela, que siempre andaba detrás de los productos orgánicos. Ella tenía razón, lo que pasa es que esos son productos que les falta tiempo. Quizás, las nuevas generaciones consumirán solo ese tipo de productos, y como dice nuestro slogan, ‘solo traemos Marcas de Excelencia’”.
Don Juan, ¿usted trajo en algún momento algún producto y después se dio cuenta que no iba a funcionar en el mercado dominicano?
“Traíamos de Panamá unos productos derivados del pollo, productos líderes en Panamá, pero aquí no pegaron, porque aquí se produce el pollo localmente y hay variedad. Y los productores locales son buenos y producen artículos de calidad. Por razones competitivas, los precios eran muy altos”.
¿Cuántas marcas traen hoy en día?
“Traemos 27 marcas, de unos 10 fabricantes. En total, son más de 300 productos”.
Almacenes León
Don Juan, ¿qué representa para usted Almacenes León?
“Un hijo mío… (Se le llenan los ojos de lágrimas). Yo tengo muchos amigos, me llevo bien con todo el mundo, y en el Mirador, cuando caminamos y yo llego tarde, me dicen: ‘el principal hijo tuyo es Almacenes León’. Y yo les digo: ‘es que ese hijo exige mucho’…”.
Desde que comenzamos, hemos tenido siempre todo en orden, nada incorrecto. Nuestro negocio es dar más empleos, crecer, no solamente en productos, sino también en distribución del ingreso. En que las personas que trabajan con nosotros se sientan bien y nosotros somos amigos, no somos superiores, somos sencillos, y queremos a las personas que trabajan aquí como a nuestra familia”.
¿Cómo fue la integración de sus hijos a su empresa?
“Maravillosa. La integración fue muy natural. Ángela trabajaba en ventas, Desiré trabaja en oficina, y Luciano (fallecido) trabajaba en operaciones”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011