Andariego, Turismo comunitario de la TV a conquistar las redes sociales

Gary de Arriba es un ingeniero civil que llegó a la televisión como un reto personal. A través de su programa Andariego, recorre el país haciendo turismo comunitario. La pandemia lo llevó a prestarle más atención a las redes sociales, donde encontró una audiencia que no tiene “techo”.

Andariego es un programa de televisión que Gary de Arriba, junto a su productor, Erick Díaz, comenzaron a filmar en 2009. Sin embargo, el programa salió al aire un año más tarde, porque no encontraban un canal de televisión que quisiera transmitirlo.

“Filmamos, hace como 13 años, la primera temporada. Hicimos 12 episodios de media hora, pero nos tomó un año encontrar espacio en un canal. Y el concepto de Andariego, antes de este aprendizaje de redes sociales, era muy de parques nacionales, áreas protegidas… era un programa de monte. Era más monte, biología, historia, que turismo en sí”, cuenta Gary de Arriba, entrevistado por revista CONTACTO en su oficina, en El Cacique. 

Con el tiempo, hicieron un episodio en Jamao al Norte, que tuvo buena acogida en la audiencia.

“A partir de la segunda temporada, nosotros nos dimos cuenta que cada vez que promovíamos un destino o un atractivo natural, alrededor había comunidades que se podían beneficiar. De todas maneras, ya estábamos ahí y el trabajo se exponencia cuando le das la oportunidad a la gente de la zona, que son los que cuidan los destinos”.

Gary, ¿cómo llega un ingeniero civil a la televisión?

“A mí me engañaron (Risas)… Yo vi la TV como un reto, no lo vi como un oficio. En mi mente, lo que me surgió fue: ‘¿será verdad que puedo hacer esto?’. Empezamos con un segmento de cine. A Erick se le ocurrió ponerme a hacer práctica con ese segmento, y esa fue mi primera experiencia. De ahí partimos con Andariego, que era un programa que Erick tenía en carpeta”. 

¿Sigues ejerciendo la ingeniería?

“Sí. Yo no me he desprendido de mi profesión. Ejerzo la ingeniería como mi profesión principal y lo que hacemos es dividirnos. Nosotros somos tres: Erick, Freddy, que es ingeniero civil también, y yo. Entonces, todo lo que es administración, se maneja a través de Freddy; lo que es producción, a través de Erick; y cuando yo llego a trabajar con un proyecto, voy a la oficina de Freddy, y cuando voy a filmar, me paso a la oficina de Erick… Cuando estoy en la ciudad, soy ingeniero, y cuando estoy fuera de la ciudad, soy Andariego”.

¿Ustedes comenzaron desde el principio en televisión?

“Nosotros comenzamos en televisión, estructurado para televisión y manejando el negocio para televisión, todo el tiempo, hasta que llegó la pandemia”. 

¿Qué pasó cuando entró la pandemia?

“Cuando entró la pandemia, ya teníamos como seis o siete temporadas en la televisión, habíamos pasado del canal 9 al 11, y dijimos: ‘tenemos que pagar espacio, pero no sabemos si lo vamos a poder vender’, porque ni siquiera sabíamos si íbamos a poder salir a filmar. Y empezamos a colgar en YouTube los episodios antiguos. Y nos dimos cuenta que la gente, como estaba encerrada, sentía que Andariego era un escape”.

Hasta la pandemia, ¿ustedes no habían subido ese material a YouTube?

“Teníamos uno o dos episodios, porque teníamos un contrato con una compañía de cable fuera del país, y teníamos, entre líneas, prohibido subir el contenido a una plataforma gratuita, ya que se veía en muchas compañías de cable de Latinoamérica. 

Para nosotros, esa exposición era importante, aunque comercialmente no era el mejor negocio del mundo. No entendíamos mucho YouTube, porque nosotros no somos los más conocedores de redes sociales, eso lo hemos aprendido después de viejos. Incluso, en Instagram, los primeros tres o cuatro años de Andariego, nosotros no manejábamos la cuenta, no era yo”.

¿El éxito en las redes sociales se les dio por casualidad? 

“Un día, nos llamaron que querían colocarnos un post en Instagram y no sabíamos ni cuánto íbamos a cobrar, porque yo tampoco estaba pendiente de que ese mundo estaba evolucionando por debajo de nosotros. 

Entonces, dije: ‘a esto hay que prestarle atención’. En ese momento, teníamos una empresa que nos manejaba las redes. Y, obviamente, era una empresa, era muy lineal todo. 

Ahí fue que dije: ‘vamos a ver qué es lo que está haciendo la gente y vamos a hacerlo nosotros también’. 

Y nos pasó lo mismo con YouTube, nosotros no entendíamos cuál era el potencial, pero en pandemia, cuando comenzamos a poner esos episodios, nos dimos cuenta que gustaban. Después llegó el primer cheque y dijimos: ‘ah, pero esto paga’. No te voy a decir que era el mejor de los pagos, pero eso era un programa viejo. ¡Además de que no estábamos haciendo nada!”. 

¿Eso los salvó en la pandemia?

“Sí, tuvimos la suerte de que teníamos mucho contenido guardado. Cuando se abrió el país, se nos dio la oportunidad de estar en TV. En ese momento, dijimos: ‘estamos en un canal de televisión, y por más nacional y grande que sea el canal, tiene un techo… YouTube no tiene un techo. Hoy podemos tener mil views, pero mañana podemos tener un millón de views, no sabemos’. Entonces, comenzamos a cambiar el esquema completo de Andariego para adaptarnos a YouTube. 

Cuando terminó la pandemia, la gente ya podía salir. Los views bajaron, obviamente, no los de nosotros, los de todo el mundo. Entonces, ahí fue que comenzó el reto de nosotros, porque teníamos que competir, porque la gente iba a elegir qué quiere ver. 

Y ahí comenzamos a ver qué teníamos que hacer para adaptar nuestro contenido a YouTube, porque nosotros no producimos para YouTube, era un contenido exageradamente largo y no lo conocíamos ni siquiera. Incluso, hoy, recién podemos decir que conocemos la plataforma, porque cambia tanto, es un aprendizaje constante”. 

¿Cómo fue ese proceso de aprendizaje?

“Cuando nosotros comenzamos con Andariego, paralelo, comenzamos con una productora. Entonces, la productora fue adquiriendo conocimiento de cosas que tienen que ver con derechos, con colocaciones, con monetizaciones, paralelo a Andariego, que no necesariamente era para el programa, pero sí para clientes particulares. 

Nosotros nos fuimos preparando. Ya teníamos un banco de música, porque sabíamos que la música te desmonetiza si no tienes los derechos. 

A partir de la segunda temporada, ya nosotros teníamos los episodios bien alineados, todo cumplía con los requerimientos de cualquier plataforma, porque nosotros adaptamos nuestro trabajo, en general, y lo logramos y todo comenzó a fluir más fácil”  

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