Los autos eléctricos vienen a darnos un respiro en contra del maltrato que nos da el medidor del dispensador en la estación de combustible.
Cada vez es más frecuente observar vehículos de propulsión eléctrica en las calles de las principales ciudades de nuestro país. Lo cierto es que nos encanta la innovación y más aún cuando esta combina elevada tecnología conjuntamente con un nivel de ahorro muy significativo en su utilización, sobre todo en un país como el nuestro, en el que los combustibles resultan ser tan costosos. Es por esto que los autos eléctricos vienen a darnos un respiro en contra del maltrato que nos da el medidor del dispensador en la estación de combustible cada vez que debemos recargar el tanque de nuestro vehículo.
En este mismo sentido, ya vemos distribuidores locales de estos vehículos usados que importan modelos tales como Nissan Leaf (el más vendido), Fiat 500e y BMW i3, dando autonomías que van desde 130 kilómetros hasta 220 kilómetros. No obstante, debemos de ser muy cuidadosos al momento de invertir en estas innovadoras opciones eléctricas usadas que nos ofrece el mercado, esto debido principalmente a la vida útil de las baterías, las cuales vienen diseñadas para alrededor de diez años de uso, momento en el cual deben ser reemplazadas con costos que en ocasiones resultan ser casi un 65 % del valor del vehículo al momento de cambiarlas.
Otro aspecto que debemos considerar es que todavía no tenemos una red nacional de carga tan amplia que nos permita (como en otros países) transitar hacia el interior sin mayores preocupaciones para recargar, ya que de acuerdo al último conteo de estaciones de recarga, a nivel nacional solo hay 32, aunque con proyecciones de crecimiento a mediano plazo tomando en consideración la proliferación de estas unidades.
Tampoco podemos olvidar la plataforma que pueda brindar servicios de reparaciones, ya que aunque estos modelos son muy confiables y de poco mantenimiento, ameritan en ocasiones reparaciones para las cuales localmente todavía no tenemos técnicos especializados que puedan llevarlas a cabo.
Asimismo, no podemos olvidar que, aparte del ahorro, estas unidades realizan un gran aporte al medioambiente en cuanto a la contaminación por carbono y por ruido, pues por ser carros de cero emisiones y no tener un motor de combustión interna, no emiten gases contaminantes ni tampoco sonidos molestos, salvo los que hacen los neumáticos al andar. Sin embargo lo anterior, surgen aspectos contradictorios con la realidad de esta tan “limpia” manera de andar.
De acuerdo a un Estudio de la Universidad de Michigan, esta asegura que “los vehículos a combustible tradicional pueden emitir menos gases nocivos que uno de motor eléctrico”. Esta casa de estudios basó su estudio en “el análisis en la cantidad de emisiones de CO2 necesarias para producir la energía de los autos eléctricos”.
La intención del estudio es demostrar que en el proceso de generación eléctrica de las grandes plantas que proveen energía a las ciudades con un incremento en la utilización de vehículos eléctricos, su efecto neto puede ser más contaminante que la utilización de vehículos tradicionales con combustibles fósiles. Esto sin contar el nocivo proceso de elaboración, manejo y destrucción (al final de su vida útil) de las baterías de ion de litio.
Mientras tanto, y en lo que respecta a nuestro país, la razón principal para la obtención de uno de estos “coquetos” modelos es el ahorro, por lo que no dejan de ser una opción muy atractiva tomando en consideración las bondades que comparativamente podemos obtener en nuestros bolsillos entre el costo por galón de gasolina y el kilovatio de energía eléctrica.
Si vemos comparativamente el consumo de combustible frente a un vehículo a gasolina, podemos ejemplificarlo con alguien quien trabaje en la calle el día entero (Uber o taxista de radio). Si estos trabajasen en gasolina en un vehículo de 4 cilindros (relativamente económico) unas 8 horas diarias, gastarían alrededor de RD$3,000.00, y si utilizan GLP (como la gran mayoría), el consumo aproximado sería de alrededor de RD$1,500.00.
Si hacemos el mismo ejercicio en un vehículo eléctrico, por ejemplo el mismo Nissan Leaf, representaría unos RD$7,500.00 de energía eléctrica mensual aproximado, promediando el costo del kilovatio por sector. Si dividimos esto entre 24 días (suponiendo que tome un día libre a la semana), estaríamos hablando de unos RD$312.00 de electricidad diarios, representando esto un 80 % de ahorro frente a un vehículo a GLP y un 90 % frente a un vehículo a gasolina, lo cual lo convierte en una opción muy económica.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011