Todos nos sentimos sumamente orgullosos de conducir los vehículos de hoy día, cargados de una gran tecnología que recorre cada elemento que los compone, lo cual, convierte la conducción en una experiencia impresionante, tanto a nivel de conectividad, pantallas táctiles, así como asientos ergonómicamente diseñados y botones automatizados por doquier. Sin embargo, todos estos elementos, extremadamente tecnológicos, tienen su talón de Aquiles, lo cual radica principalmente en su confiabilidad.
Décadas atrás, los vehículos raras veces contaban con elementos electrónicos susceptibles a causar una avería significativa, sin embargo, la experiencia de manejo no era tan agradable y placentera como lo es hoy, en donde prácticamente nos sentimos como “dueños del mundo” a bordo de nuestros nuevos y tecnológicos vehículos.
Estos elementos producen averías recurrentes, que trascienden hasta las marcas más confiables, trayendo consigo erogaciones económicas importantes.
Debajo, cito solo algunas de las averías más frecuentes que vemos prácticamente en todas las marcas. Veamos:
Sistema de Aire Acondicionado: los sistemas de refrigeración de nuestros vehículos son cada vez más eficientes, llegando a enfriar la cabina en cuestión de segundos, no obstante, esto amerita utilizar metales mucho más delgados en los evaporadores de aire acondicionado, para que permitan enfriarse rápidamente, y extraer con mayor agilidad el calor de la cabina. El problema acá es que son muy susceptibles a pincharse, trayendo como resultado la sustitución que, en prácticamente todos los casos, resulta ser muy costosa, por tener que desmontar el tablero.
Fallas de Transmisión: en la sed insaciable de los fabricantes en buscar cada vez más eficiencia de combustible y potencia, han hecho las transmisiones sumamente electrónicas, lo cual las ha convertido, después del aire acondicionado, en el sistema más recurrente de fallas en aplicación de cambios, errores, entre otros elementos, los cuales, en todos los casos, resulta ser muy costoso de reparar.
Falta de comunicación entre sensores: es muy recurrente que en prácticamente todas las marcas tengamos, cada tanto, una luz de falla o alerta en el tablero relacionada por alguna falla de comunicación de un sensor o un sensor defectuoso, que amerite reemplazarse.
Freno de mano electrónico: aquellas unidades que utilizan freno de mano por botón electrónico sufren muchísimas averías de este dispositivo. Lo que ocurre, es que el dispositivo utiliza un motor electrónico en cada rueda trasera, que sufre mucho las inclemencias de los elementos, averiándose con marcada frecuencia.
Baterías: considerando que prácticamente todo es electrónico, nuestros vehículos, pese a estar apagados, mantienen ciertos consumos constantes que producen mayor desgaste en las baterías. Hoy día, el promedio de vida de una batería ronda los dos años, lo cual es exponencialmente menor a lo que ocurría décadas atrás, en donde rondaban los cinco años.
Afortunadamente, vivimos en una carrera constante entre los concesionarios de vehículos, marcada por quien ofrece la mejor garantía, tanto a nivel de tiempo, kilometraje, como en alcance de la misma. Sin embargo, pese a que en aquellas unidades que se encuentren entre los tres y cinco años de antigüedad, esto resulta ser un alivio económico, la incomodidad de prescindir de nuestros vehículos durante los prolongados espacios de tiempo que demoren las reparaciones, no deja de ser un trago amargo para nosotros como usuarios que esperábamos toda esa tecnología obre positivamente para nosotros.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011