Los abogados son representantes de una de las profesiones más públicas del mundo. Muchos abogados, eventualmente, se convierten en políticos profesionales. Esto se ve facilitado por la educación, la lógica, la oratoria, la capacidad de discutir y las habilidades de comunicación.
Muchos creen que experiencia en política puede traer beneficios para abogado y su firma. El trabajo en el sector público permite obtener buenos contactos y entender mejor los procedimientos internos de instituciones del Estado.
En mi opinión, tomando la decisión de comenzar la carrera política, un abogado tiene que prepararse para este proceso. Lo primero, es planificar esta transición y comenzar a trabajar con tiempo en la marca personal, no solamente en ámbito legal, sino también como figura pública. Lo segundo, yo recomendaría preparar un plan de manejo de crisis reputacional, para estar listo en caso de posibles ataques informacionales, los cuales son muy frecuentes en este ámbito. El mejor manejo de crisis es prevenirlo.
También, en la firma tienen que tomar en cuenta, y prepararse, en caso de que un socio a cargo de una práctica importante se vaya de la compañía, aunque por el tiempo, porque esto puede afectar el manejo de la práctica y percepción de clientes.
Evaluando si cambiar una práctica legal a una posición en el sector público o no, hay que tomar en cuenta la situación política del país. Pueden ser las experiencias totalmente distintas en diferentes lados del mundo.
En mi opinión, los Estados Unidos de América es el país donde se han creado las condiciones casi ideales para que los abogados obtengan altos cargos gubernamentales. Además de las habilidades para trabajar con leyes, en las que los abogados darán ventajas a cualquier otro profesional, el legislador en los Estados Unidos requiere la capacidad de defender su punto de vista.
En países donde existe una tradición partidaria diferente, especialmente en Estados con forma de gobierno parlamentario, el porcentaje de abogados en altos cargos gubernamentales es mucho más bajo. Para convertirse en jefe de Estado, un político no necesita tanto carisma personal como la capacidad de organizar adecuadamente el trabajo del partido, en el que pueden tener éxito personas de diversas profesiones.
Yo comencé mi carrera en el mercado legal en Ucrania, donde siempre había mucho movimiento de abogados al sector público. Trabajando con abogados ucranianos, usualmente, tuve preocupación por posibles daños para reputación de abogado y su firma en caso de transición al sector público. La situación política estaba siempre muy complicada en los últimos 15 años. De mi experiencia, puedo confirmar que la mayoría de los abogados, quienes fueron en política sin preparar el plan de manejo de crisis, han sentido consecuencias negativas para sus firmas, práctica privada y/o reputación profesional. El negocio siempre fue el primer punto para atacar en campañas negativas en los medios, especialmente en caso de fundadores o ex socios de las firmas.
En algunos países de América Latina, yo estoy observando situaciones diferentes. Pero, en la mayoría de casos, hay que estar muy preparado para mitigar posibles riesgos. Lo importante es siempre evaluar la situación actual en cada país y posibles consecuencias para una firma y para un abogado.
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