El año 2020 es crucial para República Dominicana, con eventos que involucran a la población en gran medida. El primero, la celebración de elecciones presidenciales, congresuales y municipales en un mismo año y, el segundo, la realización del Censo Nacional de Población y Vivienda, que en esta ocasión incluirá el uso de alta tecnología para llegar a todos los dominicanos, con el objetivo de saber cuántos somos, dónde estamos, cómo vivimos y hacia dónde nos dirigimos como país.
PAra la Junta Central Electoral (JCE), el mayor reto a que se enfrenta cada cuatro años es al montaje de unas elecciones que deben concluir con resultados que sean creíbles para la población. Mientras, para la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), su mayor reto es la realización, cada diez años, de un Censo Nacional de Población, que de nueva cuenta, debe terminar también con resultados fidedignos para la ciudadanía.
Es por esto que para Alexandra Izquierdo, directora de la ONE, la realización del Censo 2020 es un reto, sobre todo porque considera que “un censo es más complejo que las elecciones generales. Esto, porque las elecciones están dirigidas a un número específico de votantes, los cuales, si es que desean, no votan. No obstante, el Censo 2020 va dirigido a toda la población, donde todos deben ser contados, sin excepción”.
“En el país, nosotros tenemos que ir a 3 millones 400 mil hogares… Para llegar a esas residencias, nos apoyaremos en la tecnología: usaremos GPS, tenemos Tablets en las que tendremos imágenes bajadas de Google. Con eso aceleramos un poquito más y, probablemente, vamos a incluir unos drones que el ITLA nos está ofreciendo para fines de llevarlos a zonas rurales, porque en dichas zonas los cartógrafos se pierden un poco porque las casas son más dispersas y las direcciones muchas veces son por referencia”, afirma la directora de la ONE, quien acudió al restaurante Atarazana para ser entrevistada por revista CONTACTO en la sección Business From Atarazana.
¿Qué información se espera obtener con el Censo?
“Son casi 60 preguntas, porque de ahí se saca dónde está la población para que el sector público pueda decir ‘aquí se necesita una escuela, aquí se necesita un hospital’, dependiendo de dónde están ubicadas las personas. También se puede saber qué calidad de vida tienen; cómo usted tiene el hogar; si es de madera, si tiene el piso de cemento, si tiene servicios, si le llega agua; si le llega la energía eléctrica y todos esos datos nosotros los ponemos en disposición de los que ejecutan políticas públicas”.
¿Usted considera este Censo un reto?
“Sí, es un reto. Número uno, es un censo histórico. El año que viene, en el 2020, se cumplen los 100 años del primer censo que se hizo en 1920 y para mi es un gran reto, porque necesito hacer el mejor censo que se haya hecho. Quiero lograr un censo creíble, que la gente entienda y que reciba la información al tiempo adecuado, para que no quede la duda de si el censo dio la información o si no la dio. Pero claro, este es un camino de doble vía, la gente tiene que asumir el censo”.
¿Cuántos somos hoy aproximadamente los dominicanos?
“En el área de demografía se va actualizando todos los años, porque nosotros tenemos conexión con la JCE, con la Policía y una serie de instituciones que nos permiten saber la gente que muere, la gente que nace y vamos definiendo una proyección de la población. Tenemos una proyección de alrededor de 10 millones y medio de habitantes, 10.4 millones, de los que hay alrededor de 51 % de mujeres y 49 % y algo de hombres”.
¿Cuánto será el presupuesto para el censo?
“Está contemplado que sean US$6 dólares por persona. Serían un poco más de 60 millones de dólares. Hemos ido trabajando, se ha ido usando dinero de ese gran presupuesto, porque desde hace dos años se ha ido asignando recursos para los trabajos previos al censo… Todo lo que pueda aparecer en una zona tiene que entregarse a los encuestadores en un plano y ese plano se está elaborando en base a esos levantamientos. Eso tiene un proceso largo que tiene que terminar en la impresión del plano… ya se hizo un auto empadronamiento. En este momento, en dos provincias, se está haciendo una prueba cognitiva, que es probando dos cuestionarios para ver si la gente y el mismo encuestador entienden las preguntas, para ver si hay que variar alguna palabra”.
Aproximadamente, ¿cuántas personas trabajarán en el Censo?
“Tenemos un aproximado, entre supervisores, encargados y encuestadores, de unas 50 mil personas, porque es una estructura donde existen varias fases de supervisión”.
¿Cómo los seleccionan?
“Hay varias vías. De hecho, ya existen bases de datos de todos los encuestadores que se usan permanentemente, que podrían ser los que podamos reclutar. Pensamos usar tecnología de punta. Trabajamos en hacer un programa para que tu te inscribas, ir pidiendo desde ya los datos que ameritan para tu poder ser encuestador y no solo reclutar en el Distrito Nacional. Lo más interesante es conseguir personas de las mismas provincias, porque, por ejemplo, con la capacitación se encarece el presupuesto. Nosotros queremos ir y llevar la capacitación a los lugares donde estén ellos. Tenemos que hacer reclutamiento a nivel nacional. Para la capacitación estamos trabajando con INFOTEP, porque ellos pueden agregar conocimiento, además del que ya tienen los técnicos de la ONE, porque ellos tienen capacitadores de capacitadores. Son unos aliados muy interesantes.
Nosotros tenemos parte del trabajo ya adelantado gracias a un trabajo de planificación. Además de que vimos todos los puntos negros que hubo en el 2010, como un primer proceso para ver qué pasó para que no se vuelva a repetir”.
¿Qué faltó en el último Censo y que podríamos mejorar el próximo año?
“Técnicamente hay muchos puntos, pues es natural que en todo lo que tu haces lo puedas mejorar. En lo que respecta a aspectos que la población tuvo acceso, hubo problemas de pago a los encuestadores que creó una crisis en el momento. Eso fue algo que ya hemos visto por qué fue el problema, y estamos tratando de que eso no vuelva a suceder. Fue un problema de reclutamiento con edades no adecuadas, que no tenían las edades para abrir cuentas de banco, por ejemplo. En mayor grado también, mi opinión es que hizo falta mucha publicidad, porque había que concienciar a las personas. No se logró lo suficiente. Mucha gente me pregunta hoy: ‘¿por qué en el 2010 no se dieron los datos del Censo?’ Y la realidad es que se dieron, pero la percepción es que no se hizo. Entonces, ese es un punto en el que hay que trabajar de manera importante, porque después de un trabajo tan costoso, tan intenso y de tanto sacrificio, pues que la gente entienda que no se dieron los datos es un tema al cual hay que ponerle mucha atención, que en base a buena publicidad se puede lograr. Hoy tenemos la ventaja de las redes. Las redes nos van a ayudar mucho en cuanto a difundir la información. Si le damos el uso adecuado para fines de información y difundir los datos antes y después, estoy segura que ese problema va a ser mejorado.
Una de las cosas importantes también es que los recursos estén a tiempo, porque si tu empiezas un proyecto, y en un tiempo determinado no tienes los recursos, hay problemas y en algún momento de 2010 eso sucedió”.
¿Ustedes tienen hoy esos recursos?
“Los de 2020 tienen que entregarse en el 2020, pero yo estoy segura que con el apoyo que el Presidente ha ido dando al censo en el transcurso de los años que han ido sucediendo, pues estoy segura que no va a haber problemas. En esta ocasión son con fondos propios. En el 2010 hubo que recurrir a unos fondos del BID. Esas cositas así pues pensaríamos que gracias a Dios están superadas, y en confianza total con el presidente Medina de que los recursos, que ha sido una gestión de él, que no quiere que haya préstamos para hacer el censo. Él entiende que es una responsabilidad del país y que no es prudente ni debe ser que tu endeudes al país para hacer el censo, y yo creo que tiene toda la razón”.
Censo agropecuario
Usted ha sido una abanderada de que se debe realizar un Censo Agropecuario. ¿En qué está eso?
“Desde que llegué a la ONE encontré el proyecto. Se había hecho en el 2014 un pre-censo agropecuario entendiendo que inmediatamente se iba a hacer el censo, llámese 2015-2016. A través del Ministerio de Agricultura era la manera de conseguir los recursos y que dicho organismo ordenara el censo a la Oficina de Estadísticas, pero no se ha logrado… llegó el momento que no lo podemos hacer porque tenemos en la mesa el de viviendas, pero en este momento está prácticamente definido que el Banco Interamericano de Desarrollo tendrá los fondos para nosotros hacer el censo agropecuario, pero en el 2021”.
¿El Censo de Vivienda ayudará de alguna manera al Censo Agropecuario?
“Sí, vamos a tener una pequeña información que vamos a levantar en el censo de vivienda. Vamos a investigar por dos preguntas: ¿quiénes en el hogar trabajan la tierra?; y ¿Quiénes son del sector agrícola? Con esos datos vamos a estar un poco más edificados. No solo con el pre-censo que se hizo, porque está un poquito viejo, porque se hizo en el 2014, pero de aquí del Censo ya se están sentando las bases para que en el 2021, que ya está confirmado que los recursos el BID lo va a entregar, porque fue un problema de recursos”.
Alexandra Izquierdo: la funcionaria y política
Alexandra Izquierdo es licenciada en Administración de Empresas, graduada de la universidad INTEC. Desde muy joven se vio atraída por los negocios. “Inicié con una empresa de Corredores de Seguros, con pocos años de haberme graduado. Ya estaba casada, tenía hijos e inicié esa empresa que ya tiene 37 años”.
Al poco tiempo de estar a cargo de su empresa, tuvo que hacerse a un lado para comenzar a trabajar en el sector público. “Luego que yo empiezo a conocer el mundo público, tengo la suerte que mi esposo pasó a trabajar en la empresa conmigo y, más adelante, llegó mi hija que entró a la empresa desde que se graduó de bachillerato. Hizo su carrera dentro de Peña Izquierdo”.
“En aquella ocasión se llamaba A. Izquierdo de Peña. Fue un emprendimiento. En aquel momento no nos llamábamos emprendedores, pero fue un emprendimiento bien… diríamos en un escenario de competencia fuerte, en un escenario de grandes corredores de seguros de mucha capacidad, de mucha experiencia. Gracias a Dios, la empresa es de éxito y ese éxito se lo plasma mi esposo y mi hija Laura, que son los que están al frente de la empresa”.
En el estado, Izquierdo se desempeñó como directora de Seguros San Rafael, hoy Seguros Banreservas, donde permaneció menos de un año. “No entendí el sector público, me pareció un poco complicado y decidí renunciar a los nueve meses de Seguros San Rafael, porque a pesar de que tuvimos muchísimo éxito, la compañía yo la encontré en el noveno lugar de las compañías de seguro y logré ponerla en el tercero, que lo mide la Superintendencia de Seguros, pero no comprendía lo que era el sector público”.
Además, fue directora de Rentas Internas y de Impuestos Sobre la Renta en el gobierno de Balaguer. También fue directora de ProIndustria, así como regidora por el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y vicealcaldesa por el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
¿Cómo fue su relación con Balaguer?
“Muy buena, yo no lo conocía hasta que fui nombrada, pues yo no era reformista, no era de ningún partido, y la verdad que te voy a decir, primero, que me pasé ese periodo de esas dos instituciones visitándolo a diario, porque había que decirle las recaudaciones diariamente.
Él me llevó a la política después de que sale del gobierno. Mientras fui funcionaria me sentí que fui a una universidad, a Harvard, porque el aprendizaje para mi fue extraordinario. Tu ver a un Presidente a diario, y las enseñanzas que recibí de él fueron inagotables y no tiene precio.
Luego que salimos del gobierno en 1996, que se le entregó al PLD, yo seguí en contacto con él, ya desde su casa. De ahí él me hace regidora y de ahí fui evolucionando”.
A propósito, usted fue regidora y vicealcaldesa, ¿Qué experiencia le dejaron los cabildos?
“¡Me encantó! La vida municipal es muy linda. Los gobiernos locales son la tendencia de los gobiernos. Lo que pasa es que nosotros vivimos en un país presidencialista, pero donde se debe acudir y se debe tener el control de los lugares son los ayuntamientos locales y la vida municipal es muy bonita.
Yo disfruté la regiduría, un proceso que me tocó, que fue el último cuando estaba Santo Domingo grande, que comprendía lo que es hoy el Gran Santo Domingo. En ese momento habían 88 regidores en esa sala capitular y una regiduría con una experiencia fuerte. Fue cuando murió Peña Gómez. El PRD ganó 55 regidores. Entonces, la sala capitular tenía toda su fuerza en un solo partido y nosotros los reformistas salimos seis. No obstante, hicimos el trabajo, logramos hacer un trabajo que se nos tomó en cuenta, se nos respetó y se nos reconoció. Todo lo que yo he hecho en los sectores públicos lo he disfrutado y me he sentido que siempre he crecido”.
¿Quién es hoy Alexandra Izquierdo?
“Madre, esposa, abuela, trabajadora, sensible, humana, que es lo que más me interesa, y una fiel creyente en Dios”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011