La Ciencias es una forma de analizar, de reflexionar sobre determinados aspectos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, los cuales presentan ciertas características que los clasifican como sistemas de comportamiento complejo. El ingeniero dominicano Johnny Pujols, un estudioso de la complejidad, sugiere aplicar esta ciencia para la toma de decisiones y solución a los problemas.
Pocos, quizás, han escuchado hablar de las ciencias de la complejidad. ¿Por qué la ciencia es compleja? Pues porque la realidad es compleja y, partiendo de este punto, este estudio brinda una perspectiva única para comprender la naturaleza de la misma.
Uno de los aspectos más importantes es su carácter holístico es que “la complejidad nos muestra que el mundo no puede reducirse ni fragmentarse en pequeños elementos sin afectar y limitar drásticamente nuestra interpretación del mismo.
Los sistemas complejos están compuestos por una interconexión dinámica de partes que interactúan entre sí, dando lugar a propiedades emergentes impredecibles”, afirma el ingeniero Johnny Pujols, quien cuenta con una especialidad en Ciencias de la Complejidad, Teoría del Caos y Pensamiento Complejo, entrevistado por revista CONTACTO.
La complejidad cuestiona las visiones reduccionistas y deterministas de la realidad. Invita a adoptar una visión universal e integradoras, reconociendo que los sistemas son más (y a veces menos) que la suma de sus partes.
Otro aspecto que se resalta, al estudiar desde la perspectiva compleja, es el contexto en el que se dan los fenómenos estudiados. La ciencia tradicional procura el análisis, la separación de los problemas y procesos en su partes constitutivas más simple, procurando interpretar el todo a partir del conocimiento detallado de cada parte. Sin embargo, en este proceso de análisis y fragmentación, “se pierde el contexto en el que se desarrollaba el fenómeno, o que impactaba al objeto de estudio y la riqueza de las interacciones entre las partes, algo que se preserva desde la perspectiva compleja”.
Johnny, ¿qué lo motivó a estudiar ciencias de la complejidad?
“Inicialmente, estuve buscando algún encuentro entre áreas del saber que siempre me han entusiasmado y por las que he sentido una profunda inclinación: las ciencias exactas y la tecnología (las hoy llamadas STEM: física, matemática, ingenierías, software) y, por otro lado, las ciencias blandas (filosofía, sociología, ciencias políticas).
Luego, descubrí que las ciencias de la complejidad nos permitía tener otra comprensión (más completa) de nuestras sociedades, y las infinitas posibilidades de interacción de los seres humanos entre nosotros y con la naturaleza y el resto de la realidad que nos rodea”.
¿De qué manera se aplica en la sociedad las ciencias de la complejidad?
“La aplicación de las ciencias de la complejidad a los fenómenos y procesos sociales, nos permite una comprensión más profunda y holística de los sistemas complejos en diferentes ámbitos, lo que puede conducir a mejores estrategias de gestión y, por tanto, brinda criterios más integrales en la toma de decisiones y la solución de los problemas.
Los ámbitos de aplicación, y las posibilidades, son prácticamente ilimitadas desde las ciencias políticas para comprender fenómenos que implican interacciones complejas entre seres humanos, momentos y procesos únicos, como la primavera árabe, el 15M, la emergencia de movimientos sociales, la destrucción o emergencia de nuevos sistemas organizativos y políticos. En ocasiones, casi imprevisibles desde la óptica de las disciplinas tradicionales y segmentadas, hasta el estudio de sistemas biológicos”.
A nivel social, político o democrático, ¿cuáles pudieran ser sus aportes a la sociedad?
“El estudio de la complejidad tiene implicaciones significativas para una amplia gama de campos, entre ellos, las ciencias políticas y la sociología. Por ejemplo, en la gestión de crisis y desastres, reconocer la complejidad de los sistemas, nos ayuda a entender por qué las soluciones simples a menudo fracasan y a adoptar estrategias más flexibles y resilientes. En la economía, el análisis de sistemas complejos puede ayudarnos a comprender los ciclos económicos, las burbujas financieras y la propagación de crisis.
Los partidos políticos, movimientos políticos y movimientos sociales, son instituciones sociales complejas, que se ven afectadas permanentemente por el contexto en que desarrollan su actividad, por las capacidades y condiciones de su liderazgo, por la interacción de sus integrantes, y por la capacidad de interpretar apropiadamente la sociedad y el momento histórico en que desarrollan su actividad”.
Si lo vemos desde el punto de vista profesional, ¿cómo podría ser esta una herramienta efectiva para el progreso de la comunidad o área de trabajo de ese profesional? ¿Aplica para estos fines?
“Desde el punto de vista de mi carrera, como ingeniero electrónico, las ciencias de la complejidad pueden ser una herramienta fundamental para el avance y desarrollo de diversos tópicos, como el estudio de las redes y sistemas de comunicación, el avance de la inteligencia artificial, de la robótica, y comprender las implicaciones para la humanidad que puede tener su avance. Para el diseño e implementación de sistemas electrónicos y robóticos cada vez más complejos en todas las áreas.
Como docente de ciencias matemáticas, en términos personales, me ha ayudado a ilustrar con objetos o procesos complejos aplicaciones y conceptos matemáticos abstractos, de modo que puedan ser más relevantes, interesantes para los estudiantes, así como a fortalecer y desarrollar el pensamiento sistémico de invaluable importancia en los estudiantes de ciencias, tecnologías e ingeniería”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011