¿Cómo hacer que tus metas de año nuevo NO se queden en el papel?

Dicen que soñar no cuesta nada. Y es verdad. Todos tenemos sueños que queremos ver hechos realidad. Sin embargo, muchos de estos no se logran sólo con “manifestarlo”, hay que entrar en acción para lograr tus objetivos.

Y no tengo nada en contra de manifestar, pero entiendo que hay que actuar. ¿Cómo convertimos estas metas en un verbo?

Primero, es muy probable que te estés poniendo objetivos poco realistas. Ponerte como meta comprar una casa este año, sin tener ahorros, es poco probable que lo logres en el corto plazo, a menos que te ganes la lotería.

Quizás, lo que necesitas es calendarizar tus propósitos. Es decir, si quieres comprar una casa, comienza por calcular qué tiempo te tomará ahorrar el dinero del inicial. Entonces, así podrás poner en tu calendario cuándo podrías comprar tu casa. Esa es una meta que tiene un deadline.

Es importante entender que hay proyectos que se logran en el largo plazo, pero que tienes que planificar en el corto plazo. Es decir, qué harás para llegar a dónde quieres.

A veces, los pequeños pasos te ayudan a avanzar más que querer dar un gran salto. Lo importante es tener un plan establecido. 

 Hay otras metas alcanzables en el corto plazo, y que dependen de tu disciplina. En enero, muchas personas se inscriben en el gimnasio, pero ¿cuántas veces van? En este caso, necesitas actuar con intención. Crear una rutina que, con el tiempo, se convierta en un hábito. De esa manera, hacer ejercicio formará parte de tu estilo de vida. 

Según el escritor Robin Sharma, en su libro ‘El Club de las 5 de la mañana’, necesitas “alrededor de 66 días para que un proceso se convierta en una rutina automática. Entonces, se logra la automatización, porque los hábitos tardan unas nueve semanas en establecerse”.  

Eso quiere decir que, si durante dos meses haces ejercicios todos los días, sin excusas, lograrás un cambio en tu vida que podrás mantener en el tiempo.

 Por otro lado, están las metas que no puedes alcanzar solo, que necesitas de la ayuda de un profesional o alguien más experimentado que tú. Aquí, lo importante es buscar la ayuda idónea de personas que te puedan sumar. 

 Crea un plan de acción para cada meta. ¿Cómo lo vas a lograr? ¿En qué tiempo? ¿Qué tienes que hacer? ¿De quién necesitas ayuda? Y, nuevamente, para que no se quede en el papel, ponte alertas en tu teléfono que te permitan cada tres meses revisar cómo vas avanzando en tu propósito. 

 Recuerda lo que decía el escritor estadounidense, Mark Twain: “Dentro de 20 años, lamentarás más las cosas que no hiciste, que las que hiciste”. 

 Y no te olvides de agradecer por lo que ya tienes, que hace unos años, era un sueño por lograr.