La tendencia a las modificaciones estéticas en los vehículos es algo que luce ser se mantendrá durante muchos años, lo cual permite dar ese toque de personalización que vaya acorde a nuestros gustos y preferencias.
Dentro de esos aspectos, se encuentra el que yo diría resulta ser el más frecuente, y se trata de sustituir aros y neumáticos de fábrica por otros más grandes, ya sea para darle un toque deportivo a nuestro vehículo o, en su defecto, un aspecto off road y elevado que permite disfrutar de una experiencia todoterreno sin límites. Ahora bien, realizar este cambio conlleva hacer algunas evaluaciones que no necesariamente resultan ser tan simples como cambiar un aro por otro o un neumático por uno con mayor nivel de tracción.
Antes de realizar este proceso debemos considerar tres aspectos esenciales que cito a continuación:
Tamaño de la Rueda
Lo ideal cuando se reemplazan aros y gomas es que respetemos el tamaño total de la rueda (combinación de aro y goma), es decir, si de fábrica viene con un aro más pequeño y un neumático de perfil más alto, lo ideal es que cuando sustituyamos por un aro más grande disminuyamos el perfil del neumático haciéndolo más bajo. Con esto garantizamos que por compensación la rueda se mantenga bajo los mismos parámetros. (Esto en cuanto a vehículos destinados a andar en las calles).
En cuanto a los vehículos que son modificados para ser todoterreno o aplicaciones off road, la historia tiende a ser inversa, ya que a veces se colocan aros más pequeños para dar cabida a neumáticos de mayor perfil y con niveles de tracción más agresiva destinadas a estos fines. En este caso, lo ideal es respetar el mismo principio de mantener el tamaño de la rueda de fábrica.
Esto crea la inquietud automática del porqué, y la razón fundamental es que el sistema de frenos y suspensión han sido diseñados para manejar una rueda de tamaño específico, y la utilización de una rueda con una circunferencia mayor crea desgastes prematuros en los ejes, bushings y demás componentes de la suspensión, aparte de, no menos importante, una disminución considerable en la capacidad de frenado por existir un efecto palanca mayor.
Discrepancias en el velocímetro:
Otra de las razones por las cuales es recomendable respetar el tamaño de la rueda, es que de la misma depende la veracidad de la información que nos remita el medidor de velocidad o velocímetro, el cual viene calibrado de acuerdo al tamaño de dicha rueda.
Ante una rueda que supere el tamaño de fábrica, el velocímetro nos indicará que transitamos a una velocidad inferior a la real, lo cual naturalmente nos puede traer problemas respetando los límites de velocidad establecidos.
Evitar utilizar neumáticos de perfil muy bajo:
Si bien es cierto que disminuyendo el tamaño de perfil del neumático podemos utilizar aros más grandes y vistosos, no debemos perder de vista lo vulnerables que estos neumáticos se vuelven en las calles de nuestro país, en donde las vías de comunicación terrestre están tan llenas de desigualdades. Tratemos de evitar neumáticos con perfiles inferiores a 40, de manera que podamos tener cierta tranquilidad si eventualmente caemos en un bache
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