Creación de imagen de un candidato político

La experiencia de imagemaking estadounidense muestra que, primero, se selecciona el “material” original, es decir, una persona con datos personales que cumplen con los requisitos mínimos (apariencia y comportamiento, biografía política, etc.). A continuación, se desarrollan componentes adicionales y se elabora un registro de sus ventajas sobre la competencia. Los principales componentes que componen el contenido de la imagen son: comprensión profunda de los problemas socioeconómicos que enfrenta la sociedad; voluntad de asumir la responsabilidad de su solución; halo valor-moral que conforma la imagen.

A nivel psicológico, la imagen del candidato suele corresponder a una de las imágenes arquetípicas comunes. Cada una de las imágenes tiene su propio patrón de comportamiento e influencia a votantes. Aquí no hay pequeños detalles. Todo es importante: lo que dice el candidato, cómo habla, cómo se ve. La combinación de características sociales y arquetipos psicológicos crea la base para la formación de la imagen de un candidato. Es muy importante que la imagen no sea impuesta: debe corresponder al carácter, profesión, temperamento y características externas del candidato.

La formación de la imagen de un líder político está influenciada por: características personales: carácter, tipo de personalidad, estilo de toma de decisiones políticas, su estado físico y psicofisiológico; características sociales: el estatus oficial del líder en relación con el cargo que ocupa, el estatus determinado por el origen, estatus económico etc.; prioridades, valores, normas compartidas por él; modelos de conducta seleccionados; características de sus relaciones con diversos grupos sociopolíticos, seguidores y oponentes.

La característica principal de la imagen es su rápida respuesta a los cambios de la conciencia del público. Si la imagen de un político refleja adecuadamente las expectativas de los grupos sociales, entonces aumenta la probabilidad de éxito de ese político.

Al preparar una campaña, es necesario prever la posibilidad de ajustar la imagen del candidato en el momento en que la campaña alcanza su apogeo y cuando los rivales pueden superarlo en popularidad. Después de estudiar la situación preelectoral, delinear los objetivos y prioridades de la campaña y sopesar sus capacidades organizativas, materiales y personales, debe seleccionar un equipo para liderar y gestionar la campaña.

Es necesario unir a personas que sean capaces de desarrollar una estrategia y táctica para una campaña electoral, organizar su implementación y responder con prontitud a la situación cambiante.