Crisleidy Jacinto: Una mujer con “electricidad” en las venas

Crisleidy Jacinto es egresada del Instituto Politécnico Loyola, en San Cristóbal, donde concluyó sus estudios secundarios como Técnico en Mecánica Industrial. Actualmente, es estudiante de término de Ingeniería Industrial, en la Universidad de APEC. 

Desde adolescente estaba clara en lo que quería. Decidió estudiar en el Loyola, porque le ofrecía la opción técnica.  

“La mecánica industrial fue la que más captó mi atención, porque en esta carrera se da el arte de la mecanización, es decir, ese proceso de convertir la materia prima en un producto funcional. Es maravilloso, y así mismo, también la manera en que el técnico se involucra con las máquinas que te permiten crear lo que quieres”, dice Jacinto, entrevistada por revista CONTACTO. 

En Edesur, tiene seis años trabajando y su sueño es emprender su propio negocio. 

“Algún día tendré mi propia empresa y seguiré ofreciendo esas oportunidades que me ofrecieron a mí o incluso mejores”.   

En sus funciones dentro la distribuidora de electricidad están dirigir, controlar las actividades de mantenimiento preventivo y correctivo, así como montajes electromecánicos de las subestaciones. Desde la creación de un plan de mantenimiento o proyecto de adecuación, hasta su ejecución y control dentro de las subestaciones.

Para Crisleidy, ser mujer no ha sido obstáculo. “Es gratificante dirigir un equipo de hombres. Existen tantos prejuicios que lo único que hacen es crear predisposición. Más que el hecho de que sea una mujer que dirija este equipo, es más la satisfacción de que podemos integrarnos, de tal forma que sea funcional para nosotros alcanzar nuestros objetivos como compañeros de trabajo”.   

Aunque reconoce que al principio sus compañeros la trataban con más delicadeza, por tratarse de una mujer.  

“Cuando comencé a trabajar en la Coordinación de Mantenimiento de Subestaciones, era la única mujer dentro de la gerencia y, al principio, noté que mis compañeros eran muy precavidos conmigo para los trabajos en terreno, pero, poco a poco, me fui integrando a estos trabajos y demostrándoles que no había razón para recibir un trato diferente. En esta gerencia sabemos aprovechar las fortalezas de cada quién. La equidad es algo que ponemos en práctica a diario, así que ya no existe un trato diferente por el hecho de ser mujer”. 

Jacinto está convencida de que hay oportunidades para las mujeres, por lo que llama a sus pares a no limitarse, ni ser conformistas. 

“Estudien, prepárense y luchen. Hasta para lograr las cosas más sencillas conlleva un sacrificio. Aprovechemos ahora, demostremos que sí se puede y seamos otra más de esas mujeres que dejan sus huellas por el mundo. Seamos el ejemplo para las generaciones que nos prosiguen”.