Dando puntadas firmes en el diseño de moda 

Tras concluir sus estudios, participó en lo que sería su primer desfile de moda, junto a mujeres artesanas en el hotel Catalonia. Más tarde, participó de un concurso en el Ministerio de la Juventud para formar parte del grupo de diseñadores noveles que exhibirían sus diseños en RD Fashion Week… y lo logró. 

El siguiente paso de Génesis fue internacional, al lograr una colaboración con SheIn, una empresa china de moda que tiene presencia en 220 países.

Pero ahora, su propósito es seguir sembrando para seguir creciendo, ya que quiere internacionalizar su marca. Por ello, para conocer un poco más en profundidad lo que está haciendo, revista CONTACTO la entrevistó en su taller. 

Génesis, ¿cómo comenzaste en el diseño de moda?

“Empecé hace mucho tiempo. Cuando estaba en el colegio yo me hacía mi propia ropa. Empecé porque me encantaba hacerme los trajes de baño, no me gustaba repetir trajes de baño, esa era mi área favorita. Es algo que llevo en las venas, porque mi abuela era modista, mi mamá es diseñadora de carteras, y en mi casa siempre ha habido máquinas de coser. 

Así fue que me inicié. Nunca tuve dudas de qué iba a estudiar, siempre supe que quería estudiar diseño de modas.

Cuando empecé a estudiar Diseño, primero quise enfocarme en los trajes de baño, pero no encontraba ningún lugar que diera talleres de trajes de baño. Entonces, yo desbarataba mis trajes de baño para ver la confección y así terminé lanzando mi marca que se llama ZIUR, es decir, mi apellido al revés.

Yo estudiaba y trabajaba al mismo tiempo, y cuando me gradué me lancé de una vez. Decidí emprender, con miedo porque tenía mi sueldo fijo, pero aún así lo hice. Ahí fue que empecé de manera formal, porque yo le hacía trajes de baño a mis amigas en el colegio, pero no tenía una marca o una página en las redes sociales. Me lancé en el 2018 con un grupo de mujeres artesanas. Fue un desfile colectivo en el Hotel Catalonia, lugar donde yo hacía los trajes de baño, y donde una señora que era artista plástica me pintó los trajes de baño a mano, y otra hacía los accesorios y mi mamá las carteras. Y así fue como entré al mundo de la moda… ¡oficialmente!”. 

Cuando le confeccionabas los trajes de baño a tus amigas en el colegio, ¿ellas te pagaban o era más un hobbie?

“Sí, me pagaban, pero yo no sabía poner precios y eran muy baratos… (Risas)”. 

En ese momento que le hacías los trajes de baño a tus amigas, ¿cómo era el proceso creativo?

“Ellas me decían lo que querían, pero yo les advertía que no quería un diseño complicado, porque no tenía experiencia. Eran diseños básicos, el tradicional bikini. Yo salía y compraba la tela. De verdad que no sé cómo lo hacía con tan poca experiencia y preparación, pero lo logré”. 

Cuando participaste en tu primer desfile, ¿cómo fue la acogida y cuántas piezas hiciste?

“Para ese desfile, hice 21 piezas, con diseños para niñas, adolescentes y mujeres. Ese desfile tuvo mucha acogida, me sorprendió porque fue muchísima gente y a raíz de ahí creció mi cantidad de clientas. La gente comenzó a ver lo que estaba haciendo, comencé a ganarme esa confianza de las clientes”.  

Después de ese desfile, ¿cuál fue el siguiente paso para consolidarte?

“Luego de eso, surgió el RD Fashion Week, en conjunto con el Ministerio de la Juventud. Tenían una competencia donde diseñadores estaban aplicando para participar en el RD Fashion Week con el patrocinio del Ministerio de la Juventud. Yo participé y fui seleccionada. Ellos eligieron 12 diseñadores, y eso me permitió estar en esa plataforma por primera vez. Yo no quería lanzarme solo con trajes de baño, quería hacer algo más y que fuera bien completo, y ahí fue que cree la marca GR (Génesis Ruiz), que es bajo la marca que estoy trabajando. En ese desfile tuve, además de trajes de baño, salida de playa, vestidos, blusas, faldas y todo lo que es referente al resort wear”.  

¿Cómo fue la acogida de esta colección inspirada en toda la tendencia de playa?

“La gente me comenzó a acoger, porque yo quería ser diferente, hacer trajes de baño, pero que no fueran los tradicionales. Quería hacer algo diferente, por ejemplo, un traje de baño que también lo pudieras usar para otro atuendo, como otro outfit, como una falda o un pantalón, o una blusa. A raíz de eso es que la gente me comienza a conocer, porque empecé a hacer trajes de baños con mangas grandes, con diferentes cortes, y ahí me comenzaron a identificar como ‘la diseñadora de los trajes de baño con mangas grandes’, y eso es lo que me representa ahora mismo”. 

¿A través de qué plataforma das a conocer tu trabajo?

“Yo trabajo por pedido, por encargos. Lanzo colecciones por temporada y tengo un catálogo en WhatsApp, y ahí se pueden ver las diferentes colecciones. Y, también, tengo la página en Instagram”. 

¿Cómo llegas a colaborar con SheIn?

“El año pasado, una amiga me envío una publicidad que ellos tenían de un concurso para diseñadores internacionales en el que el diseñador se iba a ganar 100 mil dólares. Entonces, yo participé, envié mi portafolio, y recuerdo que el día que iban a anunciar a los finalistas, me di cuenta que no fui seleccionada para ese concurso. Pero mi mamá tenía una corazonada y me decía que revise mi correo, pero yo no tenía ningún correo de SheIn. Pues, como a los cinco días, yo dije: ‘déjame revisar mi spam’, y ahí encontré un correo de SheIn, del grupo de marketing, para que yo pudiera colaborar con la plataforma”.  

Cuando leíste ese correo,
¿cuál fue tu reacción?

“¡Yo no me lo creía! Pensaba que era mentira. Les respondí y al día siguiente me respondieron. Ahí me di cuenta que era en serio. Ellos me mandaron la información, lo que yo tenía que hacer, y me puse a trabajar de inmediato. Eso fue a principio del año pasado y todavía yo trabajando con ellos, no me lo creía, porque ellos no me pusieron fecha de lanzamiento ni nada. Yo lo llegué a creer el 13 de diciembre en la mañana cuando desperté y encontré una gran cantidad de mensajes”. 

¿Cómo fue el proceso de trabajo
con SheIn?

“Fue retador. La diferencia de horario, el tiempo que ellos me pedían para enviar la colección eran pocos días. Me daban una semana y media o dos. Y yo estaba sacando mi colección de verano, tenía muchas cosas juntas”. 

¿El negocio con SheIn consiste en realizar el diseño y ellos elaboran la pieza?

“Exactamente. Ellos te piden de cuatro a ocho piezas, entonces ellos la producen, la mercadean y te dan un porcentaje de la venta. Aunque yo decido el tipo de tela que se usará en el diseño y los colores”. 

¿Y qué tal han sido las ventas con SheIn?

“Muy buenas… (Risas)”. 

¿Cuántas piezas les diseñaste?

“Les diseñé seis piezas, por el tiempo. Me hubiese encantado diseñar ocho, pero era tanta presión, que decidí enviarles solo seis. Diseñé un Jumpsuit, una camisa, una chaqueta, un pantalón, un vestido y una falda corta”. 

¿Qué se siente ver tu trabajo en una plataforma internacional como esa?

“Siento agradecimiento y mucha felicidad, porque pude lograr estar ahí. Porque hay muchos diseñadores con mucho talento y que me eligieran para colaborar con ellos fue increíble”.

Lo que has logrado ha sido porque te has atrevido a buscar las oportunidades en cada momento.

“Yo pienso que sí. Creo mucho en plantar semillitas. Hago algo ahora y quizás no vea los frutos de una vez, pero en un futuro voy a ver los resultados. A mí me gusta lanzarme, hago un plan, y me lanzo”. 

¿Cuáles son tus planes a futuro?

“Voy a seguir enfocada en mi marca. En poder seguir estableciéndome en el mercado local, y con mi página web poder llegar a mercados internacionales”.