En República Dominicana más de 200,000 niños han abandonado el sistema educativo actual, según datos revelados por Save the Children. Una realidad que no solo afecta a República Dominicana, ya que es la ‘pandemia educativa a nivel mundial’. Los más afectados son los niños que residen en zonas vulnerables y con menos acceso a la tecnología.
El regreso a clases fue una luz al final del túnel para muchos padres que veían con tristeza el pobre desempeño de sus hijos en clases virtuales. Hasta septiembre de este año, 47 millones de niños habían regresado a las aulas en América Latina, según un informe reciente de la ONU..
Los gobiernos se han enfocado en retomar la docencia presencial para recuperar el tiempo perdido durante la pandemia.
La mala noticia es que Naciones Unidas señala que cerca de mil millones de niños alrededor del mundo están en riesgo de tener una pérdida de aprendizaje significativa a causa de las interrupciones en la asistencia a la escuela durante la pandemia del covid-19.
Según un reporte de BBC Mundo, en India, estudiantes de varias regiones se han olvidado de leer y escribir debido a que se han visto impedidos de asistir a la escuela en el último año.
La brecha digital ha sido fulminante para los países con población con grandes desigualdades sociales, que viven por debajo de los niveles de pobreza.
En muchas regiones del mundo, cuando la pandemia del covid-19 obligó al cierre de las escuelas, muchos niños de las escuelas públicas no tuvieron acceso a dispositivos que les permitieran continuar con su educación de manera remota.
En América Latina el panorama es muy parecido, de acuerdo con un informe presentado por Unicef en septiembre pasado, donde indica que cerca de 86 millones de niños aún no han retomado las clases, lo que pone en riesgo el progreso de su aprendizaje y los niveles de conocimientos previamente adquiridos.
“Durante los últimos 18 meses, la mayoría de los niños, niñas y adolescentes de América Latina y el Caribe no han visto a sus profesores o amigos fuera de una pantalla. Los que no tienen Internet, directamente no los han visto”, explicó Jean Gough, directora regional de Unicef para América Latina y el Caribe.
Jean Gough afirma que que no solo existe el riesgo de que los niños dejen de aprender las competencias básicas para su vida, sino de que incluso no regresen nunca a la educación formal.
“La educación virtual debe continuar y mejorar, pero está claro que durante la pandemia las familias más marginadas no han tenido acceso al aprendizaje”, añade la especialista.
Por otro lado, a medida que se van levantando las restricciones de la pandemia en distintas regiones, la reapertura de las escuelas se ha vuelto una prioridad de muchos gobiernos.
“La educación de los niños y las niñas se perdió en un esfuerzo por proteger las vidas de toda la población ante el coronavirus”, explica Irma Martínez, experta en temas de educación de Human Rights Watch.
La realidad dominicana
En República Dominicana, la realidad no es tan diferente a la región. De acuerdo con los resultados de un estudio presentado en julio del año pasado, por la Vicepresidencia de la República, Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI) y el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN), antes de la pandemia se registraba en el país una incidencia de inasistencia escolar de 9.0 % y se espera un incremento de 13.2 % y hasta de 17.9 %
Estos datos revelan que en un escenario moderado la deserción escolar se situaría en 237,000 estudiantes, con edades entre 5 y 20 años. Mientras que en un escenario severo sería de 322,200 alumnos sin recibir docencia en medio de la pandemia.
De su lado, un estudio preliminar realizado por Acción Empresarial por la Educación (EDUCA) revela que en el país desertaron al menos 20,000 niños y adolescentes, desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
EDUCA señala que en un estudio que realizaron este año arroja el dato de que entre 80 y 100 mil estudiantes están en riesgo de deserción producto de la pandemia. Agrega que, en comparación con los datos en este sentido obtenidos por otro estudio en enero, “ese riesgo se ha multiplicado hasta por 5 y en el peor escenario 100 mil niños y niñas están en situación de potencial deserción escolar”.
Agrega que la principal razón para apoyar el regreso a las aulas es la presencia del docente, catalogado de “insustituible” por un 50 % de los entrevistados para dicho estudio.
Sugiere que las autoridades educativas adopten políticas públicas y medidas especificas para identificar el punto de partida y los desafíos a afrontar en materia de calidad educativa en el corto plazo, entre ellas hacer evaluaciones a los aprendizajes adquiridos por los estudiantes públicos y privados.
También recomienda que sea designada una comisión que trabaje en el diseño del calendario escolar 2021-2022, el cual -a su juicio- deberá ser presencial como norma, y como excepción a distancia.
De su lado, la entidad denominada Save The Children advirtió que el modelo educativo a distancia, iniciado en la República Dominicana hace 15 meses, no ha podido llegar a los niños, niñas y adolescentes de los hogares más vulnerables.
“Datos recientes evidencian cómo en un escenario moderado 237,000 estudiantes han abandonado el sistema educativo actual, pudiendo alcanzar a más de 322,000, de un total de 1.8 millones de niños, niñas y adolescentes que conforman el sistema público educativo”, señala el informe.
La entidad advierte que las cifras resultan escandalosas, más aún si se parte de un déficit de aprendizaje previo, que ya condenaba a niños y niñas a reproducir los círculos de la pobreza y la marginalidad.
“Si además, a esto añadimos que los estudiantes que se han mantenido en el sistema educativo bajo la modalidad a distancia han tenido un aprendizaje limitado o nulo, o no han conseguido avanzar, tal y como ya señalan algunos estudios, estaríamos muy probablemente ante la mayor crisis educativa de los últimos años”, enfatiza.
Resaltan que esta crisis tiene como víctimas inocentes a cientos de miles de niños y adolescentes que ven truncada cualquier posibilidad de desarrollo digno, proyectos de vida y oportunidades de superación.
La educación superior
La educación superior no fue la excepción, según el Ministerio de Educación Superior Ciencias y Tecnología (MESCYT), durante el primer año de la pandemia del Covid-19 en República Dominicana la deserción universitaria llegó a un 40 por ciento, sobre todo en las universidades de tarifas populares.
“La ausencia de alumnos se disparó en las academias de menor costo, porque son las que tienen más bachilleres en situación de vulnerabilidad”, afirmó Franklin García Fermín, ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt).
En cambio, resaltó que las instituciones de estudios superiores de tasa alta, como el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm) y la Universidad Pedro Henríquez Ureña (Unphu), solo reportaron un abandono estudiantil de un cinco por ciento.
El funcionario dijo que luego de más de 365 días con la incidencia del coronavirus en el territorio nacional, la deserción ahora se ubica en un 20 por ciento.
Sin embargo, señaló que aún sigue alta con respecto a años anteriores donde el promedio se mantenía entre 12 y 14 por ciento.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011
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