Dr. Robert Valdez publica su segundo libro: “Tutela Judicial Efectiva”

El viejo refrán dice: “no hay primera sin segunda”. Y eso, al parecer, fue lo que le sucedió al doctor Robert Valdez, quien el 8 de febrero pasado puso en circulación su segundo libro, titulado: “Tutela Judicial Efectiva”, Garantías Debidas al Proceso Legal. 

La obra del abogado fue lanzada en un acto celebrado en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), a la que asistieron múltiples personalidades del acontecer nacional, como el ex presidente de la República, Dr. Leonel Fernández; el Dr. Milton Ray Guevara, presidente emérito del Tribunal Constitucional, entre otros. Además de connotados empresarios, miembros de altas cortes, legisladores, docentes, entre otras personalidades. 

Según nos revela Valdez, estuvo dos años investigando esta figura, este proceso de la Tutela Judicial Efectiva, “porque, además, hago un estudio comparativo con Estados Unidos, Alemania, España, con Colombia, que tiene un buen sistema.

Fíjate Dusan que, si tú vas a una corte estadounidense a un proceso, y salvo que no sea un asunto de sangre, un asunto de delito de lesa humanidad, tú sales inmediatamente bajo fianza, bajo una garantía económica. Con una presentación periódica. Porque de lo que se trata es de que tú quedes atado al procedimiento, pero no preso.

Entonces, el Ministerio Público tiene la dirección de ese ciudadano, lo cita y lleva a efecto su investigación, pero con el ciudadano en libertad. Y un tanto también defiende, la Tutela Judicial Efectiva, como uno de sus principios, el principio de igualdad. El Ministerio Público es una parte en el proceso, la parte que corresponde a la investigación y la acusación. Mientras, el querellante y actor civil es una parte del proceso, que le corresponde representar a la víctima, plantear al tribunal en qué ha sido afectado su derecho, y la necesidad de resarcirlo. Pero hay que recordar que, en el orden procesal constitucional, el imputado también es una parte. Y si tú lo tienes innecesariamente sometido a prisión preventiva, no está en igualdad de armas para enfrentar la acusación, de un Ministerio Público que tiene todos los recursos, la fuerza represiva, la capacidad organizativa y administrativa del Estado.

Con un imputado preso, no hay igualdad de armas de cara a la recreación del juicio penal. Entonces, eso estamos planteando en este libro la necesidad de que se equilibre, de que haya un equilibrio entre las partes, y que vayan al proceso en igualdad de condiciones”. 

Incluso, el jurista Robert Valdez aclara más su posición referente a lo que significa realmente la Tutela Judicial Efectiva. 

“Mira, la prisión preventiva se ha venido constituyendo en una regla en el proceso penal. Yo reflexionando sobre la necesidad de que la prisión preventiva sea seccional, inicié la investigación.

La Tutela Judicial Efectiva es el conjunto de atribuciones de que dispone el poder judicial para garantizar los derechos a los ciudadanos. Por ello, noté, en ese aspecto, que no se estaba tutelando el derecho fundamental a la libertad. Porque, en la mayoría de los casos, se está dictando hoy prisión preventiva. En la actualidad, tenemos una población carcelaria de presos del 62 %, todos en prisión preventiva.

Entonces, yo reflexiono que eso podría constituir una pena anticipada, que no va acorde con la Tutela Judicial Efectiva y con el debido proceso. Hay garantías que los jueces necesitan aplicar, que son las garantías del debido proceso. Eso significa que las medidas de coerción no son penas anticipadas, sino que tienen una naturaleza instrumental. ¿Qué significa eso? Que solamente persiguen atar al imputado al proceso. Para ello, hay siete medidas, y la última es la prisión preventiva”. 

De acuerdo a Valdez, en la actualidad, la prisión preventiva sólo debe aplicarse para el caso de que el imputado no pueda ser, razonablemente, sometido al proceso con una medida distinta. “¿Por qué? Porque ese imputado podría fugarse, por ejemplo: porque ese imputado podría boicotear el proceso de colección de pruebas por parte del Ministerio Público, porque ese imputado significa o representa un peligro para la sociedad. Solamente, en esos casos, aplicaría la prisión preventiva. Pero fuera de ahí, hay que acudir a los métodos de coerción menos gravosos. Porque el fin de la medida de coerción es la subvención de imputado al proceso que se le sigue. Si tiene domicilio conocido, si tiene su cédula, si tiene su trabajo, si tiene su familia, si tiene un garante, digamos que podría perfectamente sujetársele al proceso sin la necesidad de ser enviado a prisión preventiva, y esa es la gran reflexión del libro”. 

De la misma forma, el profesional de derecho destaca que este es un tema de mucha importancia, desde el punto de vista de Estado Constitucional de derecho, pues la “Tutela Judicial Efectiva tiende a garantizar, a proteger los derechos que la Constitución organiza en favor del ciudadano. El debido proceso, como mecanismo para que el ciudadano logre la protección efectiva de sus derechos, es un tema relevante, crucial, en el ámbito de la justicia. Yo he querido precisar que la Tutela Judicial Efectiva no puede ser una entidad literaria. Tiene que ser un asunto que, en la práctica ordinaria de los tribunales de la República, se aplique y se desarrolle como manda la Constitución. Protegiendo, defendiendo los derechos de cada una de las partes. El juez está obligado a garantizar esos derechos, a tutelarlo, a protegerlo. A hacerlo cumplir. A garantizar su cumplimiento del sujeto obligado. No importa quien sea”.

 Prologuista de lujo

El jurista, docente y ahora escritor, revela que fue un verdadero honor para él que el prólogo del libro lo escribiese el Dr. Milton Ray Guevara, presidente emérito del Tribunal Constitucional. 

“El Magistrado Milton Ray Guevara, que tuvo a bien prologarme la obra, que tuvo esa gran distinción, precisa que el debido proceso es esencial en el juicio. Más aún, indica que cuando se violan las normas del debido proceso, el juicio debería ir nulo. En su prólogo él lo da entender, es muy interesante. Él hace algunas reflexiones. El debido proceso debe ser cuidado, asegura él. Hay que cumplir lo que manda la Constitución. En eso va el mensaje del prólogo del Magistrado Milton Ray Guevara.

Fue una gran distinción para prologar mi libro el magistrado. Él es una autoridad latinoamericana en la materia. Es un modelo de juez. Sentó las bases para que el país entienda que la Constitución es su alma general. Por ahí va el mensaje de Milton”.

 La circulación del libro

Robert Valdez cuenta que este libro se lo dedicó a su madre, Digna Valdez. “Una roca que me sustenta. Mi madre es una defensora de lo justo. Ella me inspiró a realizar este libro, esta obra. A escribirlo en defensa de los derechos, sobre todo, de los más necesitados. Estoy muy feliz de haber realizado este libro y dedicárselo a mi madre”. 

Asimismo, explica que en esta oportunidad, la Universidad Autónoma de Santo Domingo asumió la puesta en circulación del libro, “porque entendió que es una investigación que merece ser promovida, que merece ser comentada, llevada a los debates académicos y judiciales, para que el ciudadano se empodere de sus derechos y sepa cómo defenderse. Esta es una guía sencilla, didáctica, práctica, efectiva, para que el ciudadano sepa qué derechos le otorga la Constitución y cómo debe defenderlo”. 

“Estas obras que estoy dejando, la Tutela Judicial Efectiva, Garantías Debidas al Proceso Legal, y La Especial Trascendencia Constitucional, son un legado que uno quiere dejar para su país. Un reflejo de las dificultades que he pasado en los tribunales en toda mi carreta. Explicar la dinámica que se vive en los tribunales, y cómo lograr que los derechos de una persona sean respetados y tutelados en un tribunal. Esos afanes, esas dificultades, esos obstáculos, yo lo he recogido en estos dos libros, para explicar cómo suceden las cosas y la manera en que debemos seguir trabajando para vencer esas dificultades, para alcanzar el anhelado respeto por la tutela judicial, y el debido proceso y los derechos de las personas”. 

El libro se podrá adquirir por cuatro vías: Casa Cuesta, en Amazon, la Librería Jurídica Internacional, y también en el Economato de la UASD.