Dra. Mercedes Carmen Capellán de Lama:  Una mujer multifacética

Mercedes Capellán ha estado ligada al Grupo M desde el primer día de sus operaciones, es decir, desde hace 37 años junto a su hermano Fernando Capellán, con quien forma lo que es hoy Grupo M. 

Mercedes incursionó en el campo textil, destacándose por la implementación de avanzadas tecnologías de producción, modernos sistemas de administración y de recursos humanos, así como el gran compromiso en la Responsabilidad Social Corporativa que ha desarrollado para sus colaboradores, sus familias y la comunidad, manteniendo el liderazgo de la industria de manufactura de Zonas Francas en nuestro país, en toda la isla y la región. 

Su preparación académica, hasta el momento de su entrada al mundo de los negocios, era la de doctora en medicina, profesión que ejerció por años. Luego, incursionó académicamente en áreas de Administración de Negocios y Finanzas, realizando una maestría en la Universidad de Quebec y APEC, entre otros estudios relacionados. 

Es por esto que logra desempeñarse en diferentes posiciones como Gerente de Marketing, Gerente Administrativo y Financiero; Gerente General de Desarrollo de Productos, Gerente de Servicio al Cliente, llegando a la posición de Vicepresidente de Finanzas y Administración y Directora General de Grupo M, y Codevi (Compagnie Développment Industriel). Esta base profesional le ha permitido diversificar la cartera de negocio familiar en diversos sectores, como en salud, alimentos, bienes raíces, entre otros.

“Decidí capacitarme en otras áreas, como los negocios, y a realizar especialidades en finanzas y administración para poder encarar en lo que me estaba enfrentando”, sostiene Capellán, al ser entrevistada por revista CONTACTO. 

Sra. Mercedes, ¿cuándo inicia su participación en Grupo M, y cómo ha sido esta experiencia? 

“Mis inicios en los negocios fueron por el año 1986, cuando mi hermano Fernando funda su primera empresa en el sector Zonas Francas. Es muy gratificante recordar que me desempeñaba como médico, y en mis tiempos libres, pasaba a su oficina a ayudarle en la tareas más simples y sencillas, pero de repente, me vi envuelta atendiendo los clientes que llegaban a colocar sus órdenes de producción, y así fui entusiasmándome en aprender el negocio. Pronto, yo era parte de la administración, y para no dejar mi bella profesión de médico a un lado, concomitantemente impartí docencia por muchos años en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, a la que hoy aún permanezco involucrada”. 

Usted es médico, ¿cómo ha sido este “cambio” de rol, de pasar de ser doctora a ejecutiva empresarial?

“Mis estudios en medicina me han proporcionado una base para poder trabajar de cerca con la gente, y entender la problemática individual, familiar y las comunidades de los que me rodean.

La vida es incierta y, en mi caso, me permitió desempeñarme en varios sectores. Son jugadas del destino, lo acepté y he pensado siempre que fue lo mejor.

Cuando inicié, no tenía idea de que sería protagonista de fundar junto a mi hermano Grupo M, una organización que hoy emplea a más de 20,000 personas en la isla.

Me permito dar riendas sueltas a mis ideas. Un ejemplo de esto es la implementación de un Centro de Salud, que fundé junto a un socio, llamado MÉDICA.

En cada una de las funciones que he debido desempeñar, a lo largo de mi vida, he trabajado con pasión, perseverancia, ética y transparencia, enfrentando los retos con valentía y anteponiendo siempre el respeto a los demás. Esto garantiza, en gran parte, lo que hoy puedo decir que he logrado: poder mirar hacia atrás y estar satisfecha de haber podido contribuir en la transformación de muchas vidas, y colaborar en el desarrollo de comunidades donde laboramos en la isla”.  

¿Cómo ha sido la experiencia de estos 37 años en Grupo M?

“Es satisfactorio trabajar cada día junto al excelente equipo que nos acompaña, en detectar oportunidades de mejoras, y en convertir los cambios y retos en oportunidades a beneficio, no sólo de los 20 mil empleados, sino también de sus familiares y comunidades”.

CODEVI y OTRAS

Sra. Mercedes, ¿cómo ha sido la experiencia de estos años al frente de CODEVI?

“Tenemos como misión de desarrollar estratégicamente la oportunidad de acceder a millones de consumidores gracias a los tratados de libre comercio de Haití y República Dominicana, bajo la Ley Help, que hace sinergia con el DR- CAFTA a través de coproducción e impulsando el nearshoring.

Esto impacta positivamente el empleo masivo y formal en la zona fronteriza, dando como resultado un clúster comercial en la región para soportar la industria.

Estamos consolidando proyectos para contribuir con el desarrollo socioeconómico de ambos países.   

Estoy convencida que nuestro país necesita estratégicamente desarrollar la frontera con Haití, a fin de regularizar el comercio y mitigar la inmigración haitiana hacia nuestro país. Nuestra visión es desarrollar con un enfoque binacional este modelo industrial”.  

También, es parte de la Junta Directiva de instituciones como ILAC, World Vision, PUCMM, MÉDICA, presidenta de la Fundación Madre y Maestra, entre otras de las que ha formado parte. ¿Cuéntenos de estas experiencias?

“Soy esposa, madre, hermana, tía, abuela, empresaria, voluntaria; y mi ideal es que los míos nunca me censuren de haber fallado en uno de mis roles. 

Es correspondiendo a los compromisos asumidos y desarrollando actividades en todas las áreas, accionando con amor y pasión que prosigo en el camino de contribuir en iniciativas que den apoyo al desarrollo económico y social del país”. 

Junto a su equipo de colaboradores de Grupo M, han creado de un standard de excelencia en la industria Manufactura de Zonas Francas, que hoy día se extiende con CODEVI a toda la Isla Hispaniola. 

¿Cuál es el secreto del éxito para esta excelencia? 

“Debemos tener la habilidad de saber inducir a los demás a que sigan un mismo objetivo deseado, fomentando relaciones de gran respeto, solidaridad y compromiso. Ayudándolos en su evolución; para eso debemos estar siempre accesibles, mantener las puertas abiertas para escuchar lo que el otro quiera decirnos y buscar soluciones.

Nosotros buscamos oportunidades para fomentar el crecimiento en Haití y República Dominicana. 

Ponderamos la importancia que representa este modelo industrial para la mitigación de la migración haitiana a nuestro país. Deberíamos construir un muro, sí, pero un muro de empleos dignos y formales, para que cada quien sea feliz en su propia nación”.

La equidad de género en Grupo M

Sra. Mercedes, en grupo M, ¿son más hombre o mujeres? 

“Tenemos una población de alrededor de 20 mil empleados, entre nuestras plantas e inquilinos. Estamos casi a la par, 52% son hombres y 48 % son mujeres”. 

¿Cómo toman los hombres el tener a una mujer como superior? 

“He sido supervisora de muchos hombres durante mi carrera profesional, y puedo decirles que ha prevalecido siempre el respeto y la cordialidad. No creo que los hombres tengan recelo, o se sientan mal, porque una mujer sea su superior, siempre y cuando esta tenga las capacidades y preparación académica y técnica para desempeñarse en el puesto”.  

La mujer

Sra. Mercedes, ¿cómo ve la equidad de género en el ámbito laboral dominicano actual?

“A nivel profesional, no considero que la condición de mujer haya representado una ventaja o desventaja en el ámbito laboral del país. Sin embargo, siento que falta mucho para romper estereotipos culturales y poder sobresalir aún más profesionalmente, y es que la mujer, desde temprana edad, debe tener como norte la educación y el constante aprendizaje.

Pienso que es el pilar y motor de las personas para avanzar y posicionarse satisfactoriamente en el lugar deseado.

Sin duda, se ha demostrado que la mujer es capaz de hacer múltiples tareas y asumir varios roles de manera satisfactoria. El Señor creó a la mujer diferente al hombre, con la sabiduría de hacerla multidisciplinaria, y capaz de dar vida.

Vemos que en Latinoamérica, hoy, las mujeres conformamos el 50 % de los empresarios, mientras que en Estados Unidos, asciende al 60 % del total. Estas cifras demuestran que nuestros horizontes de roles se han ampliado cada día más”. 

¿Cree que la mujer necesita estar más preparada que los hombres para ocupar una misma posición?

“Como miembro de la Junta de Directores de la PUCMM, he podido observar que el porcentaje de graduandos, y con grados académicos más altos, siempre son de las mujeres, por ende, se ocupan de su educación, que es lo principal para su desarrollo.

Es admirable como la mujer dominicana se arriesga para vencer los obstáculos del diario vivir, superándose dentro de sus posibilidades, en su mayoría precarias; también, a sí mismas, día a día preparadas para ser madres, hijas, amigas, parejas, líderes. 

Estoy segura de que ese gran grupo de mujeres nunca se les ha ocurrido detenerse a pensar que son inferiores por cuestiones de género, sino que se han ocupado de educarse, de trabajar apegada a valores y ética, que han plasmado un liderazgo no importando desde cual posición. 

El Señor creó a la mujer diferente al hombre, con la sabiduría de hacerla multidisciplinaria. Si quieres lograr cualquier cosa en la vida debes esforzarte, hombres y mujeres por igual.

A nosotras las mujeres, por su naturaleza y por concepción divina, le corresponde llevar a cabo funciones muy diferentes a los hombres, pero eso tiene grandes recompensas. 

Soy contraria a pensar que por el hecho de ser mujer hay discriminación o un menor nivel de desempeño. Pienso es todo lo contrario: la mujer ha demostrado, igual que el hombre, que si se capacita es sumamente eficaz y productiva. Todo radica en la educación que te propongas alcanzar”.  

¿Cómo ha sido para usted la experiencia de ser una mujer ejecutiva? ¿Cómo hace el balance entre ejecutiva, médico, esposa y madre? 

“Mi misión de vida es contribuir día a día a desarrollar una familia alegremente unida, fortaleciendo mis hijos en la individualidad. Desarrollar mi intelecto y espiritualidad y compartirlo con mis compañeros de labores, familia, amigos y la sociedad. Creo que si nos enfocamos en establecer un balance en todos los aspectos de la vida nos es más fácil y placentero llevar a cabo nuestra misión. Ese ha sido mi caso: vigilo el no desbalance entre todas estas actividades de la vida.

Tener un balance en la vida es ser lo suficiente crítico con nuestras propias acciones y las ajenas, es ser disciplinado y exigente con uno mismo, es tener la disposición de trabajar incansablemente, pero, al mismo tiempo, es ser compasivo. Es saber pedir perdón cuando cometemos errores; es tener un espacio para disfrutar los éxitos, las victorias, la amistad, la familia y las cosas bellas que nos brinda la vida”. 

¿En qué ámbitos le gustaría ver a más mujeres dominicanas?

“En nuestro país contamos con un alto número de mujeres de valía, muy capaces y competentes que trabajan arduamente en diversas áreas, gran parte de ellas en la microempresa, para beneficio de sus familias y el país.

Por principio, les exhorto a que sean humanos, personas compasivas, solidarias, honestas, leales, confiables, eficientes, humildes; pero también que sean aguerridos, determinados y ambiciosos.

Deja tus huellas en el mundo, profundas, firmes, seguras, huellas de hombres y mujeres, que saben lo que quieren y se afanan por alcanzarlo, que donde quiera que estés, se sienta tu presencia transformadora, encendiendo la chispa de la creatividad y la innovación, rompiendo barreras y paradigmas, impulsando los cambios y conquistando la aprobación de los que ya cumplieron su misión”. 

¿Qué opina del actual rol de la vicepresidenta de la República, una mujer que ha cambiado el estereotipo de ese cargo en el país?

“Nuestra actual vicepresidenta de la República Dominicana, que ha demostrado tener iniciativa, autodisciplina, focalización, compromiso con lo que hace, carácter, buen raciocinio, capacidad para resolver problemas, buenas relaciones interpersonales, lo que la hace digna representante de la mujer dominicana y de nuestro gobierno.

Su dedicación, preparación, perseverancia y deseos de crear cambios, de contribuir al desarrollo de nuestro país, han sido relevantes para que sea digna de admiración por todos”.  

¿A qué mujer admira?

“A mi madre: Dra. Dilcia Peralta de Capellán”. 

¿Qué consejo le dio su madre, y que le ha servido para toda la vida?

“Mi madre me marcó de manera positiva. Fue una mujer de gran sabiduría y astucia, que nos inculcó el trabajo desde los primeros años de nuestras vidas. De las primeras mujeres en graduarse de Farmacéutica en la UASD. 

Siempre nos decía que ‘es imposible vivir sin enfrentar fracasos, enfermedades, decepciones y tristezas’. Lo importante es cómo se reacciona ante cada eventualidad. Todas las batallas que libramos sirven para enseñarnos algo: lo importante es nuestra disposición para asimilar las experiencias, para sembrar y crecer”.