El Instituto San Juan Bautista se renueva con la pandemia

Los cambios casi siempre son buenos. Y eso lo tienen muy claro en el Instituto San Juan Bautista, que desde julio de 2020 comenzó una verdadera transformación de su centro educativo. Primero, con la designación de un nuevo director; luego, con cambios estructurales y, finalmente, con las transformaciones tecnológicas que la pandemia los ha obligado a hacer, como son las clases virtuales.

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February 16, 2021

El Instituto San Juan Bautista debe ser uno de los centros educativos más antiguos y tradicionales de Santo Domingo, pues en el 2020 arribó a sus 50 años de fundación. Por sus aulas han pasado diversas figuras del ámbito empresarial, intelectual y hasta famosos artistas internacionales, como lo es nuestro querido Juan Luis Guerra; el empresario Pedro Brache (Presidente del CONEP y Presidente de Grupo Rica), y el actual ministro de Turismo, David Collado, por mencionar solo algunos. 

A lo largo de sus 50 años, este colegio ha tenido fama de disciplina y excelencia académica. Los diferentes directores que han pasado por el centro y sus profesores se sienten orgullosos al hablar de esta institución. 

Pero el 2020 fue un año de muchos cambios, partiendo con la designación como Director General del padre Geraldo De Oleo Pirón, en julio, y en agosto, con la designación de César Guerrero como director académico. 

Para conocer un poco más de la transformación de esta institución, justamente en medio de la pandemia, revista CONTACTO conversó con el facultativo César Guerrero en las instalaciones del centro educativo, ubicado en Bella Vista.  

César, usted asumió la dirección del colegio en medio de una pandemia. ¿Cómo ha sido la incorporación al colegio?

“No fue una entrada normal, pero todo el mundo estaba en esa tónica. De hecho, estábamos mentalmente preparados para comenzar el año de modo virtual. Nosotros estábamos inmersos en una mentalidad para darle continuidad a lo que nosotros ya habíamos iniciado, pero también para fortalecer ciertas debilidades. Realmente, el año 2020 no fue sorpresa, pero sí fue un ámbito en el que debíamos fortalecer espacios, tecnología, la capacitación de los profesores… De manera que durante las vacaciones aprovechamos toda esta situación para prepararnos. A nivel personal, digamos que estuve en un paso un poco crítico por el cambio de directores. Al salir el padre Manuel (Ruiz) ingresa el padre Geraldo (De Oleo Pirón) y, poco después, el arzobispo decidió que yo, que era el supervisor en aquel momento, asumiera la dirección. Para mí fue un reto poder entrar en una administración, en una dirección que no tenía todo el dominio, pero sí conocía todo el entramado del instituto. Eso me dio seguridad, me dio confianza en el personal, me dio apertura a ver que sí podíamos iniciar el año con el personal que teníamos y confiar en que ellos podían hacerlo mejor”.

¿Cómo fue esa preparación de ese año escolar para ustedes?

“Ahí hubo una preparación remota, una preparación inmediata y diríamos una preparación en el día a día.

El primer momento fue la contratación de la licencia de Microsoft Office 365. Con esta plataforma se inició un proceso de capacitación de los profesores desde agosto, con talleres sistemáticos, con auxiliares de fuera que vinieron a fortalecer esa capacitación. Y a mediados de agosto yo entro en la dirección, y ahí iniciamos todo el proceso para que los profesores pudieran comenzar la docencia virtual. 

Ahí comenzamos con un equipo propiamente nuestro con los profesores de informática que tenemos -que ciertamente tienen dominio-, especialmente Moisés Paulino, quien ha podido lograr, primero, la confianza de los profesores, que es un aspecto importantísimo, y que el profesor se sienta que es capaz de enfrentarse a algo que para muchos era desconocido, como es la tecnología, que era un verdadero reto.

El profesor debía ir paso a paso. Por ello, hicimos un plan piloto, en el que aquellos profesores que tenían mayor avance en la plataforma, y en el manejo de la tecnología, servían de apoyo a los que tenían menos conocimiento. 

El día a día es la parte mas difícil, porque llevamos el seguimiento continúo del profesor en la plataforma, dígase el profesor impartiendo su docencia. Yo puedo entrar ahora en mi computadora y ver la docencia de cualquiera de los profesores que yo quiera. Ahí yo lo puedo, de alguna manera, evaluar.

Aún existen errores, pero esos errores en tecnología son comunes y se corrigen. Hicimos una evaluación en torno al uso de la plataforma, donde el profesor podía decir cuáles eran los aspectos donde él se sentía con menos dominio. Iniciamos un plan de recuperación, un plan de mejora, un plan de ayuda, sabiendo que teniendo esa debilidad sentía que necesitaba y que eso le iba a ayudar a impartir una mejor docencia.

Hoy, cada madre o padre puede ver y ser parte de ese entramado; ver que los profesores están trabajando. Por eso, nuestro lema: “esfuérzate y triunfarás en la vida”. Creemos que en este tiempo de pandemia hemos alcanzado ese objetivo. Otro elemento importante es que la docencia queda grabada. De manera que si no tienen tres computadoras pueden en la tarde ver la clase y ponerse al día. El papá también puede ver la participación de su hijo en clase y puede ver la planificación de la semana que tiene su hijo para las diferentes asignaturas”.

¿Bajó la inscripción de estudiantes en esta temporada?

“Sí, aunque no de un modo considerable. El año pasado teníamos 900 y pico alumnos, y ahora tenemos 863. Tenemos unos 80 estudiantes menos. Pero la situación es difícil: muchos padres sin trabajo, muchas personas que han visto que no pueden pagar. Y para nosotros es una preocupación, porque a nuestro personal cada mes hay que pagarle, aunque el papá no venga a saldar su cuenta. En ellos esperamos ese sentido de solidaridad con el centro, pero estamos ofreciendo la educación que prometimos y eso nos da la satisfacción y la esperanza de que los padres cumplirán también con su compromiso”.

Clases virtuales 

Don César, ¿Cuál es la dificultad mayor a la hora de impartir la docencia virtual?

“La dificultad más grande es con los más pequeños, que necesitan asistencia de los padres. Ese ha sido un reto: ¿cómo impartir docencia atractiva a un niño que puede estar ahí mirando, pero dónde está su mente? Esa es el área más compleja, pero la más dinámica a la vez, ya que ha sido el área donde las profesoras han sacado más fuerza de sí mismos. Han creado personajes, han hecho dinámicas en cuanto a juegos y videos que han grabado. Como nosotros aquí tenemos un estudio de televisión, ha hecho posible que las profesoras graben y eso lo subimos en YouTube. De modo que hemos superado y alcanzado la expectativa que realmente, quizás, los padres esperaban. Se disminuyeron las dudas de si se iba a lograr una educación en estos niveles de inicial”.  

En el caso del aprendizaje de los niños, ¿Hay algunos que han tenido que tomar clases semi-presenciales?

“Nosotros teníamos cinco niños de segundo de primaria. Son niños que deben venir de primero sabiendo leer y deben tener dominio de la escritura. Vimos que tenían ciertas debilidades. Esos cinco niños venían durante la semana con un acuerdo con sus padres. Los padres firmaron un acuerdo de todo lo que sería el protocolo de salud e higiene y, entonces, ellos estuvieron asistiendo dos semanas. Vimos que su avance había sido tal que se llamó a los padres y les dijimos que los niños alcanzaron el nivel que necesitábamos, de manera que se integraron a las clases virtuales con el grupo normal”. 

¿Cómo pueden ustedes medir el éxito o fracaso de este estilo de docencia?

“Los profesores han diseñado a través de la plataforma un tipo de evaluación. Le hemos llamado verificación de conocimientos, que es un poco sobre las competencias. Ver a través de preguntas que los niños pueden responder por la plataforma con opciones, por selección múltiple. Ahí, el niño ve de inmediato su calificación y los profesores les pueden dar incluso una retroalimentación. De modo que no es simplemente el número, que sacó 90 ó 100, sino ver que el niño pudo completar las competencias, y en aquellas en las que estuvo flojo, el profesor le hace un repaso”. 

Ustedes han tenido que hacer una inversión para llegar a esta virtualidad, ¿Qué tan grande es la inversión que han hecho para poder sacar adelante este año escolar 2021?

“Ha sido significativo. Nosotros estamos pagando RD$108,000 de conectividad, llámese teléfono, flota e internet. Tenemos una conectividad de 150-50 de internet. Esto nos facilita que podamos lograr que todos los profesores estén conectados al mismo tiempo. Eso nos asegura que el profesor, al estar aquí, no le va a faltar ni energía eléctrica ni conectividad. Todo esto sin contar con la inversión en las computadoras, en las laptops para los profesores. Claro, los maestros están cubriendo ese pago, porque es un instrumento personal, pero el colegio les ha dado la facilidad de pago.

Además, estamos poniendo más antenas para WiFi, y tenemos todas las aulas cableadas. La inversión era grande, ya que debíamos tirar todos esos cables, dos cables por aula, de modo que si el profesor por un cable no pudo conectarse, pues tiene otro. Además de que tenemos cinco técnicos para supervisar que todo esté funcionando bien. La inversión económica, si bien es cuesta arriba, es parte del futuro, porque es permanente. A los padres no se les ha cobrado, por ejemplo, la plataforma de Microsoft Office 365, de modo que queremos ofrecer lo mejor. Estamos en una capacidad de conexión muy alta y segura: por el internet, energía eléctrica y la presencia de los profesores”.  

Hablando de energía eléctrica, ¿El colegio comenzó a poner paneles solares?

“Sí, tenemos un proyecto con el que solo estamos pagando lo básico de energía eléctrica. Si hay sol, tenemos energía. Esta es una gran inversión, que se recupera con los años”.  

¿Qué otras inversiones ha hecho
el colegio?

“Nosotros tenemos plasma en las aulas. Desde ya tenemos tres profesores con el plan piloto en el uso del plasma y las pizarras, que las estamos cambiando a blancas, e integraremos una cámara para que el profesor pueda hacer que el estudiante vea lo que el profesor está haciendo en la pizarra, pues lo puede proyectar a través de su computadora en el plasma y el que está en su casa pueda verlo en la plataforma. Hicimos toda esta inversión pensando en que la educación en todo el mundo es semi-presencial en estos momentos, pero quienes estén de modo presencial en el aula podrán tener también el plasma y la pizarra, y los que están en su casa la conectividad completa”.

Educación técnica especializada 

César, este colegio tiene la particularidad de que tiene una área técnica. ¿Cuál es la especialidad del técnico?

“Es el bachillerato técnico profesional en Producción y Realización de Eventos y Espectáculos. Tenemos un estudio de televisión, tenemos una cabina de radio, un estudio de fotografía y un departamento de edición y diseño. De modo que los muchachos aprendan el uso de una cámara y el control del sonido; el montaje de un evento, desde el presupuesto, lugar, espacio, dimensiones, sonido conforme al espacio, para que así ellos tengan la capacidad para montar un evento en el lugar que les digan. Esto supone todo un proceso, ya que el Ministerio de Educación lo exige: la capacitación en centros de trabajo. Ellos iban a las empresas, pues una parte es investigar la estructura, el organigrama, la misión, visión, valores de una empresa que ellos escojan. Crear ellos mismos una empresa, con todos los pasos a nivel legal que se requieren y la organización de eventos y espectáculos de distintas clases, porque hay eventos políticos, culturales. Los jóvenes toman también clase de oratoria y dominio de escenario… es una capacitación bastante amplia”. 

¿A partir de cuándo los estudiantes comienzan con el técnico?

“Dos ciclos. De primero a tercero de secundaria es básico y común para todos. Entonces, el segundo ciclo, que es cuarto, quinto y sexto, ahí el estudiante debe hacer una opción, que sería hacer un bachillerato normal Ofrecemos bachillerato en matemáticas y lenguas modernas; también en humanidades o el técnico profesional.

Nuestro proyecto futuro es abrir otro técnico profesional en informática. Nosotros tenemos dos centros de informática que ya tenemos la base. Estamos pensando que estaría disponible para el año escolar 2021-2022. Esa parte la estamos analizando para presentársela al Ministerio de Educación para que nos aprueben y poder comenzarla en el próximo año escolar”. 

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