El propósito de marca y la visión de sostenibilidad; un binomio de éxito

Pero, ¿qué es el propósito de marca? Este concepto va más allá de la simple descripción de productos o servicios. Se trata de la razón de ser de la empresa, su contribución al mundo, y el valor que aporta a la sociedad. 

Un propósito de marca bien definido:

Motiva e inspira a los colaboradores. Cuando los empleados comprenden y comparten el propósito de la empresa, se sienten más comprometidos y motivados a dar lo mejor de sí.

Atrae y fideliza a los clientes. Nuestros consumidores buscan cada vez más marcas con las que compartan valores y que tengan un impacto positivo en el mundo.

Ayuda a construir una reputación sólida. Las empresas, con un propósito claro, son más propensas a ser percibidas como responsables, transparentes y confiables, lo que fortalece su reputación.

Mientras tanto que, la visión de sostenibilidad, suele ser la guía o planificación que la empresa utiliza para integrar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en su estrategia y gestión. Esta define el correcto accionar de la empresa, mientras se busca mantener un impacto positivo.

La conexión entre el propósito de marca y la visión de sostenibilidad

Un propósito de marca sólido, y una visión de sostenibilidad clara no solo son complementarios, sino que se potencian mutuamente. Un propósito auténtico y relevante permite a la empresa construir una conexión emocional con sus stakeholders, al tiempo que una visión de sostenibilidad concreta le da la oportunidad de convertir ese propósito en acciones tangibles y medibles.

Siempre será más fácil conseguir los resultados esperados cuando nuestra visión de sostenibilidad empresarial forme parte de eso que fijemos como propósito para nuestra marca. Es la única forma en la que puede alcanzarse verdadera alineación desde todos los aspectos del negocio.

Las empresas, con un propósito de marca con visión de sostenibilidad, están mejor preparadas para afrontar los desafíos del futuro y prosperar a largo plazo, a la vez que generar una conexión mucho más fuerte con todas sus audiencias.

Todo esto nos obliga a reflexionar sobre como hoy día el ser sostenibles, y lograr medir nuestro impacto a largo plazo, no es una opción. Las empresas que no logren adoptar una visión de sostenibilidad de 360 grados, se arriesgan a quedarse atrás o fuera del mercado.

La sostenibilidad no solo es una responsabilidad moral, sino también una oportunidad para mejorar la eficiencia, reducir costos, y aumentar la competitividad, y estos son elementos que deben ser considerados como críticos para la construcción efectiva de marcas sólidas que trasciendan en el tiempo.