El potencial del coco, una industria sin desperdicios

Los cocoteros son más que un adorno en las playas que las hacen lucir paradisíacas… El coco es más que agua y una fina masa. Esta fruta mueve una industria que está en franco desarrollo en República Dominicana y que se enfrenta a una creciente demanda a nivel mundial, donde el 90 % de los productos elaborados en el país terminan en el extranjero. Anualmente, República Dominicana produce 287 mil toneladas de coco, lo que ha permitido que 22 empresas elaboren más de 13 productos derivados de esta fruta. Esto, sin contar los comercios que trabajan en cosmética y otros rubros.

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December 19, 2018

La tendencia es clara: cada día crece el número de personas que se inclinan por el consumo de productos saludables y que a la vez no generen un impacto negativo a la naturaleza o a la sociedad durante su proceso de elaboración. Y uno de los productos que está sobresaliendo sobre el promedio, tanto en el país como en el extranjero, es el coco. 

No es casualidad que hoy el cocotero sea el tipo de palmera más cultivada en el mundo, pues de los cocos se aprovecha todo: las fibras para confeccionar tejidos y fertilizante ecológico; la pulpa y el agua en la industria alimentaria y cosmética; y la corteza para producir energía o carbón activo para plantillas antiolor y purificadores de aire.

Es que el desarrollo del coco se ha convertido en un negocio en franco crecimiento, sin contar que es un producto 100 % aprovechable y con un futuro próspero, aunque existen algunos retos por cumplir. 

“En el mundo hace falta una cantidad increíblemente grande de coco para la demanda que hay ahora”, explica Horacio Lomba, Gerente General de Consorcio Cítricos Dominicanos, entrevistado por revista CONTACTO en las oficinas corporativas de la empresa en Villa Altagracia. 

Y es que solamente la producción de copra (pulpa seca del coco que se usa para producir aceite) crecerá más de un 30 % para el 2026, según el último reporte de Bloomberg. Esa misma agencia vaticina que el mercado de la leche de coco se disparará para el 2027 un 35 %, y el agua de coco para qué hablar: se estima que para el 2030 el consumo aumente un 40 %. 

“Lo que ha ocurrido con el coco realmente es que se ha descubierto que no es como se pensaba antes, sobre todo la grasa del coco, que eran dañinas para la salud… ¡todo lo contrario! Se ha descubierto que las propiedades de todos los productos del coco son extraordinarios: el agua, el aceite y la leche de coco tienen propiedades nutritivas muy buenas y se habla hasta que son preventivas de enfermedades y curativas para el ser humano. El aumento en el consumo de agua de coco es apoteósico. Tanto así que el alto consumo del agua de coco ha provocado una escases mundial”, explica Ángel Bautista Cairo, Vicepresidente y Gerente General de Goya Santo Domingo, entrevistado por CONTACTO en la planta de la empresa en San Cristóbal. 

Para tener una idea de lo que significa hoy el boom por este producto, en Estados Unidos el agua de coco –que empezó a popularizarse hace 11 años– ocupa el segundo lugar dentro de los jugos de frutas, debajo del jugo de naranja y por encima del de arándano. 

“Todos los productos y derivados del coco están creciendo, pero la producción mundial de árboles no crece. Solo Filipinas necesita 300 millones de árboles para cambiar los que tienen, que ya cuentan con 80 y 100 años, igual que aquí”, agrega Lomba, al señalar que Filipinas es el segundo mayor productor de coco en el mundo, superado solo por Indonesia.   

En República Dominicana hay prácticamente una sola variedad de árboles de coco. Estos vinieron de las islas de Cabo Verde, en el siglo XIV. 

“En el coco hay dos tipos principales, que son el coco alto y el coco enano, y luego hay uno en el medio que es el coco híbrido. El híbrido es la mezcla de un alto y un enano. ¿Cuál es el problema aquí? Que para obtener producciones grandes e importantes necesitas árboles que den más frutos que los que se dan aquí. La producción local está entre 30 y 40 cocos al año, por árbol. Pero las plantaciones que buscamos ahora dan entre 160 a 180 cocos por mata”, sostiene Lomba.

Para poder incrementar las producciones de cocotales se necesita mucho terreno, algo que los productores nacionales no poseen en gran cantidad para poder sembrar una cantidad importante de árboles, como asegura Bautista Cairo. 

Para poder producir cocos se necesitan grandes extensiones de terreno con características especiales para la producción. El coco tiene grandes demandas de agua y de temperatura, por lo que tienen que ser terrenos específicos, con características específicas. 

“Ahora mismo hay una corriente de algunas empresas en que están comenzando a sembrar coco debido a que es necesario, porque si no se siembra el coco, si las empresas no siembran coco, si los gobiernos no siembran coco, va a llegar un momento en que va a desaparecer, porque cada vez va aumentando más el consumo y cada vez los árboles, los cocoteros, se van poniendo más viejos y van produciendo menos” afirma el Gerente General de Goya. 

Un punto importante para que la producción sea exitosa es el lugar donde se siembra, ya que los cocoteros necesitan climas cálidos y húmedos, donde no existen grandes variaciones de temperatura. Sin embargo, requieren tener un buen drenaje para evitar que se acumule agua en la zona de la raíz.  

“El coco necesita para crecer mucha agua y mucho sol. Las mejores plantaciones del mundo quedan en sitios o climas como en el de Azua, y con un sistema de riego. El tema entre la cantidad de agua y el sol es que si está en un sitio que siempre llueve y está nublado no será saludable para el árbol, ya que como está nublado no tiene sol suficiente. En Azua no hay plantaciones de coco, pero van a empezar a haber. Toda la zona de Pueblo Viejo se puede sembrar de coco, porque tiene buen sol, tiene riego y tiene buen viento”, explica Lomba.

Los mayores productores de coco en el mundo enfrentan hoy un gran problema y es que tienen cocoteros muy viejos, los que necesitan ser sustituidos, y República Dominicana no escapa a esa realidad, ya que la mayoría de las plantaciones de coco son viejas y las plantas nuevas tardan cuatro años para comenzar a dar frutos.

“Nosotros necesitamos que se recuperen las plantaciones viejas y que entren empresarios nuevos”, sugiere Lomba. A lo que se suma la ubicación, donde se encuentran muchas de las plantaciones. 

“El coco tiene un enemigo principal, que es el desarrollo turístico, porque los hoteles están donde están las plantaciones de coco. Entonces, tumban la mata de coco, pero tampoco quieren que el coco florezca porque no quieren que le caiga un coco a un turista. Ahí tu tienes un segundo problema, que donde hay un hotel, todo el que tiene un pedacito de tierra al lado de un hotel, no quiere cultivar. Quiere que el hotel le compre el terreno, es decir, quiere venderlo para una villa. ¿Cuál es la solución? Que sembremos en un sitio diferente”, agrega el Gerente General del Consorcio Cítricos Dominicanos.

Como el coco crece en múltiples climas y terrenos, Lomba sugiere sembrar en sitios donde la tierra no valga mucho y, entonces, crear industrias nuevas.

“Nosotros (Consorcio Cítricos Dominicano) acabamos de sembrar nueve mil tareas de coco en Villa Altagracia. Cuando la gente oyó que nosotros dijimos eso dijeron: ‘ustedes están locos, ustedes van a sembrar coco en Villa Altagracia, ahí llueve mucho’… Ahí tenemos la mitad del lío resuelto, pero lo que hay que hacer es complicado, porque el coco no es un cultivo agradable para los gobiernos dominicanos, porque dura más de cuatro años para producir”.

De esa manera, el Consorcio Cítrico Dominicano se convirtió en la primera empresa en el país en contar con sus propias plantaciones de coco, de las cuales tienen cinco variedades de palmeras: enano verde brasileño, híbrido, alto del pacífico tipo 2, PB121 y enano amarillo.

Sin embargo, sembrar sus propios cocoteros no implica que no dependan del mercado local, donde tienen que salir a negociar los precios. “El coco en República Dominicana se vende por unidad, aunque debería venderse por peso. Lo más justo que hay es una balanza. Además, quienes trabajan con coco en volúmenes grandes no pueden estar contando coquito por coquito”, explica Lomba.

Hoy, cada coco tiene una clasificación: 40, 50, 60 y 70. “40 es que caben 40 en un saco, 50 que caben 50, y así sucesivamente. Entonces, cuando el coco está escaso, el 40 se convierte en el de 50”.

 La cotización del coco varía cada año, según la producción. “El año pasado estaba de 22 a 26 pesos, y este año ha estado entre 9 y hasta 12 pesos”, explica Lomba. 

Aunque esto va a depender mucho de los fenómenos atmosféricos que afectan a la industria. “Si tienes un coco alto, es el que menos te afecta. Si tienes un coco hibrido, te afecta un poquito más y si tienes coco enano, te afecta bastante”.

Esta es una de las razones por la que Lomba explica que el problema que tienen en el país es de suministro, no de industria. 

“Nosotros tenemos una de las industrias del coco mas potentes del mundo a nivel de maquinaria. Lo que no tenemos es suministro y el suministro de nosotros es muy caro. Un coco en Filipinas vale 9 pesos, y mejor que el coco que tenemos aquí”.

Esta realidad del coco en República Dominicana se debe comenzar a analizar ya mismo, recalca Ángel Bautista Cairo,  sino “la industria corre gran peligro de desaparecer. Solo se tendrá que importar el coco, siendo que hoy es un gran producto de exportación y en el país tenemos vastas zonas para cultivar cocotales. El Gobierno y el sector privado deberían unirse para motivar el cultivo de cocotales en todo el país”. 

“Hoy en día ya existe escases a nivel mundial, y cada vez habrá más si no se toman las medidas de sembrar y de mejorar las plantaciones. Ya en el país no hay auto suficiencia para este producto. O sea, aquí se tiene que importar, a pesar de que somos exportadores de coco fresco. El coco fresco dominicano tiene mucha fama en todos los mercados europeos y se paga más por el producto, pero la producción local ya no alcanza para la demanda de las empresas. Hoy lo que más se demanda es el coco fresco, y como ya no hay, debemos importarlo de Asia y desde Sudamérica”, agrega el Vicepresidente y Gerente General de Goya Santo Domingo. 

Situación del coco

El Centro de Comercio Internacional (ITC, por sus siglas en inglés) está desarrollando un proyecto por la recuperación del coco en el Caribe, que incluye 7 u 8 países, entre ellos, República Dominicana. Lo que buscan con esto es organizar a los productores pequeños. 

Del mismo modo, Alianzas para la Acción también promueve alianza público-privada para involucrar a pequeños agricultores y MIPYMES agrícolas. El objetivo es brindar redes que ofrezcan experiencia técnica y mejoren los vínculos comerciales, donde las inversiones resultantes permitan abordar los desafíos sistémicos.

“En República Dominicana no existen productores. La República Dominicana tiene un desorden en el campo que funciona así: tu tienes un pedazo de tierra y hay unas matas adentro, que la heredaron de su abuelo que la sembró y ellos nunca le han invertido”, lamenta Lomba.

A pesar de esto, actualmente, en el país se están produciendo 287 mil toneladas de coco, según los últimos datos de la FAO. “Los últimos tres años hemos tenido unas condiciones muy especiales. Hace dos años tuvimos una sequía muy prolongada, y ahora estamos teniendo mucha lluvia. Entonces, esos datos de producción de la FAO son datos de producción después de la sequía, lo que implicó que la producción esté más baja”.

Lomba asegura que saber exactamente la cantidad de coco que se está produciendo en el país es complicado, ya que no existen estadísticas confiables. “Porque el coco aquí es un be to be, o sea, una persona le vende a otra y esa a otra. Si tu no tienes definido lo que es la escala de comercio, tu pudieras estar contando el mismo coco dos o tres veces. La forma más confiable sería establecer cuántos cocos se están yendo para Haití y, por otro lado, tener el consumo de lo que son las industrias”.

Mucho del coco que hace falta en el mercado local es traído de Guyana, uno de los países de la región con mayor producción de la fruta. “Guyana tiene coco y no tiene industria. Entonces, nosotros tenemos industria y nos falta coco. Las industrias que hay aquí, te puedo decir, que no somos los más grandes, pero sí tenemos industrias potentes. En extracción de coco, somos mejor que la mayoría de los países del mundo”, asegura Lomba. 

La industrial local mueve más de 40 millones de dólares al año, siendo conservadores, afirma Lomba. 

“¿Por qué nosotros no vendemos al año 200 millones de dólares en coco? Simplemente, porque no hay fruta a buen precio. Si hubiera fruta en precio, con la localización que tenemos nosotros, que estamos más cerca de los Estados Unidos; con la confianza del cliente norteamericano, que no es lo mismo ir a Asia a comprar que venir aquí; que estamos en la misma zona; que hablamos inglés; que en dos horas el cliente toma un avión para ver su producción, venderíamos mucho más…”.

Para el el Vicepresidente y Gerente General de Goya Santo Domingo, esa cifra de 40 millones de dólares podría seguir creciendo, pero depende de varios factores. 

“Es una cifra lógica y que, sin duda, va a seguir creciendo, claro va a depender mucho de esto: de que se ponga atención hacia la siembra y hacia la protección de las plantaciones existentes, el cuidado, la protección. Es como lógico que hay que sembrar más, sustituir los árboles viejos… Como te dije anteriormente, se está produciendo una escases de coco y se está tratando de que cada vez se desarrollen nuevas plantaciones, porque aumenta el consumo de los productos ya existentes y cada vez se están desarrollando productos nuevos, que van demandado cada vez más coco”.

Empleomanía

Así como es difícil hacer una cadena de la producción del coco en el país, así mismo lo es para hacer una cadena de la empleomanía, por la informalidad en el campo, aunque Lomba calcula que entre las empresas grandes en el país podría haber más de mil personas, sin contar las pequeñas y otras que son indirectas. 

“Para hacer la cadena necesitas una persona que tumba el coco, una persona que lo pela, que lo transporta. Algunas empresas pelaban su coco internamente, pero hace años se creó lo que se llaman las coqueras, que son empresas que se dedican a pelar el coco y mandan la masa a las empresas junto con la jícara. Una coquera, cualquiera, tiene 60 personas pelando”.

Las personas que trabajan en la industria del coco deben ser entrenadas por las mismas empresas, ya que llegan sin ninguna capacitación. 

“Aquí hay que entrenar a todo el mundo. Pero mira, por ejemplo, se está dando un caso muy bonito. Hay varios cursos que aquí en el país no se ofrecen. Yo llamo a las otras empresas y les digo: ‘señores, tenemos que dar un curso en Puerto Rico de esto y esto, pues resulta que tenemos un problema porque queremos mandar gente de aquí que no tienen visa o que no hablan inglés’. ¿Qué hacemos? Vamos a organizar el curso aquí en República Dominicana y nos sale más barato. Organizamos el curso, compartimos las informaciones. El curso nos costaba 1,300 dólares, sin el pasaje, sin hotel. Pues resulta que el curso nos va a salir en 600 dólares y lo tenemos listo, que ya está lleno. Vamos a entrenar a 20 personas aquí en el país en una cuestión colaborativa entre empresas”.

Coco: sin desperdicios 

El coco es una de las frutas que no tiene desperdicios, todo se usa. Desde el agua hasta la cáscara.

“Al coco de agua, lo perforamos y le sacamos el agua. La cáscara la molemos y la convertimos en el sustrato de las plantas de naranja. Nosotros no usamos tierra para poner la semilla, sino que colocamos la semilla en cascara de coco”, revela Lomba.

“En el coco seco, lo primero que se hace es que se le quita la paja de afuera. Esa paja la molemos y se hace sustrato. Después se perfora y se le saca el agua. El agua la usamos nosotros para procesos. Lo centrifugamos y le quitamos la grasa. Luego de eso, tienes el coco y lo tienes con la masa dentro. La cáscara de afuera es el combustible de la caldera, que es biomasa. Y la masa del coco la pasamos por un molino y la molemos, y luego de que la molemos, nosotros la aprensamos y sale la leche de coco. Luego, el residuo que queda lo secamos. Entonces, a eso le sacamos, por un lado, aceite de coco y, por otro lado, una torta… la torta la usamos de alimento de ganado y el aceite de alimento para los cerdos”.

 

Además, Lomba explica que la misma jícara se puede convertir en carbón activado. “Si tu la conviertes en carbón activado, la usas para filtración”.

 

 

 

Goya aboga por la siembra de coco

Goya es una empresa de alimentos que fue fundada en Nueva York en 1936, aunque su autentica comida tradicional es española. Poco a poco fue incursionando en América Latina y República Dominicana no fue la excepción. Ángel Bautista Cairo, Vicepresidente y Gerente General de Goya Santo Domingo, cuenta que son los mayores productores de leche de coco en el país. Sin embargo, el primer producto de coco que elaboraron aquí fue la crema de coco, en el año 1972. ¿Cuántos productos con coco están elaborando ustedes actualmente?“Tenemos unos 20 productos, más o menos. Número uno, la leche de coco, después la crema de coco, después tenemos los gandules con coco, coco rallado en almíbar, piña colada, coco fresco rayado congelado. Y con contenido de coco, tenemos la habichuela con dulce, que es un producto especializado que contiene coco, entonces está el guandul seco con coco y habichuelas con coco. O sea, cada vez iremos en crecimiento con eso”.¿Cuándo comenzó Goya a exportar estos productos?“Nosotros hicimos la primera exportación a los Estados Unidos en el año 1972, con un primer contenedor con crema de coco. Varios años después, iniciamos con la leche de coco. Comenzamos bien pequeños en la leche y después fuimos creciendo por la extraordinaria calidad que tiene el producto nuestro. O sea, la leche de coco a nivel mundial se consume mucho, mucho más que la crema de coco. Te estoy hablando de muchas veces más, y hoy en día, no es porque sea nuestra marca, pero es una de las mejores que hay en el mercado, porque es, de todas, la única que no tiene endulcificantes y gomas”.
¿A cuántos países están exportando?“A parte de los Estados Unidos, que cubrimos casi todo el país, ya que tenemos una distribución en la mayoría de los estados, exportamos también a Puerto Rico, la mayoría de las islas del Caribe, Centroamérica y también a Europa, principalmente a España. También exportamos a Corea del Sur”.De su producción hacia el extranjero, ¿Cuánto se queda aquí y cuánto sale aproximadamente en porcentaje?“Exportamos el 90 % de la producción de la planta. Solo un 10 % se vende aquí en el mercado local. Nosotros somos una empresa con vocación exportadora. Desde que se creó fue para exportación. Inclusive, los primeros diez años de la empresa no vendíamos a nivel local, y solamente hace unos 12 años que tenemos una distribución propia, porque antes lo hacíamos a través de un distribuidor exclusivo que teníamos. Es decir,  nosotros apenas estamos realmente comenzando en el mercado hace unos 12 años, más o menos”.  De estos productos, ¿Cuál es el que más se consume?“La leche de coco… es más, es nuestro producto número uno en esta planta. Es un producto de muy buena calidad”.¿Cómo es el negocio de agua de coco? “Es un reglón importante. Nosotros vendemos en Estados Unidos más de 1,500 cajas de agua de coco y es de los más pequeños, y esa agua viene de Asia, que es donde realmente hay más producción de coco”.
¿Ustedes tienen plantaciones de coco?“No, nosotros no tenemos plantaciones de coco hasta ahora. Nosotros siempre nos hemos suplido con los cocos que han estado produciendo desde hace ya muchos años. Hemos comprado a través de compras directas a los operadores. Ahora mismo, hay una corriente de algunas empresas en que están comenzando a sembrar coco, debido a que es necesario. Si las empresas no siembran coco, si los gobiernos no siembran coco, va a llegar un momento en que va a desaparecer, porque cada vez va aumentando más el consumo y cada vez los cocoteros se van poniendo más viejos y van produciendo menos”. ¿Qué es lo que más se demanda acá?“El coco fresco. Para que nosotros podamos hacer la producción que hacemos o la competencia haga los otros productos que hacen, hay que sembrar cientos de miles de árboles. No hay suficientes, por eso estamos haciendo importación”.
¿De dónde importan?“Desde Asia importamos una parte: Filipinas, Indonesia y de la India. Desde Suramérica importamos otra parte, y de Guyana. ¿Qué le hace falta a la industria del coco? “Es un producto que lleva su tiempo. Desde que tu siembras hasta que produces, aunque se han ido desarrollando variedades más tempranas, pero de todas formas se necesita tiempo entre el desarrollo de viveros, de plantaciones, hasta que comience a producir. Es decir, que hace falta reacción rápida, sobre todo de los gobiernos, porque es un producto que requiere de extensiones muy grandes para sembrarse. Creo que para países como la Republica Dominicana es un reglón que se pudiera aprovechar muy bien, con el Estado de fondo como un elemento de reforestación. Hay zonas que antes eran extensiones grandes de coco, como las Terrenas, y que hoy en día no hay coco”. 

 

 

 

El Consorcio Cítrico Dominicano apuesta por el coco

 El Consorcio Cítrico Dominicano es una empresa dominicana conocida por su producciones a base de naranja, con grandes plantaciones de esta fruta. Sin embargo, también han apostado al coco y son la primera empresa en el país en contar con sus propias plantaciones, trayendo novedosas especies para mejorar la calidad del producto. 

Horacio Lomba, Gerente General de Consorcio Cítrico Dominicano, revela a CONTACTO su participación en el negocio del coco. 

 

¿Cómo entra Rica en el negocio del coco?

“Nosotros ganamos una competencia que se llama Compete Caribbean, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Somos la única empresa dominicana que lo ha ganado y nos dieron medio millón de dólares. ¿Qué nosotros hicimos con ese medio millón? Trajimos los mejores expertos del mundo a que evaluaran cómo podríamos relanzar la industria del coco de aquí, pero después que esos expertos dieron sus reportes, dieron sus análisis de costo y todo, y Rica le ‘regaló’ eso al país. Todo el que ha venido interesado en coco, nosotros les hemos dado los análisis de costo para que puedan establecer plantaciones nuevas. Al mismo tiempo, los asesores se compartieron con otros grupos que empezaron a sembrar coco. En este momento, hay cinco o seis grupos sembrando coco, se deben a Compete Caribbean y a nosotros haber compartido eso. En este momento, estamos trabajando desde pequeños productores que quieren diez matas, hasta gente que quiere dos mil, tres mil y hasta cinco mil matas”.

 

¿Ustedes participan en el negocio del coco desde la siembra?

 “Nosotros estamos en el diagrama completo. Hemos comenzado a localizar el material de siembra, lo hemos ido vendiendo y suministrando. Somos suministradores de semilla; suministradores de plantas; compradores de coco a pequeños productores; somos procesadores; exportadores. Le suministramos materia prima a las empresas de la competencia y ellos nos suministran a nosotros”.

 

¿Cuáles son los productos a base de coco que ofrece Rica? 

“Los productos de Rica son crema de coco, leche de coco y agua de coco”.

 

¿Los productos de coco se venden más aquí o fuera del país?

 “Fuera. En el caso de nosotros, el 90 %. La mayoría están iguales. Vamos a hablar de agua de coco, por ejemplo: tu puedes tener agua de coco procesada, pero el dominicano tiene un coquero en una esquina. Entonces, tu dices quiero vender leche de coco, pero tu vas a un súper, compras un coco, lo rayas y le sacas la leche. Cuando hablamos de piña colada, hay un consumo grande para los hoteles”. 

 

¿Quién tiene en el país una venta importante? 

“La gente de La Famosa. Porque La Famosa vende con su marca leche de coco, vende el guandules con leche de coco, habichuela con leche de coco. Además, en el mercado, hay otras empresas más artesanales que están haciendo el aceite, aunque dentro de lo que es un mercado grande de aquí, no es tan grande”.

 

¿A cuántos países ustedes exportan?

“Nosotros vendemos crema de coco en 18 países. Vendemos sobre 120 ó 130 furgones al año. Exportamos para marcas privadas. Somos los únicos exportadores de crema de coco para Coca Cola a nivel mundial”.

 

 

¿Cómo es la competencia en el país con las demás empresas?

“Nosotros hemos hecho un balance muy extraño. Hemos hecho un balance en el que tratamos de no competir entre nosotros con los clientes que cada quien tiene fuera. Eso no significa que cuando nosotros vamos a una góndola no competimos, nosotros estamos compitiendo como producto. Pero nosotros somos demasiados pequeños como país para competir con los grandes. Entonces, nos respetamos como empresa”. 

 

¿Se comunican entre empresas?

“Claro, si yo tengo un lío, yo sé a quién llamar en Goya y le digo: ‘mira fulano, tengo un lío con esto, me está pasando esto. ¿Te ha pasado esto antes? Sí, a mi me pasó hace un tiempo’… y compartimos informaciones”.

 

¿Cuál es el producto que ustedes más hacen?

“El producto que más hacemos es crema de coco. Y la crema de coco es un delicatesen. La crema de coco comparada con lo que se vende de leche de coco en el mundo, es nada. Entonces, nosotros somos muy pequeños y nos hemos especializado en un par de productos. Hoy, República Dominicana es líder mundial en la exportación de crema de coco dulce, con ventas por encima de los 15 millones de dólares”.

 

¿Cómo les ha ido con la siembra de coco?

“Muy bien, todos los problemas que hay aquí en el país, nosotros hemos trabajado para ir en contra de ellos. Este proyecto ha venido gente a verlo de nueve países. Lo está utilizando el ITC como un proyecto modelo para todo lo que tiene que ver con recuperación de coco en América. Somos el proyecto con la mayor variedad genética de América completa. Nadie tiene más variedad que nosotros en un solo sitio. Lo que nosotros en un momento sometimos como problemas, fue lo que sometimos en un proyecto para resolverlo”.

 

¿Cuántas plantas de coco tiene Rica en la actualidad?

 

“Rica tiene alrededor de 90 mil matas de coco sembradas y el proyecto va a terminar con 130 mil más, en nueve mil tareas de tierra”.

 

 

Aceite de coco artesanal

Del Campo es una pequeña empresa que comercializa aceite de coco en Samaná. José Ángel Peña, su Gerente General, cuenta que su negocio surgió con la idea de expandir lo que la familia de su esposa había hecho por muchos años: extraer aceite de coco.  

La familia De León tenía unos terrenos en los Corrales, Samaná, sembrados de cocoteros. Así surge la idea de que el aceite de coco artesanal que elaboraban llegara a otros puntos del país.

Del Campo

“Un fin de semana fui a conocer la familia de mi esposa, Nairobi de León Fernández, en Los Corrales, Samaná, y ellos tenían terrenos con acceso a la playa llenos de cocoteros. Ellos son especialistas en hacer aceite de coco. En la zona, desde las primeras generaciones han sacado el aceite de coco para cocinar y utilizarlo como primer alimento. Para ellos se ha vuelto una tradición que ha llegado hasta nuestros días. De ahí surge nuestra compañía para distribuir ese aceite de coco 100 % natural y artesanal”.

Proceso de elaboración  

“Usamos el proceso mas artesanal. Es un proceso que no conlleva ningún químico, solo la pulpa de coco seca y fuego. Un fino filtrado para extraer cualquier residuo que haya quedado”.

Distribución

“Mayormente vendemos a gift shops para turistas en Santo Domingo. También a través de las redes sociales ha llegado varios clientes que cada día solicitan más y más este producto, ya que solo al destaparlo siente su pureza y naturalidad”.

Usos del aceite de coco

 

“El uso principal puede ser para elaborar los alimentos. El aceite de coco usado para freír alimentos a altas temperaturas es menos dañino que el aceite de girasol, el de maíz y el de soya. Además, pierde menos nutrientes que el de oliva al ser usado para freír. También se le puede echar al café en la mañana hasta usarse como desmaquillante. Puedes usarlo como hidratante de labios. Para acelerar tu metabolismo, ayudando a la pérdida de grasa, te ayuda a aliviar el estreñimiento. Por igual, ayuda el sistema inmunológico. Es un hidratante para pelo y muchísimos beneficios más”.

 

 

 

El coco, un aliado de la belleza

El coco también es muy usado en la industria de la belleza, la que ha utilizado sus propiedades para el cuidado de la piel y del cabello. 

Ese es el caso de SoloCoquette, una empresa familiar que elabora una gran variedad de productos de belleza para el cuidado personal. Revista CONTACTO conversó con Gabriela Dalet, quien junto a su esposo, pusieron su confianza en el coco.

SoloCoquette

“Ya la marca SoloCoco estaba desarrollada por Daniel. Entonces, me inspiré en crear una línea de cuidado personal orgánica, libre de ingredientes tóxicos, a base de aceite de coco. Encontraba que en el mercado no habían productos orgánicos de calidad disponibles, a precio asequible para pieles alérgicas, como la mía, y vi un poder de crecimiento, como marca, en el área del cuidado personal, la cual me motivó a certificarme en química de productos naturales“.

Producción de coco

“Nosotros tenemos nuestra producción de coco y también compramos a selectos suplidores que están certificados orgánicos, bajo nuestro plan de control. Y, por otro lado, no se estaba aprovechando para crear productos de alto valor agregado localmente y para exportación”. 

Productos orgánicos 

“Nosotros creemos, en todo lo que hacemos, que la naturaleza lo hace mejor… Lo productos orgánicos ofrecen un respiro de todos los compuestos sintéticos que nos rodean y que pueden ser bio-acumulativos y causar problemas en nuestros cuerpos y el medio ambiente. Por ejemplo, hablando de filtro solares, la mayoría de las personas no sabe que los filtros químicos que usamos cuando tratamos de cuidarnos diariamente de los rayos de sol contienen compuestos que están comprobados a ser disruptores de hormona y también son el principal causante de la muerte de nuestros arrecifes de coral”. 

Beneficios del coco

“El aceite de coco es uno de los únicos capaces de penetrar la hebra del pelo, humectando desde adentro hasta afuera. Los otros aceites cubren la hebra, no penetran. Para la piel, el aceite de coco rejuvenece, brinda elasticidad y humectación profunda… principalmente, por la velocidad de penetración del ácido láurico, principal componente del aceite de coco”.

Certificación internacional

“Fair TSA es una certificación independiente de comercio justo, regida por Kiwa BCS. Se logró cumpliendo los requisitos de control del estándar FAIRTSA y es auditado anualmente por auditores externos de KIWA. Esta certificación crea fondos para iniciativas de desarrollo social, a través de las mismas ventas de los productos nuestros. Estas iniciativas son elegidas por nuestra mismas trabajadoras al inicio del año. En los últimos años, se han destinado fondos para construcción de hogares, cirugías, medicamentos, útiles escolares, asistencia al hogar, emergencias clínicas, deducibles de seguros médicos, y más”.

Inclusión de madres solteras

“Nosotros como familia creemos que la inclusión social y de género será fundamental en el desarrollo de nuestro país. El año que nosotros empezamos Solococo, el 89 % de los niños nacidos en República Dominicana fueron hijos de madres solteras. La data dice que solo el 30 % de esos niños llegarán a bachillerato a tiempo. Esto es preocupante para nosotros como familia y empresa dominicana. Si nuestra empleomanía sufre una condición, de la cual no tiene remedio, y está dentro de nuestra posibilidad incluir algún tipo de ayuda a esa condición, y aún mejor, empoderar a nuestros clientes a ser parte de la solución, nos parece un aporte elegante a un problema que es difícil de enfrentar, ‘sin reinventar la rueda’”. 

 

 

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