Elizabeth Mena: Cambiando el chip

Esta abogada de profesión se ha convertido en una mujer multifacética. Hoy, se define como una “transformadora y una solucionadora”, un ente que lleva mensajes, y que hace que las cosas pasen. A través de su empresa EM Estrategias y Soluciones, se encuentra a punto de lanzar su podcast “Cambia el Chip”, un espacio para reflexionar sobre la necesidad de “transformar nuestras acciones y mentalidades hacia prácticas más sostenibles y éticas”. Además, Elizabeth dirige en la actualidad la fundación Clean Rivers DR (gestión de limpieza de los ríos en el país); realiza diversos paneles y eventos para el sector público y privado; y acaba de terminar su Expo Sostenible 2025, la primera plataforma y feria multisectorial de sostenibilidad en República Dominicana.

Elizabeth Mena es dinámica. Siempre tiene tiempo para todos. Es analítica, y una mujer que tiene muy claro lo que tiene que hacer. Una profesional muy trabajadora, que siempre tiene múltiples proyectos, pero que a todos les da su tiempo. 

Conocer a Elizabeth es un deleite. Es tener la suerte de conocer a una persona con gran sentido de la responsabilidad, que le gusta ayudar a los demás, y que siempre quiere dar la milla extra. Una mujer apasionada por su trabajo, una abogada brillante, y una madre que adora a sus hijos, que hoy ya vuelan sus propios sueños estudiando en el extranjero. 

“Elizabeth es una transformadora y una solucionadora de cosas, eso es básicamente lo que entiendo que soy hoy… porque yo soy abogada, muy buena, modestia y aparte, pero creo que, en esta etapa de mi vida, tal vez estoy siendo un ente de llevar un mensaje y de hacer que las cosas pasen. Ahí es donde creo que yo me veo, y que creo que es la etapa de la vida en que me encuentro”. 

Para conocer más a fondo sobre todo lo que está haciendo la ex vicepresidenta de la Corporación Minera Dominicana (Cormidom), y ex presidenta de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), revista CONTACTO la entrevistó en las oficinas de su empresa EM Estrategias y Soluciones, donde nos desveló todos los proyectos que se encuentra ejecutando en la actualidad. 

Elizabeth, Cambia el Chip

Elizabeth, ¿desde cuándo comenzaste con este proyecto, y por qué?

“Bueno, Cambia el Chip nació en pandemia, porque en pandemia todos cambiamos el chip. La vida cambió, y muchas cosas que nosotros hacíamos tuvimos que reinventarlo. Y ahí me di cuenta de que podemos cambiar para bien si reinventamos y si cambiamos el chip.

En pandemia, de hecho, nació también la idea de hacer un podcast. En pandemia fuimos creativos en todos los sentidos. Y siempre dije, ‘quiero hacer un podcast de Cambia el Chip’. Pero no fue hasta ahora que lo estoy haciendo, ya casi cinco años después.

Empezamos entonces con una pequeña columna en Instagram, como mensajes, dando consejos y particularmente de cómo cuidar al planeta. Y así empezó todo, o sea, cambiando, haciendo cosas pequeñas dentro de la vida de uno.

Entonces, de ahí, también fue evolucionando a la vida empresarial, al liderazgo, en nuestro negocio, en cómo trabajamos con nuestros colaboradores. Fue como: ‘vamos, cambia el chip, y ya’.

Es un proyecto que cada día toma más forma, y que sale ahora en el mes de mayo.

Ya pasó de la columna de Instagram al podcast, y la columna que tenemos semanal en el Nuevo Diario, y colaboraciones con otras empresas u otras personas en Cambia el Chip, que de ahí salió la Expo Sostenible”. 

¿Como ha sido la interacción con las personas con este contacto nuevo para ti, que no lo tenías quizás anteriormente?

“Mira, la verdad, es que ha sido muy bueno… El podcast no ha salido, aunque yo tengo varios meses grabando, porque quiero grabar a personas que realmente han cambiado el chip, o han hecho cambios importantes en el país, la sociedad y luego, tal vez, a ellos mismos, que predican con el ejemplo. Y, por eso, es que tal vez me he tardado un tiempo, porque estoy eligiendo muy bien a cada uno de mis invitados, para que cada uno tenga un hilo conductor del mensaje”. 

Y cuando tú dices cambiar el chip, específicamente, ¿cuál es el cambio que buscas que la gente haga, o qué ves en esos entrevistados que han hecho?

“Hay cosas tan sencillas, como desde el punto de vista del medio ambiente. Yo hablo mucho de cambiar el chip en volver a nuestros orígenes, desde recordar a la gente a apagar la luz, del reciclaje de las famosas habichuelas en el potecito del freezer, cosas que se pueden hacer en el mundo, pero también es cambiar el chip de reinventarnos y de dar más.

Creo que estamos en una sociedad, tal vez, que es muy consumista al impulsar ventas y de impulsar un consumo masivo y demás. Pero el cambio de chip es más de cómo yo he sido beneficiado en el mundo. Tengo bendiciones que Dios me ha dado en muchos sentidos. Y cómo yo a través de esto puedo también cambiar el chip y dar.

Mis entrevistados son personas que dirigen fundaciones, que les tocó ese contexto de cambiar el chip, y de tal vez ver o sensibilizarse en algo desde el punto de vista humano, desde el punto de vista ambiental, desde el punto de vista cultural e histórico.

De hecho, se nos está olvidando mucho nuestras raíces y de dónde venimos. Y yo hablo de volver a nuestra historia, porque vemos mucho lo que es el futuro, y estamos más pendientes a lo que viene, al futuro, a la inteligencia artificial, y a dónde vamos. Sin embargo, se nos está olvidando de dónde venimos, y por qué somos lo que somos hoy… A veces también somos muy propensos a juzgar lo que somos hoy, o el por qué de las personas han accionado de una forma; por qué se nos ha olvidado que todo viene dentro de un contexto histórico, y que las personas reaccionan de acuerdo al mundo y sus circunstancias en el momento. También hay que cambiar el chip de volver y entender lo que somos como seres humanos, como sociedad y como República Dominicana”. 

En este concepto de cambiar el chip, está la gestión de riesgos en las empresas e instituciones públicas. Estas dos palabras, que quizás muchos la escuchan, pero no se dan cuenta de la importancia que tiene para la anticipación ante cualquier situación, ya sea empresarial, de la vida, de todo. Ese es uno de los puntos claves de lo que tú quieres también.

“Sí, la gestión de riesgo es un tema que a nadie le gusta hablarlo. La gestión de riesgo lo ven como mala noticia, principalmente en el sector empresarial y en el sector público, o político. Y eso lo hacemos todo el día. De hecho, el ser humano, todo el tiempo lo que está gestionando es riesgo. Desde que te levantas, y abres los ojos, estás gestionando riesgo. Es el principio básico, es minimizar. De hecho, cuando haces una compra o tomas una decisión de algo tan sencillo como un electrodoméstico, estás gestionando riesgos.

Y de ahí entonces vienen las grandes decisiones en el mundo empresarial de la gestión de riesgo. Los riesgos son de varios tipos, como el liderazgo. El líder siempre está gestionando y no se da cuenta, pero al momento de que tú lo pones como un principio general

dentro de la toma de decisiones, consciente de que estás gestionando el riesgo, y de que las acciones que estás tomando tienen una consecuencia con la empresa, con los colaboradores, hasta con los competidores, ahí ya hay un cambio… Y lo estás viendo desde el punto de vista de gestión de riesgo, pero si cambias el chip, lo ves distinto.

Creo que mi tema de gestión de riesgo no vino tal vez recientemente, porque el abogado, que es mi profesión, el derecho, lo que los abogados hacemos es gestionar riesgo siempre. Todo el tiempo es lo que estamos viendo.

Yo recuerdo que iba caminando, y cuando veía un árbol, veía si tenía, por ejemplo, el coco, porque entonces nos puede caer y darle a una persona.

Cuando hacemos un contrato, el contrato no es solo para plasmar la negociación de las partes, sino que para prever todo lo malo que puede pasar y anticiparte. Entonces, por eso es que hablo mucho de gestión de riesgo. También, en la práctica que me tocó en la empresa minera, una empresa de alto riesgo y que maneja riesgo todo el tiempo, te vas dando cuenta de cómo nosotros como seres humanos no lo tenemos como una prioridad… Hay que educarnos, hay que recalcarnos, es como si necesitáramos tener policías atrás que nos digan que es un riesgo.

La prevención en todo, es la clave, es disminuir los riesgos”. 

¿Qué es la gestión de riesgo para ti Elizabeth?

“La gestión de riesgo no es un gasto, es una inversión. Si no puedes entender que lo que tú estás invirtiendo es en prevenir, entonces, será siempre un gasto. Peor es que te llegue la situación y no estés preparado. Puedes perder el negocio, y cuando tal vez dices ‘bueno, no pierdo el negocio, pero en muchos casos, puedes perder tu reputación’… ¿Cuánto cuesta la reputación? ¿cuánto cuesta volver a empezar? Si nos vamos entonces a un tema ya más tangible, Dios libre a uno perder un colaborador o perder a una persona, una muerte… ¿Cuánto cuesta una persona, por no haber gestionado el riesgo, por no haber tomado las medidas necesarias? Yo en este tema tengo años, décadas hablando de gestión, y no me voy a cansar. Creo que es parte de mi misión en la vida, o sea, hay responsabilidades que se entienden. La gestión de riesgo es individual”. 

¿Qué es para ti la ética corporativa?

“Uf, es una pregunta sumamente interesante, porque yo creo que la ética es básicamente vivir atado a los principios y valores que te hacen como ser humano. ¿Cuál es tu concepto de éxito?, que va muy apegado a esos principios y valores. Siempre actuar dentro de lo que es el criterio de hacer las cosas bien. Y ahí es donde va todo. O sea, actuar bajo principios éticos. Tal vez, vas a llegar más tarde, pero vas a llegar con seguridad, vas a poder llegar con ese valor agregado reputacional de credibilidad. Para mí es igual a credibilidad. Una persona que está atada a sus principios y que una forma de actuar siempre es ser coherente, ser coherente con lo que pienso, con lo que digo y con lo que hago”. 

Sobre todo, ahora, en una época donde el mundo digital puede afectar la imagen pública de una persona de un minuto a otro…

“Lo que tú no quieras que no se sepa, yo creo que ya no lo pienses, o sea, ya ni lo pienses. Y es básicamente actuar siempre con coherencia”. 

Suena fácil, y muchas veces es muy difícil…

“Sí, es un momento, pero yo te diría que muchas veces no, que siempre es difícil, porque todo el tiempo tú estás atacado, y yo digo que es una palabra que utilizan los publicistas y los diseñadores y demás, cuando toman estas fotografías, que hay cosas que te hacen ruido, pero tiene mucho ruido que te puede desenfocar, pero si tú tienes tu norte bien claro, y tú sabes cómo se deben de hacer las cosas y tú tienes esos principios, tal vez como dije ahorita, va a ser más lento o tal vez económicamente no va a ser tan rápido, pero al final lo vas a lograr porque la credibilidad cuesta mucho y la credibilidad es lo que te abre las puertas”. 

¿Cómo ves al empresario dominicano, tú lo ves que trata de anticiparse en cualquier índole? ¿Tú has visto algún cambio?

“Yo creo que nosotros como país, en todo el contexto, no solamente en el empresariado, en el contexto general, el día a día nos arropa. Y cuando tú estás trabajando de día a día, tal vez tú no puedes ir y trabajar todo esto que es la planificación y poder avanzar. Porque tú empiezas el día con una agenda, pero los factores externos te la van variando y las cosas se van quedando. Por eso, es sumamente importante tener un buen equipo de trabajo. Y si no puedes tener un equipo de trabajo, sí tener un buen asesor externo que tú puedas tener para que pueda ir trabajando todo esto, que tiene que ver con riesgo, y con todo lo que tiene que ver con planificación, y que pueda ir viendo también al futuro. Hay momentos en los que tienes que hacer pausa para poder planificar hacia dónde queremos ir, cuál es
la ruta”. 

Este cambio es radical, no verlo como un costo. ¿Te ha costado a ti traspasarles a muchos que entiendan eso?

“Yo creo que el que busca el servicio ya lo sabe, ya dio el paso a la decisión. El tema es seguir con esta labor mesiánica de decirlo y de que llegue el mensaje. Porque para que el líder haga algo tiene que haber, por lo menos, tomado la decisión de hacerlo. Y quien te busca para trabajar riesgo es porque ya lo entendió. O algo le pasó, porque también ponemos candado después”. 

Si nos fuéramos al otro lado, del sector público, ¿cómo ha sido tu experiencia? 

“Ahora mismo, estamos en un momento interesantísimo desde el punto de vista del sector público, porque en mucho de lo que es gestión de riesgo, planificación y desarrollo, estaba en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, que está en una fase de fusión con el ministerio de Hacienda. Entonces, hay que ver cual va a ser la nueva modalidad, y donde va a quedar, y dentro de las prioridades tal vez de Estado.

Sí, tal vez dentro de las instituciones públicas per sé, no necesariamente veo que haya un tema de gestión de riesgo, en el sentido general, que tenga un departamento. Tal vez tienen un departamento de cumplimiento, porque hay normas que se deben de cumplir, pero no dentro del contexto de riesgo, sino más de cumplimiento.

Ahora, si nos vamos ya a lo que son riesgos, catástrofes, sí, efectivamente, ha habido un interés del Estado, y lo pudimos ver recientemente en el foro que realizamos, que invitamos al Estado.

Vemos como el Ministerio de Salud Pública creó ya un viceministerio para riesgos específicos… Este gobierno, por ejemplo, nació con la pandemia, nació con un riesgo, en medio de una crisis, ya lo entiende. Vemos también cómo se van fortaleciendo las instituciones, como el COE, como la Defensa Civil, como la creación recientemente de una unidad particular en las Fuerzas Armadas, aunque son más bien acciones no preventivas, del punto de vista del riesgo físico… Son acciones ya de prevenir como país para cuando venga el riesgo. Sin embargo, el tema viene de prevenir para evitar el riesgo. Tenemos que, en el caso de las empresas, entender y fortalecer el Ministerio de Trabajo para todo lo que son las áreas de supervisión de las distintas empresas, que tengan su reglamento de seguridad ocupacional, que cumplan con el mismo; hacer las inspecciones… Y si nos vamos al Ministerio de la Vivienda, ahí está la parte de construcción, que todos sabemos lo que pasó recientemente con la discoteca Jet Set…

Cada uno de los ministerios deben, dentro de su labor de supervisión, supervisar y gestionar ese riesgo. Pero estamos hablando de que estos son riesgos, vamos a decir, relacionados con aspectos de la naturaleza o humanos, pero hay otro tipo de riesgos grandes: como la ciberseguridad. En España, hace poco, un apagón hizo que el país entero se cayera, como dijeron ellos, ‘un tema apocalíptico’. Entonces, ¿quién está previendo para esto? Dentro de las empresas, ¿quién está previendo en el caso de que tengamos un apagón aquí en RD?; ¿dónde está archivada la lista de proveedores, la lista de clientes?; ¿está la contabilidad a salvo?”.

EM, estrategias y soluciones

Elizabeth, ¿cómo se encuentra hoy tu empresa?

“Sí, tenemos un año y medio, casi dos años de nacimiento. Han sido dos años intensos, porque es lo que hablamos: uno propone y Dios dispone. Cuando abrimos la oficina, pensamos que iba a ser de una forma y planificamos para algo, y ha resultado que vamos trabajando en distintos proyectos cada día más interesantes. De hecho, tal vez lo que empezó, vamos a decir, como una oficina de abogados/de estrategia, ha ido más la parte de soluciones, porque nos ha tocado entrar en proyectos grandes, pero en un estado muy avanzado, donde lo que hemos tenido que entrar es para cerrar o para llevar, y creo que ahí es donde EM se ha introducido. Al final, quizás el camino ha sido otro, pero ha sido un camino que el público o los clientes han necesitado. Ha sido, una solución rapida, efectiva, y en base a una estrategia.

El año pasado participamos por mucho tiempo, invertimos mucho tiempo a través de EM, con el tema del Mundial de Fútbol Femenino, haciendo que el mismo, de una forma rápida, se hiciera.

Y este año ya estuvimos en otros proyectos, como fue la Expo- Sostenible, y estamos colaborando con foros, paneles, eventos, llevando todo este tema de riesgo y de sostenibilidad. Además, trabajando con la fundación con Clean Rivers, dando las asesorías en relaciones institucionales a distintos clientes, solucionando problemas, o trayéndoles las oportunidades.

Hoy, somos 6 personas, cada una ofreciendo una solución específica y una visión que permite que los clientes encuentren en la firma la posibilidad de establecer las estrategias necesarias para su negocio.

Nuestro equipo está compuesto por Elis Fañas, Indhira Lorenzo, Naceli Rosario, Tailin Carrasco y Lía Villanueva. Cada una aportando una visión que complementa las necesidades de cada uno de nuestros clientes. 

Elis, trabajando todo el aspecto financiero del negocio; Indhira, ingeniera industrial, destacando en el área de sostenibilidad y energía; Naceli, en relaciones comunitarias y sociales; Tailin, en comercio internacional, y Lía, en el área de inteligencia y análisis de datos”.

¿Cómo fue este cambio de trabajar toda la vida para terceros, y hoy trabajas para ti, para tu equipo de EM, en tu empresa propia, donde las decisiones son tuyas?

“No, primero las decisiones no son mías, las decisiones son todas de un equipo. Yo creo que lo mejor que he tenido en EM, es que tengo un equipo de trabajo en el cual cada quien es experto en un área, y cada quien aporta mucho, y podemos en ese sentido entonces brindarles soluciones a nuestros clientes. 

De verdad que no es fácil iniciar un negocio, no es fácil también en el contexto en el que iniciamos el año pasado. Yo diría que estuvimos varados un gran tiempo en la reforma fiscal, como que todo paralizó, ya que no se tomaban decisiones esperando la reforma. Pero siempre hay oportunidades de crecimiento y oportunidades también de negocios, y de uno poder aportar. Yo diría que el cambio principal es ese, que las oportunidades son mayores. 

Cuando estás dentro de un lugar, de una empresa externa, tal vez no tienes la flexibilidad de poder hacer o diversificar tanto. Depende mucho de la empresa o del lugar donde se encuentre. Yo creo que, en mi caso en particular, en mi vida, cuando empecé a trabajar ya oficialmente en una firma de abogado, lo que más me gustaba, y lo que estoy haciendo ahora, es la diversidad de cosas que se pueden hacer. 

O sea, por un lado, un día estás sembrando árboles, y al otro día estás metida en congresos, o estás metida en un juego de fútbol, o estás metida en un foro, o en una oficina. O sea, son tantas las cosas que se puedes hacer, que yo creo que he vuelto a navegar en mis aguas. Cuando estás en una empresa, depende mucho de hasta qué punto tú tienes las flexibilidades, y no estás encajado en un departamento haciendo exactamente lo mismo todos los días”.

¿Fue en un momento preciso la creación de EM estrategias y soluciones?

“A veces yo me pongo a pensar eso, y las mujeres tal vez tenemos un tema, y es que las mujeres buscamos siempre mucha estabilidad. Los hombres son más propensos a poner sus negocios y a independizarse rápido, y son más expuestos al riesgo. La mujer no, no está en su ADN. El hombre salía a cazar y era nómada, mientras la mujer era la que se quedaba, y era la que aseguraba la casa, y la que tenía toda la siembra y cuidaba a la familia. Entonces, las mujeres siempre buscan seguridad. 

Recuerdo que cuando entré a trabajar a la empresa minera, me dicen:  ‘¿cómo quieres entrar? ¿tú quieres venir como empleada o quieres venir como una iguala?’… Y yo dije, ‘no, buscando la seguridad, yo voy desde adentro’… Quizás, en ese momento, debí de haber dicho ‘no, yo voy a coger una iguala’, y hubiese puesto mi oficina de una vez. Tal vez hubiera sido distinta mi vida en este momento, tal vez Dios te pone los momentos específicos en los cuales tú tienes que tomar las decisiones, por algo pasan las cosas”.

Cuando saliste de la empresa minera, y comienzas con idea de crear EM, ¿tuviste que cambiar
el chip?

“EM venía desde antes. Yo creo que todo esto de la pandemia hizo cambiar a todo el mundo, o sea, ya el contexto de EM venía siendo desarrollado, pensado, porque también en la vida todo el mundo cumple ciclos. Yo soy muy dada a la mentoría, y soy muy dada al crecimiento del otro. Y, también, entiendo los momentos en los cuales hay que hacer cambios generales de liderazgo, para que las empresas puedan modificar y continuar sostenibles en el futuro. Definitivamente, ya yo venía tiempo trabajando y pensando el contexto de qué yo iba a hacer, a dónde iba y todo lo demás. 

En un momento, de hecho, se retrasó el proyecto porque cuando estás en un sitio que tiene varias crisis, nunca es bueno que el jefe abandone el barco, y se lidera el barco, y se saca el barco hasta que lo lleves a flote. Entonces, ya cuando el barco está estabilizado, y tú tienes a quien dejarle el mando, tú das el paso al costado. Pero en momentos de crisis, tú te quedas y demuestras lo que tienes que hacer”.

¿Eso sentiste cuando saliste de CORMIDOM?

“De hecho, es una unidad de negocio de una empresa multinacional, en la cual los accionistas tienen su visión ya más internacional de manejar el mismo, conociendo ya la sociedad dominicana y nuestra forma de actuar. Ya mi trabajo estaba hecho y mis aportes como ejecutiva estaban terminados. Personalmente, había tomado la decisión un tiempo antes y hasta semi armado un proyecto. Todo se retrasó por las distintas crisis que tuvo la empresa. Me tocaba ayudar a salir de las mismas, y dejar que la empresa, y el equipo ya firmado, iniciara una nueva forma de accionar y administrar el negocio. Nuestro trabajo estaba ya hecho”.

¿Qué ha sido para ti lo más difícil de liderar tu propia empresa? 

“Es difícil, lo que hablamos ahorita un poquitito, de la estabilidad, de saber a dónde yo quiero llevar mi firma, y a dónde yo quiero ir.  Lo mismo con decidir con quién trabajo, con que posibles clientes quiero trabajar. Quizás, algunos no están dentro de lo que es mi visión y mis principios, que tú dices, ‘espérate, pero ese dinero no me lo voy a ganar así’. Es difícil realmente, pero he podido sortear bien creo yo”.

¿Donde te gustaría llevar a EM? ¿Qué falta todavía? ¿Cómo visualizas tu compañía?

“La luna es el límite… No sé, mira, EM está tomando un curso un poco distinto y va muy ligado al cambia el chip. Va muy ligado a ser un ente de ayuda a las empresas, a las asociaciones, a la misma sociedad civil para lograr transformaciones, llevando el mensaje. Yo creo que a través de EM nos estamos volviendo una empresa de formación. 

Esa es un área nueva, que sí lo teníamos en carpeta, siempre hablamos de formación, pero creo que es una formación ahora ya un poco distinta. Por ejemplo, con la Expo Sostenible, fueron casi 5,000 personas a conocer, a saber de lo que es la sostenibilidad desde cero, y eso como que va creciendo. Entonces, hace poco terminamos un foro de riesgo, y si bien el espacio para el público era limitado, ver como en las redes sociales tú tienes 2,000 ó 3,000 post apoyándonos, eso no da mucha alegría. Luego, había casi 13,000 likes. Ver el interés de la gente, eso significa que podemos ser ya como EM, dar servicio a las empresas, y al mismo tiempo, también ser un ente de formación transformador”.

Clean Rivers DR

“Elizabeth, ¿cómo comenzó el proyecto de Clean Rivers DR? 

“Clean Rivers viene desde antes. Clean Rivers, de hecho, fue el primer cliente, vamos a decir, cuando abrimos la oficina EM, porque si bien la oficina era para dar servicios y asesoría y brindar soluciones, se nos presentó la oportunidad de crear
una fundación.

Entonces, así llega Clean Rivers, que es una fundación de Advensus, que es un contact center muy importante de la República Dominicana, y donde nos refieren para que nosotros manejemos la fundación, y estamos como director ejecutivo. Incluyendo, vemos toda la parte administrativa, todo eso manejamos, y guiamos la fundación de Advensus para trabajar con la limpieza de los ríos la República Dominicana, pero enfocándonos en principio en el río Isabela, y secundario, el río Ozama, que ambos forman parte de la
seguridad hídrica de la ciudad
de Santo Domingo”.

¿Cuánto tiempo tiene Clean Rivers DR? 

“Clean Rivers tiene ya un año, y empezamos haciendo un estudio diagnóstico, y acercamientos a las distintas instituciones del Estado, afianzando, y ya hemos hecho jornadas de siembra, jornadas de limpieza de playas, entre otros. Entonces, durante este año, estamos terminando todos los procesos de incorporación, habilitación y todo lo demás.

Estamos trabajando con el Estado para dar a conocer la fundación, y ver cómo podemos hacer sinergia, porque solos, es muy difícil. Y cuando tú tienes el basurero más grande del país, que es el río Isabela, una pequeña fundación sola no puede hacer nada… se debe realizar en conjunto”.

¿Cuál es tu labor específica en Clean Rivers? 

“Clean Rivers DR es una iniciativa de Thomas Oronti, presidente de Advensus que busca rescatar nuestros ríos a través de acciones concretas como la recolección de residuos, la educación comunitaria y la articulación intersectorial. Su objetivo es promover una relación más respetuosa entre las personas y los ecosistemas acuáticos, comenzando por la limpieza pero apuntando a un cambio cultural profundo. Nosotros nos encargamos de disenar la estrategia, su ejecucion y la articulacion con todos los relacionados”.

¿Y Advensus?

“Advensus es la cabeza ideóloga del contexto, de lo que quiere, y es el presidente de la fundación. Nosotros somos la dirección ejecutiva y llevamos a Clean Rivers en el día
a día”.

Elizabeth, vemos que te encanta esto, ¿te sientes en tus aguas ahí? “Estamos felices con Clean Rivers, es una fundación que tiene mucho que dar. Lo que estamos ahora mismo haciendo es empujar al gobierno, empujar las políticas públicas, y que vuelvan a enfocar y a poner los ojos dentro de estos dos ríos. Somos un país que tiene muchas necesidades, así como ahorita hablamos del gobierno que necesita riesgo, tenemos tantas necesidades, pero si nosotros no empezamos por algo, vamos a tener más problemas. Ahora mismo, nuestro tema es el río Isabela y el Ozama.

El Ozama está mucho más avanzado. De hecho, en la visual, se ve más limpio. Aunque muchos no lo sepan, la seguridad hídrica de toda la ciudad de Santo Domingo depende de esos ríos. La situación del río Isabela es de apocalipsis, muy mal, por eso, queremos solucionarlo, revertirlo, hacerlo sostenible”.

¿Cuáles son los principales retos que tienes para Clean Rivers DR?

“El mayor reto es lograr que la gente entienda que la basura en el río no llega sola, que es consecuencia directa de nuestras decisiones diarias. Cambiar hábitos de consumo y eliminar la indiferencia toma tiempo. Otro reto es institucionalizar el proyecto, para que no dependa de voluntades puntuales, sino que se convierta en política pública apoyada por todos los sectores”.

¿Qué es lo más difícil de hacer este tipo de campañas de responsabilidad social?

“Lo más difícil es mantener el interés y la coherencia a lo largo del tiempo. Es fácil apoyar una causa en redes o en un evento puntual, pero lo verdaderamente transformador es cuando las personas y las empresas cambian sus prácticas de manera sostenida. También, es un reto conseguir recursos y aliados comprometidos que no solo estén por imagen, sino por convicción”.

¿Te gusta trabajar en alianzas público-privadas en estos temas, o prefieres solo el sector privado?

“Creo profundamente en las alianzas público-privadas. Ningún sector puede resolver los grandes problemas sociales y ambientales por sí solo. Cuando el Estado, las empresas y la sociedad civil trabajan juntos, se logran transformaciones reales y sostenibles. La clave es tener objetivos comunes y transparencia en la gestión”. 

Eventos y paneles

Elizabeth, ¿qué te llama la atención de organizar eventos, paneles?

“Me apasiona crear espacios de conversación, donde diferentes sectores puedan compartir sus visiones, retos y soluciones. Los eventos bien diseñados pueden ser catalizadores de cambio. Me gusta ver cómo una idea, que nace en un panel, puede convertirse en una política, una alianza o un proyecto real”.

¿Cómo nació en ti querer organizar paneles de diversos temas y sectores?

“Nació de mi experiencia trabajando en sectores muy distintos, desde el extractivo hasta el educativo. Me di cuenta de que los problemas son interconectados y que muchas soluciones están fuera de los círculos tradicionales. Crear puentes entre sectores se volvió una prioridad para mí. Los paneles son una herramienta poderosa para lograr eso”.

¿Cómo fue la organización del mundial femenino de fútbol?

“Fue una experiencia tan desafiante como enriquecedora. La verdad es que no anticipé todo lo que implicaría colaborar con un evento de esta magnitud y, para colmo, justo el primer día de asumir la posición me ocurre un accidente que me incapacita la movilidad por casi 5 meses, por lo que el desafío fue doble. Tuve el honor de desempeñarme como CEO del equipo organizador de la Copa Mundial Femenina Sub-17 de la FIFA, celebrada en octubre de 2024 en República Dominicana. Para mí, fue una experiencia única, no solo por el tamaño del reto, sino por el poco tiempo con el que contábamos para organizarlo todo.

Con el equipo, nos encargamos de coordinar, junto al Estado dominicano, la adecuación de las infraestructuras. A esto, se sumó la constante alineación a los requerimientos de la FIFA, la composición de la canción oficial del Mundial junto a Manny Cruz, y luego, con todo ya montado, la tarea de movilizar a las personas para que asistieran a los partidos.

Y lo logramos: más de 95,000 personas asistieron a los juegos. Batimos récords de asistencia, tanto en apoyo a una selección nacional, como en asistencia total a un partido de fútbol en el país.

Más allá de las cifras, lo más valioso es lo que quedó: logramos posicionar a la República Dominicana como un destino viable para el turismo deportivo, y demostramos que el fútbol femenino sí tiene futuro en nuestro país”.

¿Cómo ingresaste a la organización de ese magno evento?

“Grandes armadores del equipo de dominicanos, con la visión de que aprendiéramos y tuviéramos la oportunidad de formar de uno de los eventos deportivos más importantes del mundo. Fue una gran oportunidad para aplicar, una vez más, nuestra experiencia en gestión de proyectos complejos, al servicio de un evento de alcance global”.

Elizabeth Mena inside

Elizabeth Mena es abogada, pero yo creo que tú no te puedes definir hoy así, porque desde que saliste del sector privado, al ser ahora independiente, tú ya no eres solo una abogada ¿cómo te defines?

“Esa es una pregunta que me he estado haciendo desde hace bastante tiempo: creo que soy una transformadora y una solucionadora, eso es básicamente lo que entiendo que soy hoy… porque soy abogada, muy buena, modestia y aparte, pero creo que en esta etapa de mi vida, tal vez estoy siendo un ente de llevar un mensaje y de hacer que las cosas pasen. Ahí es donde creo que me veo, y que creo que es la etapa de la vida en que me encuentro”.

¿Qué es el liderazgo para ti?

“Es la capacidad de inspirar, guiar y servir a los demás con propósito. Un buen líder no es el que más habla, sino el que más escucha, más conecta y más construye. El liderazgo es servicio, coherencia y valentía para actuar cuando otros dudan”.

¿A quién admiras del sector empresarial?

“Esta es una pregunta muy difícil. A lo largo de mi trayectoria profesional, he tenido la oportunidad de trabajar de cerca con grandes figuras del sector empresarial, tanto local como internacional, y de cada una he aprendido algo valioso. Sin embargo, definitivamente, de quien más he aprendido es de Don Frank Rainieri, con quien trabajé durante años en una etapa decisiva para lo que hoy es Grupo Puntacana. Fue el momento en que se colocaron las zapatas de lo que luego se convertiría en uno de los desarrollos turísticos más importantes del país. Recuerdo con claridad cuando nos explicaba su visión, no solo para Grupo Puntacana, sino para toda la zona Este. De él, aprendí la importancia de trabajar con enfoque, el valor del sacrificio y la importancia de la familia sobre los negocios.

También, aprendí muchísimo durante mi tiempo en la firma Pellerano & Herrera. Allí comprendí el sentido de administrar un negocio, la importancia del servicio al cliente y la necesidad de abrazar la innovación y la tecnología como parte esencial del crecimiento profesional.

Admiro, profundamente, al sector empresarial dominicano, por su capacidad de reinventarse, por su resiliencia, por su determinación para salir adelante, incluso, en momentos difíciles. En particular, reconozco el esfuerzo de los exportadores dominicanos, que logran posicionar nuestros productos en mercados internacionales con excelencia. Y me inspiran jóvenes como Dewi Peña, quien, tras atravesar un momento personal muy difícil, logró reinventarse, y hoy pone en alto a la República Dominicana con una línea de productos de belleza que marca pauta en la industria”. 

¿Cómo se gana la confianza?

“Esa es una tremenda pregunta: yo creo que la confianza se gana, primero, en tener confianza en ti mismo, y saber delegar, que es lo más difícil que se tiene… Estas dos cosas son claves. Y luego, la confianza se gana con hechos, con resultados, con planificación, con estrategia, con trabajar limpiamente, éticamente”.

¿Te cuesta delegar? 

“Me costaba mucho delegar, pero según han pasado los años, entiendo que cuando tu tienes un buen equipo, se puede delegar muy bien… Yo soy de dar confianza al principio, soy de confiar en el otro, pero cuando yo corto, porque me quedan mal, yo corté. Porque una vez se pierde la confianza es muy difícil retomarla, en todos los aspectos de tu vida. Cuando tu empiezas a desconfiar del otro, mejor rompe, porque eso te va a ir carcomiendo, es como un cáncer que se va abriendo. Entonces, ni estas feliz con la persona, ni la persona se siente cómoda y no fluye el trabajo, porque vas a estar constantemente supervisando y revisando y desconfiando, y haciendo todo de nuevo. Hay un doble esfuerzo y demás”.

Desde que comenzaste con Cambia el Chip, ¿quién te ha dado el mejor consejo?

“Son dos consejos que he recibido, de mis compadres, uno me repite siempre algo ya muy famoso: ‘insistir, persistir y nunca desistir’, y el otro compadre, que me dijo una vez: ‘no te desesperes con el impacto inmediato; si cambias la vida de una sola persona, ya valió la pena’. Ambos consejos me dicen que debo ser constante y que las transformaciones profundas toman tiempo y que cada paso cuenta”.

¿Qué es la sostenibilidad para ti hoy?

“Es una forma de vida y una responsabilidad ética. Es entender que el crecimiento económico no puede darse a costa del planeta o de la dignidad humana. La sostenibilidad es equilibrio, justicia y visión a largo plazo”.

¿Crees que estás en el mejor momento de tu carrera? 

“Estoy en un momento de consolidación y expansión profesional. Me encuentro en la etapa ideal para ofrecer a mis clientes una asesoría integral y estratégica. No solo cuento con los conocimientos técnicos necesarios, sino que, sobre todo, con una experiencia única que combina el ámbito legal, la administración de empresas, la comunicación, la gestión de riesgos y la resolución de crisis.

Pero para entender dónde estoy hoy, es importante mirar de dónde vengo. Siempre he trabajado. Desde los veranos con mi madre en su negocio, aprendí el valor del esfuerzo y la responsabilidad. Durante la universidad, fui paralegal junto a quien fue un gran jurista -aunque muchos hoy no lo reconozcan así-, el expresidente Salvador Jorge Blanco. De él, y de Orlando Jorge Mera, aprendí las bases del ejercicio del derecho. Más adelante, con Edgard Barnichta, descubrí -casi sin darme cuenta- la importancia de trabajar con gremios y el rol fundamental del derecho fiscal, aunque en ese momento no era mi área favorita.

Ocupar el cargo de encargada del Departamento Legal de un banco me dio una visión clara sobre el manejo de riesgos. Posteriormente, en la práctica privada, y en una firma como Pellerano & Herrera, no solo adquirí experiencia en casos pioneros y de gran relevancia para el país, sino que también aprendí cada día de colegas brillantes y de una cultura de excelencia e innovación.

Liderar el área legal dentro de empresas como Grupo Puntacana y Cormidom me permitió expandirme hacia otras áreas clave como la administración, relaciones institucionales, comunicación, manejo de crisis, sostenibilidad y ESG, con un fuerte énfasis en el trabajo comunitario. Esta combinación de experiencias me permite afirmar con seguridad que estoy en una etapa de madurez profesional.

Además, he tenido la oportunidad de participar en consejos mixtos y espacios de políticas públicas, lo que me da una visión amplia sobre las complejidades del Estado. En el ámbito social, he construido una base sólida de trabajo en distintos sectores y hoy estoy enfocada en escalar mi impacto, liderar con el ejemplo y acompañar a otras personas -especialmente mujeres- en su camino profesional. Estoy profundamente conectada con mi propósito y comprometida con la construcción de un legado que genere un cambio positivo y sostenible”.

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