Emilio Torres, director Progrentis: “El reto de los maestros es captar la atención de los niños”

En la era de la información, los niños leen menos que nunca, no son pensadores, se creen todo lo que leen. Su capacidad de atención, y concentración, está secuestrada por el TikTok o el Instagram. No son capaces de investigar en internet y van directamente a Wikipedia o al Chat GPT a que les den el resumen, sin capacidad de ser crítico con la información. Y eso, es un problema que no lo estamos viendo ahora, lo vamos a ver dentro de 15 años, cuando la generación actual, en nuestras escuelas, sean los políticos, empresarios y líderes de la próxima década”, afirma Emilio Torres, director de la firma Progrentis para América Latina y Europa, entrevistado por revista CONTACTO.

Entonces, ¿cómo captar la atención de los niños de la generación Z que se distraen con tanta facilidad? Torres explica que en Progrentis están usando el método del micro learning o micro aprendizaje.

“Ninguna de nuestras actividades dura más de un minuto y es una variedad suficiente de actividades. El estudiante va haciendo la actividad, feedback, siguiente actividad, feedback, y así sucesivamente, en función de una secuencia logramos tener picos atencionales para conseguir tener al chico enganchado”. 

Antes de la pandemia, Progrentis, en colaboración con la Universidad de Harvard, realizó un estudio a través de unos dispositivos que eran capaces de medir los procesos atencionales en niños de 5 años. 

“Cuando los sientas delante, tienes un lapso de 8 segundos para captar su atención o para perderla, es decir, que el reto en este momento, debido al atrofio neuronal que están teniendo por una exposición muy alta a tecnología en edades muy tempranas, hace que los maestros en el aula, al no tener tecnologías tan veloces como las redes sociales, se jueguen continuamente poder captar la atención de sus chicos. Niños que vienen con una alta hipersensibilidad, niños con baja tolerancia a la frustración, niños con una necesidad de gratificación inmediata, que es lo que te da la tecnología”.  

El experto señala que los niños están muy condicionados a estímulos de luz, movimiento y sonido, lo que les genera mucha dopamina y los mantiene enganchados, a lo que Torres atribuye el éxito de las redes y los videojuegos.

“Es como el que bebe café: el día que deja de tomar café, le duele la cabeza, lo necesita. Lo mismo pasa con el niño: para poder atender, necesita estímulos. Estímulos que me enganchan, porque estamos generando dopamina, donde estamos atrofiando el cerebro en unas edades del neurodesarrollo muy sensibles, porque está en madurez, el corte prefrontal no ha terminado de madurar. Por tanto, a edades más tempranas, hay que tener más cuidado, no al tiempo de pantalla, sino al uso que le estamos dando a las pantallas”.

La propuesta de Progrentis no es alejar a los niños de la tecnología, sino controlar el tiempo que dedican a esta y en qué ocupan ese tiempo.

“Yo les digo a las familias: ¿los cuchillos son buenos o malos? Depende. ¿La tecnología es buena o mala? Depende, porque a los niños pequeños no les damos cuchillos de los mayores, le damos un cuchillo de plástico, les enseñamos. Después, le damos uno punta redonda, hasta que ellos terminen utilizando un cuchillo de la forma correcta. La solución no es quitar los cuchillos de todas las cocinas del mundo porque pueden asesinar a las personas, que podrían, pero nos educan para que hagamos un buen uso, ¿por qué no hacemos lo mismo con la tecnología?”

Inteligencia artificial en la escuela

La tecnología llegó para quedarse y, en lugar de pelear con ella, hay que convertirla en nuestra aliada, sobre todo en las escuelas.

La llegada de Chat GPT revolucionó la manera de cómo vemos la inteligencia artificial. Sin embargo, esta tecnología ha estado presente en nuestro día a día por décadas. Desde las recomendaciones de películas que Netflix nos presenta, basadas en función del historial de contenido que vemos, hasta las búsquedas en Google, YouTube o cualquier red social. 

“Las personas no nos habíamos dado cuenta que detrás de nuestro mundo actual había ya inteligencia artificial, que nos hacía ver ciertas cosas en redes sociales, que se nos aparecía cierta publicidad en función de nuestra forma de consumir, y era como imperceptible”. 

Sin darnos cuenta, mucho del contenido que vemos en internet en la actualidad está movido a través de inteligencia artificial.

“¿Qué ocurre en la educación?, que hasta ahora, la educación estaba concentrada en el desarrollo de la inteligencia humana, porque eso es lo que se pretende a nivel teórico. Aunque hay escuelas que no desarrollan inteligencia humana, lo que hacen es educar niños para que sigan un procedimiento de adquisición de contenido que, muchas veces, tiene muy poco que ver con lo que ocurre fuera. Pero, independientemente, el propósito en la escuela debería ser el desarrollo de la inteligencia humana. Entonces, estamos en un momento en que colocamos la inteligencia artificial y la inteligencia humana no a competir, sino a intentar colaborar”, afirma el director de Progrentis.

Emilio, ¿cree que hace falta el uso de Inteligencia artificial en las aulas? 

“En un aula, por lo menos, en los países de Latinoamérica, hay una media de 30 niños. Treinta niños diferentes, que aprenden diferente, con sus carencias, entornos familiares y economías diferentes.

Un profesor llega al aula y es lo mismo para todos, de la misma manera, con los mismos criterios y los mismos tiempos, aun sabiendo de que cada niño tiene necesidades diferentes.

Un profesor no puede personalizar para cada niño lo que va necesitando. En cambio, niños trabajando con tecnología y con algoritmos de inteligencia artificial, podemos identificar patrones para saber qué va necesitando cada niño. Por ejemplo, si un niño se equivoca de manera repetida en ejercicios de razonamiento con multiplicación, una inteligencia artificial puede ir proponiendo en una ruta didáctica muchos más ejercicios asociados a esta carencia para que ese niño mejore. En cambio, su compañero, no tiene problemas con ese tipo de actividades. Entonces, puede ir reforzando aquellas carencias que son diferentes a la de su compañero. 

El primer beneficio es la personalización; el segundo, identificar problemas de aprendizaje y, el tercero, una evaluación inmediata. ¿Cuánto tarda un profesor en corregir los cuadernos de los niños? Un buen profesor tarda tres, cuatro días, para corregir 30 cuadernos. Lleva el cuaderno corregido y el niño comienza a ver los errores que cometió 72, 80 y 96 horas después.

Ese error, en el tiempo pasado, no genera aprendizaje, porque el niño ya está en otro momento. En cambio, yo con la tecnología trabajo y la tecnología me da feedback en tiempo inmediato. El error empieza a formar parte del proceso de aprendizaje”.

Para Emilio Torres, el reto que tienen las escuelas es educar la inteligencia humana para que utilice de manera correcta la inteligencia artificial.

“El reto es muy grande, porque si hasta ahora la tecnología ha venido sustituyendo y transformando el mercado laboral. En un McDonald’s hay tecnología que te ofrecen el servicio sin la presencia de una persona; en un aeropuerto, ya no hablas con personas, sino con quioscos digitales. Cómo ahora una empresa en su proceso de producción, a raíz de que la inteligencia artificial, es capaz de crearte un plan de marketing, es capaz de crear imágenes sin necesidad de tener que volar al destino para hacer fotografías publicitarias, es capaz de traducir en cualquier idioma del mundo. Eso hará que las empresas prescindan de muchas personas a nivel mundial. Por tanto, el desarrollo de la inteligencia, en función de cómo utilizar la inteligencia artificial, va a determinar el futuro de las personas”. 

Sin embargo, en las escuelas el uso de la inteligencia artificial se puede convertir en un aliado de los maestros, asegura Torres. 

“Hoy, la inteligencia artificial te permite crear rutinas de trabajo, organizar didácticamente una propuesta o un proyecto. Un profesor puede diseñar rúbricas de evaluación a través de este chat bots inteligente. 

Un profesor puede encontrar en la inteligencia artificial un aliado fantástico para que su trabajo que, a veces, es tedioso de corrección, pueda estar soportado por esta asistente virtual que puede facilitar la vida del profesor. 

Por el lado de los estudiantes, el chat GPT puede ser un ideal oponente socrático para que, a través de preguntas, tú puedas preparar un debate; puedas decirle al chat qué opinas sobre este párrafo que acabo de escribir, y él te ofrezca mejores propuestas de organizar un texto, o poner imágenes para poder ilustrar este contenido que acabo de crear.

Creo que, como asistente inteligente, es genial porque es como si tuviéramos un amigo que sabe mucho, sobre el cual yo puedo aprender”.