Por cultura general en nuestro país, cuando pensamos en comprar o cambiar el vehículo que tenemos, nuestra mente regularmente fluye hacia decisiones que no necesariamente van acorde a nuestros requerimientos puntuales.
Normalmente, escogemos en función del más bonito, el más completo o en ocasiones el más costoso, si hablamos de ostentar.
Ahora bien, tomando en cuenta que adquirir un vehículo es un “matrimonio” que permanecerá con nosotros durante varios años, es recomendable considerar algunos elementos de valor antes de tomar esta importante decisión, lo cual marcará la utilidad y funcionalidad que obtendremos del mismo. Veamos:
¿Comprar el más completo y equipado?
Si nuestro presupuesto nos lo permite, cuando vamos al concesionario casi siempre nos inclinamos hacia la opción más completa o equipada o la “full”, como coloquialmente es conocido. No obstante, en muchos casos los “extras” que compramos en la versión más completa lo usamos una vez al año o nunca los utilizamos. Entonces, ¿por qué comprar la versión con Sunroof, navegación y 3 filas de asiento, si siempre tenemos el techo cerrado, y utilizamos una emisora de radio y nuestra familia es de 3 personas?
Inversiones como estas podemos optimizarlas indicando u ordenando en el concesionario lo que luego de un análisis detallado podamos determinar qué es lo que ciertamente utilizaremos y, por ende, necesitamos.
¿La versión 4×4 o la versión de tracción simple?
Cada vez es más frecuente ver personas que invierten una suma importantísima de dinero adquiriendo versiones 4×4 de modelos que nunca ven, ni siquiera en un terreno polvoriento. Entonces, ¿para qué lo compramos?
Al conversar con algunas personas al respecto, la respuesta se circunscribe a la “posibilidad de tener que utilizarlo en un momento determinado”, lo cual siendo de esta manera, no se convierte en una necesidad, sino en una eventualidad.
¿Asientos en tela o asientos en piel?
Fuera del lujo y majestuosidad que infiere una tapicería en piel, no necesariamente son la opción adecuada si somos de los que nos agrada visitar mucho la playa o sentarnos medio mojados en el vehículo, o en su defecto, nuestro vehículo permanece casi todo el tiempo a la intemperie, bajo el sol.
Los asientos en piel requieren un mantenimiento recurrente de hidratación para que puedan ser duraderos, sin embargo, la humedad y los rayos solares son sus principales enemigos, aparte de que no existe nada más desagradable que sentarse en un asiento tapizado en piel que haya sido calentado durante varias horas por el sol. En casos como este, la decisión de adquirir un vehículo con asientos en tela resulta ser la más adecuada.
En conclusión, si al momento de realizar la importante decisión de adquirir un vehículo o cambiar el que tenemos, si consideramos estos aspectos y los tomamos en cuenta, estaremos realizando una compra consciente en la cual optimizaremos nuestros recursos comprando lo más adecuado y supliremos nuestra necesidad puntual de movilidad, sin incurrir en gastos adicionales por elementos y componentes que no utilizaremos.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011