Alexis Tejada, y Luisanna Ramírez de Tejada, son una pareja de esposos que decidieron dedicarse, en 2016, a crear contenido como medio de subsistencia económica para su familia. Luego, poco a poco, su apuesta por la creación de contenido dio resultados y hoy, junto a sus dos hijos, Allison y Alexander, se dedican exclusivamente a crear entretenimiento para toda la familia.
Cuando Alexis Tejada se quedó sin trabajo en 2016, tomó la decisión de reunirse con un compadre que se dedicaba a la creación de contenido, para que le explicara qué tenía que hacer para seguir sus pasos.
Su compadre le envió una serie de links con cursos para que aprendiera a usar WordPress, y asimilara las técnicas necesarias para crear un blog, que estaba muy de moda en ese tiempo.
Alexis, decidido a seguir los pasos de su amigo, contrató un plan de internet y compró una laptop, y se dedicó a ver los tutoriales para aprender todo lo necesario sobre la creación de una página web, y la creación de contenido.
Con una niña de tres meses, y su esposa trabajando como asistente ejecutiva en una empresa distribuidora de alimentos, Alexis tomó la decisión de no volver a emplearse, porque estaba convencido que, si le dedicaba el tiempo suficiente a la creación de contenido, iba a comenzar a monetizar la página
que había creado.
Sin embargo, esos inicios no fueron color de rosa. Llegó, incluso, un momento en que no tenía dinero para comprar la leche de la niña… Fue ahí cuando Alexis tomó la decisión de vender su carro, ya que aún no estaban monetizando su blog.
“Nuestra primera monetización fue con Google, y tardamos seis meses en ver el primer pago, que fueron 60 dólares. Al principio, no se veían resultados. Era trabajar y trabajar, esperando lograr la monetización… Pero, para sobrevivir durante esos seis meses que no tenía un empleo, tuvimos que vender nuestro carro y la nevera”, recuerda Alexis.
Su esposa Luisanna, entre lágrimas, recuerda esos momentos tan difíciles que pasaron. Explica que recibieron la oferta de su padre de irse a vivir a su casa, ya que ellos se iban del país, y la vivienda familiar quedaría sola.
“Nosotros, en ese tiempo, vivíamos alquilados. En un primer momento, lo sopesamos, pero cuando empezó el proyecto, decidimos mudarnos y vender los electrodomésticos que pudiéramos, porque había que invertir en equipos y promoción. Entonces, vendimos los electrodomésticos que no íbamos a necesitar, porque la casa estaba equipada”, agrega Luisanna Ramírez, entrevistada por revista CONTACTO, junto a su esposo Alexis Tejada, y sus hijos, en el Hotel San Marco, ubicado en calle Santiago 752, Gazcue.
Al principio, su contenido era sobre temas de salud, recomendaciones de alimentos y sus propiedades, pero en el último año, han ido evolucionando a viajes y experiencias en familia, tema con el que se han dado a conocer como familia.
El inicio
Alexis, ¿qué recuerdas de ese día que llegaron esos primeros US$60 dólares?
“Yo me entusiasmé, porque vi el resultado de tanto trabajo y, en ese momento, dije: ‘¡Ya empezó!’. Inició lo que esperaba que sucediera por medio del trabajo, porque yo sabía que tenía que pasar por todo eso. Que tenía que esforzarme de tal manera para empezar a captar esos recursos. Pero, hubo un momento que la situación se puso tan difícil, que iba a volver a emplearme y la hermana de Luisanna me dijo: ‘sigue ahí, porque sé que lo vas a lograr’.
Entonces, rechacé el trabajo, porque me iba a descuidar, y no iba a tener el tiempo para el proyecto. Ahí fue que tomamos la decisión de vender el carro, porque las tarjetas estaban hasta el tope, los prestamistas usureros detrás.
Un domingo no teníamos leche para la niña, y tuve que convencer a Luisanna de vender el carro.
Vendimos el carro, y con parte de esos recursos, comencé a invertir en la promoción de la página, y ahí comenzó a tomar impulso, porque necesitaba inversión.
Luego de los US$60 dólares, las ganancias fueron creciendo, hasta llegar a ganar RD$200,000 pesos en un mes. Fuimos pagando todo y ahorrando.
Yo le dije a Luisanna que cuando empezáramos a ganar mil dólares, ella iba a dejar el trabajo. Cuando lo logramos, ella dejó su trabajo y comenzamos a trabajar juntos”.
¿Cómo se dio la monetización?
“Nosotros no monetizábamos Facebook en ese momento, sino la página por medio de Google. En ese tiempo, por cada click que la gente hacía en los links de la página que colocábamos en Facebook, conseguíamos más lectores y Google nos pagaba colocando su publicidad en la página. Entonces, cuando Facebook comenzó a bloquear los enlaces, se perdieron las visitas”.
¿Qué hicieron entonces?
“Nos fuimos para YouTube, que tampoco fue fácil. En ese entonces, nosotros teníamos unos recursos que habíamos ganado de Google, y algunos ahorros, pero teníamos varios meses que la página no generaba ingresos, por las pocas visitas que teníamos, y los ahorros se iban gastando.
Como ya teníamos un vehículo, que habíamos comprado nuevamente, pensé en venderlo para comprarme un Sonata y hacer Uber… Gracias a Dios, como al mes comenzó a funcionar YouTube, ahí Luisanna fue la de la fe, porque me dijo que no lo vendiera, que todo iba a funcionar.
La primera vez que YouTube comenzó a producir, recuerdo que fueron menos de 100 dólares”.
¿Cómo fue esa transición de escribir un artículo a hacerlo en video?
“Nosotros tuvimos la ventaja de que no tuvimos que mostrarnos en cámara, simplemente era como una diapositiva lo que se hacía. Buscábamos pequeños cortes de videos, porque nosotros hablamos, por ejemplo, de los beneficios del aguacate o los beneficios del apio, y nos informábamos por medio de otras plataformas, buscábamos videos que ilustraran el tema de lo que estábamos hablando, y lo narrábamos”.
En este cambio, ¿también tuvieron que aprender a editar?
“¡Exacto! Tuvimos que aprender a editar, por medio del mismo YouTube, con tutoriales. Buscamos videos con temas de cómo se edita, los programas, la narración, cómo agregarle las imágenes. Ese fue otro proceso de aprendizaje”.
Luisanna, ¿en qué tiempo dejaste tu trabajo?
“En marzo de 2017 había dejado el trabajo. La niña estaba pequeñita, teniendo ocho meses, y luego quedé embarazada del varón. Yo estaba trabajando, y Alexis en la casa. Gracias a Dios, todo comenzó a fluir, porque él dio todo por el todo. Él se encerró en una burbuja, en ese momento, y no miraba para ningún lado. A veces, estaba hasta las tres de la mañana, aprendiendo y creando el contenido que se hacía para poder tener resultados”.
Cambio de contenido
Alexis, ¿en qué momento fue evolucionando el contenido de ustedes?
“Este contenido que estamos haciendo ahora empezó el año pasado. Pero, anteriormente, yo lo estaba intentando hacer de forma particular, porque los niños estaban pequeños, y tampoco queríamos exponerlos, y a mí no me gustaba exponerme mucho”.
¿En qué momento comenzaste a mostrarte?
“El año pasado. De mil videos, yo me mostré como en tres, porque no me gustaba la exposición. Pero ya estoy más suelto frente a las cámaras, aunque yo tenía experiencia en animación, porque en mi antiguo trabajo, además de administrar en una empresa de tiendas de conveniencias, de las que están en las estaciones de combustible, también era animador de karaoke en la noche, que lo aprendí allá mismo”.
Ustedes hoy no sólo monetizan, sino que tienen más de 300 mil seguidores en Instagram. ¿Cómo se sienten con lo logrado?
“¡Muy bien! De hecho, tenemos 4 millones 700 mil suscriptores en YouTube, en el canal principal, porque estamos arrancando otro canal desde cero. Y el video que tiene más reproducciones de nosotros, tiene 22 millones de views, que es sobre los síntomas previos del hígado graso”.
A diferencia de muchos creadores de contenido, ustedes comenzaron con el propósito de vivir de esto. ¿Qué tiempo tardó en llegar la primera marca para que les pagara por hacer una promoción?
“Eso lo estamos haciendo ahora, porque antes nosotros lo que hacíamos era contenido directo para YouTube y Facebook, y monetizando por vía de la compañía Adsense, que es la empresa que paga. Nosotros lo que hacíamos era captar el pago sin tener intermediarios”.
Es decir que, de 2016 hasta el día de hoy, ustedes han vivido de la monetización de las redes sociales, sin trabajar con marcas. ¿Cuándo se acerca la primera marca o ustedes la buscan?
“Nosotros tenemos varias páginas en Facebook y los canales que estamos trabajando. Entonces, el año pasado comenzamos a hacer videos con los niños, cuando viajamos. Gracias a Dios, nos ha ido bien. Compramos casa, vehículos, tenemos otra propiedad que tenemos en alquiler… ¡todo con las redes!
El año pasado, los niños querían hacer contenido y yo venía sopesando eso y venía pensando, en que íbamos a tener que mostrarnos, y yo sabía lo que venía con eso, y es lo que estamos logrando ahora, pero tenía miedo de la exposición en cámara.
Entonces, cuando nosotros viajábamos fuera de la ciudad, íbamos grabando y me fueron surgiendo las ideas.
Comenzamos a trabajar con intercambios para irnos posicionando y poder mostrar resultados. Llamé a un hotel, en San Juan que se llama Dominican Barcelona, y logramos nuestra primera colaboración. A partir de ahí, comencé a mandar propuestas y a trabajar con las colaboraciones”
Luisanna, ¿cuál es la red social que más les gusta?
“YouTube, porque los videos son más elaborados. Alexis, que es la cabeza de todo, busca la idea, la transforma y se toma su tiempo para la creación. Por ejemplo, para el último video que se subió, los niños se sientan con él a ver la edición, y es un trabajo que hacemos en familia”.
Alexis, ¿qué son las redes sociales para ti?
“Las redes sociales son nuestro estilo de vida, pero no como las usan la mayoría, comúnmente, sino el detrás de cámara, como fuente de ingreso y fuente de inspiración para otros. Nosotros viajamos en familia, pero también queremos enviar un mensaje familiar por medio de YouTube, por medio de Instagram, que somos pro familia, pro unión, a disfrutar a los niños. Pero, se trabaja todo con estrategia: primero, se trabaja para captar la atención, y en esos videos se deja ese mensaje a la familia”.
En promedio, ¿cuántos videos hacen a la semana?
“Nosotros hacemos un promedio de 150 videos al mes, entre todas las redes sociales. Para Instagram, grabamos uno diario. En Facebook, cuatro videos diarios, porque son varias páginas. En YouTube, subíamos un video diario, pero ahí estamos haciendo una reestructuración”.
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