Foro Económico Mundial Davos 2020

Cada Enero en la ciudad de Da- vos, Suiza se reúnen cerca de 3,000 líderes, procedentes de los cinco continentes y de todos los sectores: políticos, académicos, comunicadores, empresarios. Se dan cita allí grandes celebridades. Por el privilegio de enviar a sus representantes, las empresas se gastan una fortuna.

Este evento, cuya primera reunión se da hace cincuenta años, es organizado por el Foro Económico Mundial. Su nombre original fue European Management Forum, y fue convocado por un académico Alemán, el señor Klaus Schwab. Hoy, a sus 80 años de edad, sigue siendo la figura principal de este importantísimo evento. De este prestigioso académico podemos afirmar sin duda alguna, que estuvo adelantado a su tiempo.

El objetivo de aquella primera reunión hace cincuenta años, y con solo negocios europeos, era convencer a los presentes para que sus empresas tomaran en cuenta no solo a los accionistas sino también a todos los grupos de interés. Este concepto nos suena hoy muy familiar, es conocido muy bien. Pero nadie hablaba de eso hace 50 años. El Foro Económico Mundial (FEM), nombre adoptado en el 1987, celebra reuniones importantes en todo el mundo y durante todo el año, pero el evento estrella se sigue dando en Davos.

Habiendo sigo escogida por el FEM como Joven Líder Global en el año 2008, he tenido el privilegio de ser invitada y participar en sus eventos, y no he tenido que pagar la fortuna de
la que hice mención antes. Recuerdo mi primera vez allí. Me parecía estar soñando. Entras al “village” después de pasar por una seguridad que es mucho más extensa que la de un aeropuerto. Encontrarme con Bill Clinton, pedir una gaseosa y ver a mi lado a Bill Gates, almorzar con Desmond Tutu, tener una reunión privada con un Rey….. son todas experiencias inolvidables. Sabes de antemano por medio de un App quien asistirá al evento y coordinas reuniones con personas que te interesen en incrementos de media hora por lo regular. Pasar seis días en un evento del Foro Económico Mundial puede ser muy productivo. Y resulta, además sumamente divertido. Tiene uno la oportunidad de asistir a las mejores fiestas que se puedan imaginar. El hecho de que el señor Schwab pueda reunir a los tomadores de decisiones a nivel mundial, hace de este evento un verdadero imán para que muchos quieran participar.

Lo que se pretende con estos eventos, lo sé, es mejorar el mundo. He participado en muchas reuniones con los Gerentes Generales de las empresas que allí se dan cita, y hablamos ampliamente de encontrar soluciones a los múltiples y grandes problemas que nos afectan. Sin embargo, en los años recientes, se han recibido fuertes críticas. Se dice, por ejemplo, que es la fiesta elitista más costosa del planeta. Muchos (me incluyo) nos preguntamos si el progreso ha sido realmente significativo. Es innegable que ha habido mejoría. Pero ¿Qué tanto?. Es muy cierto que se discuten y defienden excelentes iniciativas, como el cambio climático, por ejemplo. Pero llegan 1,500 jets privados al evento.

Se habla, y mucho, de la inequidad y la pobreza, pero se pagan más de 500 dólares la noche por una habitación con una cama tipo sándwich. Y créanme, no exagero. La igualdad de género y la diversidad es también un tema siempre presente, pero sigue siendo un evento de hombres. Este año las mujeres representan apenas el 22% en la audiencia. Este es el mayor porcentaje hasta ahora.

El señor Schwab quiere cambiar el mundo, loable propósito. Sin embargo, él de seguro es consciente que no puede disgustar a sus invitados, quienes, como señale antes, pagan una fortuna para estar allí presentes. Por todo cuanto se discute en Davos deberíamos ya ver mejores resultados. Mi consejo: hablar menos y accionar mejor. Cambiemos el mundo, más que hablando, EJECUTANDO