General (r) Juan Manuel Méndez García: Una vida dedicada a atender emergencias

Después de 20 años al frente del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), el general retirado, Juan Manuel Méndez García, siente que puede decir misión cumplida, porque entiende que se ha entregado en cuerpo y alma a esa institución. Y, desde hace tres años, también sirve a través de la Dirección de Servicios de Atención a Emergencias Extrahospitalarias, donde se siente orgulloso de expresar que ha logrado mejorar el servicio de cara a la población.

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May 19, 2025

Juan Manuel Méndez es una persona de un trato afable. Un hombre respetuoso y cercano. Abogado de profesión, que hizo carrera en la consultoría jurídica de las fuerzas armadas, tanto como abogado de oficio, como juez en diferentes estamentos. 

No obstante, nunca imaginó que su carrera se inclinaría a dar servicios de prevención, búsqueda y rescate en casos de emergencias. 

Su entrega en el Centro de Operaciones de Emergencias (COE), donde ha trabajado por 20 años, y sólo ha tenido “una semana de vacaciones” es, según sus palabras, “por vocación”.

Méndez ha estado al frente de múltiples situaciones catastróficas, naturales y no naturales, como fueron las tormentas Noel y Olga, en 2007. Pero eso no es todo. Es que el general retirado se ha pasado parte de su vida como director del COE emitiendo alertas para que la población tome las medidas necesarias cuando vienen eventos de la naturaleza, pero también ante incendios forestales, explosiones, derrumbes, entre otras situaciones. 

 “El Centro de Operaciones de Emergencias aglutina a 22 instituciones. Cuando el COE se activa, todas las instituciones de respuesta del país pasan a ser coordinadas por nosotros, y todas las instituciones gubernamentales, porque entran las Fuerzas Armadas, Policía, Bomberos, Defensa Civil, Cruz Rojas, Salud, Obras Públicas, entre otras instituciones”, afirma el general retirado Juan Manuel Méndez, al ser entrevistado por revista CONTACTO en el restaurante IL Cappuccino, para nuestra sección Business From Cappuccino.

 El director del COE se le reconoce, además, el haber trabajado de cerca, sin inconvenientes, con tres presidentes de la República: Leonel Fernández, Danilo Medina y Luis Abinader.

Hoy, también cumple con una dualidad de funciones, porque además dirige la Dirección de Servicios de Atención a Emergencias Extrahospitalarias.

Sus inicios en los cuerpos castrenses

General, usted tuvo sus inicios en los cuerpos castrenses en 1986, ¿qué lo motivó a entrar al Ejército?

“Yo entré al Ejército de la República Dominicana motivado por un deseo de superación, porque estaba cursando la carrera de Derecho en la Universidad O&M. Para nadie es un secreto que vengo de una familia de clase media baja y, cuando ingresé a la universidad, tenía 17 años, y lo que percibía era producto de un accidente de tránsito que sufrí cuando tenía 14 años.

Entonces, parte del dinero que me dio el seguro, tras el accidente, se lo presté a un tío mío para que lo pusiera a producir, y él me daba un rédito de 50 pesos… Con eso, yo pagaba 35 pesos de universidad.

Luego de dos años estudiando, vi que el dinero no me alcanzaba para pagar mis estudios, comprar libros y pagar el pasaje, porque yo vivía en la Charles de Gaulle. Entonces, el papá de mi novia, que después fue mi esposa, madre de mis tres hijos mayores, era general del Ejército. Conversé con él, y él me ingresó como raso estudiante, para yo poder continuar con mis estudios”.

¿Cómo se fue dando su ascenso en las Fuerzas Armadas?

“A lo largo de mi carrera militar, cuando era oficial subalterno, fui asistente del consultor jurídico. Luego, ayudante del inspector general de las Fuerzas Armadas; ayudante del subsecretario; ayudante de la Fuerza Aérea, porque siendo del Ejército, fui prestado a trabajar como ayudante personal del jefe de la Fuerza Aérea, y luego pasé a la Inspectoría de las Fuerzas Armadas. 

En el año 2000, siendo mayor, paso a laborar en Foresta y, cuando viene el cambio de gobierno de Leonel Fernández, en el año 2000, voy como consultor jurídico de la Guardia Presidencial, hasta el año 2003. 

Entonces, en el 2003, voy como coronel a ocupar el cargo de relacionista público del Ejército. Luego de ahí, fui subintendente de Transportación, y después paso a ser consultor jurídico del Ejército. Concomitantemente, siendo oficial subalterno, era abogado de oficio del tribunal militar.

Como oficial subalterno fui juez de la Corte de Apelación de las Fuerzas Armadas, y como coronel, paso a ser juez presidente del Consejo de Guerra del Ejército Nacional, con jurisdicción nacional.

En el 2004, voy a la Defensa Civil, como asistente militar del director de la Defensa Civil, y en el 2005, entro como director del Centro de Operaciones de Emergencias”. 

Centro de Operaciones de Emergencias

General, ¿qué significó para usted esa designación en el COE?

“La designación del COE fue algo para poder completar un tema de salud, porque en el año 1980, tuve un accidente de tránsito y, 20 años después, producto de las transfusiones de sangre que recibí, me detectaron una hepatitis C, y esa enfermedad, para poderla combatir, era con un tratamiento largo. 

Entonces, le hablé al director de la Defensa Civil para que me recomendara como subdirector de esa institución, para que en caso de que yo no pudiera superar la enfermedad, que mis hijos no quedaran con el sueldo de coronel, que era muy bajo. 

Cuando va la recomendación a Palacio, alguien la vio y preguntó a un coronel, que era asistente del asesor militar, que ‘si yo tenía capacidad de ser director del COE’, y la referencia que dio de mí fue positiva. Entonces, vino el decreto como director del COE, en lugar de subdirector de la Defensa Civil”. 

Desde esa designación, han pasado 20 años, en los que ha estado al frente de muchas emergencias. ¿Entiende que la población está educada sobre temas como la temporada ciclónica?

“Todavía tenemos que seguir trabajando con información a través de las escuelas, a través de las universidades. Hay que seguir capacitando para que puedan aprender a trabajar sus planes familiares, no solamente con la población, sino también a nivel de las empresas públicas y privadas… Deben seguir trabajándose los planes institucionales. No sólo para la temporada ciclónica, sino también para los terremotos.

Aquí hay un gran desconocimiento en el caso de los terremotos, la población no sabe qué hacer. A pesar de que las autoridades hemos venido trabajando, especialmente desde el 2020, cuando llegó el presidente Luis Abinader, quien nos instruyó para que hiciéramos el ejercicio de evacuación en caso de terremoto todos los años,
y se hace todos los años
en octubre.

Pero, aún así, a pesar de que les hemos explicado que deben ensayarlo, que deben identificar los lugares seguros en sus viviendas o en sus trabajos, el punto de reunión al ordenarse la evacuación, hay mucho desconocimiento todavía”. 

General, a usted le toca en casos de emergencias llamar a la población a quedarse en casa y usted salir a trabajar. 

“Sin lugar a dudas, es un tema de vocación. Pero, luego de 20 años al frente del COE, la familia te pide que cese en las funciones, por un tema de que no hay espacio de los días en que, real y efectivamente, la familia más se compenetra, por ejemplo en Navidad, en Año Nuevo, para la Semana Santa, que a pesar de que son todas fiestas religiosas, son asuetos que le permite a la familia, además de comulgar con Dios, también esparcirse y, en mi caso, no es así”.

¿Usted tiene 20 años sin tomar los días festivos libres?

“Tomé unos días hace dos años, que fui con mi familia a Disney, porque desde el año 1994 que no tomaba vacaciones, y tomé una semana… En 36 años en el servicio militar, que en ese entonces tenía, no había tomado vacaciones”. 

¿Eso es recompensado de alguna manera con el respeto del pueblo?

“Es un reto, es un compromiso diario, porque usted sabe que estamos en una época que, con las redes sociales y el internet, todo se ha globalizado y para nadie es un secreto que uno tiene que cuidarse mucho con el tema de las redes, porque, así como el pueblo te quiere, así mismo te exige, y ahora tenemos una situación muy difícil a nivel de los medios de comunicación. 

Por ejemplo, usted se formó en la universidad como periodista, pero aquí hay un sinnúmero de comunicadores que no saben ni pio de lo que es la comunicación… Entonces, es difícil el tema con los que se han enganchado a la comunicación, porque no hay un respeto a las personas e indistintamente te ofenden, te sacan programas sin ninguna base. 

Tu subes una licitación en la institución en la que estás, y no importa que la licitación haya cumplido con todos los parámetros legales, simplemente te crean una nebulosa y te dicen: ‘240 millones de pesos para compra de uniformes, la mafia del general’… Te dicen: ‘mil millones en alquiler de ambulancias’, pero no te dicen que la ambulancia tiene que tener el personal médico, paramédico, chóferes, mantenimiento correctivo, preventivo, los seguros. Todo eso, cuando lo calculas, sale mejor alquilarla que comprarla. 

Es algo que está dirigido a hacer daño, por temas políticos o por envidia. Entonces, mueve a preocupación cómo está la comunicación ahora en este tiempo, porque no hay respeto a los seres humanos, a la familia, y sin ninguna base legal, porque no es que no te critiquen, pero te hacen acusaciones”.

Hay situaciones que la población se queja de que se ocultan las cifras de las víctimas reales. ¿Qué sucede ahí?

“Sí, hay ocasiones que la gente dice que se están ocultando los muertos, y ¿cómo tú vas a ocultar un muerto? ¿dónde está la familia de ese muerto?, ¿dónde están las personas que están reclamando esos cadáveres? Es un tema de lógica. ¿Qué necesidad hay de ocultar a una persona fallecida? 

Por ejemplo, cuando se activa el Centro de Operaciones para los operativos de Navidad y Semana Santa, puede haber una disparidad de cifras, porque la ley me dice que todos los accidentes tienen que reportármelo la Digesett, y hay personas que llegan a las emergencias de los hospitales porque una persona lo lleva, y no reporta el accidente. Entonces, no está dentro de las estadísticas del COE, pero no es porque yo quiero ocultarlo.

La ley me dice que para yo ofrecer una información como buena y válida, me la tiene que suministrar una institución oficial. 

Además, nosotros podemos duplicar información, porque si al hospital Morillo King, de La Vega, llega una persona accidentada, y el Morillo King lo refiere al hospital Juan Bosch, entonces nosotros vamos a tener dos registros de esa persona, una que entró al Morillo King, y otra que entró al Juan Bosch”. 

¿Cómo se está preparando el COE para el inicio de la temporada de huracanes que comienza el 1 de junio?

“El COE, en este mes de mayo, se aboca a un ejercicio que hacemos siempre con todas las instituciones, y con algunos organismos internacionales, para validar nuestro plan de contingencia.

Lo que sí es que nosotros apelamos a la divinidad de que no nos afecte ningún evento de manera directa, pero de ser así, que la población sepa que contamos con un plan, que contamos con instituciones que se han ido fortaleciendo”.

La tragedia de Jet Set

General, hablando del tema de Jet Set, usted fue de los primeros que llegó cuando colapsó el techo. ¿Qué sintió cuando ingresó
a ese escenario?

“Cuando llegué al Jet Set, encontré una situación bastante difícil, por la cantidad de escombros que había encima de las personas, e inmediatamente empezamos la labor de búsqueda, y a trabajar en el comando de incidentes, con las instrucciones que había en ese momento, y las que tenían que llegar”.

¿Cuántas horas corridas usted trabajó en Jet Set?

“Como 52 horas, sin dormir. Cuando le pedí tiempo al presidente Abinader para descansar, dormí dos horas, porque estaba en un estado de agotamiento físico tal, que sentía que el cuerpo me iba a reventar.

Me tuve que tomar una pastilla para poder dormir, porque cuando tienes ese nivel de adrenalina tan alto, es difícil relajarse”.

¿A qué hora llegó usted a Jet Set, y cuándo salió?

“Llegué a las 12:50 am del martes, y salí el jueves, que me criticaron, porque cuando terminé mi labor, que dije la última cifra, pues lloré… porque era tal el sufrimiento que tenía, la carga emocional, ver tantas personas sufriendo… El mismo don Eduardo Estrella, que el presidente lo llama, y le dice: ‘acompaña a Méndez, para que le busques equipos pesados para que pueda trabajar’, ¡sin imaginarse que su hijo estaba ahí! 

Entonces, mi teléfono es público, y personas que tenían parientes ahí, me llamaban y me escribían, ‘ayúdeme, que tengo un pariente ahí’. Imagínate, ¡cómo vas a ir descartando, dentro de los escombros, ¡quién es quién!… Tenías que ir sacando vivo o muerto a quien encontrabas. Y la carga emocional de ver 231 personas fallecidas, 189 heridos que habíamos sacado de ahí, y el agotamiento físico, mental, emocional, fue muy grande…

Además, yo tenía otra situación personal: tenía a mi mamá, que unos días antes la habían sacado de intensivo de Cedimat, con una ulcera sangrante. Adicional a eso, el hijo pequeño, lo tenía enfermito también, un niño de dos años. Además del susto que viví con mi mamá, verla sangrando, porque estaba vomitando la sangre… (Hace una pausa emocionado, y llora)”.  

¿El COE está preparado para este tipo de catástrofe, como la de Jet Set?

“Sí, desde el 2005, nosotros venimos recibiendo entrenamiento del Comando Sur de Estados Unidos en temas de búsqueda y rescate, a solicitud nuestra.

Cuando llegué al COE, inmediatamente, comenzamos a trabajar en estos temas, porque nosotros tenemos 14 fallas sísmicas activas. 

En el 2009, hicimos el plan de contingencia de terremoto con técnicos de Estados Unidos, que vinieron a petición nuestra, y en el año 2010, desafortunadamente, lo pusimos en vigencia con el terremoto en Haití, porque nuestro país sirvió de plataforma para la organización de la respuesta, por nuestra condición geográfica. 

Nosotros teníamos, desde ese entonces, el entrenamiento y el equipamiento que había sido donado por el Comando Sur de Estados Unidos”.

¿Cuántas personas tienen entrenadas?

“En ese entonces, nosotros habíamos entrenado unos 40 hombres, y después hicimos un entrenamiento en Azua, Barahona, Puerto Plata y Santiago, con técnicos nuestros y con asesoría del Comando Sur y otras agencias”.

Trabajando con tres presidentes

General, usted fue puesto en retiro por el presidente Danilo Medina. ¿Por qué continúa en el puesto a la llegada del presidente Luis Abinader?

“En el año 2020, yo estaba esperando que designaran a mi sucesor, porque había sido puesto en retiro. Pero, cuando viene la tormenta Laura, emití la alerta correspondiente, y el presidente me mandó a buscar. 

En la reunión que se hizo para el consejo de gobierno, él me dijo que le explicara qué era lo que esperábamos, yo lo expliqué, y me dijo que si le podía hablar a los medios… Conversamos con los medios, y después que terminó todo, el presidente se me acercó y me preguntó que ‘si le podía acompañar en su gobierno’. 

Yo sentí una gran satisfacción, y le dije: ‘Presidente, pero ya estoy en retiro’, y me dijo ‘que podía ser así’. 

Entonces, le dije que cuando uno labora durante tanto tiempo con un partido de gobierno, tiene amigos, y yo guardo mucho respeto por Leonel Fernández, que fue el que me nombró en el COE, y me ascendió a general en el año 2009; asimismo, guardo un gran respeto a Danilo Medina, porque en los ocho años de su gobierno, me ratificó y duré ese tiempo trabajando con él. 

Entonces, en ese momento, le dije al presidente Abinader ‘que tenía mis amigos, que yo los llamaba y que ellos me escribían, y que mis amigos yo los elijo’, porque en los gobiernos se estila mucho andar diciendo que uno se está reuniendo con fulano. 

Y el presidente Abinader me dijo: ‘eso a mí no me preocupa’. Entonces, le agradecí la distinción, y acepté quedarme”. 

Usted ha trabajado con tres presidentes, ¿cuál fue el trato que usted tuvo con cada uno de ellos?

“El trato fue muy bueno. Son diferentes caracteres. Leonel es una persona muy tranquila, apaciguado, una persona muy decente, da gusto sentarte a hablar con Leonel Fernández. Yo le tengo mucho agradecimiento y respeto.

Con Danilo Medina, por igual, tuve un buen trato, y me siento muy agradecido con él. 

Con este presidente (Abinader) uno interactúa más. Él no tiene hora para llamarte, porque es para temas que el país necesita. Cuando hay temas de emergencia, hablamos hasta de madrugada. 

Una vez hubo un incendio forestal en el Este, y estuvimos hablando hasta las 5 de la mañana. En otra ocasión, en Puerto Plata, con las personas que quedaron atrapadas en el Teleférico, él estaba fuera del país y amaneció hablando conmigo. Hasta que no se bajó a la última persona, ese hombre no durmió, igual que su esposa y la vicepresidenta también. Con el tema de San Cristóbal, lo vi, incluso, llorando. 

Es una persona que uno se siente bien trabajando con él, porque es humano, y no tienes que estar hablando a través de un ministro o a través del jefe del cuerpo de ayudantes: ¡con él se habla directo!

En el caso del Jet Set, tuve que pedirle una hora, porque no me sacaba el guante, cuando tenía como 50 y pico de horas trabajando, le dije: ‘presidente, deme una hora para asearme y descansar un poco’”.

Dirección de Servicios de Atención a Emergencias Extrahospitalarias

General, ¿en qué momento el Presidente le pide que se ponga al frente de la DAEH?

“Eso fue en el año 2022. El presidente me llamó, y me dijo que había una situación con el tema de las ambulancias para que llegaran más rápido, para equiparlas, y que necesitaba que nos pusiéramos al frente de esa institución. 

En el 2023, el presidente nos da los recursos, y nos da cierta independencia administrativa y financiera para manejar la DAEH”.

¿Qué retos encontró en la DAEH?

“Había una situación muy difícil, todavía persiste en algunos pueblos, por ejemplo, la base operativa hay que remozarla; la contratación de personas… Nosotros hemos contratado alrededor de 4,000 personas, entre médicos, enfermeras y chóferes, porque teníamos vacantes que había que llenar y todavía estamos en ese proceso. 

Hemos trabajado en la mejora de los salarios, las reparaciones de las ambulancias. Usted sabe que a las ambulancias se les da mantenimiento preventivo y correctivo, tener una sede que no teníamos, la carnetización, el seguro de vida de los colaboradores, que no tenían. Hay un sinnúmero de logros que se han alcanzado en este último año”. 

La llegada de una ambulancia a tiempo depende de muchos factores. ¿Cuáles son los principales?

“La llegada de una ambulancia a tiempo tiene un engranaje, desde la llamada, que dura minutos para crear el caso. Luego, va a una dirección, que todos sabemos que aquí hay direcciones que tienen el mismo nombre, en diferentes sectores. La exactitud con los GPS y demás herramientas globales, te puede aproximar al lugar, pero no te lo da con exactitud. Lo mismo con la situación del tránsito, y la conciencia de los conductores para cederle el paso a una ambulancia. 

Tenemos el tema de la listeza operacional, porque tenemos un personal que es dominicano, no son suizos y, a veces, llamas y la persona que debe responder no tiene las botas puestas, y hay que esperar que se aliste. 

Hay un sinnúmero de situaciones que nos obligó, hace tres meses, a crear un centro de monitoreo. Nosotros, desde la sede de la DAEH, podemos observar ahora todas las ambulancias, y podemos ver dónde están y qué están haciendo.

También, hay una situación de retención de ambulancias en las emergencias de los hospitales, porque a las emergencias de los hospitales llevas al paciente, pero si no está desocupada una cama, tienes que dejarlo en la camilla de la ambulancia, y hasta que no se desocupe la camilla, no se pueden mover. A veces, dura desde horas hasta días una ambulancia estacionada en un hospital. 

Pero, no obstante, los tiempos de llegada han disminuido bastante. Hemos mejorado del tiempo que encontramos, de 27 minutos, y ahora estamos rondando los 19 minutos”. 

¿Cuántas ambulancias tienen?

“Tenemos 540 ambulancias. Dentro de esas, hay más de 100 alquiladas a la Cruz Roja Dominicana”.

¿Qué cantidad de personal tienen?

“Asistencial, tenemos 6,500 personas, aproximadamente, y en total somos 7,500, en la DAEH.

Y se va a contratar más personal, porque entraron 120 ambulancias donadas por el gobierno chino y, el gobierno central, a través del 911 y del ministro José Ignacio Paliza, están adquiriendo más de 200 ambulancias”.

¿Qué tipo de emergencias son las más comunes?

“La mayoría son accidentes de tránsito. Pero nosotros tenemos también en la DAEH los CRUE, que son los Centros de Regulación de Urgencias y Emergencias, que lo hemos fortalecido.

Cuando llegamos a la DAEH, había 12 ambulancias, de las cuales 6 estaban dañadas. Esos son los traslados interhospitalarios, y es cuando un paciente está en un hospital y hay que trasladarlo a otro por su especialidad, o porque al momento de darle la asistencia a través del 911, le dieron los primeros auxilios, y ahí entra un segundo traslado, pero se hace a través de los CRUE. Hemos fortalecido ese servicio con 120 ambulancias a
nivel nacional”.  

Juan Manuel Méndez inside

General, nos hemos enterado de que usted tiene dotes de cantante, ¿esa es la forma en que se relaja cuando está fuera del trabajo?

“Tu sabes que parte de las situaciones que me afectan en la índole personal, son los calificativos que las personas me ponen. Cuando yo iba a los restaurantes, y andaba con mi familia, las personas se me acercaban, y no lo hacen por maldad, y me decían: ‘ey, mira, el general de las malas noticias’, ‘mira a Juan, de los ciclones’, ‘mira, al de la lluvia’… Y de lo que menos yo sé, es de meteorología, porque no soy meteorólogo, pero la gente te asocia. Y yo viendo esa situación, llegó un punto en que me comenzó a afectar, en el sentido de que la gente me asociaba solamente a cosas malas y esa no es mi vida. 

Entonces, cuando te descalifican delante de tus hijos: ‘mira, el de las malas noticias’, eso va afectando a los niños. Pero yo les digo: ‘yo no soy el de las malas noticias, yo soy el que te advierte a ti lo que puede ocurrir para que te cuides, y no haya malas noticias’. 

De repente, se me ocurrió que la gente tiene que entender que soy un humano, que me tomo un trago, que tengo muchísimos hijos, que he trabajado la vida entera… Los que me conocen del colegio, y de la vida entera, saben que soy un tipo relajadísimo, que gozo muchísimo, que me gusta jugar villar, que me gusta jugar dominó, que me gusta bailar, que me gusta cantar… Entonces, comencé a subir en mi plataforma de Instagram videos bailando, cantando, para que la gente me vea de otra forma. Ya no me asocian sólo con las malas noticias, ahora me dicen que soy una persona divertida”.

General, usted tiene 8 hijos: 6 varones y 2 hembras. ¿Qué significan sus hijos para usted?

“Todo. Pedirle siempre a Dios la protección divina para ellos, que sean hombres y mujeres de bien, que trabajen, que puedan vivir una vida acorde a los principios cristianos, con valores, y que nunca aspiren ni piensen en herencia,
porque yo no tengo, y lo poco que tengo, no quisiera que pelearan por pequeñeces. Y si algún día llegan a tener algún tipo de riqueza material, que eso no sea causa de que no pongan los pies sobre
la tierra”. 

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