Ha significado grandes satisfacciones y realizaciones a nivel laboral que, sin dudas, han construido una experiencia rica, no solo en términos profesionales, sino también a nivel humano y personal. Haber ejercido en el mundo de las comunicaciones ha sido mi gran pasión, desde hace 29 años que inicié el camino profesional.
Es realmente significativo entender y comprobar que la labor de una persona que se dedica y, tiene el privilegio de dirigir un equipo dedicado a aportar para la construcción de la imagen de una empresa, una marca, representa una labor de incuestionable importancia en la gestión del principal activo de cualquier organización: su identidad corporativa, su imagen y reputación frente a todo el entorno que toca e influye.
Si destaco de forma resumida lo que entiendo más relevante en una gestión de comunicación y relaciones corporativas, pongo sobre la mesa tres aspectos que considero fundamentales:
El factor humano. Las relaciones. Desde la perspectiva de una corporación, la capacidad de gestionar de forma sana, colaborativa e inclusiva las relaciones que esta posee con el universo de stakeholders que están en su rango de influencia, representa una fuerza catalizadora que le permite crecer y desarrollarse con la sociedad de la cual forma parte. Sin dudas, el cúmulo de relaciones activas y positivas serán la viga de soporte para la construcción no solo de una empresa altamente rentable, sino también de un ente social responsable, que deje huellas profundas en su entorno.
Una comunicación integral y coherente sobre una identidad rica en valores. Las empresas son personas corporativas en las que convergen la visión, la misión y los valores de grandes voluntades. Desde la esencia que representa el ADN de este conglomerado se puede construir igualmente una comunicación única, diferenciadora, pero sobre todo, una que sea estratégicamente integral y coherente, capaz de mover: el espíritu de su gente (comunicación interna), las necesidades comerciales (marketing, lealtad, preferencia, recomendación) y la más amplia conexión a nivel del colectivo (la sociedad como un todo).
Apostar, creer y accionar en desarrollo sostenible. El mundo, las sociedades y las personas, esperan y necesitan de corporaciones sensibles y comprometidas con el desarrollo humano, social y económico de los mercados que forman parte. Se trata de atender y colaborar con vías de solución de problemas estructurales clave para el desarrollo humano y para amortiguar el impacto de la degradación ambiental mundial y local. Existen varias fórmulas para poder ejecutar proyectos de impacto real en el desarrollo sostenible de comunidades, pero lo más relevante no se constituye en el o los proyectos en sí, sino en el interés genuino de hacer que el cambio suceda. Disponer de una inversión social enfocada en desarrollo sostenible, con el mismo interés con que se proyecta la inversión para el crecimiento comercial de la empresa
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011