Hacer las paces con la equidad

Para mí, los Obama son el reflejo de la admiración, el respeto y los sacrificios mutuos, ingredientes esenciales para las parejas que desean construir un presente y futuro juntos. El camino estará lleno de ciclos con diferentes desafíos, algunos agradables y otros difíciles.

Hoy quiero referirme al concepto que he nombrado “hacer las paces con la equidad”. En esta entrega, abordaré los retos que tenemos desde el lado de la mujer; en una próxima, abordaré el mismo escenario con una historia real desde el enfoque masculino.

Los Obama representan una pareja que ha sabido manejar los cambios de roles con admiración y respeto mutuo. Michelle, a pesar de tener una carrera próspera, no dudó en apoyar a Barack en su camino hacia la presidencia. Este apoyo mutuo es crucial en cualquier relación para lograr un equilibrio saludable y exitoso.

 La historia de Octavia

Octavia es una gran amiga que recientemente encontró a alguien que ha correspondido genuinamente a sus sentimientos, algo que había buscado durante mucho tiempo. Sin embargo, este hombre no está a la par con ella, ni profesional ni económicamente. 

Octavia ha sido ejecutiva durante muchos años de una de las empresas familiares más grandes del país, lo que le ha proporcionado una vida de gran calidad. Su pareja, a quien llamaré Don XXX, no ha tenido la misma suerte; aunque trabaja duro y es profesional, no ha alcanzado el mismo nivel de éxito que Octavia.

La pareja de Octavia se enfrenta a críticas de amigos y familiares. Incluso, ella misma se ha preguntado si vale la pena compartir su vida con alguien, especialmente si esto implica que ella tendría   que asumir la mayor parte de la carga económica del hogar. Este es un dilema real en un mundo tan convulso, lleno de desafíos personales y profesionales.

 Tiempo de reenmarcar la equidad

Es hora de empezar a valorar el aporte intangible que nuestras parejas hacen. Estas contribuciones, a menudo invaluables, no pueden ser cuantificadas monetariamente, pero son esenciales para nuestro bienestar y salud mental. Actúan como un motor y una plataforma que nos permiten seguir escalando.

Basándome en experiencias propias y cercanas, puedo afirmar que, sin esta plataforma, muchas mujeres que tienen múltiples roles, especialmente el de madre, no habrían podido alcanzar el éxito que tienen hoy. Por lo tanto, es importante reconocer y valorar estos aportes intangibles que, aunque no se reflejen en términos monetarios, son fundamentales para nuestro crecimiento y éxito.

Conozco muchos casos como el de Octavia. Este fenómeno se da porque desde hace tiempo las mujeres llenan las matrículas en las universidades, se han preparado, y poco a poco el péndulo se ha ido moviendo a nuestro favor. La brecha salarial también se ha ido cerrando, aunque aún persiste el debate de quién ostenta los mejores salarios. Lo que puedo asegurar es que conozco muchas mujeres que tienen posiciones y paquetes salariales superiores a sus parejas, pero no siempre fue así; podríamos decir que es un fenómeno nuevo.

  Cambio de ciclos

La historia de Octavia se repite y seguirá repitiéndose en nuestras sociedades. Tanto mujeres como hombres deben ser menos críticos con este tema y entender que la dinámica de los hogares ha cambiado. Nos corresponde apoyar, impulsar y promover el progreso de nuestra pareja, porque es un proceso dinámico. Así como Obama y Michelle, todos podemos cambiar de roles, por la conveniencia de ambos o de la familia. 

Hoy, espero que la señora Obama continúe su ascenso en la vida pública que, si desea, sea tan audaz como su esposo y se postule para la presidencia de los Estados Unidos. Ella tiene el material necesario para romper estereotipos, y confío en que, de darse el caso, Obama la apoyará completamente. 

Es hora de hacer las paces con la idea de quién aporta más y buscar la equidad entre lo tangible y lo intangible que, al fin de cuentas, tiene el mismo valor.