Chikei y After Taste son dos proyectos que comenzaron como un hobby para una pareja de esposos dominicanos, y que hoy se convirtieron en su sustento durante el inicio de la pandemia, justo en momentos en que ambos quedaron suspendidos de sus trabajos. Conozca la historia de Paola y Gilberto, quienes unieron su amor por la cocina y el maridaje de bebidas para sacar adelante su negocio y su familia.
La pandemia ha venido a enseñarnos que no podemos quedarnos de brazos cruzados, que los momentos difíciles sacan lo mejor de nosotros y que la necesidad es la madre de la creatividad.
Eso lo entendieron a tiempo Paola Acosta, coordinadora y productora de televisión y comerciales; y su esposo, Gilberto Gómez, experto en negocios internacionales, quienes en marzo de 2020 quedaron suspendidos de sus respectivos trabajos.
En el caso de Paola, recibió su salario completo los dos primeros meses del año, pero luego solo recibía los RS$8,500 pesos del programa FASE. Mientras que Gilberto cobraba la mitad de su salario. “Fueron momentos muy difíciles”, recuerdan los entrevistados por revista CONTACTO.
Y así, obligatoriamente, comenzó su emprendimiento, de la nada… Paola tenía una página en Instagram donde compartía imágenes de los cheesecake que hacía. Al principio, emprendió el negocio solo para compartirlo en familia, pero luego los vendía por encargo. Incluso, los llegó a colocar en un restaurant que tenía su hermana. Pero Chikei, como se llama su negocio, nunca dejó de ser un hobby que hacía cuando solo tenía tiempo libre.
En el caso de Gilberto, siempre le gustó el maridaje de vino. Compartía su pasión por Instagram a través de su página After Taste, donde se comenzaron a sumar personas que querían aprender un poco de bebidas y cómo elegirlas para acompañar los alimentos.
En medio de la situación de la pandemia, decidieron comenzar a trabajar para que ambos proyectos les cubrieran el dinero que estaban dejando de percibir.
“Yo dije: ‘espérate un momento: si yo sé hacer eso, tengo que sacarle el provecho para poder manejarme’. Chikei es un negocio de venta de cheesecake artesanales. Yo empecé con dos sabores, que eran cherry y dulce de leche, y ya tengo unos 13 sabores, aproximadamente, en diferentes presentaciones, y hace menos de dos meses introduje los cheesecake en forma de letras”, cuenta Paola Acosta, entrevistada junto a su esposo Gilberto Gómez, por revista CONTACTO.
Lo primero que Paola hizo fue promover por Instagram la venta de sus cheesecake.
“Instagram ha sido la plataforma número uno para la venta de mis postres. Yo podría decir que el 90 % de mis clientes han sido por las redes sociales”, asegura Acosta.
Ella aprovechó que conocía algunas personas en el medio artístico, y en los medios de comunicación, y les pidió que la ayudaran a publicar en sus cuentas de Instagram su negocio.
“Eso fue un boom. Yo me acostaba entre 4 y 5 de la mañana. Antes éramos nosotros mismos que teníamos que ir a entregarlos. Había ocasiones en que nos teníamos que dividir: él se tenía que quedar aquí, porque venían personas a buscarlos, y yo me tenía que llevar todos los que iban a domicilio”, recuerda Paola.
En el caso de Gilberto, su oferta era vender la experiencia de maridar bebidas alcohólicas.
“Básicamente, todos los vinos, rones y destilados en general, hasta cerveza que yo degustaba, lo compartía con mi pequeña comunidad en Instagram, que en ese tiempo éramos unos 200 ó 300 seguidores, entre amigos y familiares. Y ellos mismos me preguntaban qué podían beber para acompañar alguna comida. Esa comunidad fue creciendo, y después éramos 800 y así seguimos creciendo”, recuerda Gómez.
El despegue de After Taste se produjo para el día de los padres, cuando Gilberto comenzó a crear cajas de regalos donde se incluía bebidas que él recomendaba.
“Empezamos con tres boxes: una era ‘Papá Dulcero’, que le incluimos un cheesecake; otra que era el “Papá Moderno’, que llevaba un vino y otros aditamentos que llevaba la caja; y otro que era el ‘Papá Comparón’, que era el papá más premium, con vinos más premium. Eso fue un boom, yo mismo me sorprendí de la aceptación y el apoyo”, explica Gilberto.
El resultado fue tan positivo, que Gilberto comenzó a recibir llamadas de casas importadoras, como Casa Brugal, La Bodega, El Catador, entre otras, para enviarle sus productos y que Gilberto los probara y los recomendara a su comunidad y los incluyera en sus cajas de regalos.
“Ha sido una experiencia súper linda… estoy en emisoras también, ya que me contactaron de dos emisoras y este tiempo ha sido un despertar”, señala orgullo Gilberto.
Sin embargo, como todos los comienzos, dice el matrimonio que fue “muy difícil”, ya que de ellos depende que se haga el trabajo.
“Son muchos detalles porque hay que hacer el producto, llevar la contabilidad, manejar las órdenes, entregar el producto y manejar las redes sociales”, dice Paola. Mientras que Gilberto agrega que “al principio fue un poco complicado (Risas)… Yo tenía que armar las cajas de regalo y al yo no tener esa paciencia, que la fui desarrollando después, del papel celofán, de hacer el lazo… ¡es que yo no sabía hacer lazos! Yo soy nulo en eso y me trancaba, me desesperaba, porque teníamos muchos pedidos y éramos ella y yo solos”.
Paola no podía ayudar a Gilberto a armar las cajas de regalo, porque ella también tenía muchos pedidos de cheesecake y tenía que prepararlos. En ocasiones, cuenta que terminaba hasta las cinco de la madrugada.
“Yo le decía a mi marido, ‘ve avanzando en lo que yo termino los cheesecake’, pero él se desesperaba porque no sabía hacer los lazos. Entonces, le pidió ayuda a mi hermana que es mi vecina, que nos ayudó mucho también”, recuerda Paola.
Hoy, Gilberto tiene un nuevo empleo, aunque continúa desarrollando After Taste. Mientras, Paola quiere seguir adelante con Chikei. Además, cuentan con servicio de delivery para ir aliviando un poco la carga.
“El primero de junio comenzamos con la compañía de delivery, que se llama EnSupplies, que es de un primo mío que surge por temas de pandemia. Para mí, el tema del delivery ha sido una bendición, no solo porque me descarga trabajo, sino también porque nos ha ayudado a crecer, porque hubo muchos momentos en que yo tuve que decir que no… porque no daba a vasto. Y eso fue lo más difícil para mí y lo es para todo el que está comenzando un negocio”, concluye Paola.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011