La inteligencia artificial (IA) es una tecnología considerada controversial en muchos sectores, y las gestiones de comunicación corporativa y marketing no son la excepción. IA es cada vez más popular a la hora de automatizar tareas rutinarias, mejorar la eficiencia y reducir costos. ¿Pero qué impacto tiene esto a largo plazo?
Es un hecho que la IA nos brinda la oportunidad de mejorar la forma en que las empresas interactúan con los clientes, y hasta con nuestros empleados, logrando incrementar su satisfacción y fidelidad al facilitar una interacción más eficiente con respuestas rápidas a preguntas frecuentes y, de este modo, evitando posibles problemas.
Sin embargo, el uso de la IA en la comunicación corporativa también plantea importantes riesgos y retos éticos, que aún están pendientes por responder. En su mayoría, estos están asociados al criterio para la toma de decisiones que termina impactando el “cómo” hacemos las cosas. Por ejemplo, ¿qué tan justas pueden ser las decisiones tomadas a través de esta herramienta? ¿Cómo garantizamos el cumplimiento de estándares, la transparencia o respeto a la privacidad? Aun son interrogantes sin respuesta que recaen en la base de lo que nos hace humanos; los valores que nos ayudan a diferenciar lo correcto de lo incorrecto.
IA, sin duda, puede ser muy eficiente para resolver tareas específicas, pero no puede reemplazar completamente la comunicación humana dada su complejidad y matices. Este componente humano es precisamente parte esencial de la gestión de comunicación corporativa en la que solemos apoyarnos para lograr su efectividad. No basta con que logremos comunicar un mensaje si éste no es auténtico, y no nos permite conectar emocionalmente con nuestra audiencia.
La comunicación estratégica, para ser efectiva, requiere de empatía, de reciprocidad y de la habilidad para construir “rapport”. Estos son aspectos exclusivos de la naturaleza humana que, hasta el momento, no pueden ser replicados por la Inteligencia Artificial, y el no considerarlos pudiera generar riesgos en la comunicación al ser percibida por el público como inhumana o predefinida.
Entonces, ¿cómo podemos aprovechar el potencial de la IA en la comunicación corporativa sin sacrificar la ética y la autenticidad? En primer lugar, es importante tener en cuenta que la IA no es una solución única para todos los problemas de comunicación empresarial, más bien es buena idea utilizarla estratégicamente para ahorrar tiempo, mejorando la eficiencia en la respuesta y la precisión de los mensajes.
Es indispensable tomar en cuenta que el uso de la IA trae consigo responsabilidades proporcionales al nivel de riesgos que pudiera generar, lo que implica la necesidad imperante de contar con regulación y reglas claras para su uso. La transparencia y seguridad sobre el uso de datos, y la definición de un criterio enmarcado por leyes para la toma de decisiones, se vuelven críticos dada su creciente popularidad y rápido avance.
Si se abordan estos desafíos y se aprovechan estas oportunidades, la IA puede ser una herramienta valiosa para mejorar la comunicación corporativa en el futuro.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011