José Roberto Díaz es un apasionado de la actuación. Con 33 años de carrera, principalmente en teatro y televisión, se ha consolidado como un actor que da pasos seguros y que sabe lo que quiere. Ha sido nominado en varias ocasiones a los premios Casandra, hoy Soberanos, por las obras La soga, El método Gronholm y Palabras encadenadas. El 2018 fue un año de rotundo éxito en las tablas, no solo por su labor como actor, sino también porque incursionó como productor y director.
José Roberto, tu eres un hombre polifacético, has hecho TV, desde comerciales a lectura de noticias, teatro, cine, radio. ¿De todas estas facetas, cuál es la que más disfrutas?
“Sin dudas la que más disfruto es, precisamente, la que ha sido el punto de partida de mi carrera y la que me exige más: el teatro. Todos los demás medios le dan al actor popularidad y proyección, pero nada se compara con el prestigio que solo el teatro ofrece porque es la verdadera prueba de fuego para cualquier actor que se tome en serio su carrera”.
¿La actuación es lo que más te apasiona?
“Así es, me apasiona desde muy joven. Y me siento cómodo trabajando en cualquier medio, pues desde siempre he aprendido que un actor no debe limitarse, debe desarrollarse en todas las áreas. Y aprendí la importancia de saber las diferencias entre trabajar en un medio y en otro, porque la base teórica es la misma, solo hay que saber hacer los ajustes entre uno y otro. Lógicamente, las diferencias más notorias se dan entre el cine y el teatro, pero los fundamentos de actuación son los mismos”.
Hablemos de teatro. ¿Qué es para ti el teatro?
“Estar en el escenario es algo complicado de definir porque se mezclan muchas cosas. Es una disciplina muy exigente que para afrontarla debe gustarte de verdad, porque conlleva muchos sacrificios. Como manifestación artística, ofrece la oportunidad de que el público se vea reflejado en ella y sea testigo de algo que ocurre ante sus ojos, por lo que su alcance es ilimitado, poderoso y capaz de promover cambios en la sociedad”.
¿Cómo ves el futuro del teatro dominicano?
“Talento y gente con deseos de trabajar sobran, lo que se necesita es más apoyo que ofrezca garantías de que, en un futuro, el teatro dominicano continúe estando vivo”.
¿El público acude a ver las obras o hace falta más promoción e inversión para atraer a la gente?
“La promoción sin el interés no sirve de nada, por lo que es un trabajo conjunto entre la creación de nuevos públicos partiendo de motivar a los niños, ofrecer calidad para mantener la atención del público que acostumbra asistir, y saber mercadear las diferentes propuestas para que el resultado se note en boletería”.
El 2018 fue un año de mucho trabajo en las tablas para ti. ¿Cómo defines todo lo que ocurrió con tu carrera en ese año?
“El 2018 fue muy productivo y de crecimiento para mi carrera, porque fueron cuatro producciones muy diferentes entre sí en las que pude participar. Y como siempre digo: ‘no hay triunfo sin sacrificio’. El 2018 me dio algunos dolores de cabeza, 10 libras menos, noches de insomnio, algunas enemistades, pero fue también un año de grandes satisfacciones”.
¿Cuáles obras presentaste?
“El 2018 comenzó compartiendo escena con Luz García en la comedia “Tú en tu casa, yo en la mía”. Luego, en mayo, dirigí a Soraya María “Cachita”, en su regreso a los escenarios con la comedia “Cachita va al ginecólogo”. En julio pude ver realizado un proyecto que tenía desde hacía muchos años, “Espectros”, el famoso drama de Henrik Ibsen, donde fui productor y coprotagonista. Y en noviembre, volví a la faceta de director con la comedia “Déjame caer en tentación”, de nuevo con Luz García”.
¿Con qué actriz o actor te gustaría subir a las tablas este año?
“Todavía no se ha presentado la oportunidad de trabajar con María Castillo, espero poder hacerlo. Pero además, hay colegas y directores con quienes me encantaría volver a trabajar, pues el oficio te da la oportunidad de conocer de cerca a gente no solo de gran calidad profesional, también de calidad humana, con quienes ya comprobaste que es un verdadero placer compartir escenario”.
¿Cuál crees que es tu reto este año para superar el 2018?
“Mi reto es seguir ofreciendo calidad, no importa si es comedia o drama, no importa si estoy en escena como actor o detrás como director o productor. A veces pensamos en la cantidad de trabajos como una meta, lo entiendo y comparto, pero siempre y cuando la calidad esté presente también”.
¿Crees que hoy en día se puede vivir de la actuación?
“Claro que sí, siempre y cuando no te limites solo al teatro y tengas el tiempo disponible para desarrollarte en otros medios, como son la televisión, la radio y el cine. Tengo colegas que son ejemplo de esa situación, les va muy bien y trabajan constantemente”.
¿Cómo ves la industria del cine en el país?
“Muy activa y con talentos que ya se han forjado una carrera, como el caso de José María Cabral, quien me sorprendió con su extraordinaria película “Carpinteros”. Pero si en teatro es prioridad contar con un buen texto dramático, en el cine local se necesitan mejores guiones para asegurar la calidad que el público merece.
¿En cuáles películas has trabajado?
“Hasta el momento, en cine tengo la película “A ritmo de fe”, estrenada en 2013. Aunque ya dominaba la técnica producto de los comerciales para televisión y las miniseries que he podido hacer, la experiencia en una película siempre es un reto al que hay que entregarse por completo.
¿Te gustaría hacer más cine este año o quieres seguir en el teatro?
“Más cine, por supuesto. Pero cine con buenos guiones, lo que no siempre podemos ver en las películas locales. Hay desarrollo técnico, buenos actores y directores, pero nada de eso sirve si no tienes una historia original, bien estructurada, y en ese sentido un guión es la columna vertebral que soporta cualquier película. Mientras llegue esa oportunidad, soy feliz trabajando en un escenario, donde puedes vivir ese intercambio de energía entre el público y los actores en escena. Es una magia única e irrepetible que solo la tiene el teatro”.
De hecho das talleres de actuación, ¿Cómo surgieron estos talleres?
“Hace más de 15 años yo ayudaba al maestro Enrique Chao, lamentablemente ya fallecido, en sus talleres. Veía que muchos jóvenes estaban muy interesados en aprender y genta de todas las edades se me acercaba para preguntarme dónde podían estudiar que no fuera en la escuela formal que tenemos en Bellas Artes, pues no disponían del tiempo que exige ese centro de estudios. Llegó un momento en que decidí emprender las clases por mi cuenta y ha sido una experiencia muy gratificante”.
¿Qué te falta por hacer que te gustaría incursionar en este 2019?
“Tengo en proyecto una serie online que creo que podré materializar este año. En ella quiero que participen los estudiantes de mis talleres de actuación porque creo en ellos y porque hay que formar las próximas generaciones de actores. Sin oportunidades, aunque sean pequeñas, los actores no pueden demostrar su talento ni desarrollar una carrera”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011