Aunque parezca insólito, Barrick Gold, la empresa extractora de oro más grande del mundo, podría cerrar la mina que más beneficios le deja, y aunque no se crea, ese proyecto está ubicado en República Dominicana: Barrick Pueblo Viejo. Lo irónico es que esta compañía, situada en la provincia Sánchez Ramírez, es la que más exporta en el país (47 % del total), y la que más impuestos paga al Estado (US$3,000 millones en ocho años, y US$522 millones en lo que va de 2021); pero, además, emplea a 2,500 personas (97 % dominicanos) y ha gastando más de US$160 millones en compras locales desde el 2013 a la fecha. Sin embargo, todo puede llegar a su fin… En diciembre, Barrick Pueblo Viejo terminará el minado, y la producción acabaría en 2030. Pero, ¿cuál es el motivo? Se está a la espera de que se realice una licitación para ejecutar un estudio medio ambiental para la instalación de un segundo almacenamiento de relaves para poder extender la vida útil de la mina hasta el año 2040 y más allá… Solo queda esperar para que la mayor inversión extranjera en la historia de RD ¡no acabe!
El 2 de abril de 2018, el economista Andy Dauhajre escribió un artículo titulado: “Necesitamos diez Barrick más”. En el escrito, Dauhajre enumera una serie de factores de por qué el país necesita que lleguen más empresas como la multinacional canadiense. Incluso, comparó los recursos que recibe el Estado dominicano en los dos principales sectores económicos, como son el turismo y las zonas francas, en comparación con la minería y, específicamente, con Barrick Pueblo Viejo.
En el análisis, el economista detalla, con reveladoras cifras, cómo la empresa que más exporta de República Dominicana ha ido incrementando los impuestos que paga al Estado año tras año, desde que comenzó con sus operaciones comerciales en el año 2013.
Tan claro es en su análisis Dauhajre, que en un párrafo de su artículo asegura que “Barrick es lo mejor que le ha podido suceder a la República Dominicana en la última década”.
Pero lo que más llama la atención de la columna, y casi como si fuera un clarividente, el economista dice al final del artículo lo siguiente: “Un buen punto de partida sería sentarse inmediatamente con Barrick para determinar si es posible explotar responsablemente nuevos yacimientos y reservas. Si la respuesta es positiva, proceder entonces a allanar el camino a las nuevas inversiones que tendría que realizar la empresa. Extender 20 ó 25 años la vida útil a la duración de la explotación inicialmente prevista, es fundamental para mantener nuestra presencia en el mapa minero de la región”.
Esta última premonición, que Dauhajre anticipó hace tres años como un pitoniso, es lo que está ocurriendo hoy con Barrick Pueblo Viejo en la provincia Sánchez Ramírez.
La empresa se encuentra hoy en una verdadera disyuntiva, porque para seguir con las operaciones de la mina, se necesita construir una planta de procesamiento y un segundo almacenamiento de relaves (presa de cola), puesto que con el tiempo, la concentración del oro ha venido bajando a niveles de 800,000 onzas al año, en comparación con las 1,200,000 onzas de oro anuales que se producían al inicio de las operaciones.
“Nuestro objetivo en República Dominicana, como en el resto del mundo, es crear valor a largo plazo para nuestros grupos de interés a través de nuestra estrategia de desarrollo sostenible. El proyecto de expansión de Pueblo Viejo tiene el potencial de duplicar la enorme contribución que ya ha hecho a la economía de República Dominicana. Sin embargo, sin este proyecto, esa contribución podría terminar pronto”, explica Mark Bristow, presidente y director ejecutivo de Barrick Gold, quien visitó el país a fines de octubre pasado.
El problema actual de Barrick
Pueblo Viejo es que, si no se construye la planta de procesamiento y un segundo almacenamiento de relaves, la producción a partir de 2022 podría bajar a la mitad, es decir, a unas 400,000 ó 450,000 mil onzas de oro, lo que incrementaría significativamente el costo de producción para la empresa. Incluso, la multinacional tiene previsto detener el minado el 31 de diciembre de 2021, y la producción terminaría en el 2030… Sin embargo, si se hace la ampliación de la planta, se podría incrementar la vida útil de la mina en más de 20 años.
La opinión de los expertos
Para conocer qué dicen los expertos, revista CONTACTO entrevistó al geólogo Osiris de León y al ex director de Minería, Octavio López, quienes junto a los economistas Henri Hebrard y Andy Dauhajre dan su parecer ante la difícil situación y decisión que deben tomar próximamente Barrick Pueblo Viejo y, por supuesto, el Estado Dominicano.
“Pueblo Viejo es hoy una necesidad y una obligatoriedad, tanto para la empresa minera como para el Estado dominicano, que es socio de ese proyecto de explotación, porque los minerales presentes en el sub suelo son del Estado dominicano. Por ello, en la medida que la cantidad de mineral de alta ley se va reduciendo, hay que introducir ajustes importantes en el proceso de extracción y de procesamiento del mineral, y eso es lo que está ocurriendo hoy, que la minera necesita construir una segunda presa de cola para ampliar la vida útil de la mina. Eso ocurre en cualquier operación minera en todo el mundo. Son variables que se deben tomar en cuenta cuando se quiere aumentar la vida útil de una mina. Mientras menos oro se extrae por cada tonelada de mineral de baja ley procesado, más mineral hay que remover y procesar para obtener la cantidad óptima de oro que hace rentable el proceso. Y eso está ocurriendo hoy en Pueblo Viejo, que cada vez se necesita mover más material para extraer oro, por ello se deben hacer estos ajustes. Por eso es tan importante ampliar la vida útil de la mina, y para eso se debe construir una nueva presa de cola, para el almacenamiento de los relaves”, asegura el geólogo Osiris de León.
Por su parte, el ex director de Minería, Octavio López, dice que el proyecto Pueblo Viejo “yo siempre he dicho que es del Estado dominicano. El depósito le pertenece al Estado dominicano. Lo que existe es un contrato de arrendamiento de derechos mineros. Más bien, un contrato especial de arrendamiento de derechos mineros. Por ello, todo lo que haya que hacer desde el Estado, de la empresa, y cada uno individualmente como ciudadano para que ese proyecto obtenga las facilidades, y obtenga la permisología y el acceso a los estudios, que serían los que marcarían y caracterizarían la posibilidad de uso de un territorio determinado, sea para fines de almacenamiento de colas, hay que hacerlo… Personalmente, me siento corresponsable como ciudadano de que ese proyecto tenga todo el apoyo y todas las facilidades. ¿Por qué? Porque la minería es el acorazado de la economía dominicana, y se ha visto como nunca ahora en pandemia, donde todos los sectores productivos nacionales colapsaron o redujeron su capacidad de producción, cerraron e incluso muchos quebraron… pero el único sector que se mantuvo aportando recursos frescos a la economía dominicana, en dólares, fue la minería… Por ello, por conciencia, y por la importancia que hoy representa el sector minero nacional, el proyecto Pueblo Viejo hay que hacer todos los esfuerzos, del Estado y de la empresa, para que siga adelante”.
Consultados por los beneficios que tendría el país en la ampliación de la mina, de León dice que “uno de los principales beneficios que tiene un país que tiene la cuarta mina con mayor producción de oro en el mundo, es mantenerse en el ránking de los 10 mayores productores de oro en el mundo, aunque ese lugar que ocupamos gracias a pueblo viejo es como mina individual, no como país. Esto implica, además, que generamos recursos frescos, generamos divisas en dólares, por lo que eso ayuda a nuestra economía para que el Banco Central aumenté sus reservas netas. Esto es clave para cualquier país y República Dominicana se ha beneficiado mucho de eso en los últimos ocho años, y no puede permitirse finalizar ese proyecto, que podría incluso perdurar fácilmente unos 20 años más”.
De su lado, López afirma que el primer beneficio es “el aprovechamiento de un recurso, considerado marginal, que se convierte en reserva mineral, con la ampliación y utilización de una tecnología adicional de procesar el mineral de sulfuros de oro. Ese es un beneficio, que se aprovecha mejor el mineral. Otro beneficio es que el proyecto Pueblo Viejo demanda servicios colaterales (contratistas), que ha pagado en un promedio, desde el 2013 cuando comenzaron las operaciones comerciales, de unos 200 millones de dólares al año. Esto significa la inyección horizontal de dinero para contrato y subcontratos con otras compañías dominicanas, y ese es un factor muy importante. Esto mantiene una economía dinámica, que inyecta dólares a la economía, y eso es muy importante”.
Mientras, para el economista Henri Hebrard, no poder realizar la ampliación de la mina “significaría el final de las operaciones de la mina, porque este año sería prácticamente el último año de minado, por lo que solo le quedarían unos 4 ó 5 años de producción, nada más… De ahí tendríamos una caída paulatina de la producción y los ingresos, por lo que cerraría la mina, y eso mandaría un mensaje muy curioso a la comunidad internacional, de que Barrick Gold, la empresa minera de oro más grande del orbe, haya tenido que cerrar la mina que más beneficios le dejaba en todo el mundo… Algo muy llamativo, por decir lo menos. Y eso, obviamente, cerraría prácticamente el sector minero de República Dominicana”.
“Incurriríamos en un gran error si no aprovechamos el potencial de influjo de inversión extranjera directa, exportaciones, e ingresos fiscales que generaría el proyecto de expansión. Estamos hablando de US$1,300 millones adicionales de inversión extranjera adicional, US$22,000 millones más de exportaciones, US$5,600 millones adicionales de ingresos fiscales.
Incluso, este ha sido uno de los puntos de la agenda entre el Gobierno dominicano y las agencias calificadoras de riesgo. Las agencias no entienden el porqué de la dilación, dado que Barrick Pueblo Viejo ha demostrado que es perfectamente compatible extraer beneficios a través de una explotación medioambientalmente responsable de nuestras reservas mineras.
Realmente, no entiendo el porqué esta decisión ha tomado tanto tiempo. Yo pensaba que este era el tipo de proyecto que la administración del presidente Abinader tenía en el listado de los prioritarios, proyectos que justifican que se haga un “by-pass” a toda la burocracia ineficiente y al “red-tape”, asegura por su parte el economista Andy Dauhajre.
Don Andy, hace un tiempo, usted dijo que República Dominicana necesitaba 10 Barrick más. ¿Aún piensa igual o ahora necesitamos más proyectos como este?
“Claro que sigo pensando igual. República Dominicana tiene un potencial minero considerable. Si Chile y Perú son capaces de seleccionar empresas globales serias para extraer de manera responsable las riquezas del subsuelo, nosotros también podemos hacerlo. Incluso, es una de las decisiones que nos allanaría el camino para alcanzar el grado de inversión que hoy reciben Chile y Perú de las agencias calificadoras de riesgo”.
Una gestión responsable
Según los cuatro expertos, la gestión medioambiental en Barrick Pueblo Viejo, desde que comenzó su construcción en el 2008 y las operaciones comerciales en el 2013, ha sido excelente, y que hasta el día de hoy no hay nada que decir negativamente.
“La empresa corrigió los pasivos ambientales que dejó la Rosario Dominicana. Eso fue muy bueno. En materia técnica, medioambiental, de sostenibilidad, lo ha hecho muy bien. Ahora, creo que a la empresa le ha faltado un mayor acercamiento con las comunidades vecinas, con muchos municipios, según mi opinión”, indica Osiris de León.
Mientras, el ex director de Minería señala que “para ser objetivo, creo que la gestión que se ha hecho en Pueblo Viejo ha sido muy bien manejada. Ha extraído siempre el oro con una tecnología que es la más apropiada para extraer el oro de los sulfuros, con seguridad de que los procesos de oxidación de esos sulfuros no salgan como un gestor de contaminación, sino que en un ambiente totalmente controlado, en tanques autoclave. Ahora, desde el punto de vista ambiental, las aguas residuales son tratadas y son vertidas de nuevo a la presa, con mejor calidad del agua que ellos mismos toman de la misma presa. El proyecto siempre ha estado bien manejado desde el punto de vista medioambiental. No hay un escándalo probado que se pueda decir que aquí hubo un derrame, un colapso de un dique, nada… nunca ha habido nada malo. Desde el punto de vista social, nosotros creemos que las comunidades no están informadas del impacto económico que tiene el proyecto. Este proyecto, según dijo hace poco la presidente de Barrick Pueblo Viejo, le ha proporcionado al país, en estos 8 años desde el inicio de la explotación comercial (2013), más de 3 mil millones de dólares en impuesto al Estado dominicano… Pero, la gran pregunta es: ¿en qué se ha invertido ese dinero? ¿dónde está? El gobierno pasado recibió más de 2,500 millones de dólares y no se sabe en qué se invirtió ese dinero… ¡Ese es el gran problema!… pero no de que el proyecto es viable y beneficioso para el país, que son dos cosas totalmente diferentes. Yo siempre he propuesto que el dinero que el Estado perciba de los beneficios de las operaciones mineras, deben caracterizarse y tipificarse solo para proyectos de deuda social que tiene el Estado con el pueblo dominicano, para que el pueblo vea dónde se destinaron esos recursos. Hay que transparentar más la industria minera… Solo Barrick Pueblo Viejo representa más de 45 % de las exportaciones totales dominicanas, es el principal exportador nacional. Por ello, ¿cómo los dominicanos no vamos a querer tener ese proyecto?… Es muy importante para el país”.
El economista Henri Hebrard dice que tiene, desde un principio, muy claro lo que ha hecho Barrick en la provincia de Sánchez Ramírez. “Yo nunca he escuchado que ahí haya habido problemas. En materia medioambiental, ningún problema, y en materia social, ellos han aportado mucho a la zona. Para qué hablar de los ingresos económicos del país. O sea, la entrada de Barrick a la minería de República Dominicana ha sido muy buena, de muchos beneficios. Esta firma es reconocida mundialmente, quizás, la mejor en minería. Esos son los aliados que necesita este país para buscar inversión extranjera directa, y realizar estas exitosas alianzas público privadas, y más para la minería”.
Mientras, para el economista Andy Dauhajre, su opinión sobre la gestión de Barrick Pueblo Viejo en estos 13 años es simple: “Económicamente, excelente; fiscalmente, transparente, y medioambientalmente, responsable”.
La minería para RD
De acuerdo a los cuatro expertos entrevistados por revista CONTACTO, la minería es clave para un país y se debe seguir incrementando su desarrollo en República Dominicana.
“La minería produce materia prima para un mercado que no controla. Es tomadora de precios de los mercados. Pero, afortunadamente, el precio del oro, que es lo que nosotros producimos, ha estado cada año fortaleciéndose y con amenazas muy buenas de seguir subiendo el precio. Incluso, un analista decía hace unos días que el precio podría llegar hasta los 3,000 mil dólares la onza en un futuro cercano… ¡algo increíble! La oportunidad de explotar el oro es ahora. Hay que capitalizar esa oportunidad para el beneficio de nuestro pueblo, y eso es responsabilidad de nuestras autoridades. La minería ha estado presente con el ser humano desde la Edad de Piedra. La minería es muy importante para las naciones. Todo viene de la industria minera, es vital para la economía y la sociedad de un país”, asegura el ex ministro de Minería, Octavio López.
Para el economista Henri Hebrard, “la minería, nos guste o no, va de la mano con el progreso de la humanidad. Eso ha ocurrido en toda la historia y en todo el mundo. La minería es muy importante. Si se acabara la minería hoy en el mundo, y no solo en República Dominicana, se acabaría la civilización… El progreso de la humanidad va acorde con la minería, por los productos que ahí se extraen, que sirven no solo para commodities, sino que para miles de otros productos que consumimos los seres humanos. La minería no es solo para el oro, la plata o el cobre, es para muchos otros productos del diario vivir. Ahora, tiene que ser con una minería responsable, con una explotación sostenible, como lo que está haciendo hoy Barrick Pueblo Viejo en República Dominicana. El punto es que debe ser una actividad transparente, que esos recursos lleguen a los sectores más desprotegidos de la población, que son los pobres. Aquí mucho se habla del turismo y el turismo está bien, pero nunca se debe escoger o elegir entre el turismo y la minería: hay que escoger a ambos”.
Para Dauhajre, la minería es importante para un país “porque diversifica la base de exportación, aporta al fisco más que cualquier otra actividad económica y permite recibir ingresos extraordinarios en tiempos de “boom” en los precios de los “commodities”, lo que crea las condiciones para nutrir Fondos de Inversión Social y de Estabilización Económica muy importantes para que las naciones progresen y reduzcan la pobreza”.
Forma de pago: transferencia o depósito en el banco BHD León a la cuenta 27190380011